viernes, septiembre 12, 2014

En el tren fantasma

El vertiginoso transcurrir del torneo no da tiempo ni para respirar. Y el vaivén de los sucesivos resultados desconcierta, poniendo a la afición en un brete. Si el aire de mar no le sentó bien, el de río por lo menos le sacudió la modorra. Pasar del baño de realidad que volvió a disparar las dudas respecto del conductor, a otra goleada de la que sólo merece rescatarse la ráfaga de siete minutos que posibilitó el triunfo, descoloca a cualquiera con pretensiones de entender la particular forma de ver el fútbol de quien se desespera en cada encuentro desde el banco de suplentes. Más allá de la cosecha de puntos, el equipo no muestra nada interesante y un solo nombre y apellido se convierte en el blanco de todas las críticas.

El conductor está a un paso de entrar en un terreno donde el olvido hace estragos. No importa lo conseguido hace unos meses, ahora sólo interesa el nuevo objetivo, y cuando la ilusión comienza a correr riesgo, quien supo ganarse elogios al por mayor, cambia de rincón para transformarse en figura discutida. A pesar del contundente triunfo frente a un rival de nivel marcadamente inferior, la producción del conjunto no pasó la prueba del ojo crítico de los simpatizantes. Los silbidos que resonaron cuando el empate parecía cosa juzgada, dieron la pauta de lo que las gradas esperan de sus colores. Si bien la andanada de goles le devolvió la sonrisa a muchos, no convenció la actuación en la mayor parte del lance.

Con el beneficio de la fecha libre, se espera que durante los días sin competencia el técnico acomode los desajustes que hasta ahora han marcado el deplorable estilo de juego exhibido en cinco fechas de certamen. Aunque ya han empezado a correr rumores de descontento en cuestión de extras por obtención de logros de parte de los protagonistas, negados desde el seno de la dirigencia, ciertos rendimientos, muy por debajo de lo habitual, parecen llamativos y sin explicación coherente. Así como también determinados movimientos pergeñados por el entrenador que no se sabe si son por convicción, por estrategia o simplemente por desorientación. Lo cierto es que de local gana, no gusta y golea. Por ahora alcanza.


APOSTILLAS

En la nebulosa. El presidente se fijó tres metas, pagar la deuda que ocasionó la quita de puntos, incluir a la institución en la modalidad del salvataje deportivo y el ascenso. Conseguir los tres objetivos -dos ya están en caja- "le daría claridad para pensar qué hacer de allí en más", sostuvo. Sería mejor que piense qué hacer si, como ya se dejó traslucir por los pasillos de la entidad madre, se da marcha atrás con el torneo de treinta equipos en primera para el año próximo. A no dormir la siesta.

Dedo acusador. Para demostrar su interés en el avance de la causa contra la banda en fuga, la institución dejó en claro que espera poder participar del proceso como querellante conjunto. En tren de despejar dudas hizo hincapié en que las dilaciones obedecieron a la estrategia de las aves negras que representan al ex primer mandatario y como prueba de buena voluntad puso a disposición del juez los informes realizados por la comisión sumarial y la investigadora. ¿Será justicia?

En la lona. Al parecer, la cháchara que tanto encantó a la afición durante siete años y medio no pudo convencer a la justicia y el proceso contra la falsa pertenencia sigue su curso con juez plateísta y todo. Llamó la atención la miseria en la que se encuentra inmerso el ex impresentable vice quien tuvo que recurrir a una defensora pública. Antes hoteles cinco estrellas, vuelos charter y restaurantes exclusivos, hoy ni un mango para abogados medio pelo. Así es la vida.

Hasta el fondo. Veterano dirigente, hoy referente de la oposición, experto en pases de magia, quiere ver al ex primer mandatario esposado y cargando grilletes. Fue el primero en exponer frente al juez de la causa y en su declaración testimonial le pegó duro al principal hacedor del latrocinio. El viejo lobo de mar quedó con la sangre en el ojo desde que decidió abandonar la vicepresidencia, por lo que durante cuatro horas se despachó acerca de irregularidades de diversos colores. Para que tenga y guarde.

lunes, septiembre 01, 2014

Remando en la ciénaga

El primer triunfo en el torneo calmó las aguas que empezaban a ponerse turbulentas. El marcador fue contundente, pero el rival ni siquiera pudo jactarse de tal. No es novedad que en la segunda división la localía representa una inmejorable oportunidad para aprovechar, con las gradas a favor y una actitud avasallante en el campo de juego buena parte del trabajo está encaminado. En las actuales circunstancias, el propio terruño tiene la virtud de intimidar si el adversario llega desprevenido, cuestión que no puede dejar de tenerse en cuenta en un certamen corto pero duro, con viajes largos incluidos y muchos candidatos con la misma intención.

De todas maneras no habría que exagerar, todavía falta mucho para llegar a la figura de equipo afianzado y con identidad consolidada. Una victoria, por abultada que sea, no significa el hallazgo de una personalidad específica; cada partido es diferente y cada contrincante presenta distintas dificultades a superar, los próximos lances darán una pauta más certera para sacar conclusiones acerca de lo que podría deparar el corto plazo. Por otra parte, no hay duda del peso de los colores, producto de sus años en primera, entre quienes hace tiempo se consuelan con el mote de aspirante y terminan siendo uno entre otros tantos. Sacar partido de la experiencia es otra veta a tener en cuenta.

El once titular, ese que suele repetirse de memoria, aún no está definido. El conductor, por el momento, sigue transitando el camino de la experimentación en busca de un engranaje que satisfaga sus pretensiones. Ir al frente de local y apostar al empate de visitante parece una estrategia demasiado obvia para quien aspira a volver a la élite tan rápido como sea posible. La fórmula puede fallar y los planes complicarse. Para que nombres y sistema formen un todo que se vea reflejado en resultados positivos hace falta mucho más que lo demostrado hasta ahora. Si entrar en el grupo de los cinco es el objetivo, el técnico deberá imprimirle al equipo un equilibrio que permita sortear todo tipo de obstáculos. No sólo es una cuestión de metros.


APOSTILLAS 

Salvavidas de plomo. La justicia resolvió a favor del pedido de adhesión a la ley de salvataje deportivo. Gracias a sus buenos antecedentes, la comisión directiva seguirá a la cabeza de la entidad, reportando cada movimiento al órgano fiduciario para su estricto control. En cuanto el triunvirato observe algo extraño, chau pichu. Y si no se cumplen los objetivos conforme a la norma, el juez interviniente puede decretar la liquidación de la institución. Ojito.

Clínica de rehabilitación. En consonancia con el nefasto pasado reciente, la incorporación de un otrora habilidoso lesionado sigue la línea de jugar en contra de los intereses institucionales. Todavía no se sabe si se trató de algún tipo de negocio relacionado con la captación de pacientes para el consultorio del presidente o si detrás de la contratación existió un pícaro representante que hizo contacto con un pícaro dirigente. La sangría continúa.

Un buen momento. Una goleada pone optimista a cualquiera, y el entrenador no se apartó de la línea. Soslayando la pobre producción del rival, se subió al carro de la victoria halagando a los pibes, a la gente nueva "que se acopló muy bien" y al sistema basado en la solidez defensiva. Habrá que ver cómo cambia el discurso cuando las cosas no salgan tan redonditas. Sería bueno, también, una explicación coherente respecto de la cantidad de incorporaciones.

Escuela de serviles. El chupalerche primero puede quedarse tranquilo, tiene la sucesión asegurada. Otro que escribe en primera persona, ignorando las máximas del oficio, y que dibuja una extensa sarasa, repleta de lugares comunes, sin aportar nada nuevo, ni interesante. Al parecer, con la aprobación del curso de rastrero, suficiente. Empezando por la jerarquía, siguiendo por la jefatura y terminando por el soldado raso, todos cortados por la misma tijera.

jueves, agosto 21, 2014

Perdido y errante

De seis puntos, dos. Una cosecha demasiado magra para quienes aspiran a volver a la primera categoría amparándose en un torneo corto que premia a los participantes con diez ascensos. En el segundo compromiso del certamen las cosas no mejoraron tal y como preveía el entrenador. El movimiento de un par de fichas no funcionó y el desenlace resultó ser el mismo que, en la primera fecha, desilusionó a los miles de simpatizantes que respondieron a la hora de acompañar al equipo en el inicio de su tránsito por la divisional menor. Tal vez porque la fórmula no cambia. Sacar ventaja y defenderla a morir no parece la mejor opción para quien se precia de pretencioso cuando de evaluar el futuro se trata.

Y la afición empieza a tirar la bronca. No es bueno empezar con empates, que encima dejan muchas dudas, cuando para alcanzar el objetivo hace falta sumar a partir de un equipo sólido, ambicioso y con identidad definida. Si las aspiraciones chocan contra la mezquindad puesta de manifiesto en los primeros lances, los reclamos dispararán el circuito del disconformismo. La secuencia es conocida. Primero bajarán por las gradas los murmullos, después seguirán los gritos de reprobación aislados hasta transformarse en generales para que los nervios comiencen a hacer su trabajo dentro de la cancha, perjudicando cualquier intento de rectificación en un sentido positivo, incluido el que involucra al cuerpo técnico.

La eliminación de la copa no debe interferir en la consecución del verdadero propósito. El espejismo de meterse por un momento en el terreno de los grandes sólo sirve para que los mediocres de siempre destilen una arrogancia sin fundamento. Aceptar la condición de menesteroso es una de las claves para salir del hueco donde esos mismos ayudaron a hundirlo sin un mínimo de vergüenza. Empezar de abajo, reconociéndose de abajo, es un buen ejercicio para ubicarse en la dimensión correcta, de ahí en adelante poner las energías y el talento en pos de alcanzar la meta. El divague también tiene su precio. La finalidad es una sola y, antes de que empiecen los reproches, los involucrados deben concentrarse sólo en el ascenso.


APOSTILLAS

Figura ausente. Los viajes del presidente al exterior y la incertidumbre acerca de lo que deparará el acogimiento a la ley de salvataje deportivo está poniendo nerviosa a la afición. Eso sin contar el descontento desatado alrededor de la cantidad de incorporaciones sin ton ni son que llegaron para cambiarle la cara a un equipo que se niega a modificar los vicios del torneo anterior. Al principio mucha declamación, al final ¿más de lo mismo?

Justicia ciega. Mientras la investigación del accionar de la banda en fuga sigue empantanada, se confirmó el procesamiento del ex primer mandatario por retención indebida de tributo. Una causa nimia respecto de todas las matufias por las que debería responder. Habrá que ver si, en algún momento, las pesquisas avanzan y se reúnen las pruebas suficientes para que los delincuentes paguen y terminen tras las rejas. Por lo pronto, algo es algo.

Luz amarilla. Los cuestionamientos al entrenador ya comenzaron por lo bajo. El planteo defensivo en un torneo donde los triunfos son los únicos que aseguran lograr el objetivo no es del agrado de los aficionados que soportaron el sistema por el solo hecho de ser el único que podía sostener las esperanzas de quedarse en primera. Ahora la historia es diferente. Además ¿para qué se trajeron tantas caras nuevas?

