lunes, marzo 26, 2007

Peor es nada


Cuando veintidós jugadores profesionales ofrecen un espectáculo como el visto el sábado en los pagos del virrey, huelgan las palabras y los análisis mueren en el intento. Si bien resulta sencillo encontrar un calificativo, las explicaciones no fluyen con igual facilidad. Horripilante, podría ser uno. Aterrador, otro. Espeluznante, uno más. Aunque los medios locales se hayan esforzado en vender una fábula para endulzarle el oído a los colonistas, la realidad mostró lo peor de este Colón que no encuentra su norte. No se discute que un punto es mejor que nada, pero es indudable que el once sabalero cada vez juega peor colectivamente y que los rendimientos individuales vienen en caída libre fecha tras fecha.

A todo esto, JCF sonríe. Cuando las cámaras porteñas se encienden, cambia la expresión adusta por una risita cómplice y canchera a fin de minimizar la complicada situación que puede apreciarse con una simple miradita a la tabla de posiciones. De paso, aprovecha para darle letra a los parodistas vernáculos, quienes a medida que transcurren las horas se convencen de la ansiada fantasía del gran resultado y la buena producción futbolística. A este ritmo, a final de semana, el rojinegro debería haber goleado a su pasado rival. En fin… si el verso del entrenador sirve para levantarle el ánimo a la muchachada… está todo bien. De ahí a que la afición se trague el sapo, hay un largo trecho.

Más allá de lo futbolístico, tampoco habría que dejar pasar la perlita de la noche. La “novedad” manejada desde Baires que sorprendió a los comentaristas visitantes. “Sea cual sea el resultado, JCF se va de Colón”. ¡Glup! Se atragantaron quienes acosan al DT durante toda la semana buscando una primicia que no llega. Y lo peor es que se la regurgitaron en sus propias narices los colegas de monopólico multimedio sportivo. ¡Qué dolor! Claro, después del desenlace de los acontecimientos, ninguno se animó a preguntarle al expresivo técnico sabalero cuál será su destino. Se dio por descontado que la sangre y luto seguirá sangrando y de duelo hasta tanto el destino decida lo contrario.


APOSTILLAS

Encuesta uno. ¿Por qué le erró al arco el Tito? 1. Porque está en un mal momento. 2. Porque el cigarrillo le está humeando el cerebro. 3. Porque es de madera.

Encuesta dos. ¿Qué le brotaba de la cabeza a Fernández? 1. Sangre de horchata. 2. Champaña rosé. 3. Jugo de tomate frío.

Encuesta tres. ¿Por qué se lesiona con tanta facilidad Píccoli? 1. Porque está caput. 2. Porque arruga en las malas. 2. Porque extraña al Bichi.

Encuesta cuatro. ¿Con qué le pegó Enría? 1. Con la rodilla. 2. Con el aliento sabalero. 3. Con el “amiguito”.

sábado, marzo 24, 2007

Sin renovación, ni cambio


Mientras uno probó la soledad del poder y enfrentó la realidad de saberse sin apoyo, el otro fue literalmente obligado a volver por un aparato extradeportivo que salió a salvaguardar una imagen vapuleada desde adentro y ridiculizada hasta el cansancio desde afuera. Situaciones lógicas si se considera que LH es una figura poco estimada en el seno de la cd y que GL está sostenido por un entorno con aspiraciones que van más allá de una institución civil sin fines de lucro. En el medio de esta puja de poder, y por unas pocas horas, fluctuó la oposición haciendo la plancha en un mejunje pestilente que nunca llegó a manjar. ¿Y Colón? Herido de muerte.

Las marchas y contramarchas marearon a la afición, que incrédula asistió a una semana inédita en los anales rojinegros. Los más decepcionados resultaron ser quienes le dieron un voto de confianza a esta dupla tragicómica, que no escatimó esfuerzos para obsequiarle a todos los colonistas un cúmulo de categóricos desaciertos, más una parva de oscuras maniobras que ya empezó a desfilar por la justicia. Tan duro como aceptar la actual situación del primer equipo resulta, para muchos, reconocer el error que significó haber creído en esta “pertenencia” apócrifa e inmoral. Buen punto para reflexionar, porque los socios no pueden desentenderse de la sucesión de descalabros de los cuales han sido partícipes necesarios.

