sábado, marzo 22, 2008

Atrincherados


Por estas horas, mientras, con bombos y platillos, pasa el que sigue, el impoluto pope rojinegro prueba las efímeras luces del estrellato. El alto nivel de exposición mediática del nuevo dt y el circunstancial rival a enfrentar mañana le han proporcionado el escenario donde se siente más cómodo; ese en el que puede vender una imagen aplomada, distendida, confiada y hasta erudita frente a un auditorio ignorante de la crítica realidad que vive Colón de SF.

Diferente es el rictus con el que se pavonea frente a los medios locales, aunque la esencia del discurso sea prácticamente la misma. Sigue sin reconocer responsabilidades, apañando a sus secuaces y cargando las tintas sobre los jugadores. “Nos va mal porque no hemos sacado adelante los partidos que se tenían que sacar, a partir de un mal juego”, señaló en declaraciones a la emisora homónima del estadio. ¿Qué opinarán los muchachos?

En tanto, pudo saberse que el eterno siempre listo renunciaría a su indescifrable cargo una vez finalizada la misión interinato, desilusionado por la decisión que otra vez posterga sus ansias de trascender en la primera división. De todos modos, sea cual sea el resultado con el que el sabalero retorne a la ciudad, la afición está en otra. Como las expectativas no son alentadoras, su interés se ha centrado en los logros que espera vengan con la flamante adquisición. Que así sea.