domingo, septiembre 16, 2007

La hoguera de las vanidades


Colón venía dulce, el equipo parecía camino a la consolidación definitiva y la afición ya había reemplazado el temor que hasta hace poco generaba el fondo de la tabla por la ilusión –tal vez desmedida– de verse avanzando (avanzar) con paso seguro hacia el tope de las posiciones. El tiempo dirá si esto fue un volver a la realidad o sólo un simple traspié en la búsqueda del funcionamiento ideal. De todos modos, el bajón siempre figura en los planes, así como la posibilidad de ser derrotado por un rival superior. Quedará la duda del final diferente si terminaba en gol esa estupenda jugada que comenzó Quinteros y Totono no pudo concretar cuando aún reinaba el cero a cero.

Lo innegable es que el nivel de juego disminuyó respecto de lo que venía dibujando el once sabalero. Quizá los menos culpables hayan sido los cuatro del fondo, quienes tuvieron que lidiar con una delantera rival que en cada avance arrasaba jugadores locales cual enloquecida topadora. Al sujeto que hace las veces de arquero, mejor ignorarlo. El problema más grave estuvo en la línea de volantes. Por momentos parecía impotente, estática, cansada, y si a eso se le agrega una buena dosis de imprecisión, el resultado no podía ser otro que el que en definitiva se dio. En cuanto a los delanteros, sufrieron las consecuencias de la mala tarde del medio. El destacado, sin dudas, Pirulo.

Algo más para apuntar, sorprendió que no se tomaran mayores previsiones para ajustar la marca sobre el adversario más habilidoso. Lo que ya no llama la atención es esa lamentable costumbre que buena parte de la parcialidad sabalera se niega a abandonar, esa que consiste en descargar su propia frustración sobre la humanidad de jugadores que vistieron con verdadero compromiso profesional los colores rojinegros. ¿Qué habrá pensado, al final del encuentro, el zopenco portador del trapo que rezaba “Tranquilo Colón, juega el Tanque”? ¿Habrá pensado? ¿Se sentirán más aliviados los patéticos personajes que impunemente silbaron e insultaron a quien por respeto a la parcialidad no gritó los tantos conseguidos? Para reflexionar.


APOSTILLAS

De rotation. El presidente en ejercicio se paseó con “profe” colombiano por todas las cabinas, haciendo gala de su temporal investidura. Sólo que se olvidó de hacer partícipe del hecho al pichón de Corach, quien ni enterado estaba de tan importante visita. ¡Cuánta desprolijidad!

Pluma gay. El relator estrella de académica emisora necesita babero. Cuando ve aparecer por la zona de plateas a veteranas glorias rojinegras, que pintan “facheras” canas, se derrite de emoción. ¿Estará la Mazzita camino a cruzar la línea para nunca más volver? ¡Fiesta! ¡Fiesta!

Palo y a la bolsa. Llamado de atención para los noteros mimetizados con la liturgia de técnicos y jugadores. El hemisferio pensante de escuchado dúo radiofónico criticó la complacencia de quienes cubrieron la conferencia de prensa del dt local. ¡Alerta! ¡Desmonte!

The three stooges. La versión vernácula no duda en atacar a quien no alimenta sus codiciosos bolsillos. El que pidió un psicólogo para MGA debería informarse mejor. Si existiera un tribunal de ética estos mamarrachos serían condenados a perpetua. ¡Camino a Alcatraz!