Mal que le pese a la sufrida masa rojinegra, todo indica que la historieta no culminará aquí. Si el “biondo gnocchi” se tomó una semana para ¿pensar? en cambiar lo que en definitiva no cambió, es dable esperar que cetrinos nubarrones sigan ensombreciendo el futuro de la gloriosa entidad del barrio Centenario. Ni hablar si el próximo resultado del sabalé vuelve a ser adverso. Habrá que seguir atentamente, entonces, el desarrollo de los acontecimientos y tener presente que el monje negro estará agazapado, esperando que el peso de los hechos termine aplastando a la horda radicheta, para sacársela de encima sin culpas ni resentimientos. Entre tanta atmósfera intrigante, una pregunta brota insidiosa ¿quién se quedará con los jirones?


APOSTILLAS

El innombrable, siempre presente cuando el río suena, sigue lavándose las manos al mejor estilo Poncio Pilato. El no tiene nada que ver con nada. Eso sí, amenaza con volver para seguir haciendo de las suyas. Al parecer, no quedó satisfecho.

La oposición se subió a una topadora y no quiso dejar títere con cabeza. Cuando el elenco estable tomó conciencia de las exigencias, la coalición se desmadró y lo que pudo ser, no fue. Apertura es una cosa, invasión otra.

El súmmum de la hipocresía. “Las cuestiones entre los colonistas hay que charlarlas en el club”, dijo GL. Traducido: «Si nos estamos hundiendo, que nadie se entere». Ergo: «Total… después salimos con cara de póquer a decir cualquier verdura y… engaña pichanga».

“Hay cosas que no pienso permitir ni tolerar, porque tengo los huevos bien puestos. Con LH no se jode”. Después de estas firmes declaraciones, el monje negro partió, con la cola entre las patas, de retiro espiritual a Baires. Recio, pero no tanto.

lunes, marzo 19, 2007

La suma de todos los miedos


Los silbidos del final fueron la expresión pura de la afición. Colón de SF está a la deriva, afuera y adentro de la cancha. Si hasta la carambola que dibujó la redó, en el segundo gol visitante, pareció estar en sintonía con la realidad rojinegra. Casi como la mueca de un destino cruel y despiadado que no da respiro, ni acepta treguas; casi como la burla de una fortuna esquiva y maledicente que no regala nada sin cobrarse algo a cambio.

El descalabro institucional no es sorpresa, se veía venir desde el inicio de la gestión; lo que resulta inentendible es el estrepitoso bajón futbolístico de los tres puntales del medio, que recompusieron la médula colonista. Con ellos en un bajo nivel todo el equipo se desmorona, simplemente porque el resto ha demostrado bailar a su exclusivo compás. Mientras tanto, a JCF se le está acabando la paciencia porque sabe que el tiempo lo acecha temible.

Examinar algunas cuestiones puede ayudar a echar algo de luz a la actual situación. La expulsión de Teté en La Plata resintió el engranaje de volantes que venía bien encaminado. También habría que considerar la lesión de Falcón, que lo marginó de un encuentro, y más tarde la expulsión de Esmerado. Incidencias que sin duda trastocaron la idea original del DT, a esta altura desorientado con el enroque de nombres que tuvo que manejar en la zona más importante del once sabalero.

Tampoco habría que soslayar los efluvios locales que, sin lugar a dudas, afectan a los profesionales foráneos. SF no es Alemania, ni México, ni mucho menos Baires; y eso, aunque cueste reconocerlo, de algún modo tiene su efecto negativo en aquellos jugadores que recalan en esta ciudad con una intención meramente pasajera. Y en este punto es donde debería aparecer la famosa palabrita que alguna vez tiró un entrenador colombiano en su paso por la entidad del barrio Centenario. ¡Vaya paradoja!