Preservativo pinchado. Se unió a la red de los ciento cuarenta caracteres para estar en sintonía con quien lo adornaba mensualmente. Cuando el cerebro del latrocinio tiraba novedades desde su cuenta, el servil repetía como periquito sin un atisbo de dignidad. Caído en desgracia el jefe de la pandilla, su pajarito quedó mudo. No se sabe si lo bajaron de un hondazo o lo metieron en una jaula. Lo cierto es que sus seguidores se quedaron huérfanos. Tuit off.

jueves, agosto 14, 2014

Con el pie izquierdo

El debut en la categoría, a la que nunca pensó volver, fue decepcionante. Tanto dentro como fuera de la cancha la preocupación se hizo presente, superando a la emotividad que produjo el regreso del espectáculo y el reencuentro con los colores. Después de noventa minutos sin emociones ni perspectivas alentadoras, la afición tomó contacto con una realidad distinta, totalmente alejada de la sensación que quedó flotando en el aire al finalizar la puja por la permanencia. No será tan fácil, en un nuevo escenario y con nuevos actores, encontrar el camino a la división superior. Las motivaciones no son las mismas. El entusiasmo, tampoco.

Pelear por conservar un estatus, incentiva. Meterse en la puja por ascender, no tanto. Los protagonistas que ponían el alma en cada partido, con el único objetivo de no perder la plaza en la élite del fútbol vernáculo, ya no están. Sólo queda un par de mediocres que en su momento fueron contagiados por la enjundia de los más comprometidos y un puñado de intrascendentes que ya está de vuelta, sin el mínimo sentido de pertenencia, a quienes les da lo mismo cualquier resultado, siempre y cuando no falte cada mes el suculento cheque que les permita mantener su tren de vida. El fuego sagrado atizado por quienes vieron la posibilidad de pegar el salto al demostrar su valía, se apagó. Si hay mecha para volver a encenderlo, será parte del derrotero que le tocará transitar al conductor y sus nuevos discípulos.

Por lo pronto, en el primer examen no cabría una crítica lapidaria. Aunque las condiciones han cambiado drásticamente, ponerle unas cuantas fichas a la capacidad del técnico sería un acto no sólo de justicia sino de gratitud hacia quien supo explotar al máximo el escaso material disponible con el que sacó treinta puntos en su intento por permanecer en el grupo de los selectos. Aunque la parcialidad ponga en tela de juicio el criterio del entrenador para traer tantas incorporaciones, y de dudosos antecedentes en lo que a rendimiento se refiere, el voto de confianza estará vigente por un par de encuentros más. La paciencia de ambas partes se pondrá a prueba cuando los partidos entre semana y los kilómetros por recorrer marquen una tendencia.


APOSTILLAS

Zona de riesgo. La comisión directiva decidió, haciendo uso de la potestad que le otorgó una asamblea, acogerse a la ley de salvataje deportivo, una clara señal de que el estado económico-financiero de la entidad no puede levantarse ni con grúa. Llamó la atención, entonces, la cantidad de reclutados a quienes, sin excusas, habrá que cumplirles mensualmente. La tan mentada austeridad parece brillar por su ausencia. El camino a la perdición comienza siempre en el mismo punto.

Doble discurso. Hace poco fue presentado, y aprobado, el balance que dejó sin cerrar la falsa pertenencia. Los números arrojaron un pasivo de noventa y cinco millones de pesos, comisión investigativa mediante. Ahora resulta que la deuda es de más de ciento cincuenta palitos, menos unos quince que bajaron exiguamente el rojo. A esta dirigencia, le está costando cumplir con lo prometido en campaña. La transparencia es fácil de pregonarla pero difícil de exponerla.

Optimista al mango. No se puede negar que el conductor encaró esta nueva etapa con una visión más que positiva. "Merecimos ganarlo", dijo, soslayando que aun en superioridad de condiciones -casi cuarenta minutos con un hombre más-, el once en cancha no pudo doblegar a un rival flojo y sin ideas. El error estuvo en los últimos quince metros, el mismo dilema que padeció todo el certamen pasado. Imposible esperar resultados diferentes, aplicando la misma fórmula.

Pavada atómica. Es un león vendiendo conceptos burdos y vacíos de contenido. La sandez del "operativo retorno", pergeñada por el chupalerche primero para desviar la atención de la gilada de la responsabilidad que le cupo, bajo el ala del pasquinejo vernáculo, en el latrocinio perpetrado por la banda en fuga, no parece pegar entre la afición que no olvida a los serviles y obsecuentes que dedicaron más de siete años a encubrir delincuentes. Cómplices necesarios, aprendices de avispados.

miércoles, agosto 06, 2014

Como empezando de nuevo

Finalizado el festival de chovinismo que se desata cada cuatro años, tan bien cubierto -tal y como acostumbra, con selfies al por mayor y apuntes intrascendentes- por quien necesitó pelar su propia billetera para que nadie diga que faltó al evento porque su mecenas cayó en desgracia, se pone en marcha la reconstrucción de lo poco que quedó después del devastador paso de la falsa pertenencia y su consecuencia inmediata caratulada como descenso de categoría. Para matizar la prolongada espera, algunos intentan asimilar la desgraciada coyuntura, otros hacen catarsis involucrándose, cual partícipes inocuos, en el compilado de nombres que intentará pegar el salto hacia el retorno inmediato.

Misión difícil de llevar a cabo, considerando la docena de caras nuevas que deberán ensamblarse para darle al equipo una fisonomía decente si las pretensiones de ascender son tan serias como los responsables de tamaño lance sostienen frente a los micrófonos de turno. Un torneo corto puede ser la oportunidad ideal para que un conjunto más o menos sólido se lleve el premio deseado -cinco de once resulta una medida bastante aceptable-, pero también puede ofrecer poco tiempo para que un andamiaje totalmente renovado alcance a interpretar la propuesta del conductor y llevarla a la práctica, sin fisuras, al campo de juego. Aspirar a uno de los lugares de privilegio con un rejuntado sin identidad parece una ficción sin fundamento.

Con movimientos signados por la escasa transparencia, con rumores de enfrentamiento entre dirigentes y con el salvataje deportivo en marcha, el porvenir se muestra reticente a volcar sobre la afición una lluvia de buenos augurios. Sin novedades en la causa que involucra a la banda en fuga, sin mayores aportes de la directiva a la investigación, los hacedores del latrocinio tienen tiempo para darle notas al pasquinejo vernáculo -que como buenos traseros sucios ni siquiera se atrevieron a firmar- y llorar la partida del todo pasa. Es de suponer que con el viaje del don al otro mundo, el único que podía representar un escollo al avance de las pesquisas, unas cuantas verdades saldrán a la luz. Sin revisar el pasado, no hay futuro posible.

sábado, junio 07, 2014

Contra las cuerdas

Pasó de estrella exclusiva de la sección deportes del pasquinejo vernáculo a ocupar un espacio en esa otra a la que denominan con el eufemismo "sucesos" para no llamarla directamente "policiales". Las denuncias primero, los allanamientos a sus mal habidas propiedades, y las de sus secuaces, después, convirtieron al dirigente preferido del parodismo rastrero en un serio candidato al traje a rayas, cercado, en lugar de las babosas lisonjas a las que estaba tan acostumbrado, por una cantidad impresionante de pruebas incriminatorias. Hasta parece que tuvo el descaro de falsificar firmas, digno gesto de un vil estafador que se cree impune.

Como es costumbre en esta bendita tierra, la justicia avanza sólo cuando el poder de quienes creyeron no tener límites en su ejercicio, se diluye o simplemente, de golpe y porrazo, se pierde. En el caso específico, el acelere también puede emparentarse con la desgracia del descenso. Quién sabe si la causa hubiera cobrado tamaño empuje con la categoría a buen resguardo. El ejemplo más palpable lo dio el mismísimo ex primer mandatario, quien aprovechó la etapa de buenos resultados para salir del ostracismo y volver a desplegar una verborragia falaz y oportunista, mientras que el silencio fue la resultante del cruel desenlace.

Por lo pronto, sus representantes legales ya están urdiendo estrategias para enturbiar la causa, minimizar acciones a todas luces delictivas, ampliar el espectro de responsables para quitarle carga a las demandas, y demás clásicos dilatorios que colaboren a correr el foco del interés público; cuanto menos difusión haya al respecto más rápido hace su trabajo el olvido, punto donde comienza a decaer el interés de la señora de ojos vendados por dictar sentencia. Mientras tanto, los nefastos cómplices que llevaron al encumbramiento de semejante bandido, por arte de magia dejaron de hablar de ciertos temas para refugiarse estrictamente en lo deportivo. Muy conveniente.

viernes, mayo 30, 2014

La inmolación de los penitentes

Se terminó la ilusión y también la angustia. El final de una era sorprendió a los más optimistas, quienes, abrazados a los heroicos treinta puntos, esperaban gambetear el anunciado destino saliendo airosos de una batalla desigual. Este equipo limitado, plagado de juveniles que enfrentaron con hidalguía, a lo largo de diecinueve fechas, las tortuosas vallas de la carrera por la permanencia, llegó al partido desempate con el combustible agotado. Sin reservas físicas, consumidos mentalmente y obligados a cambiar el chip para ir en busca de los tres puntos, demostraron lo difícil que es alcanzar el objetivo apelando sólo a la fuerza interior, el compromiso por los colores y la responsabilidad que exigía el momento. Siempre hace falta un plus, la templanza y la experiencia para aguantar la presión y el toque de fútbol del que carecieron durante todo el certamen.

Tirando por tierra el latiguillo del cual los cómplices se aferran para darle una vuelta de tuerca al asunto y dejar en un segundo plano su activa participación en el latrocinio, de este descenso hay culpables por todos lados. A la falsa pertenencia la bancaron los socios con su voto en tres oportunidades. Por comodidad, por interés, por la misma soberbia que durante siete años y medio la representó de cuerpo entero. Los actuales directivos, quienes nunca levantaron la voz para denunciar a la peor y más corrupta administración de la historia; el mismísimo presidente, conocedor absoluto de muchos desmanejos que no puede negar; el eterno gerente, partícipe necesario del descalabro institucional. El parodismo vernáculo rastrero, que hoy se pone el traje de pobre estafado en su buena fe. Los simpatizantes en general, por su desidia consuetudinaria.

La segunda categoría pasó de ser una eterna negación, motivo de burla constante como parte indispensable del mal llamado folclore del fútbol, a tangible realidad. De ahora en adelante se pondrá en juego la capacidad de la dirigencia, no sólo para armar y llevar a cabo la ingeniería necesaria que asegure el regreso a primera división, sino también para garantizarle un castigo ejemplar a la banda en fuga en el ámbito de la justicia. En cuanto a la afición, aunque ahora parezca resignada y ya esté lanzada al ingenuo juego del armado del plantel que enfrentará el próximo semestre, sólo la salida al campo de juego en el primer encuentro en otra divisional le hará caer la ficha de la dolorosa penitencia impuesta por haber avalado la arrogancia delirante de un grupo sin escrúpulos que terminó vaciando la institución. Antes de aprender de los errores hay que aceptar la comisión de los mismos.


APOSTILLAS

Magro recuento. Decretado el descenso, el presidente emitió un comunicado de agradecimiento a hinchas, jugadores y cuerpo técnico, haciendo hincapié en que los "responsables son otros". Livianamente habló de "reacomodamiento económico", de las expulsiones pero no de las rebajas de penas a un par, de la "ratificación" del boceto del balance dejado por la corruptela anterior y la contratación de un abogado querellante. Rebuscado y bastante endeble.

Trastorno bipolar. Antes de la gran final dijo que había encontrado "su lugar en el mundo"; después de la derrota afirmó "me voy porque les fallé"; al día siguiente le mandó un mensaje al presidente, "lo dejo a tu criterio"; horas después confirmó que va a estar a la cabeza del "operativo retorno". Habrá que ver qué plantel puede formar y si es capaz de transmitirle al equipo la misma enjundia pero con diferente objetivo. Las circunstancias, aunque parezcan similares, no son las mismas.

