jueves, julio 27, 2006

Pertenecer… tiene sus privilegios


¿Qué es Colón de Santa Fe? ¿Una entidad civil sin fines de lucro o una cofradía de la edad media? ¿Una institución deportiva abierta a la comunidad o una secta cerrada cuyo lema es el pacto de silencio? ¿Qué se escondió y qué se sigue escondiendo?

Nada cambió en Colón. Poco tiempo transcurrió para que esta comisión directiva demostrara que es más de lo mismo. Sin pudores, han fijado posición: no van a dar explicaciones de lo que pasó. Repetirán estrategias y seguirán dibujando números para quedar bien con dios y con el diablo, actitud que no resulta extraña considerando los nombres de algunos personajes que fueron partícipes del pasado reciente y hoy se repiten.

Estos adoradores de la “hermandad del oscurantismo” seguirán conjurando en pos de intereses creados que representan la antítesis del sentimiento rojinegro. Ahora queda claro el porqué de tanta obstinación en el uso de conceptos incompatibles con la vida institucional de una entidad deportiva, esta dirigencia está aprovechando la llegada al “poder” para hacer de la “impunidad” y los “negociados” una filosofía de “gobierno”.

Ante el pedido de un grupo de socios de postergar la asamblea del próximo jueves 3 de agosto, la respuesta no se hizo esperar. ¿Y las puertas abiertas? ¿Y la encomiable lucha por la unidad? Nada por aquí, nada por allá. La desfachatez con que intentan defender lo indefendible podría definirse como hilarante por no otorgarle el calificativo de mafiosa. Hoy, como ayer, continúan insistiendo con sembrar florecitas donde sólo hay fango lóbrego y pegajoso.

La frutilla de la torta: el seminario sobre “el sentido de la pertenencia”, el colmo del absurdo o la fachada perfecta para intentar ponerle un manto de piedad a tanta paparruchada. Ni toda la curia eclesiástica junta puede infundir la idea “del sentirse parte de” a quienes pasan fugazmente por una oficina de personal a cobrar –cuando cobran– sus haberes mensuales con la sola intención de procurar el sustento diario sin importar el color de la caja expendedora. Incomprensible. En el caso específico de los dirigentes, más valdría que hicieran un curso acelerado de ética, cualidad caída en desuso por los alrededores de la gloriosa entidad del barrio Centenario.


APOSTILLAS

¿El periodismo rastrero que practican diversos medios locales se enseña en alguna institución especializada o es talento innato?

En “La última” de la fm 91.5 pululan las “fundas elásticas”. ¿Habrá algún ofrecimiento de por medio o temen perder pauta publicitaria?

La comisión directiva en pleno ¿aprovechará el paso por Guadalupe para confesar sus pecados? Sería bueno que eviten hacerlo todos juntos porque no habrá confesionario que aguante.

Los distinguidos socios que aprobarán la convocatoria ¿serán los mismos que avalaron los últimos años de vaciamiento institucional?