APOSTILLAS

Los términos más usados durante los últimos días en los medios de comunicación vernáculos, para calificar los vaivenes institucionales acaecidos en Colón de SF: cabaret, vodevil, circo, payasada, mamarracho, bochorno, escándalo, papelón, cambalache, etc., etc., etc.

El monje negro entró al vestuario y cerró con llave. Algunos personajes intentaron, sin suerte, ingresar a la zona restringida, mientras otros, desplomaron sus esqueletos sobre un incómodo banco a la espera del ábrete sésamo. Lamentable escena.

Adivina, adivinador. El patético trapo en apoyo de GL ¿fue pergeñado por el mismo cráneo que utiliza el aerosol para comunicar lo que no puede de frente porque no le da la cara? En esta ocasión estuvo muy conmovedor.

La novela de la tarde… un poroto. El domingo, todos estuvieron pendientes de los cruces, las miradas, los gestos, las palabras, los silencios. Si dentro de la cancha había espectáculo, pocos se dieron cuenta. Lo jugoso pasó por otro lado.

viernes, marzo 16, 2007

Cisma sin retorno


Y se fue nomás. Era uno o el otro. Sobrevivió el más apto. En la semana más crítica de los últimos tiempos colonistas, y a pesar de las lamentables y patéticas desmentidas, el dúo dinámico dio por terminada una relación tempestuosa. La situación no daba para más. Así quedó evidenciado el miércoles, en conferencia de prensa, donde el personaje de reparto ensombreció a la figura protagonista. Indudablemente, un triunfo de los manejos “avenegrísticos” sobre la impostura política vacía de todo contenido sustentable. Sin embargo, el jaque mate no garantiza nada. En estos momentos sería importante tener presente que quien ahora escaló una posición es también artífice de la triste realidad rojinegra.

Con la definición sobre la mesa vale ejercitar la memoria. La diferencia de criterios entre GL y LH se inició el mismo día que ganaron las elecciones y con el correr de los meses se fue acrecentando hasta llegar a su climax ayer por la noche, en reunión de cd. Lo que en apariencia parecía la pareja perfecta, uno carismático y charlatán y el otro habilidoso en las artes non sanctas, se quebró a raíz de una suma de pasos en falso y profundas desavenencias personales. Entre tantas, la elección de JCT, la posición del gerente deportivo y la organización del fútbol amateur, la reestructuración institucional, la relación con la barra brava, el entorno dentro de la comisión, la excesiva exposición mediática y las aspiraciones a futuro.

¿Cómo seguirá la historia? Porque el monje negro, hoy, necesita el apoyo de todos; especialmente de quienes trató, no hace mucho, de “inimputables”. Habrá que ver cómo se conjugan las posturas enfrentadas de oficialismo y oposición. Por lo pronto, ante la crisis, LH ha optado por un discurso público conciliador, lo que no significa que puertas adentro pueda sostener una postura componedora. Si bien tiene algún margen para especular con el remanido pedido de unidad, tan útil en este tipo de situaciones, no escapa al sentido común sabalero entender que como vice ha sido tan responsable de esta realidad como quien ahora acusa dolor de muelas. Por el bien de Colón, ojalá que todo este descontrol no afecte al plantel profesional que el domingo se juega una parada crucial.


APOSTILLAS

La operación de prensa comenzó a mitad de semana. El vocero no oficial del monje negro lanzó al aire la información de su inminente renuncia. Quedó claro que sólo se buscaba ejercer presión sobre GL, quien no resistió la embestida y terminó tirando la toalla.

Los ánimos vinieron caldeados desde la tierra de la vendimia. La vergonzosa escena que protagonizaron algunos dirigentes con sus pares mendocinos colmó la paciencia de LH. En esa también le dio una mano su compinche. Apertura de micrófono y la evidencia al palo.

Los papelones se sucedieron en catarata. OP y RM, dos impresentables personajes del sector lercherista, develaron la verdad de la milanesa. Si el hombre es prisionero de sus palabras, estos individuos se ganaron la perpetua. Para desmentidas como esas, mejor el silencio.

