martes, noviembre 22, 2011

Efecto invernadero

Finalizado el primer tiempo, y mientras la afición calibraba el nivel de críticas que arrojaría a la cancha al cabo de los noventa minutos de juego, en medio de un vestuario cargado de reproches, la gran estrella de la noche se plantó ante sus compañeros y les cantó las cuarenta. No tenían derecho a arruinarle la fiestita. El rival era inferior y si hacían un esfuerzo podían cambiar silbidos y reprobación por aplausos y vítores. Durante la charla técnica, el principal orador impartió expresas instrucciones. Menos contención y más ataque, menos imprecisión y más efectividad. No fue necesario dar nombres, el conductor hace rato que tiene claro cómo es eso de la obediencia debida. El último cambio estaba convenido de antemano. Una bofetada en la mejilla de quienes profesan hondo respeto por la institución, una cuestión menor para el rebaño amaestrado.

Al parecer este torneo se ha transformado en una cruzada irredenta contra los infieles que se rehusan a formar parte de la cáfila ignorante y conformista. Cada vez más cerrada, la cofradía regenteada por la falsa pertenencia estrecha filas para sostener a un cuerpo técnico inepto que presta la cara a precio de liquidación, con la colaboración de un plantel al borde del colapso y de un parodismo a sueldo que traspasó la barrera del ridículo. Mientras el goleador histórico salve las papas, habrá tinta para seguir escribiendo las páginas de esta historia plagada de mediocridad pero buenos y exclusivos negocios. Para quienes hace años vienen sorteando obstáculos a los ponchazos, las cartas están echadas, la continuidad asegurada y un puesto intrascendente depositado a plazo fijo, sin peligro de corralito bancario en el corto plazo.

Con tanto show mediático, el encuentro pasó a un segundo plano. Una imagen nueva sin valor, mimos al homenajeado de parte de cuadros inferiores de la dirigencia, césped ralo, manga artística, caracol volador y el momento cúlmine de la noche. Cual estudiada puesta en escena, la salida del ídolo "extenuado", satisfecho por el deber cumplido, bañado de agradecidos aplausos, entregándole la cinta al hereje, sacando partido de la situación, resultó una obra maestra del cinismo, digna de quien institucionalizó la malversación de sentimientos. Por un lado besa la camiseta, por el otro miente y engaña descaradamente. Y la masa, en estado de éxtasis, ovaciona. Por lo menos hasta el próximo lance, momento en que volverá a ponerse en juego la paciencia colonista, con un entrenador resistido y jugadores en fin de ciclo.


APOSTILLAS

Nonpalidece. A pesar del empeño puesto en "cerrar el tema", la justicia sigue su curso y el desfile por tribunales no cesa; cuestión que, a esta altura, ni el pasquinejo vernáculo puede pasar por alto. Eso sí, habría que preguntarle a los incorregibles de siempre cómo fue eso de "hacer una ampliación de declaración indagatoria", si en la primera presentación se negó a abrir la boca. Los agujeros negros de la banda son cada vez más grandes.

Bielsaman. El conductor se mostró feliz "por todo lo que trabajamos" y porque la muchachada "está asimilando el cambio de sistema" (¿?). No convenció a los presentes con su explicación, a media lengua, del último cambio. "Estaba muy cansado, extenuado, ahogado", dijo acerca del que nunca sale. "Necesitábamos cerrar el partido", apuntó sobre el que pretenden que justifique el sueldo. Satisfacción garantizada o reembolso.

Cuento chino. El plan no surtió el efecto deseado. Es cierto que los aplausos de despedida superaron a la rechifla de recibimiento, pero una vez dentro del campo de juego, en cada contacto con el balón, la silbatina generalizada no pudo ser acallada ni con los redoblantes que amenizan el espectáculo. Ya que se calzó el delantal por una causa solidaria ¿por qué no prueba con vender hamburguesas a la salida de la cancha?


Antimufa. Por fin los fieles creyentes se sacaron de encima a la dupla anticristo que tiraba mala onda a troche y moche. Con el chupalerche primero en cabina, babeándose hasta por la mosca que le zumbaba en el oído, el triunfo estaba asegurado. La energía positiva atrae resultados positivos. Pero ojo, si deciden adoptarlo como cábala tendrán que contemplar un aumento por servicios adicionales. Nada es gratis en esta vida.