miércoles, febrero 27, 2008

Retorno recargado


Sabido es que un descansito puede apaciguar espíritus y relajar físicos vapuleados pero jamás modificar esencias. Comprobar tal enunciado no resulta una tarea difícil. Al retomar funciones, e imbuido de un halo místico producto de su baño desestresante, el pope rojinegro visitó a los muchachos para llevarles un “mensaje motivador y esperanzador”; instó a la afición, apelando a mediocres y remanidos clichés, a no perder la confianza y ante una tibia consulta fuera de libreto, se descontroló, sacando a relucir su característica sustancia.

En la oportunidad también dejó en claro, y en respuesta a la cantidad de voces alzadas pro vuelta de un dueto histórico, que la situación de los condenados al ostracismo es irreversible por lo que no hay ninguna posibilidad –mientras la pyme siga al frente, claro– de contar con los veteranos devenidos en parias desacatados. Otro tema abordado en la ocasión fue la airada protesta que sería elevada a la entidad madre debido al hostil arbitraje padecido la pasada fecha, reclamo que fue desinflándose al comprobarse la veracidad de los hechos cuestionados.

Respecto de lo futbolístico, y teniendo en cuenta un par de discusiones planteadas en estos días, quedan por dilucidar algunas cuestiones que pueden resultar determinantes de cara al futuro. ¿Se podrán corregir los errores defensivos? ¿El cambio de nombres será positivo? ¿El malón ofensivo tendrá vocación solidaria? ¿Será posible armar una delantera efectiva? Porque aunque los sectores ultraobsecuentes vean sólo defectos en la última línea, es innegable que el equipo defecciona, además, en el medio y adelante. Los resultados no mienten.