Ojo clínico. Otro que está saboreando las mieles de la venganza es el líder de la oposición que nunca se calló y, soportando toda clase de insultos desde los cuatro puntos cardinales, alertó siempre acerca de la clase de facinerosos que dirigía los destinos de la entidad. Con la falsa pertenencia en desgracia, curiosamente, se activaron todas sus denuncias, y otras nuevas empezarán a engordar la causa. Merecería un desagravio público de parte de todos los que censuraron su accionar o por lo menos un «tenía razón».

Inmundicia asquerosa. De servil chupalerche, el más nefasto parodista vernáculo de todos los tiempos, pasó a chupahincha de la primera hora. Después del obituario de apertura en la transmisión, que dejó una sensación de mal augurio, no ahorró elogios para la masa sabalera, la que estaba presente, colmando las gradas, y la que no. Hombre prevenido, vale por dos. No quiso tener que salir, otra vez, de un estadio en patrullero. Guarda con los allanamientos, en ciertas ocasiones, pueden ser contagiosos.

miércoles, mayo 21, 2014

Corazón en llamas

Las suspicacias que empañan cada definición de torneo, en esta oportunidad no faltaron a la cita. Durante la semana previa, la palabra incentivación y las consabidas pero poco creíbles desmentidas coparon los titulares de los medios, no se sabe si para ponerle un poco más de emoción a los cruciales choques o por esa mal llamada viveza criolla que tanto caracteriza a los involucrados en el negocio. Lo cierto es que el rival, salvado una fecha antes del abominable descenso, venía cargando la mochila de la duda. Sabido es que en las arcas de la institución no hay un cobre partido al medio, pero, en ciertos casos de fuerza mayor, siempre aparece alguna abultada billetera dispuesta a hacer un sacrificio por el club de sus amores.

Como para muestra basta un botón, a los dieciocho minutos del segundo tiempo, cuando un defensor adversario cabeceó una pelota que fue a parar al fondo del arco local, medio mundo quedó patitieso ante un extraño pedido de disculpas en reemplazo de un desaforado grito de gol. Las posteriores explicaciones del protagonista en cuestión sonaron tan ridículas que no convencieron ni a su propia afición. El hombre de negro también tuvo un papel preponderante en la obra. Cobró dentro del área una mano casual y lo más llamativo, luego de adicionarle al juego tres minutos, de forma inexplicable, para que se pudiera ejecutar un tiro libre, agregó uno más, cuando el reglamento señala que la única jugada que amerita dicha prerrogativa es el penal.

En la entidad madre, las paredes susurran que la mano del don anduvo haciendo de las suyas. Por un lado, intentó compensar, en parte, la sanción que sería imposible revocar. Por el otro, como señal de buena voluntad. El futuro puede tener otro color si las acciones contra la falsa pertenencia quedan suspendidas en un limbo permanente. A la hora de la verdad, ninguna especulación adopta un valor tangible para quienes laten al mismo ritmo que los colores. Para las enardecidas almas que empujaron esa última bola con una fuerza sobrenatural multitudinaria lo único importante fue ganar una nueva oportunidad. La de demostrar que treinta puntos no fueron casualidad y que la convicción de quedarse en primera está más firme que nunca. La última chance tiene un serio pretendiente.


APOSTILLAS

Agujero negro. Los investigadores encargados de seguir la ruta del dinero de la banda en fuga, para armar un balance medianamente potable, se quedaron cortos con los números rojos que presentaron ante la asamblea. Los chanchullos blanqueados provocaron escalofríos; los que quedaron en la nebulosa, taquicardia. Cuando haya voluntad y tiempo de indagar en profundidad el asombro no tendrá límites.

Memoria activa. El entrenador lo tenía atragantado y lo soltó cuando no aguantó más la carga. El desaforado pedido de mantener vivo el recuerdo del ex primer mandatario sonó a desahogo. Ni el esfuerzo de alcanzar los treinta puntos consiguió librarlo del padecimiento de una definición para el infarto. Merece un aplauso la valentía de citar con nombre y apellido a quien ningún dirigente se atreve a mencionar.

Guerra santa. La dupla que anima los mediodías asoleados, enemigos íntimos de la falsa pertenencia, está pergeñando una reseña histórica de la gestión más desastrosa y corrupta de la historia. Habrá que ver si se atreve a dedicarle un capítulo al parodismo rastrero colaboracionista que comparte cotidianamente su mismo espacio laboral. Si se van a despachar con todo no pueden olvidarse de los serviles chupalerches.

Vergüenza ajena. La horda de arrebatadores que invadió el campo de juego para llevarse un recuerdo de la épica jornada no merece figurar en un listado de hinchas fieles. Sabiendo la situación económica de la entidad, despojar, violentamente, a los protagonistas de su indumentaria deportiva pareció más un acto de delincuencia que de amor por los colores. En medio de la barbarie resultó violento y penoso ver a los pibes aguantando el saqueo.

miércoles, mayo 14, 2014

La hora de la verdad

Muchos pensaban que, un par de fechas antes del cierre del certamen, la categoría iba a estar asegurada sin mayores sobresaltos. La argumentación tenía una base sólida. Los protagonistas venían dando muestras de estar a la altura del desafío que el destino decidió ponerles por delante. Sin embargo, en el tramo final las fuerzas comenzaron a flaquear y con la energía a mitad de potencia, más algunas piezas caídas por circunstancias lógicas de la disputa, y otras en retroceso por el desgaste normal provocado por el torneo más exigente física y mentalmente de los últimos tiempos, el descenso sigue tan latente como al inicio de la cruzada.

Dos puntos de doce resulta demasiado poco para quienes aprendieron desde el primer minuto de juego a portar la pesada mochila con dignidad y compromiso. Señal de lo extenuante de la obligación que forzó a los más experimentados a redoblar sus esfuerzos y a la purretada a crecer de golpe. Algunos cargan responsabilidades en el entrenador por no haber sido un poco más arriesgado cuando la muchachada demostraba confianza en el planteo y se sentía capaz de enfrentar a cualquiera y salir airosa. La cierto es que nunca hubo material para patear el tablero. Mucho menos en la ofensiva, donde el déficit no encontró un reemplazo que pudiera superar lo único disponible.

A horas de la definición no vale cuestionar lo hecho. Bastante se logró al llegar al último capítulo con las posibilidades descansando en la palma de la mano. La cuestión pasa por cómo se planteará el próximo encuentro y un eventual desempate para asegurar el resultado deseado. El desafío no será sólo recuperar la firmeza defensiva, sino tomar los riesgos que hasta ahora no se habían puesto en práctica, simplemente porque ya no hay margen que permita mezquindad ni especulación. Si la estrategia funciona llegará el tiempo del festejo, si toca morder el polvo nadie podrá discutir que se dio pelea, nadie podrá poner en tela de juicio que se dejó todo. Lo que sea que venga será merecido.


APOSTILLAS

Cinta elástica. La demora de la comisión directiva en avanzar contra la falsa pertenencia en el frente judicial ha generado muchas suspicacias. El mago ofreció sus servicios gratuitamente y el presidente le echó flit. Entre balbuceos y varios "no me compete" intentó dar explicaciones que no sonaron demasiado convincentes. Mientras el tiempo pasa más se afirman los rumores de pacto non sancto con el don.

Canto rodado. Según las malas lenguas, además del jefe de seguridad del plantel, un par de aves negras de la institución, que en su momento representaron a un puñado de injuriados miembros de la banda en fuga, siguen firmes en sus puestos. La actual dirigencia promete ejecutar despidos varios cuando haya suficiente tarasca para cubrir las correspondientes indemnizaciones. Algunos, de dignidad ni hablar.

Fuerza mayor. Al entrenador le dio un ataque de chucho. Con la expulsión de un titular indiscutido -aunque en el último encuentro se haya mandado flor de macana-, piensa tirar toda la carne al asador y atacar al rival de turno con tres feroces delanteros. Por lo menos, en el final, piensa arriesgar lo que no se atrevió durante todo el torneo. De ahí a que le salga como espera, sin demasiadas prácticas en el haber, hay mucho trecho.

Memoria frágil. Cada vez que se da la mala, el pasquinejo vernáculo desempolva la pluma del jerárquico aplazado en el examen de ingreso a la escuelita de parodismo doméstico para sobarle el lomo al presidente de turno. Lástima que en su momento no alzó la voz para advertir que el club estaba en vías de ser devastado, destruido, quedar de rodillas, inerme, casi sin vida y con las arcas hundidas. Colaboracionista e ignorante.

jueves, mayo 08, 2014

A la vuelta de la esquina

Muchos esperaban festejar un nuevo aniversario con un triunfo que sellara las serias aspiraciones al título, o por lo menos sumando un punto que ayudara a alejar el peligro de caer en zona de descenso; sin embargo, la derrota no sólo lo apartó definitivamente de la conversación por el podio sino que lo dejó por un momento entre los últimos tres pintados de rojo en el fondo de la tabla de los promedios y lo sumió en un mar de dudas cuando restan apenas dos cruciales fechas para la definición. Y con el epílogo soplando la nuca, los nervios volvieron a cobrar protagonismo dándole marcha al carrusel de alternativas viables que le permita apropiarse de la sortija redentora y ahuyentar el fantasma tan temido.

Depender de su propio potencial, esperar que a los rivales directos les vaya mal, rogar para que a los próximos contendientes les de un ataque de conmiseración que ayude a allanar el camino hacia a la salvación. Cambiar de estrategia, reforzar la que hasta ahora ha dado mayores resultados. Encender velas, hacer descabelladas promesas y hasta poner en práctica cábalas supuestamente infalibles. Todo vale a la hora de las consideraciones finales. Aunque a esta altura ni uno solo se anime a reprocharle nada al grupo que en cancha puso más de lo que el más optimista hubiera esperado, está claro que el entusiasmo que se contagió de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera no quiere terminar opacado con el peor de los desenlaces.

No importa que el don haya pergeñado un próximo certamen a la medida de las circunstancias. Clubes fundidos, planteles sin jerarquía, dirigentes ineptos en el mejor de los casos y delincuentes en el peor, violencia en las tribunas y un agujero negro económico financiero que no para de deglutir dineros públicos. Nadie con un mínimo de dignidad quiere caer en la vergüenza que representa perder la categoría, menos teniendo un ejemplo cercano que sirvió de mofa durante tanto tiempo. El mérito está en permanecer, dejando la piel y los huesos sobre el campo de juego, haciéndole honor a la historia. Y no vale flaquear en los metros finales. Sólo faltan ciento ochenta minutos definitorios. El objetivo está cerca.


APOSTILLAS

Durmiendo la siesta. Pasan los días, pasan los meses y no se sabe nada de dos temas cruciales. La falsa pertenencia sigue impune y la sanción que se llevó seis puntos vitales no tiene ni miras de ser levantada. Con el verso de que están respetando las prioridades, los tiempos de la justicia y siguiendo los carriles normales para presentarse como querellantes, los asuntos más importantes continúan en sala de espera. No sea cosa que una movida dependa de la otra.

Punto de ebullición. El entrenador se recalentó con un par de cuestiones que, creyó, incidieron en el resultado. No estuvo de acuerdo con la designación del hombre de negro y tampoco con la inacción de la dirigencia al respecto. No le gustó para nada el estado del campo de juego y descargó bronca contra el canchero y la comisión directiva de haber tomado una decisión inoportuna. Dice que no le gusta llorar pero adhiere a "el que no llora no mama".

