miércoles, agosto 06, 2014

Como empezando de nuevo

Finalizado el festival de chovinismo que se desata cada cuatro años, tan bien cubierto -tal y como acostumbra, con selfies al por mayor y apuntes intrascendentes- por quien necesitó pelar su propia billetera para que nadie diga que faltó al evento porque su mecenas cayó en desgracia, se pone en marcha la reconstrucción de lo poco que quedó después del devastador paso de la falsa pertenencia y su consecuencia inmediata caratulada como descenso de categoría. Para matizar la prolongada espera, algunos intentan asimilar la desgraciada coyuntura, otros hacen catarsis involucrándose, cual partícipes inocuos, en el compilado de nombres que intentará pegar el salto hacia el retorno inmediato.

Misión difícil de llevar a cabo, considerando la docena de caras nuevas que deberán ensamblarse para darle al equipo una fisonomía decente si las pretensiones de ascender son tan serias como los responsables de tamaño lance sostienen frente a los micrófonos de turno. Un torneo corto puede ser la oportunidad ideal para que un conjunto más o menos sólido se lleve el premio deseado -cinco de once resulta una medida bastante aceptable-, pero también puede ofrecer poco tiempo para que un andamiaje totalmente renovado alcance a interpretar la propuesta del conductor y llevarla a la práctica, sin fisuras, al campo de juego. Aspirar a uno de los lugares de privilegio con un rejuntado sin identidad parece una ficción sin fundamento.

Con movimientos signados por la escasa transparencia, con rumores de enfrentamiento entre dirigentes y con el salvataje deportivo en marcha, el porvenir se muestra reticente a volcar sobre la afición una lluvia de buenos augurios. Sin novedades en la causa que involucra a la banda en fuga, sin mayores aportes de la directiva a la investigación, los hacedores del latrocinio tienen tiempo para darle notas al pasquinejo vernáculo -que como buenos traseros sucios ni siquiera se atrevieron a firmar- y llorar la partida del todo pasa. Es de suponer que con el viaje del don al otro mundo, el único que podía representar un escollo al avance de las pesquisas, unas cuantas verdades saldrán a la luz. Sin revisar el pasado, no hay futuro posible.