martes, marzo 04, 2008

Cóctel explosivo


Los niveles de violencia en la capital provincial continúan incrementándose a un ritmo tal que los agentes del orden no dan abasto para cubrir los puntos más calientes del mapa del delito. Escenas de pugilato en una prestigiosa institución del barrio Centenario, atentados terroristas en zona letrada, pintadas amenazantes en zona iletrada, son apenas una muestra de que la mano de obra desocupada está a full. Semejante seguidilla de hechos bochornosos dejó un internado, una puerta chamuscada, frentes arruinados y un Colón herido en lo profundo.

Patoteros en palcos y plateas, una barra silenciada a fuerza de prebendas, intimidaciones deleznables y un presidente que, en desafortunadas declaraciones radiales, puso en evidencia el grado de descontrol que domina a la dirigencia: "No acompaño la violencia, pero si yo hubiera encontrado a quien ensució los frentes de mis vecinos quizás hubiera actuado de la misma forma que MM", son el más claro ejemplo del caos en que está inmersa la institución. Mientras tanto la afición busca las mil y una formas de acompañar al equipo a Rosario.

Por otro lado, y ante el cariz que tomaron los acontecimientos, la oposición se despachó con un comunicado más irritante que una bomba de gas pimienta. Más allá de los repudios de rigor ¡la ligó el pasquinejo local! ¡Al fin alguien se anima a señalar a esa manga de obsecuentes! No hay mejor forma de acabar con los criados de librea, que dicen "informar con veracidad y objetividad" (¡jajaja! ¡qué buen chiste!), que desenmascararlos ante la opinión pública. Lo extraño fue un apoyo que se alzó desde los mediodías enredados. ¿Alguien estará esperando un puestito?