domingo, julio 05, 2009

Para el cuadro de honor


La despedida fue un gesto recíproco. El tributo que se debían las partes. Unos, por el deber cumplido, más allá de la derrota. Otros, por sentirse, al fin, honrosamente representados, aún en la derrota. Así como hasta hace poco tiempo, los finales declamaban sólo frustraciones, éste cruzó a la vereda de enfrente. No hubo honores, tampoco desmesuras, sólo un sentimiento mutuo de agradecimiento, con brazos en alto, aunque cabezas gachas, con palmas enrojecidas, aunque labios mordidos. Si la fiesta no fue completa, si estuvo cerca y no alcanzó, pues son cuestiones que quedarán en la anécdota. Lo importante es que Colón, gracias a esta campaña, recompuso los lazos con su afición.

Si la última actuación no estuvo a la altura, pues la explicación habrá que buscarla en algunos viejos vicios que todavía no han podido superarse. O tal vez el rival haya sido la justa medida. Lo cierto es que en diecinueve fechas, este equipo demostró convicción en sí mismo. Y si la estructura no se quiebra, si lo que viene se moldea a imagen y semejanza de lo que fue, las perspectivas apuntan a muy buenas. Las circunstancias, las condiciones, tan propicias en este torneo, no serán las mismas; no obstante, la posibilidad de mejorar producciones y rendimientos puede marcar una clara diferencia a favor del sabalé, considerando la regularidad numérica sostenida a lo largo del semestre que ya es historia.

Pensando en la próxima temporada, será cuestión de realizar algunos certeros ajustes si es que, tal y como pregona anticipadamente el entrenador, la idea es superar este cuarto puesto en la tabla. No parece tan complicado. Es de suponer que, en esta oportunidad, tendrá mejor ojo para elegir las incorporaciones que complementen el plantel, siempre y cuando no vuelva a quedar preso de los errados manejos dirigenciales. Además, podrá moverse sin la presión que le significó ponerse el traje de calesitero y decidir a quién premiar con la sortija en el carrusel de inferiores para satisfacer un expreso pedido del excelentísimo señor presidente. En definitiva, se espera que haya aprendido de sus errores. Por más y mejores aplausos.


APOSTILLAS

Voces discordantes. Mientras el impresentable vice sostiene que las arcas rebozan de morlacos contantes y sonantes, el entrenador boquea que la entidad no tiene un billete partido al medio. Semejantes contradicciones no le hacen nada bien a la imagen de la institución que la dirigencia está empeñada (¡!) en imponer. ¡Pónganse de acuerdo muchachos!

La exageración al palo. Nuevamente fue un problema para AF su posición en la cancha. Consultado acera de la cuestión, el dt fue tajante: “Alexis en cualquier puesto juega bien, para mí hizo un partidazo”. Pues entonces será cuestión de que ponga en marcha su poder de convencimiento porque el mismísimo defensor no se la cree. ¡Todo sea por las trayectorias!

Para que tenga. El pasquinejo vernáculo, devenido en “house organ” rojinegro, reprendió públicamente a AF, a su representante y al intermediario que lo acercó a la institución. ¡Ojota! Que si los chirolitas chupalerches se toman la atribución de bajar línea tan asquerosamente es porque el “biondo gnocchi” autorizó. La consigna sigue vigente. ¡Con Colón no se jode!

Verborragia degenerativa. Para un relator es grave no saber manejar el idioma, más si está convencido de que hablar en difícil es sinónimo de cultura. Muy frecuentemente se nota que no sabe ni lo que dice ni lo que significa lo que dice. ¿Así que la firma de convenios entre entidades genera una “institucionalidad vinculatoria” digna de elogio? ¡Socorroooooo!


BONUS TRACK: Cable pelado