miércoles, abril 09, 2008

Pan y circo


Las primeras palabras que acuñó el flamante dt la noche que estrenó el banco rojinegro fueron más que elocuentes. Sus colaboradores dejaron que las cámaras tomaran el instante histórico ofreciéndole el escenario libre de actores de reparto. Cuando los reflectores apuntaron a la pintoresca figura, y mientras apoyaba sus ancas en la estrecha butaca, se le oyó llamar con insistencia a su séquito: “Vengan, vengan, que salimos en todos los diarios”, invitó sonriente.

Puede gustar o no. Hoy la prioridad es salir de la zona roja. No importa si el entrenador es un tipo serio o un personaje de cartoon con inclinaciones a showman. Si el objetivo se alcanza será festejado, elogiado y elevado al Olimpo de los grandes; si no, bueno, mejor ni pensarlo. Lo que sí debería ir meditando el socio es qué clase de proyecto quiere para su institución, porque las puestas en escena suelen ser pasajeras y Colón necesita un plan hacia el futuro.

Entretanto, los cambios momentáneos están en marcha. Un nuevo lugar de concentración –para evitar los banderazos de aliento–, otro hotel donde parar en Baires, charters para los próximos viajes y hasta recompensas materiales que pueden resultar simpáticos incentivos. Al parecer todo está permitido y justificado. Quizás, entre tanta algarabía y parafernalia por los resultados obtenidos, habría que considerar cuán indemne puede salir la entidad de tamaño emprendimiento.