martes, julio 05, 2011

Cosechando la siembra

Mientras el excelentísimo señor presidente disfruta de las mieles del éxito personal -en realidad, una mínima muestra-, pacientemente elaborado en detrimento de la pasión que domina a las gradas, la inquietud gana espacio entre socios y simpatizantes. Con el evento continental en pleno desarrollo, los aprestos oteando el próximo torneo parecen resumirse a la contratación de incorporaciones para remendar el cuerpo técnico. En los días previos al inicio de la pretemporada los movimientos de la dirigencia apuntan a poblar el banco de suplentes de colaboradores más que de profesionales que jerarquicen el plantel. Entre otros, un viejo conocido oficiará de apoyo -¿directriz? ¿logístico? ¿moral? ¿espiritual?- al eterno «ito» en busca del afianzamiento del "proyecto".

Hasta ahora, las novedades menos relevantes incluyen un defensor treintañero y dos integrantes del once titular que han sido considerados como "refuerzos" por la particular visión del primer mandatario, después de arduas y trabajosas gestiones a fin de asegurar continuidades. Así las cosas, hoy su desvelo pasa por organizar una "caravana", con bombo, bandera y vincha, que acompañe a la celeste y blanca desde su arribo hasta el oasis cuatro estrellas que próximamente podría ser declarado monumento histórico provincial en homenaje a tan ilustres visitas. Quiera el altísimo que cuando se acuerde de Colón no sea demasiado tarde y termine subiendo al colectivo unos cuantos matungos de relleno, aprobados después de ver algún que otro videito casero.

Por el lado del patrimonio, la falta de interés por algún prescindible -o imprescindible- pone en evidencia la descapitalización perpetrada por la falsa pertenencia. La regla indica que si nada sale, nada entra. Mal pronóstico. En otro orden, una mención especial merece el chupalerche primero, quien asiste como enviado especial al debut del combinado nacional en el segundo torneo más importante del planeta -al decir del primer mandatario-, y antes que nada les brinda a sus distinguidos y fieles lectores un reportaje exclusivo a quien le solventa los gustos a cambio de una arrastrada. Para redondear la completa cobertura final, faltaron las fotos ilustrativas, esas que acostumbra a sacarse, al mejor estilo «figuretti», con alguna celebridad. Para la próxima.