martes, junio 30, 2009

Colgados de la palmera


La curiosidad ganó la partida porque apuntaba a humorada. Superó todas las expectativas. Fue un papelón atómico. El pasquinejo vernáculo lo anunció como “Un programa para no perderse”. Y no se equivocó. Quedará en los anales de la televisión local como el mamarracho del año. Si bien la intención de fondo no dejó de ser simpática –que el grupo más exitoso de la provincia le dedique un tema al goleador histórico–, la presentación de tan caro homenaje resultó un adefesio vergonzante. Como testigo privilegiado, un invitado de lujo: el excelentísimo señor presidente, quien no paró de decir las mismas pavadas de siempre ante un interlocutor embelesado y otro absolutamente ido de la conversa. No hace falta aclaración.

Con la llegada de los artistas –sólo dos, la mesa no daba para más– comenzó el relato de la historia. En medio de la amena charla, el autor de tamaña inspiración, dejó descolocados a los conductores cuando preguntó si iban a contar con la presencia del veinte en el estudio. Ante la respuesta negativa se oyó un “es como ir a un cumpleaños y que no esté el agasajado”. Un horror. Acto seguido, sobrevino lo peor. Que el conjunto en pleno haya hecho playback no sorprendió, lo que sí llamó la atención fue que los cantantes… ¡¡¡no supieran la letra!!! Ver al combinado bailantero gesticular en cualquier sentido menos en el de la composición original fue mortal. El circunstancial auditorio acompañó la pantomima con desganadas palmas.

Para finalizar, un par de cuestiones quedaron claras. Primero, y como dato de color, que la dueña-secretaria del piringundín competirá por el título de micifuz ordinario con la asistente de un producto similar que va los martes por el mismo canal. Segundo, que no hay conexión entre los compañeros de fórmula. Así las cosas, habrá que ver hasta cuándo durará la dupla titular, puesto que al relator estrella se lo vio por momentos incómodo, por momentos abstraído de la escena y hasta más interesado en la charla sobre música (¡¿?!) que en la perorata del “biondo gnocchi”. En resumen, el chupalerche mayor puede darse por satisfecho. No quedó ninguna duda de que fue “un momento histórico”, según su propia definición.

jueves, junio 25, 2009

Con olor a naftalina


Resulta incomprensible que, a esta altura del siglo veintiuno, y con tanta tecnología a disposición de los medios de comunicación, un canal de cable recurra a la vetusta y repetida fórmula de la charla de café –en este caso sólo agua, y probablemente corriente– para armar un programa cuyo eje central sea el fútbol. Y si al frente de tan mustia y arcaica expresión creativa, se improvisa a un dúo de conductores soporíferos, sin ritmo televisivo y sin nada interesante para decir, el resultado no deja de ser el previsible. Un producto insulso, insignificante, totalmente intrascendente. Anunciado como emblema de la señal, el envío sólo refleja la indigencia conceptual, en materia artística y periodística, del equipo involucrado.

En esta oportunidad con la inclusión de una mala actriz haciendo las veces de “dueña” del bar –en realidad, la secretaria que acerca los mensajes a la mesa–, un viejo conocido con menos carisma que un protozoo rizópodo, y un nuevo conocido tratando de ocultar el vacío intelectual con simpatía forzada, comenzó otra etapa de este engendro que bien podría encuadrarse en más de lo mismo. Agradecimientos con marcado tinte obsecuente, preguntontas a los invitados, mensajitos de salutación que no le interesan a nadie –uno hasta se atrevió a calificar al bodrio de “excelente” cuando no habían transcurrido ni diez minutos de la apertura–, en fin, mucho curriculum, mucha presencia mediática pero aporte cero.

Todo el mundo sabe cuáles son los intereses que defiende el chupalerche mayor, y en igual sentido marcha su compañero de ocasión, por lo que no sorprende el raquitismo de la propuesta. Extraña sí, que con tanta gente joven, con ideas innovadoras, dando vueltas por la ciudad, no se le abra un espacio a la renovación de voces y caripelas, a las generaciones que tengan ganas de contribuir con un toque diferente. En lugar de atestar la pantalla con los mismos carcamanes que pululan por el pasquinejo vernáculo deberían abrir un concurso de proyectos con vistas a sustituir esa camada de empleados casi públicos que no ha sabido formar cuadros superadores. Donde la medianía reina, a lo mejor es mucho pedir.