Correctivo a la orden. Dicen las malas lenguas, esas que nunca faltan, que el entrenador irrumpió furioso en una reunión de comisión después de merendarse con unas letras de molde que daban cuenta del interés de instituciones extranjeras por varios protagonistas de la batalla del siglo. El conductor piensa que con la mente puesta en el bolsillo se diluye la energía que debe volcarse exclusivamente en la concreción del objetivo. Ojo con desviarse del rumbo.

Ni olvido, ni perdón. Cada vez que el hemisferio pensante de la dupla que anima los mediodías asoleados tiene a su cargo los comentarios del encuentro no pierde oportunidad de pegarle en el medio del hígado a la falsa pertenencia. Si alguien creía que con la salida de escena de la banda en fuga la sopapeada iba a ir en disminución pues estaba equivocado. Muy por el contrario, el latrocinio sigue vivo en la memoria de quienes padecieron las peores vejaciones.

jueves, mayo 01, 2014

Ni tanto, ni tan poco

El síndrome del necesitado, que aplicando la táctica adecuada está a un tris de lograr el objetivo, lo pone en una situación incómoda. Enfocado en la meta, consigue más de lo esperado, tanto que hasta puede tirarse a más; sin embargo, el terror a perder lo conseguido lo posiciona en un estadio mezquino, donde el término arriesgar no figura en el diccionario del estratega. Antes de atreverse a ir por todo, es preferible quedarse con lo que hasta ahora alcanza y sobra. No sea cosa que por ambicioso pierda lo conseguido. Nadie quiere padecer los nocivos efectos de la ludopatía, un tema es prenderse al entusiasmo de ganar, otra apostar lo ganado y quedarse sin nada.

El animarse a dar un paso más allá puede resultar contraproducente, aventurar sin el suficiente sustento, sin una base sólida que amerite la ambición, equivale, en general, a sacar boleto directo a la derrota. Aquéllos que han sabido anotar su nombre en el bronce lo hicieron mostrando un equilibrio en las tres líneas; campeones sin poder ofensivo no existen, campeones sin una defensa sólida tampoco, campeones sin un mediocampo que acompañe con una mínima jerarquía las aspiraciones menos. El entrenador sabe perfectamente que las limitaciones, aunque los ojos de la afición se resistan a ver, son determinantes a la hora de decidir hasta dónde se pueden tomar riesgos.

Muchos se lamentan por el desaprovechamiento de ciertas oportunidades que intuyen irrepetibles; un torneo mediocre, sin figuras descollantes, sin un equipo arrollador que destaque sobre el resto, con la irregularidad como estandarte, y un par de aspirantes inesperados que generan un dejo de envidia empujan a reflexionar acerca de si la falta de audacia, o el pánico extremo a malograr lo costosamente cosechado, cercenó una posibilidad única e inmejorable. Sacar partido del envión de las almas en pena para transformar la lucha por el descenso en una pugna por el lugar más alto del podio nunca estuvo en los planes, la prioridad siempre fue otra. Concretarla es el premio mayor.


APOSTILLAS 

Transparencia cero. Así como dejaron entrever los trascendidos cuando se produjo la venta de la joyita devaluada, parece que el cincuenta por ciento del pase de otro candidato a emigrar tiene un dueño conocido. La comisión, tan bien dispuesta a revelar los números definitivos para hacer gala de una imagen impoluta, se guarda los detalles sórdidos que involucran a la falsa pertenencia y sus cómplices. Así, no.

Marcha atrás. Gracias a los buenos oficios del tribunal de honor, uno de los miembros sancionados de la banda en fuga logró una rebaja sustancial de su pena. Pasó de la expulsión lisa y llana a una insignificante suspensión por dos meses. Al parecer, a pesar de los diferentes y relevantes cargos que ostentó, el "yo no tengo ninguna responsabilidad" resultó convincente. Matarse por figurar y después lavarse las manos, estrategia efectiva.

Lugar común. Acariciar el objetivo pone cachondos a unos cuantos, entre ellos al entrenador que no deja de tirar flores para todos lados. Elogios a los jugadores, a los dirigentes, a la afición y el consabido "ojalá pueda quedarme toda la vida" para rematar la cadena de loas a la institución que le abrió las puertas al estrellato. De paso ya plantea un proyecto con visión de futuro. Habrá que ver de dónde sale la tarasca para armar algo decente.

Tocando fondo. El chupalerche primero se quedó sin la razón de su existencia. De vocero oficioso con rango privilegiado de exclusividad a uno del montón. Curiosamente, al mismo ritmo en que se desintegraba la falsa pertenencia, sus horas de éter se fueron reduciendo hasta transformarse en unos míseros minutos. Menos mal que la decadencia lo agarró forrado. De todos modos, está siempre listo p'a lo que guste mandar el de turno.

martes, abril 22, 2014

A punto caramelo

Estaba para pelear el descenso y de tanto porfiar en la consecución del objetivo, a cuatro fechas del final, está a tiro del campeonato. Lo tildan de antifútbol, no juega bien, no juega lindo, pero la efectividad de su planteo se ve reflejada en la tabla de posiciones y sus correspondientes estadísticas. Tiene un plantel corto y sin figuras, sin embargo ha podido potenciar sus limitaciones al fusionar experiencia y juventud. Tiene un entrenador con escasa experiencia, que ha sabido construir una identidad con el escaso material disponible y proyectar en sus dirigidos la responsabilidad del momento encontrando un eco mayor al esperado.

Así como los combos negativos supieron hacer pie en la institución en el pasado reciente, potenciándose hasta lo impensado, hoy los positivos parecen haber ganado la partida con un final abierto a las mejores perspectivas. Aunque de los últimos nueve puntos, sólo cinco ayudan a incrementar los porotos de la columna del haber, la tranquilidad de advertir que la meta está al alcance de la mano permite que, en cierto sentido, vaya llegando la relajación dejando atrás los nervios iniciales por la traumática circunstancia a enfrentar desde el vamos, y en especial considerando que los tres condenados a bajar de categoría están casi decretados.

Para el parodismo concentrado más allá de la autopista, los fenómenos siempre ocurren dentro de los límites impuestos por sus propias narices. A pesar de la maquinaria enceguecida por las luces intermitentes que emiten los grandes, y de los lambiscones vernáculos siempre presentes que ahora se babean con la misma intensidad con que antes justificaban lo injustificable, la silenciosa humildad está a un paso de concretar una heroica campaña con final feliz. Como viene barajado el asunto, sólo una catástrofe podría impedir lo que pinta como hecho consumado. Un merecido premio para todos los actores involucrados en la histórica gesta.


APOSTILLAS

En la dulce espera. La comisión directiva anunció la llegada de una notificación comunicando el cierre del conflicto que derivó en el descuento de seis puntos. Para dar por concluido el expediente hace falta cancelar las costas originadas por el entuerto. Puesta sobre la mesa la susodicha tarasca se iniciará el análisis del pedido de revocación de la sanción impuesta. Muchos trascendidos al respecto, poca fe en el resultado.

Cuentas pendientes. Sin comunicación oficial, el presidente de la comisión investigadora de los números salió a buscar micrófono para ventilar las conclusiones de la pesquisa. Casi veinte millones de pesos sin comprobantes ni justificativos se esfumaron en manos de la falsa pertenencia durante los últimos dos años de gestión. No hace falta demasiada imaginación para dimensionar el tamaño del latrocinio. Mientras tanto...

Oro en polvo. De todos los pibes forzados a crecer de golpe, y a pesar de que cada uno tuvo sus quince minutos de fama, sólo uno ha demostrado sólidas condiciones para trascender más allá de las circunstancias. Algunos podrán ser ubicados, pero correrán la misma suerte del par que pasó sin pena ni gloria por césped extranjero. Si lo sabe aprovechar, puede echar por tierra el estigma que persigue a los créditos nativos. Capacidad le sobra.

La venganza será terrible. Cada vez que el ex primer mandatario rompe el silencio, el dúo que anima los mediodías asoleados descarga siete años y medio de bronca acumulada. Al hemisferio pensante de la crítica pareja suele írsele la mano en cuestión de epítetos subidos de tono y diatribas fuera de renglón que a esta altura ya no suman ni restan. Para mantener fresca la memoria no hace falta chapotear en el barro.

jueves, abril 10, 2014

Patinada en el barro

Nadie puede sentirse defraudado. En el imaginario colectivo, la derrota siempre tuvo una sola apariencia. La de la hidalgía, la entrega y la lucha hasta el minuto final. Tal y como se dio frente a un rival de jerarquía que supo aplicar una fórmula hasta ahora indescifrable para el modelo que intenta escaparle al descenso. La desventaja en el tanteador resulta un dilema difícil de resolver en el pizarrón donde los trazos dedicados al circuito futbolístico quedan relegados ante el cultivado diseño defensivo, una muestra de que para alcanzar la meta hace falta una pizca de calidad que probablemente no llegue a ponerse de manifiesto antes del final por falta de una trama e intérpretes acordes.

Ante cada porrazo, el necesitado se lamenta y vuelve a discutir sobre factibilidades propias y eventualidades ajenas. Desde el principio la afición sabía que cada fecha representaría un calvario, con subas y bajas incluidas entre el cielo y el infierno hasta el final de la novela, sin imaginar que las ambiciones de este grupo limitado iba a rescatar las esperanzas del fondo del abismo. El alivio prematuro tal vez llevó a desatar falsas expectativas, esas que ante cada tropiezo parecen volver de una cachetada a la cruda realidad; no obstante, la fe en este puñado de almas en rebeldía que parece sacar toneladas de voluntad de donde sólo había resignación no permite que el aliento decaiga.

Reponerse del desgaste mental ocasionado por una caída tan extenuante y trabajada puede ser más difícil que superar aquél que tiene que ver con el estado físico. Cargar el chip para concentrar toda la atención en el próximo rival implica un compromiso formidable, mucho más si se tiene en cuenta el nombre del que será un hueso duro de roer más allá de su irregular presente. Con un par de protagonistas fuera de escena por causas justificadas, la formación presentará otro desafío tanto para el entrenador como para quienes deban sumarse a la estructura. Lo que está en juego amerita el esfuerzo.


APOSTILLAS

Por los puntos. Dicen las malas lenguas que la dirigencia viene haciendo oídos sordos al pedido del fiscal que, de oficio, la sacó del brete de tener que denunciar penalmente a la banda en fuga. Las pruebas, que mediante un comunicado afirmaron iban a poner a disposición de la justicia, todavía no aparecen. Si están demorando el juego, se nota demasiado. Tarjeta amarilla.

Todos ponen. A pesar de los esfuerzos, las arcas de la institución siguen vacías. Para compensar un poco, quienes pretendan ingresar al estadio para presenciar el próximo encuentro deberán ajustarse el cinturón y pelar la billetera. Ir tapando agujeros a los ponchazos no es la fórmula ideal pero por ahora no queda otra. Nada por aquí, nada por allá.

Trato igualitario. El entrenador, que venía siendo medido a la hora de enfrentar los micrófonos, derrapó mal. Si bien se atajó con el consabido "yo no voy a llorar", echó mano de un pañuelito de papel, enjugó sus lágrimas y se despachó en contra del hombre de negro. Si en las buenas primó el discurso mesurado y coherente, en las malas no debería aflojar. Cállate boca.

