viernes, enero 23, 2009

Localidades agotadas


Esto es insuperable. A quien no haya podido tomarse vacaciones, se le recomienda reemplazar el más desopilante programa de chimentos por las mañanas obsecuentes de la emisora enredada. Se va a divertir el doble. A quien no haya podido irse unos días a la playa, se le recomienda reemplazar el último best seller por el pasquinejo vernáculo. Se va a entretener el doble. A quien no haya podido irse unos días a las sierras, se le recomienda reemplazar una mediocre obra de teatro por una conferencia de prensa del "biondo gnocchi". Se va a reír el doble. ¿Qué más se puede pedir? Conflictos mediáticos, altas traiciones, amenazas explícitas, duelos verbales ultra picantes, monólogos al mejor estilo capo cómico, mentiras de grueso calibre y hasta… ¡desfile de modelos! Sólo falta que el excelentísimo señor presidente decida tatuarse y pelarse.

Ante tanta vergüenza junta, la afición sabalera, no sabe si retorcerse de la angustia o descostillarse de la risa. Para colmo de males, la inepta dirigencia permitió que un flamante sponsor estampara su destellante isologo en los abdominales de la camiseta; un lamparón horripilante que de lejos parece uno de esos cinturones vibradores adelgazantes, recomendados para quemar grasas sin esfuerzo. Como si eso fuera poco, se viene la megapantalla, que será un orgullo para todos los santafesinos (¿?), y el súper torneo internacional, que hará explotar a la ciudad de turistas provenientes de los cuatro puntos cardinales (¿?). Lo cierto es que cuando los colonistas creen haber escuchado todo, siempre surge algo más que supera a lo anterior. Y ni que hablar de la envalentonada perorata de defensor de los intereses del club a cargo de GL. ¡Qué momento!

De todas maneras, a su favor podría decirse que tanta práctica mendaz ya empieza a jugarle en contra. Dos años y medio de verso continuo agota –y supera– a cualquiera. Será por eso que de tanto repetir los mismos falsos argumentos, ahora se le están volviendo inconvenientes. Cuanto más afirma que nadie lo va a tomar por tonto, hacen fila para pasarlo como poste. Cuanto más proclama que va a traer carradas de billetes, hacen fila para caminarle unos míseros pesos. Cuanto más habla de grandezas, menos logros consigue. En fin, esto es sólo el principio. Así las cosas, una sola cuestión quedó clara. El desacatado de turno deberá circular por las calles con sumo cuidado, porque en cualquier momento, a la vuelta de la esquina, se cruzará con el justiciero rojinegro que le hará "pumba pumba" en la colita para vengar a la institución y su hinchada. Realmente muy bizarro.