lunes, junio 22, 2009

Razones son razones


La crónica ordinaria y complaciente dirá que Colón tenía que ganar y ganó. Seguidamente rellenará espacios con un resignado “no le alcanzó” y demás variantes por el estilo. También destacará, olvidando las especulaciones previas, esas que acentúan siempre las ventajitas adicionales, que el sabalé “impuso su jerarquía”. Casi ninguna hará hincapié, más allá del contundente triunfo, en la disparidad de fuerzas entre un rival y otro. Con un rojinegro que puso sobre la mesa lo mejor, mientras que el adversario sólo migajas. Y como no podía ser de otra manera, la superioridad sacó provecho de la situación. Lo interesante hubiera sido medir capacidades en igualdad de condiciones, tanto como para sellar la valía del momento.

Lo cierto es que a una fecha del final, los números no merecen discusión. El campo era el propicio para semejante cosecha y se usufructuó hasta donde se pudo. No obstante haber quedado afuera de la discusión por el título, y aún dependiendo de otros desenlaces para saber si accede al selecto grupo que disputará una copa, el equipo entiende que cumplió con el objetivo. Sería saludable que el músculo no duerma y la ambición no descanse para que el torneo que se avecina lo encuentre, no mirando de reojo resultados ajenos, o encendiendo velas para que se caigan los de arriba, sino dependiendo de sí mismo a la hora de pelear por logros importantes. Es lo que la afición colonista espera para la temporada venidera.

Si hizo falta un torneo de prueba y otro de consolidación, el próximo deberá darle paso a los honores. Aunque habrá que ver si las condiciones ideales vuelven a darse y si se mantiene a los pilares del plantel. Una tarea que a priori no parece sencilla de encarar. Aunque antes de que comiencen a rodar todo tipo de rumores primero y certezas después, en torno de las idas y venidas, todavía es tiempo de reconocimiento, por lo que dentro de quince días el Brigadier deberá engalanarse con sus mejores atavíos para ofrecerle a la muchachada la mejor de las despedidas. Una despedida acorde al compromiso asumido al inicio y cumplido con creces llegado el final, porque si una oportunidad pasó de largo, una próxima puede no pasar.


APOSTILLAS

La guerra de lo roces. El bastión de la defensa dice una cosa y el excelentísimo señor presidente otra. Tamaño rendimiento merece una compensación. O se hace uso de la opción o no habrá más remedio que dejarlo emigrar. Y ojo, que si se queda, el jugador de selección peleará por un buen ajuste en su contrato. De una u otra forma… ¡a poner la tarasca!

Se le piantó un lagrimón. La frustración por no haber encontrado al ladero ideal, despertó las “añoralgias” del goleador histórico. En medio de la euforia por el triunfo, se acordó del artillero de Margarita y sus goles, y de lo importante que hubiera sido su presencia en este torneo. ¿Y si hace la gran OM y retorna a los pagos que lo vieron nacer?

Manos a la obra. El excelentísimo señor presidente quiere hacer del Brigadier el estadio más coqueto del país. Primer paso, la construcción de unas plateas vip a los costados de los bancos de relevos. “¡Esos plateístas van a estar más cerca del campo que los propios suplentes!”, suspiraban los obsecuentes de siempre. Lo más caro está por venir.

El peor alumno. En los mediodías enredados, cuando se lo apura al aspirante de chupalerche primero con alguna consulta incisiva, la respuesta es siempre la misma. Nunca tiene la chance de esclarecer las requisitorias que podrían dejar mal parados a sus amos y señores. Todavía no pudo averiguar cómo marcha la conscripción de socios protectores. ¡Qué mal!

viernes, junio 19, 2009

Una bomba de tiempo


El dt confirmó que sigue pero plantó bandera. “Si me voy es porque no se queda Ferrero, o Pozo o el Bichi”, disparó. Pues alguien debería ponerlo al tanto de las informaciones que, por estos días, circulan en los medios vernáculos. Primero, si a fin de mes no aparecen ochocientos mil verdes, el defensor que descolló en esta última etapa podría volar en busca de nuevos horizontes. Segundo, la mismísima dirigencia anda ofreciendo al arquero a algún chaparrito interesado. Tercero, al goleador histórico, según argumentan sus propios lacayos, le llueven multimillonarias propuestas cada dos segundos. ¿Qué pasará entonces?