Precios cuidados. Para no perder la costumbre, el parodismo rastrero ya anda tirando nombres de candidatos a engrosar la agenda de astutos empresarios siempre dispuestos a colocar carne fresca en mercados donde el color verde marca tendencia. No sea cosa que a un puñado se le suban los humos a la cabeza y bajen el rendimiento en detrimento del objetivo. Ojo al piojo.

viernes, abril 04, 2014

Corriendo el límite

Cuando muchos apostaban a que la última derrota iba a propiciar un duro encuentro con la realidad, dando fin al sueño de la salvación del descenso y la yapa de la punta, la muchachada dio una prueba de carácter y dejó en claro que todavía hay cuerda en el carretel como para mantener firme la aspiración de conservar la categoría y algo más. Muy a pesar de las opiniones que se cuecen más allá de la autopista, el puntero no se cae y en su porfía arremete contra quienes denostan la voluntad y el sacrificio de los menos agraciados, esos que, sin proponérselo, opacan el nombre de los aspirantes con chapa, hoy corriéndola de atrás.

En el test que lo puso cara a cara con un adversario directo, los nervios salieron airosos durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. Tan mala como la que terminó en la caída de visitante, la actuación de local resultó un muestrario de malos presagios, inmerecidos para el espectacular marco. Encontrarse de pronto con la ventaja de la expulsión de un rival reavivó las ansias de ganarle la batalla a la falta de ideas y con ellas las ínfulas de ir en busca del triunfo. Así llegó el tanto que cortó de cuajo con lo que parecía un empate cantado. La incidencia del penal también hizo su aporte. Atajada fenomenal e ídolo en puerta.

Ahora empieza otro cantar. La disyuntiva de seguir siendo el equipo que debe sumar para zafar del infierno tan temido a través del antifútbol -tal y como lo catalogan quienes no alcanzan a entender el valor del compromiso- o si se anima a redoblar la apuesta en pos de elevar el objetivo. Un planteo donde un par le den el toque de fútbol necesario para pelear el campeonato no sería disparatado si los protagonistas, que ya demostraron estar a la altura, entienden que pueden ir más allá. Siguiendo el camino que supieron construir, extendiendo el horizonte de las expectativas estarían en condiciones de llegar hasta donde nunca imaginaron.


APOSTILLAS

Doble estándar. Por un lado, la comisión directiva decidió la expulsión de diez de los doce sumariados; por otro, demoró la denuncia en la justicia penal a la espera de que algún fiscal, de oficio, la sacara del brete de dar el primer paso. Como dijo un destacado miembro del triunvirato de sabuesos, legendario personaje que sabe más por viejo que por diablo, tenía la obligación de hacerla y no la hizo. Sacando los pies del plato.

Dedos largos. No soporta el ostracismo. Si la historia termina con final feliz dirá que él sentó las bases y saldrá a pedir reivindicación pública a los cuatro vientos. Si no, se amparará en el silencio, contra su propia voluntad, hasta nuevo aviso. Mientras tanto, el ex primer mandatario aporta lo que puede a través de la herramienta que más le gusta. Mención autorreferencial y amenazas de soltar la lengua. La afición espera ansiosa.

Memoria activa. El guardameta sensibilizó a propios y extraños cuando, ante cámaras, no pudo atajar la emoción del momento. Gozando de un nivel individual sobresaliente, se permitió unos pucheros al recordar las espeluznantes adversidades padecidas en el semestre pasado y el poder del grupo para revertir la desventura, con especiales palabras para el vistoso marco. Al fin un profesional con todas las letras.

Muestra inagotable. El pasquinejo vernáculo no deja de sorprender. Haciendo gala de una desvergüenza a prueba de balas, un jerárquico aplazado en el examen de ingreso a la escuelita de parodismo doméstico le dedicó unas líneas al jefe de la banda en fuga. "Si yo fuera él le pediría al periodismo que investigue." Una multitud todavía se está riendo. De tanto cubrir espaldas ajenas, se olvidaron de las propias.

jueves, marzo 27, 2014

Condenados al éxito

La obstinación en amarrar las ilusiones al buen momento del equipo hace que el análisis, cumplidas nueve fechas de la disputa más importante de los últimos tiempos, pase por otro lado. A esta altura del trascendental recorrido, la falta de reconocimiento más allá de la autopista se asemeja demasiado a una mezcla de ninguneo y subestimación. Puntero absoluto, en silencio espera, con un dejo de pesar, que la maquinaria mediática repare, aunque sea, en su expresa voluntad por permanecer en la categoría. Ya no en su estilo de juego -cuestionable pero efectivo-, ya no en su fortaleza defensiva -poco virtuosa pero perseverante-, ya no en su asombroso repunte anímico -sumamente encomiable-, ya no en los pilares de un modelo que supo enfrentar la coyuntura con compromiso y valentía.

Nadie, hasta el momento, se ha tomado el trabajo de considerar, y mucho menos destacar, la faena que cada fin de semana ejecuta el grupo con la única finalidad de salvar su lugar en primera división, más allá de que hoy cuente con la yapa de haber alcanzado la cima a fuerza de pura tenacidad. Tal vez, razones no falten. Algunos apuntan a la vieja historia que da cuenta del eterno candidato que más temprano que tarde se cae y termina navegando en la intrascendencia. Otros argumentan que no hay solidez capaz de sostenerse en el tiempo cuando en realidad la discusión pasa por la permanencia. La mayoría infiere que no le da el piné para ostentar la posición, desde ya considerada transitoria y hasta inadmisible. Al parecer, las virtudes engendradas por la urgencia no son dignas de elogio.

Después de todo, quizás no sea necesaria la ponderación de los medios que sólo tienen ojos para las grandes marcas líderes del mercado. Mientras la meta siga siendo una prioridad en el entendimiento de los protagonistas, el plus que pueda desprenderse de las acertadas actuaciones pasa a un segundo plano respecto de la magnitud del objetivo. Sabido es que los chicos, y encima del interior, tienen que dar infinitas pruebas antes de encabezar portadas y ser dignos de concienzudos y alagadores comentarios. Por ahora, para la maquinaria mediática porteña hacer punta en la tabla de posiciones no amerita un mayor destaque, menos profundizar en el fenómeno, ni siquiera como acto de estricta justicia más allá de hábitos arraigados. De todos modos, aunque se pretenda ignorar, de uno y otro lado, la picazón no deja de ser molesta.


APOSTILLAS

Partícipes necesarios. No se hicieron esperar las repercusiones, una vez conocido el informe de la comisión sumarial. Un par de afectados por el resultado de las investigaciones salieron con los tapones de punta en un intento por rescatar su buen nombre y honor del enchastre. Uno renunció guardándose los verdaderos motivos; el otro, siempre listo a la hora de figurar, apeló a la estrategia del ataque vil. Tarde para el pataleo.

Carmelita descalza. El buen momento da para todo. Hasta para la reaparición de cómplices vestidos de corderos. Al compás del pegadizo "yo no sabía nada", el goleador histórico se lavó las manos y se despegó olímpicamente de los sumariados. "No mantengo ningún tipo de relación", sostuvo un tanto nervioso, salvo la de locador del jefe de la banda en fuga. Un detalle menor. "Es mi casa y yo la puedo alquilar a quien quiera." Ups.

Posición adelantada. El parodismo vernáculo que cubre los entrenamientos está ofendido. Hace un par de semanas que en el día de atención a la prensa la muchachada evita los micrófonos con excusas pueriles. El único siempre dispuesto a la charla es el conductor que no quiere desperdiciar ni un segundo de su bien ganado minuto de fama. Los desplantes no le hacen nada bien a la relación, aunque unos cuantos respiren aliviados.

Malas costumbres. Ahora resulta que hasta los ñoquis que despuntan el vicio en la emisora académica y afines le escriben diatribas al ex primer mandatario. Los días de vino y rosas desenterraron a ciertos personajes que nunca jamás se animaron a esbozar una sola crítica hacia la falsa pertenencia en siete años y medio de gestión. Con el diario del lunes, todos se ponen el traje de malitos y apuntan con el dedo acusador. Así cualquiera.

martes, marzo 18, 2014

Remordimiento cero

El sorpresivo y prolongado liderazgo, ahora compartido, es sólo una anécdota. Los protagonistas saben que el objetivo está centrado en conservar la categoría y que a fin de lograrlo, sumar puntos, como si fuera un serio aspirante al título, resulta parte esencial del plan. Para alcanzar el propósito no importa cargar con el mote de equipo mezquino; a esta altura, la lucidez en el juego está fuera de discusión. De todos los que pasaron, el actual entrenador es el único que ha sabido diseñar un esquema que, a contramano de lo establecido, funciona a partir de un poder defensivo casi sin fisuras. El único problema reside en saber si con tan poco alcanzará para llegar al final del certamen con la tranquilidad del deber cumplido.

Cederle la iniciativa al rival, morderle los talones durante los noventa minutos y depender de una corrida de los ligeritos, a priori, no parece una estrategia demasiado convincente ni efectiva; sin embargo, es la que mejores resultados ha dado teniendo en cuenta el material a disposición. Si bien los tres últimos empates marcan una tendencia al estancamiento, el solo hecho de cerrarle el arco a la ofensiva rival infiere un mérito que permite la ilusión de volver al triunfo en cuanto la justeza en el pase final al arco se decida a regar el terreno yermo por donde pisan los delanteros. Nadie puede juzgar, mientras sean lícitos, los métodos. A lo largo de la historia hubo estilos para todos los gustos.

Está claro que este arquetipo no se corresponde con el que predominó en la biografía de quien supo abastecer a los grandes. Si bien hay situaciones que de tan añosas parecen no haber ocurrido nunca, la trayectoria indica que los modelos extremadamente defensivos nada tienen que ver con el paladar negro que distinguió a la afición en épocas mejores. La prioridad es permanecer, sin cuestionar la fórmula empleada para sellar la intención. Si la calidad no aparece, pues bienvenida sea la garra. No importa si las dos cosas hoy no van de la mano, el himno no va a presentar objeción. Mientras las chauchas se sigan pelando en primera división, siempre va a haber tiempo para recuperar la memoria.


APOSTILLAS

Guarda que quema. Más allá del contundente informe de la comisión sumarial, las malas lenguas aseguran que la dirigencia estudia, a sugerencia del don, negociar el envío a la justicia de la falsa pertenencia a cambio de recuperar los seis puntos. Cualquier investigación a fondo de los manejos del ex primer mandatario salpicaría al pope de la asociación madre y nadie parece dispuesto a manchar el traje del hombre fuerte del fútbol vernáculo.

Sinceridad brutal. No se anda con vueltas. Es el primero que reconoce lo poco que tiene y lo que puede dar. Hasta el momento, con pobreza franciscana le bastó para sumar y sorprender. "Nosotros somos esto, no nos sobra nada", dijo al vanagloriarse del empate con el último campeón. Mientras las uvas sean dulces, le lloverán elogios; habrá que ver cómo se transforman las lisonjas si llega la época de la fruta rancia. Por ahora, no sobra pero alcanza.

Ciudadano ilustre. Después de haber sido blanco de las más feroces críticas como consecuencia del primer traspié en el torneo, el guardameta pegó un salto a lo alto del podio y se convirtió en un dechado de virtudes, un baluarte dentro y fuera de la cancha. Referente por experiencia y trayectoria, desde el vestuario destacan la ascendencia que tiene sobre la purretada, su tranquilidad para enfrentar el momento y su atildada visión del juego. Reivindicado.

