
Después del decepcionante espectáculo que brindó ayer el team sabalero ¿queda alguna duda de que en Colón debe replantearse la política deportiva-institucional desde los cimientos? No es fácil aceptar que la equivocación ha sido una constante en los últimos años, pero si la idea es salir del estado de angustia permanente hay que reconocer errores, aprender de ellos y no temerle al cambio. Basta de dirigentes apócrifos. Basta de cuerpos técnicos y jugadores foráneos. Para retomar el camino de la mística hay que parar la mano, barajar y dar de nuevo. En SF hay potencial humano que pide pista. Generar las condiciones necesarias para el desarrollo de lo propio no es tarea imposible, sólo hay que dejar de buscar afuera lo que se tiene adentro.
En otro orden, de más está apuntar que cuando GL y cía. sean historia, saldrá a la luz el costo de estas calamitosas campañas. Y los números estremecerán a más de uno. Aunque la afición acuse problemas de sueño por los resultados que no ha sabido conseguir este manojo de voluntades que con enervante displicencia viste hoy la sangre y luto, y le resulte indiferente la sangría de la caja rojinegra, debería tener presente que la cuestión económica –del mismo modo que las malas campañas–, será un condicionante para la próxima temporada. Tanto es así que la conducción que se haga cargo de la entidad a partir del 29 de junio deberá lidiar en dos frentes extremadamente complicados, sin olvidar el resultado del concurso.
A todo esto, el día después, los simpatizantes queman minutos pasando a degüello a medio plantel, al tiempo que gastan calculadoras sacando cuentas. Entre los puntos que deben sacar los rivales directos, los probables desenlaces a favor o en contra y la falta de confianza que despierta este equipo, se aguarda una semana con debates al rojo vivo. Con un dt que agotó el discurso –por malo–, con "parodistas" deportivos vernáculos transitando la cornisa argumental, y con la falsa pertenencia anunciando sus aspiraciones a la reelección. En realidad, se viene una semana bizarra por donde se la mire. Habrá que estar al pendiente de los acontecimientos, porque las novedades no dejarán de fluir; en especial las que lleguen de la mano del "biondo gnocchi" y su menguado séquito.
APOSTILLAS