Por otro lado, el entrenador advirtió públicamente que pretende una muchachada “contenta y segura” para el próximo torneo. En otras palabras, si el excelentísimo señor presidente no pone sobre la mesa de renegociación de contratos una suculenta suma, habrá problemas. Sabido es que una vez pasada la euforia de los objetivos cumplidos, la disputa por el billete fresco no sabe de sentimentalismo barato, por lo que la cuestión económica jugará un papel fundamental a la hora de armar el nuevo plantel. De todos modos, no habría por qué preocuparse, el impresentable vice dijo, hace apenas unos días, que “Colón tiene dinero”.

En definitiva, sostener cuerpo técnico, columna vertebral y traer un par de refuerzos de jerarquía –como ya solicitó el simpático coach–, no será tarea fácil. Si a eso se le suman las faraónicas obras previstas, el panorama puede vislumbrarse complicado, inclusive contabilizando una buena venta. Si bien se descuenta un interesante ingreso por la transferencia de SP, los morlacos no suelen ser de goma. Habrá que ver, entonces, cuáles serán los movimientos tendientes a dejar a los principales protagonistas conformes y con ganas de superar lo conseguido hasta ahora. Flor de prueba para el “biondo gnocchi”.

domingo, junio 14, 2009

Fumando espera


Depender de los demás es un suplicio. Especialmente cuando se toma conciencia de que los puntos desperdiciados podrían haber catapultado al negro a la cima del campeonato por mérito propio. Si bien ningún equipo con aspiraciones serias está librado de la contingencia de perder con los rivales menos pensados, los porotos dejados en el camino ante los conjuntos más menesterosos del torneo, duelen y mucho, porque ésta, sin dudas, era la oportunidad del sabalé. Lo cierto es que la pelea por el título está circunscripta a los tres primeros aspirantes y el futuro copero también está condicionado a suertes ajenas, por lo que Colón deberá mirar desde afuera el desarrollo de los acontecimientos gracias al mismísimo entrenador que lo sacó del peor de los abismos.

Ese que no tuvo la madurez suficiente como para conducir los destinos del rojinegro al paraíso de los elegidos. Ese que vino a hacer una maestría, a todas luces aprobada, pero que podría haber quedado en los anales de la historia. Saber aprovechar las chances que la realidad sirve en bandeja implica, no sólo una buena dosis de capacidad sino también olfato y sentido de la ocasión a la hora de dirimir fuerzas con cierto tipo de adversarios. Claro que en este caso la cosa pasó por otro costado. La tentación del protagonismo individual fue tan fuerte que superó el interés de conjunto. Si sólo fue un pecado producto de la inexperiencia, se verá en la competencia venidera. Si se trató de una carencia irreversible, también.

Uno de los jugadores, y técnicos, más destacados de la historia del fútbol, dijo alguna vez, pensando en el disfrute general del espectáculo, tanto de protagonistas como de público aficionado, que “es importante tener entrenadores que contagien la alegría y el amor por el arte, no los aspectos menos agradecidos y sacrificados del juego, sino su lado más luminoso y estimulante”. No es fácil seguir al pie de la letra tal máxima, considerando todo lo que se pone en disputa en estas tierras subdesarrolladas al momento de hacer correr un balón. De todas maneras, con el objetivo cumplido y el panorama despejado de dudas puede resultar más sencillo trabajar para alcanzar logros importantes en el corto plazo. El crédito sigue abierto.


APOSTILLAS

A romper el chanchito. “Ahora la tienen que poner”, manifestó el dt ante las cámaras porteñas cuando se lo consultó por el tema refuerzos. Se le viene un problemita al excelentísimo señor presidente. Entre la renovación de contratos, las dos adquisiciones importantes que pretende el entrenador y las obras previstas no habrá bolsillo que aguante. ¡Oinc!

El show del chiste. Invitado a un programejo de tv, el impresentable vice dijo, con tono extremadamente suficiente, que Colón no necesita vender para comprar. “La institución tiene dinero. Si SP no se vende, igual vamos a traer refuerzos”, señaló sin inmutarse. ¿Por qué, entonces, ya le pusieron a unos cuantos el tachito en la cabeza? ¡Andá!

Otra vez sopa. Como cada fin de torneo, nuevamente aparecieron las tentadoras ofertas para el goleador histórico. De aquí, de allá y de acullá. Mientras tanto, el interesado jura y perjura que su corazón está firme en el barrio Centenario y el “biondo gnocchi” jura y perjura que el veinte no se va. ¿Podrán los verdes billetes torcer el rumbo? ¡Cash!