Patada al hígado. El reporte que puso en su lugar a la banda en fuga dejó en orsai al parodismo vernáculo cómplice. Descolocados ante la lapidaria evidencia, quienes solían hacerse encima cada vez que hablaban de los sumariados, se refugiaron en un silencio inédito en los anales del medio. Para colmo, el chupalerche primero se quedó con las ganas de la exclusiva con el jefe de la presunta asociación ilícita, quien prefirió a los porteños para romper el silencio. Cartón lleno.

viernes, marzo 14, 2014

Todo llega

Haciendo hincapié en que sólo se trata de un dictamen de comisión sumarial de naturaleza investigativa y que es potestad de la cd la decisión final respecto de las conclusiones elaboradas, los tres miembros que participaron en la realización del informe presentaron los resultados de horas de pesquisa y recolección de datos. Unidos en busca de la verdad, dos de las figuras más importantes de la vida política de la institución y un representante por la actual directiva pusieron en papel, para conocimiento de socios, simpatizantes y de la opinión pública en general, buena parte de la trama de irregularidades que signó los siete años y medio de gestión de la falsa pertenencia.

El reporte da cuenta de "hechos gravísimos" que representan un inconmensurable perjuicio a la entidad y que podrían configurar delitos dignos de ser dilucidados por la justicia penal. Recibos apócrifos, cheques sin fondos, al portador y con destinatarios dudosos, sobreprecios en la contratación directa de obras, desvío de aportes del estado, son algunas de las maniobras verificadas y que podrían encuadrarse bajo figuras tales como administración fraudulenta, malversación de fondos, falsificación de documento público, defraudación y hasta una posible asociación ilícita. Ex dirigentes que resultaron proveedores del club y renunciantes que intentaron lavarse las manos, completan el combo.

De los doce sumariados, el triunvirato propone once expulsiones y una suspensión. Sugiere también que las decisiones y sus fundamentos sean remitidos a la asociación madre como prueba irrefutable del desmanejo, para descartar el probable nombramiento de alguno de los responsables de la debacle en cargos representativos del fútbol vernáculo. Los que se presentaron a hacer uso del derecho a defensa, coincidieron en aportar poco y nada a la investigación. Según los exponentes, quedó en el aire la sensación de que "saben mucho más de lo que dijeron". Ahora habrá que esperar la resolución final y ver si las autoridades en ejercicio son capaces de llegar con las denuncias hasta los estrados judiciales.

miércoles, marzo 12, 2014

Perdidos en el paraíso

Algunos dicen que el equipo se volvió previsible o, desde la margen opuesta, que los rivales le tomaron el tiempo. Otros, que el cansancio le está pasando factura. Lo cierto es que la pálida imagen dejada en los últimos dos encuentros, con sendos empates en el haber, se parece más al prototipo que, todos intuían, iba a cargar con la mochila del descenso. Hasta ahora, la impensada cosecha se basó en una extraordinaria dosis de energía que intenta, a fuerza de frescura, suplir las limitaciones con orden, compromiso y solidaridad; es verdad que los protagonistas están haciendo un gran esfuerzo, que el torneo es exigente y el plantel tiene pocas posibilidades de recambio, pero si la intensidad entra en un tobogán de dudas, el final adoptará el color del fracaso.

Bien vale destacar que el trabajo del entrenador y su directa influencia en el grupo ha visto sus frutos en las fechas donde el reencuentro con el triunfo le abrió una rendija a la esperanza; sin embargo, más allá de la enjundia con que se encararon los primeros lances, la falta de variantes a la hora de pisar campo contrario disparó el estado de alerta. Sin sorpresa, sin jugadas preparadas, sin intentos desde media distancia, sin alternativas que equilibren el buen desempeño defensivo, tambalea el método que pretende mantener el arco en cero como meta prioritaria, pero que necesita consumar la relación entre el arco contrario y los delanteros para concretar el objetivo de la permanencia. Concentrar toda la energía en la exigencia física resulta poco a la hora de medir merecimientos.

La nula capacidad de gol de la ofensiva es lo más preocupante a la luz de lo que se avecina. Cuando el torneo exponga sus vicisitudes y por suspensión o lesión alguna pieza de la última línea necesite reemplazo, el fundamento construido tan laboriosamente puede evaporarse en un tris si no se compensa adelante lo que puede resentirse atrás. Y en este punto resulta clave la zona de volantes. Para abastecer a las piezas de ataque, considerando las tremendas limitaciones del material disponible para ocupar esos puestos, hace falta alguien que no sólo reparta con criterio el juego sino que tenga un mínimo de inteligencia para aprovechar las escasas virtudes de los artilleros con la pólvora mojada. El pelotazo largo hacia adelante, una oda al arreglate como puedas, no siempre es la mejor salida.


APOSTILLAS

Papita pa'l loro. El modelo de acumulación de matriz diversificada con inclusión social le retuvo a la dirigencia el treinta y cinco por ciento del fangote destinado a saldar la bendita deuda que derivó en la quita de seis puntos, por lo tanto el compromiso sigue pendiente de pago. Para terminar con la pesadilla, hay que volver a juntar billetes verdes, esta vez calculando el mordisco del estado. Palometas al ataque.

Roja directa. Nueva expulsión del exasperado conductor. Menos mal que se dio cuenta y prometió no volver a reincidir en el mal paso. "Me ví y me dio vergüenza", dijo en tono sincero. La situación requiere una conducta firme con los dirigidos y controlada al momento de impartir indicaciones. El desquicio debe mantenerse fuera del corralito si la imagen que se pretende irradiar emparenta con la seriedad. Un poco de compostura.

Cambio y fuera. Todavía no se sabe si los arrestos de habilidad del goleador del equipo fueron un aborto de la naturaleza o un indicio como para tenerle fe. Esta vez la amenaza no surtió efecto y el pibe vio el cartel electrónico con su número a los treinta y cinco del primer tiempo. La incineración parece ser parte de la estrategia psicológica del técnico. Los pucheros, una vez consumado el hecho, no sirven de mucho. A ponerse las pilas.

Siempre listo. Para no perder la costumbre, fue el encargado de tirar buenas nuevas. Emisarios del resto del mundo pasaron a pispear a un par de ejemplares salidos de la revolución de inferiores. Aunque los apuntados no hayan colmado las expectativas, el chupalerche primero se dio el gusto de anunciar la posibilidad que lo desvela desde que tomó partido por la falsa pertenencia. El zorro pierde el pelo pero no las mañas.

viernes, marzo 07, 2014

Al rescate de la leyenda

Cuando todo era pesimismo, los pronósticos más agoreros encabezaban las encuestas. Nadie esperaba que este equipo, golpeado desde los cuatro costados y cargando una mochila de limitaciones, acumulara los puntos necesarios para salvar la categoría; mucho menos que en la sexta fecha, y a fuerza de una admirable tozudez, mirara a todos desde lo alto de la tabla. El mérito es compartido. Entre el entrenador, rechazado en un principio, que supo inculcarle al grupo la dosis necesaria de confianza para no desfallecer ni aun en las dramáticas horas de la agonía y los desahuciados que, a fuerza de convicción y mucho amor propio, consiguieron rescatar de las profundidades del abismo el orgullo de vestir los colores del sacrificio y la humildad.

Agigantados en la desventura, poniendo el doble de voluntad para suplir las carencias en materia de experiencia y jerarquía, los protagonistas de este presente han sabido hilvanar los retazos de pasión que la falsa pertenencia pretendió desmembrar. A la misma velocidad que impone el apretado torneo, los once corren, presionan y definen a fuerza de porfiarle al destino. Sin estrellas, sin referentes, sin ejemplos negativos. Sin estridencias, sin discurso de ocasión. Es indudable que, además de la influencia del entrenador, la situación tocó el fuero íntimo de la muchachada y que la posibilidad de quedar en la historia de la entidad, potenció sus características. Nada de descollar, simplemente poniendo el plus que requiere el crítico momento.

Hasta ahora, con un planteo táctico donde la rusticidad se impone de prepo, sin vergüenza alguna, los resultados han sido indiscutibles. En la urgencia, la calidad del juego queda relegada a la espera de tiempos mejores; cuando resistir es la premisa, lo único importante es la efectividad en el marcador. Y el plan está funcionando a la perfección. Con una derrota, cuatro triunfos consecutivos, un empate y unas ganas enormes de devolverle los valores perdidos a una institución vapuleada, el combinado de ilusiones avanza en la lucha que ha comprometido a dirigencia, afición y protagonistas. Los más sentimentales ya piensan que si no alcanza, no importa; el objetivo de recuperar la esencia está cumplido. Todo lo demás es yapa.


APOSTILLAS

El regreso de los muertos vivos I. Fiel alumno de la escuela del don, apareció poniendo en marcha la operación lavado de imagen. "No soy corrupto, tengo una tranquilidad enorme de mi conducta", afirmó tratando de convencer a la platea. Para calificar para el puestito primero hay que bañarse en lavandina. 

El regreso de los muertos vivos II. Respecto de la revolución, no dudó un segundo. "El gran trabajo de todo Colón en sus inferiores está mostrado ahora en sus resultados", escribió en la red del pajarito. Una pena que la intolerancia e ingratitud del fútbol vernáculo no le hayan permitido manejar semejante activo.

El regreso de los muertos vivos III. "Lo conozco demasiado bien y me reservo", regurgitó al ser consultado sobre el flamante presidente. Sonó a amenaza. En cualquier momento blanquea que fue el profesional que firmó sin chistar las revisiones médicas de los paquetes que llegaron rotos.

El regreso de los muertos vivos IV. Con un cinismo a prueba de balas y el quincho revuelto señaló: "El tema de la virgen me agarró con un nivel de ingenuidad importante, confié y me engañaron". El chupalerche primero coincide en el argumento. "Yo creí que la estaban restaurando".

martes, febrero 25, 2014

Vientos de cambio

La emoción tomó por asalto a la multitud y se adueñó de la noche. Por la trascendencia de la convocatoria, por el espectacular marco, por el desarrollo del encuentro y por el resultado. Emoción por ver a un puñado de pibes demostrar, contra sus propias limitaciones, lo que otros, hace apenas unos meses y con todo a favor, nunca pudieron. Emoción por advertir que el sacrificio puesto de manifiesto en cancha por fin tenía correlación con el sentimiento que baja de las gradas. Emoción por percibir que el reencuentro con las raíces es capaz de borrar años de imposturas.

Para emocionar no necesitó de nadie. Ni de un goleador histórico, ni del volante con más anotaciones del fútbol vernáculo, ni de un par que solía ufanarse de llevar los colores en la sangre. Ni de unos dirigentes con ínfulas europeas, ni de un entrenador charlatán, ni de un parodismo rastrero. Sólo hizo uso del enorme coraje que brotó de cada pecho comprometido con el momento. De los que decidieron quedarse, conscientes de lo dura que sería la aventura, y de los que asumieron la responsabilidad por el simple hecho de sentirse orgullosos de representar a la institución que les dio cobijo.

Al cierre de la conmovedora jornada, las voces fueron coincidentes. Sea lo que sea que depare el destino, este equipo se ganó la confianza y el respeto de una afición golpeada. Harta de vividores, farsantes y lambiscones a sueldo, y con la cruda realidad sobre la mesa, resolvió rendirse ante la humildad que vio la luz porque no había otro remedio y al valor que apareció como consecuencia del instante límite. Más allá del orden táctico que le supo imprimir el técnico, el mérito le corresponde al manojo de voluntades que aparte de hacer bien los deberes ofrece lo que siempre exigió la afición.


APOSTILLAS

De nunca acabar. La cancelación de la bendita deuda que derivó en la quita de seis puntos todavía está en veremos. Que hoy, que mañana, que pasado. Que falta una autorización, que falta llenar un formulario, que falta una firma. "No va a pasar de esta semana", aseguró el vice en la previa. Menos mal que la paciencia de los acreedores resultó infinita. De otros no se dice lo mismo.

