domingo, septiembre 27, 2009

Clase a domicilio

Dos escenas, parecidas a un simple golpe de vista, pero diferentes en la profundidad del concepto, signaron la soleada tarde del sábado. Miles de almas, ataviadas de rojo y negro, remontando ciento cincuenta kilómetros con las mejores expectativas a cuestas, no es lo mismo que miles de almas, ataviadas de rojo y negro, desandando ciento cincuenta kilómetros con la euforia del triunfo asegurado. Y la explicación es sencilla, en un fútbol donde las dicotomías no se resignan a abandonar el centro de atención, la experiencia se impuso a la juventud en un desbordante coliseo romano que apostaba sus pulgares arriba a favor de la lozanía del noviciado local y no tuvo más remedio que avenirse al silencio de la derrota.

Si bien la fórmula del triunfo fue bastante básica, golpear primero y defender la ventaja, tres cualidades indiscutibles cimentaron el triunfo: concentración, solidez y solidaridad. La defensa, por primera vez en lo que va del torneo, demostró no sólo estar atenta los noventa minutos que duró el encuentro, sino que respondió con solvencia cada embestida adversaria contando con la complicidad de todos cuantos fueron necesarios a la hora de cerrar el arco propio con tranca de primer nivel. Tampoco faltaron los pasajes de buen fútbol, de la mano del habilidoso dieciocho, de la sorprendente capacidad para hacer las veces de conductor del polifuncional trece y la contundencia del nueve, esta vez vistiéndose con la pilcha del veinte.

Tal vez una postura excesivamente optimista daría cuenta de un futuro promisorio, porque en resumidas cuentas, y de acuerdo a lo visto hasta ahora en lo que va del torneo, no hay muchos equipos en posición de superar sin atenuantes la oferta del sabalé, que aún sin descollar, ni mucho menos, resulta un hueso duro de roer para cualquiera. Apuntar que esta historia recién comienza sería una obviedad, pero vale mencionar la fortaleza anímica que parece afianzarse a medida que avanza la competencia, lo que hace prever que con sólo ajustar algunas discordancias, la armonía total no será difícil de alcanzar en el corto plazo. Al parecer, nuevamente, la coyuntura le juega a favor, en el negro está saber aprovecharla.


APOSTILLAS

Siempre tarde. Según el vocero mudo, la institución oficializó, ante la fifa, la demanda contra MB y el club mexicano que lo acogió en su regazo. Una ponchada de verdes y pedido de inhabilitación para el traidor y sus cómplices. Sin embargo, los chaparritos argumentan que el reclamo interpuesto llega fuera de los términos legales. ¿Otra pantomima para la gilada?

Estrategia desconsiderada. Si demorar las salidas, luego de cumplidos los quince minutos del entretiempo, es parte de un plan pergeñado para poner nervioso al rival, bienvenido sea; total ahora hay guita de sobra para pagar cuanta disposición se viole. El estado bobo pone y todos felices. ¿Y el respeto al espectador? ¡Qué importa! ¡Así hay más tiempo para el cotillón!

Toque magistral. El trece sigue rompiendo esquemas. ¿Marcador de punta? ¿Carrilero? ¿Doble cinco? Naaaaaa. ¡Enganche! Falta que, con el goleador histórico afuera, el entrenador lo ponga de acompañante del nueve. Y es que está tan afilado, tan confiado, que seguro no defraudaría. Si está buscando que le tiren la diez, va por el buen camino. ¡Atenti los pibes!

Miedo escénico. Resulta inadmisible que el hemisferio pensante de los mediodías enredados tire al aire una info a media lengua. No decir el nombre de “veterano y exitoso jugador de Colón que agredió y amenazó” a un parodista vernáculo luego de un entrenamiento es violar una máxima fundamental del oficio. ¿Tanto cuiqui le tiene al chupalerche mayor?