Con la frente marchita. Vuelve al nido uno de los cinco mejores arqueros del fútbol argentino, según calificación del chupalerche primero. Si el titular es vendido ¿quién se hará cargo de los tres caños rojinegros? Una vez encontrado el uno ideal sería una locura dejarlo ir para ubicar en su lugar a un referente del pasado pisado. ¡A ponerse las pilas!


BONUS TRACK: Cana al aire

miércoles, junio 10, 2009

Un juego de niños


El tema de las divisiones inferiores en Colón siempre generó posturas de diferente tenor e innumerables discusiones en todos los niveles interesados. Que no es el momento. Que ninguno se destaca. Que mejor prestarlos. Que no tienen cabida. Que nadie les da un voto de confianza. Que falta madurez. Que nunca se consolidan. Que no saben aprovechar la oportunidad. Que se trabaja mal. Que si no corre un dinero no hay promoción. Y decenas de etcéteras por el estilo. Hoy, según la liturgia dirigencial, casi el cincuenta por ciento del plantel profesional pertenece a las canteras del club. Lo cierto es que el paso fugaz de la mayoría dejó en evidencia, no la poca capacidad sino la falta de convicción en el proyecto.

En lo que va de este torneo, el entrenador tiró a la cancha seis pibes fresquitos; de los cuales, sólo uno –la joyita de turno– completó, en la decimoquinta fecha, noventa minutos corridos de juego; el resto fue reemplazado o entró en los segundos tiempos. Si bien es imposible negar que como nunca antes se les facilitó el acceso a primera, la cantidad de nombres y el corte en la continuidad marcan que la situación no ha sido producto del trabajo –como reza la “propaganda” oficial– sino de una rara mezcla de necesidad, oportunismo y mucha improvisación. El mejor ejemplo de la coyuntura: AR, un penado que supo escaparle a su condena y demostrar su valía en el campeonato pasado, afianzándose en éste.

El tiempo dirá si esta circunstancial movida rinde sus frutos en el corto plazo, o si sólo se aprovechará para desperdigar noveles debutantes por equipos de segunda en pos de “hacer experiencia”, antesala del puntapié en las ancas. Por lo pronto, lo único que marcha viento en popa es la pauta convenida en los medios, basada en el eslogan “hacete socio protector”. Sería bueno saber cómo marcha la conscripción de adeptos a tan cara modalidad. Sería bueno saber cuántos son los agraciados que, a cambio de ciento veinte mangos mensuales –aparte del excelentísimo señor presidente y el goleador histórico, primeros “ejemplos a imitar”, según el pasquinejo vernáculo–, ya se han hecho acreedores a la posibilidad de compartir unos mates con los futuros cracks rojinegros. Ojalá no estén jugando con la ilusión del futuro.

viernes, junio 05, 2009

Sangría a la carta


Con el objetivo de mínima cumplido, y faltando tres fechas para el cierre de temporada, el parodismo vernáculo dio por iniciada la danza de nombres que se subirán a la pasarela del ida y vuelta cuando abra el libro de pases. Y una pregunta, indisolublemente ligada a los vaivenes que propone el tiempo de transferencias, se disparó como aciaga sentencia. ¿Se viene el desmembramiento del equipo? Si en algo coinciden los medios domésticos es en señalar la necesidad de Colón de colectar billetes frescos, no sólo para cubrir los excesivos costos que generó esta onerosa campaña, sino para financiar la próxima, amén de las faraónicas obras anunciadas por el excelentísimo señor presidente cual inversor inmobiliario del primer mundo.

El principal candidato a colgar la sangre y luto sería SP, un diamante en bruto codiciado por innumerables postores –al decir de los loritos repitones bancados por la dirigencia–, que estarían decididos a desembolsar una millonada a cambio de sus cotizados servicios. Considerando la situación económica de los clubes porteños interesados en la juvenil joyita, no sería aventurado inferir que su destino estará del otro lado del océano. De todas maneras, más allá de las suculentas ofertas que puedan estar dando vueltas, habrá que ver hacia dónde le placería emigrar al interesado. Sorpresivamente, otro que, según el chupalerche mayor, fue ofrecido a la venta es el consolidado dueño del arco rojinegro. Una decisión difícil de entender.