La mesa está servida. A pesar de haber sido cancelada la deuda que se mantenía con el restó del hotel de campo, el plantel profesional, cuando corresponde, manduca en la pensión. Gracias al canje, la muchachada mantiene una dieta balanceada pero sin los lujos del pasado. Si la situación no mejora, próximamente, cada jugador deberá asistir a la concentración con su propia vianda.

Crecer de golpe. El impensado goleador del equipo enfrentó a las cámaras con honestidad brutal. "Vengo ganando confianza, no me sobra nada", dijo derritiéndose en su propio sudor. Lo cierto es que sus cuatro goles en tres partidos pusieron a sus detractores en una posición incómoda. Si sostiene el rendimiento dará que hablar, si no pasará como tantos otros antes.

Tono de espera. El parodismo vernáculo extraña la cháchara. Acostumbrado a llenar horas de aire con la mentirosa verborragia de la falsa pertenencia, hoy le demanda a la cúpula dirigencial mayor exposición. Algunos no entienden que no haya nada agradable que comentar, ni buenas noticias para difundir. Cualquier cosa menos que no les atiendan el teléfono.

sábado, febrero 22, 2014

El arte de sobrevivir

El presente de ambos contendientes quedó cristalizado en el campo de juego. Lo ganó el menos malo. El que, a pesar de sus limitaciones, nunca perdió la concentración y jugó cada minuto como si fuera el último. Si tan poco alcanzará para pelearle a la fuerza del destino nadie se anima a vaticinarlo. Por lo pronto, los dos últimos encuentros, en donde la muchachada hizo las pases con el triunfo, lograron despertar en la afición un sentimiento dormido con quienes pretenden demostrar que son aptos para afrontar la aventura de la permanencia, aunque la realidad se empecine en argumentar lo contrario.

En la previa, una formación acosada por las estadísticas negativas, repleta de inexperiencia y juventud, con apenas unos toques de pericia, sólo daba para la ilusión de los más optimistas; sin embargo, los pibes no aflojaron a la hora de mostrar convicción y a la par de los veteranos impusieron presencia frente a un rival tibio y sin ideas. Una vez conseguida la diferencia, la férrea defensa se propuso no dejar pasar ni el más mínimo intento de perturbación en su propia área y así, con los once cubriendo los embates locales, otros tres invalorables puntos pasaron a engrosar la cosecha más magra de los últimos tiempos.

Cuando se le presentó un rival de fuste no pudo vencer a la lógica; frente a los que pelean por lo mismo, aun en inferioridad de condiciones, dejó sentado que está dispuesto a enfrentar al monstruo que amenaza con arrebatarle el lugar que creía asegurado. Si le da el cuero para sostener la enjundia con que pasó airoso las últimas dos pruebas se verá en las próximas fechas, tal vez la desgracia ajena le de una mano o tal vez no le alcancen ni las ganas ni la porfía; lo cierto es que el equipo ya se ganó el respeto de las gradas, que vio en este grupo de desahuciados una valentía que no tenían los que se fueron sin pedir perdón.


APOSTILLAS

Bajo juramento. Se armó la comisión investigadora que tratará de componer el rompecabezas contable. Funcionará bajo estricta confidencialidad y sus notables miembros tendrán prohibido soltar la lengua por canales no autorizados. Algunos ya están preparando la mordaza para el presidente designado. No sea cosa que garganta profunda viole el secreto de sumario.

Sueños compartidos. El rumor corrió como reguero de pólvora. A raíz de su excelente gestión al frente de la entidad, y su estrecho vínculo con el don, el ex primer mandatario sería premiado con un puestito en un antro ligado al negocio. Las indignadas voces que se levantaron en contra hallaron eco en la comisión directiva. Se esperan con ansiedad los pasos a seguir.

Tolerancia cero. Pasaron de todos los colores y todos los tamaños. Este es el primero que apela al apriete liso y llano para incentivar a sus dirigidos. "O te metés en el partido o te saco", así de simple. Tan efectiva fue la metodología que el amenazado corrió por su lateral, le echó una mirada a la bocha y sacó el zapatazo de su vida sin necesidad de levantar la vista. Facturando.

Roles invertidos. El triunfo puso cachondo a todo el mundo, especialmente a los vestuaristas que se lanzaron a recoger la palabra de los intérpretes echando baba por la boca. En medio de una feroz competencia para ver quién hacía el introito más denso a la pregunta en cuestión, sobresalieron los arrastrados de siempre que pretenden superar en protagonismo al entrevistado. Materia pendiente.

martes, febrero 18, 2014

De tripas, corazón

Los que juegan a armar el equipo durante la semana recibieron un duro golpe. El pibe no figuraba en ninguna de las posibles combinaciones. Sus intrascendentes actuaciones, su nula evolución, su falta de técnica, su escasa inteligencia a la hora de interpretar el juego lo convirtieron en un candidato al banco en todas las variantes arriesgadas. Sin embargo, contra todos los pronósticos, fue el encargado de iluminar la noche más larga. Los quinientos cuarenta minutos sin festejos terminaron gracias a la arremetida de un juvenil producto de inferiores, empecinado en prolongar su pubertad.

El triunfo ante un rival directo en la lucha por la permanencia ilusionó a la multitud que se dio cita en un ámbito casi resignado a la herencia impuesta por la falsa pertenencia. Presa de febril entusiasmo y fundida en un grito liberador, antes, durante y después del tanto que cortó la paridad, dejó sentado su firme propósito de resistir hasta el final si los protagonistas reproducen en la cancha su genuina expresión. Después de todo, aunque el tintineo dure un par de días, la renovación de la confianza sirve para mantener viva la llama del optimismo donde la devastación hizo estragos.

En la frialdad del día después, pasada la tensión del primer round en terreno local, al evaluar lo que puede dar un conjunto limitado, el entusiasmo vuelve a su lugar y plantea la realidad descarnadamente. Unos cuantos batallan por lo mismo, otros tantos aspiran a escalar hacia los primeros puestos, la maquinaria puesta en funcionamiento debería responder a una exigencia para la que la capacidad no alcanza. Un grata sorpresa, un inocuo poder ofensivo, una defensa con altibajos resultan muy poco para poner un freno a las aspiraciones de los adversarios de turno. Aunque la porfía pese.


APOSTILLAS

Salvavidas de plomo. Las sorpresas con que la comisión directiva se desayuna todos los días no dejan otra salida. Se viene la ley de salvataje deportivo para gambetear embargos y hasta la quiebra. Al parecer, "el apoyo del grupo económico-financiero más importante de la ciudad" del que hablaba el presidente en la campaña se esfumó antes de encenderse. Puro humo.

Fuera de sí. Vivió el partido al borde del ataque de nervios. El desaforado festejo del entrenador, una vez cortada la seguidilla negativa, lo ubicó en lo más alto del podio de la exageración. No se sabe si se trató de un desahogo personal o si lidiar con troncos lo está trastornando más de la cuenta. Para la próxima se recomienda asistencia médica cerca, por las dudas.

Orejas de burro. Los cómplices de la banda en fuga intentaron venderlo como el terror de las áreas rivales, pero el pibe no sabe lo que es embocar la pelota en el arco. Hasta ahora califica más como maratonista que como temible delantero. La increíble bocha que cabeceó afuera, con la red a su entera merced, lo hace acreedor al banco de suplentes, hasta que aprenda.

Fin del relato. De ensalzar la revolución de inferiores al silenzio stampa en apenas un suspiro. A la luz de la realidad, el parodismo rastrero optó por dejar atrás el discurso servil que se regocijaba contando la cantidad de purretes que saltaban a primera. El bajo nivel de los promovidos no da para continuar la fiesta argumental. El tiempo puso las cosas en su lugar.

miércoles, febrero 12, 2014

El principio del fin

Una muestra de bolsillo de lo que será este torneo para un equipo condenado, con antelación, al más tortuoso de los castigos. El orden y la concentración duraron hasta que el rival se puso serio. Sin poder de creación, sin poder ofensivo, el interesante (¿?) planteo del entrenador termina reducido a un ordinario esquema defensivo que sobrevive hasta que el primer gol del adversario pone las cosas en su lugar. De ahí en más, la historia vuelve a sus carriles normales; cuatrocientos ochenta y cinco minutos sin convertir resultan un precedente de peso para que el vestuario cobije un puñado de silenciosas frustraciones y un conductor siempre dispuesto a desempolvar el vetusto manual de las excusas.

El destino, marcado finamente por quienes avalaron siete interminables años de falsa pertenencia, parece inexorable. De nada vale apelar a la mística, este plantel no sabe de qué se trata el tema; ni a la dignidad, cuando las derrotas se sucedan sin solución de continuidad hasta el más rebelde de los protagonistas bajará los brazos y hará lo que pueda sin demasiado desgaste. Así lo dicta la ley del entregado. Se ha visto en infinidad de ocasiones y ésta no será la excepción. Vendrán tiempos en los que la fuerza del apoyo incondicional creerá mover montañas para disimular la vergüenza de lo que siempre creyó lejano; sin embargo, llegado el momento, por algún lado brotará la desazón e impondrá presencia.

También vendrán tiempos en que se le echará la culpa a la esquiva suerte. El inefable argumento de los mediocres nunca falta en estos casos. Lo cierto es que una vez conscientes del desenlace, la mira se correrá a lo que muchos todavía no calibran en su justa medida. La posibilidad de desaparición de la entidad en un contexto de quiebra inevitable. Para salvar los despojos, la única alternativa pasa por acogerse a la ley que le permitió a otros volver después de ver la luz al final del túnel. Si la movida funciona o no, si el rescate tiene el mismo final que otros con mayor poder de recuperación en el aspecto económico, sólo el tiempo lo dirá. Por las dudas, habrá que estar preparado.


APOSTILLAS

Derecho de piso. Para la comisión directiva, la negativa de la entidad madre a autorizar las incorporaciones fue un baldazo de agua fría. Confiaba en que el todo pasa haría la vista gorda y perdonaría los pecados de los facinerosos en fuga. El delantero que se quedó con las ganas fue lapidario: "Los dirigentes se manejaron mal". Empezar con el pie izquierdo figuraba en los planes.

A la vieja usanza. Los que nunca levantaron la voz frente al latrocinio, extrañamente han echado mano de los mismos argumentos que usaba la banda que devastó la institución para contentar a la gilada. Considerar como "un refuerzo" a quien fuera relegado por capacidad y rendimiento parece una tomada de pelo digna del impresentable vice. Algunas prácticas no se abandonan.

Quiebre de cintura. Ante la imposibilidad de contar con los tres refuerzos previstos, el entrenador amagó con renunciar. Consciente de lo que se viene, pensó en dar un paso al costado para no manchar su nobel hoja de servicio. Dicen las malas lenguas que la directiva le prometió continuidad más allá de los resultados; por eso, pasada la tormenta, lo pensó mejor y descartó de plano el trascendido.

Violín en bolsa. Desde que se desató la hecatombe, el chupalerche primero se sumergió en un silencio sepulcral. Nadie sabe si es porque le carcome la conciencia o si todavía no puede elaborar el duelo. Por lo pronto, en algo supo tener razón. "El tiempo pondrá las cosas en su lugar", solía repetir para justificar lo injustificable. Y así fue, quedó como el vocero oficioso de la dirigencia más dañina en ciento ocho años de historia.

viernes, febrero 07, 2014

Nada es real

No es cierto que la institución esté al borde de la quiebra. La comisión directiva saliente nunca hubiera gestionado en contra de lo que afirmaba venerar. No es cierto que la institución esté devastada. Los empleados del club, en muchos casos glorias del pasado o hinchas declarados, nunca hubieran permitido manejos que afectaran el patrimonio del club. No es cierto que los registros de movimientos diarios estén desaparecidos. Los ex dirigentes, conscientes de las obligaciones que cada uno asumió, nunca hubieran cometido semejante irresponsabilidad. Tampoco es cierto que no hayan honrado las deudas ni tomado recursos por adelantado, nunca hubieran comprometido la economía que tan bien decían controlar.

