domingo, septiembre 28, 2008

Tormenta de arena


Todo indica que el libreto del dt se está agotando, tanto en el frente discursivo como en el táctico-estratégico. O como mínimo, sus aptitudes de eximio alquimista están sufriendo un ostensible debilitamiento. Semejante bajón, conjugado con el agotamiento mental y físico de la columna vertebral del equipo, explica las últimas paupérrimas actuaciones de un Colón que parece desinflado en todas sus líneas. Y la afición comienza a ponerse nerviosa. La desaprobación constante, los murmullos insultantes ante cada desacierto, replican en el campo de juego complicando el desempeño de quienes no hace demasiado tiempo recogían confiados aplausos de parte de las ciclotímicas gradas. Así las cosas, la impaciencia va ganando terreno.

Y no es para menos. El arquero sufre de una extraña dolencia, con el julepe como síntoma excluyente; la defensa, antes aguerrida y firme, ha perdido, sin explicación lógica, aquello que la distinguía; el medio, con rendimientos que volvieron a la normalidad, más las falencias que lo han caracterizado desde el inicio del torneo, no aporta ni hacia atrás ni hacia delante; y el binomio ofensivo, devenido en solo, no puede con su alma. Para completar un cuadro alicaído, en escena y entre bambalinas, el entrenador hecha mano a las excusas, incurriendo en contradicciones con diferencia de días. El pasado jueves declaró no tener recambio de jugadores; ayer dijo tener plantel y protagonistas para cosechar más de 25 puntos.

Apelando a la matemática, una regla de tres simple confirmaría la teoría del entrenador. Pero también habría que considerar algunas variables, tales como la cantidad de porotos que sumen los que andan peleando abajo, por ejemplo. Otra, el rendimiento en el tiempo del conjunto rojinegro; si se afirma, todo bien, pero si no, la cosa puede complicarse. Hasta ahora, se suma, en cuentagotas, pero se suma. No eran pocos quienes, en la previa, hablaban de un triunfo sí o sí; sin embargo, la victoria no llegó. El fútbol no es precisamente previsible. De todos modos, las condiciones aún están dadas como para que se cumpla el objetivo; los imponderables, que siempre revolotearon al negro, deberían ser evaluados por si las moscas. Mejor prevenir.


APOSTILLAS

Con un pie afuera. El arquero está en la cuerda floja. El dt mandó al portero suplente a atajar en la reserva para que entre en ritmo de juego. Las constantes pifias del veintitrés han hecho que al entrenador se le vuelen los pajaritos. Habrá que ver por cuántos partidos más le dará la posibilidad de defender los tres caños. ¿Uno o dos?

Amor de sus amores. El entrenador se deshizo en saludos para con la tribuna visitante ni bien piso el césped del Brigadier. Al finalizar el encuentro, encaró al árbitro para reclamarle un miserable minuto de descuento que se salteó el hombre de negro. La sobreactuación no le sienta bien. El empate, al huésped, sí.

Nada de nada. No son pocos los que están esperando la puesta en marcha del "proyeto superador" del que tanto habló en la campaña el ahora vice. Se anuncia la presentación de la nueva web, el relanzamiento del comedor y la avanzada revolucionaria. Por ahora, sólo intenciones. Lo mejor… ¿llegará algún día?

Peor que clavo en la alpargata. Trío de payasos mediáticos, que tortura desde la tv cada domingo por la noche, amenaza con hacer extensivo el flagelo al éter. Además de pasarle factura al vice, acusándolo de abandónico, se jactan de meter miedo en la radiofonía vernácula. ¡Si lo único que causan es risa! ¡Por favor!

miércoles, septiembre 24, 2008

Lo que hace la diferencia


La primera derrota de la temporada hizo eclosión en la emisora enredada, profundizando la brecha ya existente entre la obsecuencia indecente y el análisis crítico. El disparador fue el comentario del día después –tal vez uno de los más acertados de los últimos tiempos–, a cargo del hemisferio pensante de famoso binomio radial, dueño de los mediodías punzantes, en la ocasión, jugando de visitante. Mientras se desarrolló el categórico diagnóstico, los anfitriones escucharon en religioso silencio y se abstuvieron de emitir comentario alguno, a sabiendas de que cualquier bocadillo rastrero sería aniquilado con fundamentos irrefutables. Una vez pasada a mejor vida la comunicación telefónica, llegó la elemental respuesta.