Por el medio, la liquidación seguiría con GR a la cabeza. Al parecer el club de sus amores podría repatriarlo. También será cuestión de tener en cuenta los prestados que vuelven, los prestados que serán devueltos y los ya apuntados por el entrenador. Así las cosas, un tema excluyente preocupa por encima del cambio de figuritas. Los interminables “problemas personales” que acusa el dt podrían determinar una vuelta de tuerca inesperada. A esta altura, el abuso del potencial resulta insalubre, especialmente cuando aún no fue superada la línea de llegada. En todo caso habrá que apelar a los paños fríos y apuntar a que una oferta tan jugosa como la del “biondo gnocchi” puede ser capaz de superar cualquier obstáculo cuando nada nuevo hay bajo el sol.

lunes, junio 01, 2009

El muro de los lamentos


Luego del merecido triunfo en los dominios del coloso del continente, el parodismo vernáculo rastrero, en una clara maniobra acalla reproches, se dio por satisfecho. Al contentarse con el mínimo logro, destacando sobremanera el hecho de haber alcanzado el objetivo de los cincuenta puntos en la temporada, cierra la discusión en torno de la responsabilidad que le cabe al entrenador por dejar pasar la mejor chance, en años, de conseguir un título. El hombre propone, las circunstancias disponen. Y en este caso, no cabe duda de que se desaprovechó el escenario favorable. Si bien es cierto el latiguillo de que este equipo no se armó para pelear el título, los resultados le abrieron un camino a la posibilidad. El error radicó en dejarla pasar.

Los que sí se lamentan son los aficionados, quienes aún lloriquean a raíz de los puntos perdidos por obra y gracia del dt. Extraña paradoja. Por un lado, reconocen, y no olvidan, su mano salvadora en el torneo pasado. Por otro, no pueden dejar de recriminarle ese exceso de protagonismo que lo llevó a exagerar su intromisión en la esencia del conjunto. Y la falta de experiencia, que también jugó su parte en la historia. Más allá de las consabidas limitaciones –qué plantel no las tiene–, la muchachada demostró no temerle al desafío y ser capaz de suplir el talento y la jerarquía con otras virtudes, no menos destacables. Habrá que reconocer, entonces, que el problema estuvo sentado en el banco. Un escollo insuperable.

El próximo compromiso pondrá a prueba la muñeca del hacedor. La cantidad de protagonistas ausentes con aviso, requerirá de toda su astucia a la hora de armar el rompecabezas de nombres y el planteo táctico con el que enfrentará a un rival necesitado. No será sencillo hacer valer la posición en la tabla disminuido en puntos estratégicos, por lo tanto la localia deberá jugar un rol fundamental en favor de seguir sumando puntos que engorden el promedio con vistas a la próxima temporada. A la hora del final, y aunque la gran oportunidad haya pasado de largo, todavía pueden afirmarse algunas cuestiones, como la continuidad de unas cuantas promesas que resulten la base del próximo team sabalero, que no es poco.


APOSTILLAS

Billetera veloz. Según publicó el pasquinejo vernáculo, el excelentísimo señor presidente le ofreció al plantel un premio doble por ganar en la tierra del sol y el buen vino. Sería bueno saber, no sólo de dónde brotarán tantos fondos para asumir tal compromiso sino si realmente se hará efectivo o quedará en promesa incumplida. Chanchito sin fondo, destino indigente.

Fea la actitud. A unos cuantos les cayó torcida la imagen que mostró al entrenador disparándose hacia el túnel apenas entró en el arco el tercer gol, cuando aún no se había pitado el final. Los más pesimistas percibieron en el gesto la antesala de un adiós. Por las dudas, los obsecuentes ya tiraron los famosos problemas personales. Historia repetida.

Todo llega. Tuvo que hacer un par más para que le lloviera el reconocimiento de los poderosos medios porteños. Esta vez el festejo fue triple, por el triunfo, por el objetivo alcanzado, por la marca superada. Sus amigotes ya adelantaron que se acerca el final. Quizás el próximo torneo comience a gestarse la despedida y… año nuevo, vida nueva.

Pasen y vean. Las joyas siguen desfilando, pero ninguna se consolida. Primero fue una, después otra, y que pase la que sigue. Todas, a su turno, tuvieron el minuto de fama para después caer de un hondazo a la tierra. Esta última parece la de mayor valor. Ojalá no sufra el mismo destino que las anteriores. Pasada la euforia del momento, se verá si sobrevive.


BONUS TRACK: Hechizo de luna