jueves, mayo 08, 2008

A la caza de los veletas


El clima preelectoral se está recalentando. Mientras LH, una vez lanzada su campaña, retoza esperando el desarrollo de los acontecimientos y GA le da los últimos toques a su propuesta y fija fecha de presentación, GL anda como loco tratando de fagocitar a ciertos consuetudinarios adoradores de la teoría del panqueque. Alcanzar, a costa de lo que sea, el objetivo de perdurar, más allá del fracaso, parece ser la consigna. Lo peor es que ya hay adherentes.

Es así que esta semana se escucharon algunas voces que mejor hubieran continuado en silencio. Tal el caso de un personaje que en su momento estuvo en contra del innombrable, después formó parte de agrupación opositora y ahora se siente subyugado por la actual conducción. Está claro que cuando las propuestas no existen, los líderes dejan de convocar y los votos se piantan hacia otro lado. Es entonces cuando las alianzas le ofrecen sobrevida a los cadáveres políticos.

Otro espécimen, quien hace un tiempo, interesadamente, fue blanco de adulaciones desmesuradas de parte del “biondo gnocchi” y que dice estar hablando con todos, reconoció bajas en sus filas; por lo tanto, si no pacta con algún candidato, verá relegadas sus aspiraciones. Lo llamativo es que el figurín que utilizó la palabra transparencia para denominar a su grupo hoy perciba una “consolidación” de la gestión que más manejos turbios acumula en su haber. ¡Cambia, todo cambia!