Es innegable que en la progresión global, la campaña del dt puede calificarse como satisfactoria. De diecinueve partidos jugados, siete ganados, ocho empatados y cuatro perdidos. Pero la estadística, a esta altura, es sólo una anécdota; no sirve ni de consuelo si no se alcanza el bendito objetivo de los cincuenta puntos en esta temporada. Así las cosas, el lado oscuro de la realidad se hace insoslayable. De los últimos doce puntos, sólo se rescataron tres. Ante semejante panorama no hay argumento a favor que resista un examen frío de los números acumulados en el presente torneo, porque el fútbol no es pasado, sino presente; y hoy la única certeza es que Colón debe recuperarse y volver a las victorias cuanto antes.

De más está apuntar que el ganador de la pulseada mediática viene siendo quien ha mantenido su opinión impoluta, libre del pecado que mancha a aquéllos que le han puesto un precio a sus panegíricas prédicas. Más allá de la diversidad de posturas que permite el imperio donde domina la redó, la razón de ser del degradado oficio en cuestión no come vidrio. Por lo tanto, determinados personajes deberían replantearse el papel que juegan dentro de los medios de comunicación vernáculos. Porque para quienes acostumbran a ejercitar las neuronas, ciertas dicotomías pueden resultar hasta graciosas; sin embargo, nunca pierden de vista que la credibilidad marca la diferencia. Como en cualquier orden de la vida.

domingo, septiembre 21, 2008

Una roca en el camino


Obstáculos como el del viernes habrá unos cuantos; desilusiones, tal vez, no tantas. Y no porque en los cálculos previos se descartara una derrota, sino porque nadie hubiera podido imaginar que la estrategia del dt resultaría tan ineficaz. Es cierto, anteriormente las variaciones le salieron bien, pero, en esta ocasión, el singular dibujo diseñado para no perder confundió más a sus propios dirigidos que al rival. Más allá de que pareció funcionar en los primeros minutos, las intenciones se fueron desdibujando a medida que el adversario se acomodó en la cancha. Habrá que aceptar, entonces, que Colón jugó uno de los peores partidos de la era AM; sin embargo, en frente tuvo al gran candidato. Como paliativo, sirve; aunque con vistas al futuro es evidente que semejante vapuleada enciende una luz de alerta.

Al término del encuentro, el entrenador reconoció la jerarquía del contrincante pero insinuó la excusa del cansancio por la seguidilla de compromisos; sin embargo, el agotamiento de los muchachos tiene otra explicación. Todos los que entran al campo de juego demuestran un grado de compromiso tal con el conductor que no reconoce límite de exigencia. En el caso del goleador histórico, la pretensión de superarse a sí mismo, y también la de demostrarle a sus detractores que puede por amor a la camiseta, conspira en contra de un rendimiento parejo y mesurado. Así las cosas, no sería extraño que, con el avance del campeonato, las lesiones se sucedan con mayor asiduidad. A siete fechas, unos cuantos ya acusaron recibo y otros tantos están enclenques. Un desafío importante para el matasanos y el preparador físico.

Lo concreto es que, cerca de mitad de campeonato, en lugar de afianzarse, el sabalé muestra dudas y la afición desvelo. Es hora de que empiecen a llegar los triunfos de local, única forma de asegurar la mayor cantidad de tripletes. Sin dudas, la deuda pendiente pasa por ganar en el Brigadier; por demostrar que, en casa, ningún visitante puede aspirar a un resultado favorable. No falta mucho para conseguirlo. La vuelta del 20 inspirará a sus compañeros e infundirá presencia y respeto en la delantera. Atrás y en el medio habrá que recuperar la solidez, apelando a la rotación si las circunstancias lo ameritan. Protagonistas sobran y ni uno solo querrá desentonar cuando se presente la oportunidad. Retomar la senda de los cincuenta puntos será como volver a posar los pies sobre la tierra. Decepcionante pero real.


APOSTILLAS


El lo hizo. Aprovechando su paso por Baires, GL despuntó el vicio y se deglutió cuanto micrófono pasó cerca. "Colón está saliendo de una situación económica complicada, que la pude revertir desde mi gestión", profirió a los cuatro vientos. ¡Cuánta sagacidad para los negociados… perdón, negocios!

