viernes, junio 20, 2008

Todo pasa


Así reza la famosa inscripción grabada en el también famoso anillo que el Don luce en el meñique de su mano derecha. En breve, Colón tendrá la chance de sortear con éxito la prueba más difícil que le haya tocado enfrentar en los últimos años. Una excelente oportunidad para que la afición sabalera haga suya la frase de cabecera del pope afista. Pasa lo bueno. Pasa lo malo. Pasan las campañas paupérrimas. Pasan las comisiones calamitosas. Pasan los técnicos mediáticos. Pasan los jugadores que no sienten la camiseta. Pasan los momentos de zozobra. Sólo perduran las gargantas sangre y luto.

Justamente, las que están siendo convocadas por todos los medios disponibles. Lo pidió el presidente, el entrenador, el goleador histórico y quien alguna vez vistió la cinta de capitán. Sonó a exageración, porque la parcialidad rojinegra no necesita de llamamientos públicos para acompañar al equipo en situaciones complicadas. Tampoco pareció acertada la exposición del plantel cual decorativo telón de fondo. Sí resultaron importantes tres palabras mencionadas –con tono de cadena nacional– por quien tanto gusta de acaparar la atención del auditorio. Fervor, paz y tranquilidad. Términos clave.

Sin dudas, el partido será emotivo, disputado y en extremo rústico. Se espera que el árbitro esté a la altura de las circunstancias y que los simpatizantes no pongan en riesgo el objetivo. Habrá que tener presente que el local corre con ventaja. Su gente, un punto a favor, dos resultados posibles. De todas maneras, las alternativas no se agotan el domingo, aunque un triunfo traería el tan ansiado alivio y le daría vía libre a la batalla electoral. En definitiva, sucederá lo que deba suceder. En el peor de los casos, quedará como consuelo la reflexión que dio inicio a estas líneas. Golpe a golpe, juego a juego.