No es cierto que la mayoría societaria haya aprobado con su voto, en tres ocasiones, a una caterva de delincuentes. Los pocos que suelen hacer uso del derecho a elegir autoridades son lo suficientemente inteligentes como para discernir entre buena intención y malignidad. No es cierto que la mayoría societaria haya tolerado, a sabiendas, desaguisados que pusieran en riesgo la vida deportiva e institucional de la entidad. El proclamado sentimiento por los colores nunca hubiera dejado pasar tamaña inclinación a la rapacidad. Tampoco es cierto que socios y simpatizantes hayan soportado sin protestar el violento accionar de una barra brava rentada, nunca hubieran permitido el avasallamiento de lo que por ley les corresponde.

No es cierto que buena parte del periodismo haya sido funcional a una banda de facinerosos sin escrúpulos. Quienes honran el oficio, con las posibilidades que la actividad brinda, jamás hubieran avalado conductas reñidas con la ética y la moral. No es cierto que personajes con una dilatada trayectoria en el terreno de la comunicación hayan sido cómplices o encubridores de actos ilícitos o de matriz delictiva. Quienes se precian de una trayectoria impecable y de ejercer sin condicionamientos la libre opinión jamás hubieran protegido a una corruptela enquistada en el poder. Tampoco es cierto que añosos medios de prensa hayan ponderado a una gestión deleznable a cambio de dádivas o prebendas varias, jamás hubieran puesto en venta su credibilidad. Es fácil vivir con los ojos cerrados.

viernes, enero 31, 2014

El perpetuo socorro

Los nostálgicos extrañan las permanentes buenas nuevas de la falsa pertenencia. Esas que les permitían, por apenas un rato, sentirse parte de otro mundo. Hoy, el bajón domina la escena; las sorpresas desagradables se suceden como antes las noticias que daban cuenta de un paraíso de cartón pintado y lo peor del caso es que las soluciones se resisten a aparecer. Por el momento, el manejo dirigencial sólo se reduce a reuniones para destrabar, para prometer, para negociar, para ofrecer, pero para darle un corte a las pálidas todavía no mucho. Lo de la millonaria venta no es para contar como un logro, ya que la historia venía encaminada; cerrarla al mejor postor fue una cuestión de básico sentido común. Para medir la dimensión que tomó el asunto basta comparar el espacio que le dedicó el pasquinejo vernáculo con el que hace poco más de un año ocupó la delirante cotización del ex primer mandatario.

Respecto del tema económico, si bien es valorable la predisposición, resulta un enunciado falso afirmar que el plantel está al día. Hay que tener en cuenta que no sólo la deuda anterior quedó atada a un plan de pagos a cumplir, sino que el mes en curso ya debe considerarse como pendiente. Al parecer, existen costumbres muy arraigadas, difíciles de erradicar. Más allá de que la afición esté necesitada de alicientes, habrá que tener presente que las mentiras han hecho demasiado daño; los títulos rimbombantes, ávidos de encontrar aire gracias al parodismo rastrero, deberían pertenecer al pasado. Para diferenciarse de la peor directiva en ciento ocho años de vida no hace falta mucho más que la verdad. Por lo pronto, en estos días los ánimos se levantan con el móvil capta socios y la fiesta armada con música y fútbol, un toque de alegría en la previa del certamen que puede terminar entre lágrimas.

Antes de dar inicio a la presentación del primer equipo que afrontará la etapa más crucial de los últimos tiempos, la comisión programó un acto de desagravio. Muchos cómplices de la profanación estarán presentes. Especialmente quienes desde las páginas de un medio escrito colaboraron con la banda en fuga encubriendo los hechos de una forma tan burda que terminaron siendo el hazmerreír nacional. Habrá que ver con qué cara caminarán por los pasillos del estadio, con qué cara mirarán a los ojos sangre y luto, con qué cara volverán a dar testimonio de los acontecimientos. Hipócritas. Los mismos que jugaron un papel estratégico en el latrocinio que dejó a la institución en estado terminal. Los mismos que después de tanta obsecuencia, la van de víctimas. Los mismos que no se hacen cargo del servilismo que cultivaron con perseverancia monacal. Los mismos mediocres de siempre.

viernes, enero 24, 2014

Devaluados

El comunicado oficial -escueto, optimista e impreciso- dejó dudas. La afición creyó ver, en el gesto de darle vía libre a la segunda incorporación, una salida exitosa al planteo de las inhibiciones. Sin embargo, apenas unos días después de la reunión llevada a cabo con el gremio, debido a la herencia que dejó la banda en fuga, la incertidumbre vuelve a atacar el centro neurálgico de las expectativas. Lo que en un primer momento pareció una aceptación del compromiso devino en un rechazo de quienes, curados de espanto, dudan hasta del voluntarismo. En las próximas semanas se sucederán los cónclaves, el sufrimiento se extenderá más de la cuenta, como si se tratara de un castigo divino, pero al final la coyuntura terminará redimida por la máxima del anillo.

Entre tantas pálidas, y para refrescar un poco el tórrido verano, algunos se animan a ponerle un toque de humor a la crisis. Los rivales a desafiar durante la pretemporada, paupérrima como pocas, remiten a lo que sería una premonición con argumentos. Enfrentar a equipos de una categoría inferior, el entrenador lo sabe, tiene sus ventajas. El lamentable despojo que dejó la falsa pertenencia corre con mayores posibilidades de no quedar tan mal parado frente a conjuntos que bien podrían ser los próximos compañeros de ruta. Si los supera, pues un aliciente correría por las venas de los desahuciados; si no, habrá hecho experiencia poniendo el foco en lo que le espera. Con semejante panorama nadie cree realmente que se pueda eludir el destino.

Por el lado de la flamante directiva, los problemas más acuciantes todavía siguen pendientes de resolución. El pago de la deuda que desembocó en la quita de puntos, los contratos impagos que generaron la exigencia de agremiados y los innumerables reclamos encabezados por ex jugadores y empresas de servicios aún esperan un finiquito, por lo menos poniendo sobre la mesa una promesa de pago razonable. Lo difícil será afrontar los convenios que pudieran pactarse sin los ingresos mensuales correspondientes, gastados a cuenta por la infame gestión del ex primer mandatario. El salvataje que llegue de parte de la entidad madre sólo servirá para emparchar una economía inviable. Y la estrategia de recurrir a inversores, todos saben que tiene un final cantado.

viernes, enero 17, 2014

Caminos bifurcados

Hace poco más de un año, el ex primer mandatario se frotaba las manos y pedía una cifra millonaria por un habilidoso producto surgido de la revolución de inferiores. La afición se hizo eco de la maravilla y festejó por anticipado. El parodismo rastrero, encargado del trabajo fino, venía marcando el camino replicando comentarios de supuestas eminencias en la materia que lo señalaban como candidato a alumno destacado de privilegiada escuela de cracks europeos. Sin embargo, existen ciertos postulados no escritos, acuñados por la sabiduría popular, que no fallan. Al pibe lo inflaron de tal manera que la caída fue directamente proporcional a la altura a la que lo elevaron quienes hicieron de la soberbia una marca registrada. Abucheado por su propio público, el proyecto de estrella terminó comiendo banco y sufriendo en llaga viva la fiesta de despilfarro retórico que lo llevó del paraíso al infierno en apenas días.

En cuestión de ingresos, cerrada su transferencia al fútbol brasileño, la nueva conducción embolsó menos del diez por ciento de lo que pedía la banda en fuga. Dadas las circunstancias, peor es nada. Respecto de la joyita devaluada, tampoco puede quejarse; la historia, que en realidad está en sus albores, no terminó tan mal. Un destino de jerarquía lo espera si aprovecha, con compromiso profesional, la oportunidad. Más allá de la juventud, la adaptación no es fácil, menos para quien no logró quemar las etapas tal y como dicta el manual del futuro promisorio. De ahora en más, libre de presiones indeseables, tendrá el espacio suficiente para demostrar su total valía, si es que existe un potencial que aún no pudo revelar. Por el lado de las gradas, agradecen el gesto que, dicen los que saben, demostraría su agradecimiento a los colores que lo vieron nacer. A las opiniones a sueldo otra vez les tocó chapotear en el fango de la vergüenza.

Con el panorama de quiebra virtual planteado, los billetes frescos se evaporarán más rápido de lo que demoraron las negociaciones. La advertencia del gremio que comanda el instigador del golpe a la falsa pertenencia, no deja espacio para las especulaciones. Las inhibiciones comenzaron a llegar y con ellas la estigmatización de los inhibidores. Quienes creen medir todo con la vara de la pasión, ya pusieron el grito en el cielo porque un puñado de ingratos pretende cobrar los servicios prestados. Una afrenta imperdonable. A la millonada en contratos impagos deben sumarse las deudas que aparecen hasta debajo de las piedras, muertos dejados por las personas no gratas que insisten en eludir responsabilidades como cobardes sin remedio. Así las cosas, el trabajo recién empieza. No es novedad que las complicaciones irán in crescendo. Otra buena nueva. La comisión investigadora y la convocatoria a figuras que no deben quedar afuera de la institución.

viernes, enero 10, 2014

Al rojo vivo

En los primeros días de gestión, la improvisación le pasó factura a la flamante dirigencia. Marchas y contramarchas que dejaron al descubierto falta de experiencia, inexistencia de un plan de acción concreto, insuficiente capacidad de negociación. Sólo buena voluntad detrás de una imagen supuestamente impoluta. Hasta ahora las decisiones comprenden a un entrenador con experiencia en una categoría inferior y una incorporación con aires de incógnita. Lo primordial, el compromiso pendiente de pago por el cual quedaron en el camino seis puntos de oro, todavía está en veremos. Se barajaron dos opciones posibles para cancelar la obligación, ninguna se hizo efectiva. Según trascendió, las tratativas están en manos de un "grupo empresario"; nuevas figuras, viejas prácticas.

Después del devastador paso de la falsa pertenencia, la institución se transformó en económicamente inviable. En el contexto actual, considerando que cada minuto se generan nuevas erogaciones, el pasivo acumulado aparece como impagable. Manejar el día a día de una estructura que supera con creces los ingresos llevará indefectiblemente a un desmadre millonario imposible de controlar. Para colmo, las primeras acciones de los recién llegados siguen la misma línea que las implementadas por el ex primer mandatario, disponer de recursos por anticipado, en este caso del sponsor de la camiseta, para pagar deudas generadas en el pasado; una disposición que pondrá en jaque el futuro. Esperar que los dineros públicos subsanen tamaña descompensación, figura en los planes.

Lo cierto es que la joyita devaluada no ha podido ser colocada en ningún lado, no han conseguido retener al volante más importante que tenía el plantel, y las insignificantes medidas tomadas contra la la banda en fuga ya les están trayendo dolores de cabeza. Al respecto, si no hacen las cosas bien, tomando todos los recaudos posibles, cualquier movimiento se les puede volver en contra. En la columna de destaque, la campaña iniciada para recuperar socios; una iniciativa impulsada para sumar moneda fresca a las arruinadas arcas de la entidad. Así las cosas, el escenario propone una situación harto compleja. Con pocas ideas, con un grupo disminuido y un técnico que plantea la guerra, se espera afrontar los próximos meses, los que decidirán si toca cielo o infierno.