El reglamento no muerde. Así como volvió a encontrarse con el gol, también volvió a toparse con las amonestaciones. En este caso, no por incidencias del juego sino por burlar la normativa. A veces, la experiencia no es sinónimo de sabiduría. Así en la cancha como en la vida. ¡Sortijas afuera!

Pedido de informes. Agrupación opositora, que en las últimas elecciones no fue votada ni por los parientes, solicitará explicaciones a la cd acerca de un llamativo trascendido. ¿La saneada institución le está pagando parte del sueldo al ex arquero y ex capitán, ahora respirando aires cordobeses?

Con mordaza. Fulano «de buen comer», quien un día partió de vacaciones (¿?) para nunca más volver a la emisora peroncha, deslizó, en programa de tv vernáculo, que, respecto del recurrente tema José Sand, el parodismo doméstico "sabe cosas que no quiere contar". ¿Cosas? ¿Qué cosas? ¡Decilo! ¡Decilo!

miércoles, septiembre 17, 2008

Y un día llovieron goles


Choque de estilos en el Brigadier. Día hábil, horario laborable, mucho público. Claro ejemplo de que en la capital de la provincia, el trabajo no figura entre las prioridades cotidianas. Es que el negro todo lo puede. Tanto así, que propició la rata de los pibes y la gambeta de los mayores para con las monótonas obligaciones terrenales. Cuando Colón convoca, su gente acompaña, aunada en una máxima popular. No es fácil convertir un martes en domingo, pero la afición, haciendo gala del poder de las fieles masas, le puso color a una cálida tarde de septiembre y no salió defraudada. Es cierto, el rojinegro no ganó, pero conservó el invicto y lo más destacable, peleó ante la adversidad y en unos cuantos segundos logró que el marcador reflejara, con justicia, lo acontecido en la cancha.

En rigor, el encuentro pareció un "revival" de los eternos enfrentamientos, entre líricos y luchadores, ésos que han dividido las aguas del fútbol argentino durante las últimas décadas. Y en la contienda entre el fútbol asociado y la estrategia solidaria, el resultado no arrojó un ganador, como si las preferencias futbolísticas no tuvieran una apariencia definida. Claro está, el juego que despierta pasiones se nutre de condimentos dulces y salados. Esa es la cuestión. Lo cierto es que en un partido electrizante, donde el tanteador reflejó alternativamente lo mejor de los dos contrincantes, los delanteros sabaleros volvieron a vapulear el arco contrario después de interminables minutos de veda goleadora. Y buena parte del mérito manó de la figura del artillero histórico, en el día de su vuelta al ruedo.

No cabe duda de que, con el paso del tiempo, algunas cualidades se diluyen y otras se acrecientan. Si bien el veterano sorprendió a propios y extraños, resulta dable destacar que una característica determinante lo coloca en un peldaño superior entre los de su clase. Algunos le llaman olfato; otros, oficio. Más allá de que el esquema de juego se haya dirigido a potenciar su presencia –los centros buscando su humanidad fueron una constante– el tipo sabe cómo es la cosa. Habrá que prestar atención al desgaste físico para evitar complicaciones no deseadas. El desafío de la vuelta lo superó con creces, pero deberá ser lo suficientemente inteligente como para advertir las limitaciones que le impone el calendario, para no perjudicarse a sí mismo ni al equipo, aunque tenga ganas de jugar ciento veinte minutos corridos. ¡Qué no decaiga!


APOSTILLAS

Fin de la polémica. Los dos centrodelanteros pueden jugar juntos. En especial en este caso, cuando uno piensa y el otro no. Para el rival de turno, ambos son peligrosos y en jugadas clave cualquiera de los dos puede desequilibrar. El dt deberá ordenar las posiciones para sacar el mayor rédito. La ley de las compensaciones nunca falla.

Silencio de radio. Tal vez pocos se hayan dado cuenta, pero el ahora irremplazable volante pudo haber sido expulsado cuando moría el primer tiempo. Ante una evidente falta, el lunático árbitro estuvo a punto de sacarle la amarilla; acción que retrotrajo cuando se percató de que el susodicho había sido penado con anterioridad. ¡Salvado!

Cada vez mejor. El retorno tan esperado impidió que acaparara la atención, pero su rendimiento fue de los mejores. Por un lado, por otro; yendo hacia arriba, yendo hacia abajo. Impecable. Si sigue en este nivel, su cotización superará a la del alicaído artillero de Margarita. Tanta voluntad y dedicación están rindiendo frutos. ¡Enhorabuena!

Amordazado. El vocero oficioso se encargó de desmentirlo, el tiempo tendrá la última palabra. No obstante, es obvio que un ¿tapado? está asesorando al "biondo gnocchi". Al don le disgustan los personajes de perfil sobreexpuesto. Aunque se lo hecha de menos, con el notorio cambio gana la institución. ¡Y el pueblo colonista… agradecido!

sábado, septiembre 13, 2008

No brilla, pero suma


Cinco partidos jugados. Dos victorias, tres empates. Nueve puntos de quince. Invicto. La fría matemática diría: aprobado. Sin embargo, y a pesar de que públicamente sentenció al equipo –casi a modo de catarsis– a la penumbra de la opacidad para bajar el nivel de presión imperante, el dt está preocupado. Ya no sonríe, ni bromea como antes. Dos cuestiones esenciales, la falta de fútbol y de potencia ofensiva, comienzan a quitarle el sueño. Es que el sabalé no está exento del acecho de la ya conocida racha negativa que siempre empalidece su desempeño en la continuidad de los torneos. Si los triunfos se hacen rogar, las buenas perspectivas podrían evaporarse en tiempo real.

Lo cierto es que la quinta fecha mostró un conjunto rojinegro consustanciado con la tarea defensiva; hoy todos muerden, todos colaboran, todos se sacrifican para mantener el cero. Los volantes trabajan bien del medio hacia atrás, pero hacia delante la cosa se complica. No hay nadie que le agregue un mínimo toque de fútbol al esquema de juego que el entrenador definió para este campeonato. Si los jugadores no son aptos para generar un fútbol más ofensivo habrá que potenciar alternativas, porque los partidos se ganan con goles, y en Colón están escaseando. Con el espíritu de lucha del que habla el técnico puede mantenerse un resultado, pero primero hay que definirlo a favor.

Y no es cuestión de inconformismo. La afición es consciente de las limitaciones del negro, aunque a veces se ilusione más de la cuenta. El tema pasa por la necesidad de ver en cancha una formación equilibrada. Ni muy muy, ni tan tan. Es lógico que, lograda la confiabilidad que tanto se exigía, ahora se pida un plus, porque para convocar multitudes hace falta ofrecer algo más que huevo y solidez. Sin apartarse del objetivo, resulta imperioso que la propuesta tienda a afianzarse para apuntar a la superación. Llegado a este punto, bien valdría recordar que el himno colonista habla de garra y calidad; hoy, garra no falta pero la calidad brilla por su ausencia. La tradición es sabia.


APOSTILLAS

A perpetuidad. El goleador histórico quiere seguir mamando de la teta sangre y luto. Al mediodía aprovechó la estada en Baires para oficializar, ante las cámaras porteñas, sus aspiraciones presidenciales. Por la noche, masculló bronca porque las incidencias del juego no le dieron la posibilidad de sumar minutos en cancha. ¡Todo llega!

Tendiendo hilos. El "biondo gnocchi" anda estrechando vínculos con gente de la vereda de enfrente. La meta es acariciar un puestito en la entidad madre, cueste lo que cueste. Dicen las malas lenguas que un sillón en la sede de calle Viamonte tira más que el barrio Centenario. ¡Con un trampolín así… todos hacen fila para tirarse a la pileta!

Crédito abierto. Las expectativas eran muchas y los nervios pudieron más en el inicio. Con el correr del reloj encontró su lugar en el mundo y generó un par de jugadas de las que sabe. La promesa de buen fútbol viene de inferiores y tiene carta blanca. Será cuestión de darle continuidad y redoblar la apuesta. ¡Al fin germina una semilla!

Cotización en baja. El autodenominado maestro elogió a más no poder el "trabajo táctico" del ex artillero de Margarita. Entre tanto halago olvidó un pequeño detalle. El cartelito de seis palos verdes que se le plantó en la espalda, obedeció a sus goles y no a su inocua posición en la cancha. ¡Abajo la abstinencia! ¡Las redes lo extrañan!

domingo, septiembre 07, 2008

Haciendo la plancha


Practicar fútbol de alta competencia es agotador y sobre todo estresante. Por tal motivo, y considerando, además, el buen rendimiento exhibido en las primeras fechas disputadas, que lo ubica como circunstancial escolta en la tabla de la posiciones –con dos triunfos y dos empates–, nadie, en su sano juicio, podría discutir el merecido descanso que se tomó el plantel sabalero. Mientras otros equipos aprovecharon el parate para intensificar los entrenamientos y jugar amistosos, el team rojinegro disfrutó de un reparador respiro de tanto ajetreo futbolístico, como para recomponer estados físicos y mentales con vistas a la prosecución de la contienda. Total, ya lo dijo el dt: "Este es el Colón que van a ver", ni más ni menos. ¿O tal vez, más menos que más?

A no desesperar. Por ahora el entrenador la tiene clara y con eso basta y sobra. De todas maneras es cierto que, salvo un par, no hay conjuntos que sobresalgan de la mediocridad generalizada, lo que da cierto grado de tranquilidad a la hora de plantear los partidos y esperar un resultado favorable. El bajo nivel del certamen, reivindica a los hoy mal llamados "chicos" en un contexto donde los millones no parecen marcar la diferencia. Y es justamente en este punto donde Colón puede sacar ventajas, con un juego deslucido pero efectivo; con delanteros intrascendentes pero volantes inquietantes; con una defensa insegura pero aguerrida; con un arquero dubitativo pero agrandado. Será cuestión, entonces, de potenciar las virtudes minimizando los defectos.

Por lo pronto, el vocero oficioso ya adelantó que saltará a la cancha el prócer veterano de titular, pero –siempre hay un pero– que no habrá que pedirle peras al olmo –¿o era goles al goleador histórico?– porque ya no es lo que solía ser –¿no? –y porque su retorno no es interesado –¿tampoco? –; abrir el paraguas antes que llueva (corresponde aunar voces en el pedido) contribuye a bajar el nivel de decepción en caso de fiasco, y de paso deja a salvo el buen nombre y honor de tan distinguida personalidad del acervo colonista. Será cuestión, entonces, de seguir empujando el carro entre todos los incondicionales voluntarios porque los pingos son de tiro y no pura sangre. Si llegan a la meta, aunque sin lujos y sin gambetas, quedarán inmortalizados en el bronce del recuerdo.

miércoles, septiembre 03, 2008

Zona de riesgo


El trágico suceso ocurrido el pasado sábado en el Brigadier develó una realidad que, sin distinción de estatus futbolero, puede alcanzar a todos quienes asisten con regularidad al estadio del barrio Centenario a presenciar un espectáculo deportivo. Así las cosas, es bueno que tanto socios como simpatizantes tomen conciencia de que si van a ver a Colón, de local, corren serio peligro de muerte, y ya no por inseguridad –una cuestión que, a esta altura, los involucrados toman con pasmosa naturalidad– sino por negligencia. En este caso específico, es indudable que la responsabilidad le cabe exclusivamente a una dirigencia que continúa demostrando no sólo ineptitud sino también una supina ignorancia respecto de las reglamentaciones básicas de la entidad madre.

En ese sentido, resultó patético el descargo que hizo, a través de declaraciones radiales, el vicepresidente primero de la institución. "Algo me comentaron el mismo día, que había habido un inconveniente", dijo sin inmutarse. Al toque, apoyó con un "claro" la mendaz teoría de que le correspondería al gobierno provincial o a la municipalidad brindar un servicio de emergencia a los espectadores presentes en el estadio. "Anteriormente teníamos una unidad de auxilio rápido del Cobem, eran alrededor de 4 ó 5 efectivos que iban todos los partidos por cualquier cosa y tenían contacto directo con las ambulancias; hace un tiempo estas personas dejaron de ir, no sé si porque reclamaban algún cobro o algo, eso lo desconozco", acotó.

"Dependemos del 107 ó 103 para los servicios de emergencia. No tenemos una ambulancia permanente, eso sería lo ideal. A raíz de esto ya estamos en contacto con gente del Cobem para ver si podemos hacer que vuelvan. Estas cosas no están o no se hacen no porque no se han pensado sino que es una falta de sincronización", prosiguió. Es obvio que este mamarracho impresentable ignora el artículo 74, punto 11, inciso 3, del Reglamento General de AFA que dice textualmente: «Los clubes que actúen como local, están obligados a mantener durante todo el desarrollo del espectáculo, el servicio de una ambulancia y una unidad coronaria». Acerca del portón cerrado con candado explicó: "Sucede que se está tan pendiente del tema seguridad, que a lo mejor el que está a cargo no interpreta que es una cuestión de emergencia y por ahí se confunden algunas cosas". Sin palabras.