Los medios locales, como siempre, no anticiparon lo evidente, aunque ahora digan lo contrario. Entre los que nunca se juegan y los que defienden los colores del dinero no se salva ni uno solo. Esta vez, todos hicieron agua, hasta el que usa salvavidas.

martes, marzo 13, 2007

Achanchaditos


¿Qué extraña dolencia está aquejando a Colón de SF? ¿Será que los refuerzos están siendo afectados por el clima santafesino? ¿Será que la adaptación está surtiendo un efecto contrario al deseado? ¿Dónde quedó el equipo de las primeras fechas? ¿Acaso se perdió el impulso inicial? ¿Por qué bajó tanto el rendimiento individual de algunos jugadores? ¿A cuánto cotiza hoy la motivación del plantel? Preguntas sin respuestas. O quizás, sí las haya, aunque resulten incomprensibles para la afición sabalera. Lo cierto es que la confianza, que tanto costó recuperar, se está desmoronando como un castillo de naipes. Si para el encuentro anterior había atenuantes, para el jugado el domingo ya no cabían. ¿Entonces? Si las dos derrotas consecutivas fueron circunstancias fortuitas del fútbol se sabrá la próxima fecha. De lo contrario, el futuro deberá ser replanteado.

Escudriñar en el pasado reciente puede ser un buen ejercicio, porque tal vez hubo serios errores de apreciación. Tal vez, los muchachos no sean tan responsables como parecen. Tal vez, la euforia del principio haya sido una cortina de humo que impidió analizar la realidad desde una posición más crítica y menos complaciente. Tal vez, el partido que abrió el campeonato pudo haber sido una simple conjugación de hechos coincidentes y no una medida anticipada de la capacidad de este once sabalero. La realidad indica que el fervor inicial fue decayendo paulatinamente hasta tocar fondo en Mendoza, una vez más sin aptitud, sin resto, sin corazón. ¡Con qué facilidad resurge el híbrido que se pensaba muerto y enterrado! Llama la atención que la buena predisposición de los que llegaron se haya subsumido en la apatía de los que estaban.

De ahora en más los tiempos se acortan, los puntos van quedando en el camino y las opciones dejan de ser tales. La posibilidad de error queda reducida al mango por lo que no hay cabida para más derrotas incomprensibles. Las declaraciones de JCF han sido duras y dan la pauta de la gravedad de la situación; la semana anterior consideró a la derrota como “un cachetazo que espero le sirva al grupo”, el domingo se pudo escuchar un tono más lapidario aún, “hay que mejorar o esto se pondrá peor”. Semejantes palabras, de parte de quien preserva tanto al grupo, no son poca cosa. El entrenador sabe que en esta partida se juega su prestigio, y los jugadores también. Especialmente la nueva camada, sus protegidos, con quienes espera salir indemne de esta encrucijada.


APOSTILLAS

El periodismo vernáculo está preocupado. La excepción a la regla es la emisora afín a GL, que no ve, no analiza, no opina. La actuación de Colón en Mendoza fue prácticamente ignorada en los comentarios del día después. En boca cerrada no entran moscas.

Para quienes sostienen que Colón “regaló” los primeros tiempos de los dos últimos encuentros. Según la Real Academia “dar a alguien, sin recibir nada a cambio, algo en muestra de afecto o consideración” no se condice con lo sucedido. ¡Desásnense muchachos!

La dirigencia sigue dejando mal parada a la institución. Se supo que el domingo algunos personajes descargaron improperios contra sus pares mendocinos por cuestiones de “celos”. Una muestra más de la pavada atómica en la que están inmersos GL y compañía.

Las dos caras de la moneda. El pueril discurso oficial de “las puertas abiertas” ya es insostenible. La oposición puede dar fe del portazo que recibió en sus propias narices cuando intentó pedir explicaciones. El tema seguirá en tribunales.

sábado, marzo 03, 2007

Volvió una noche


La confianza mata al hombre. Y nadie mejor que Colón para asegurarlo. Este equipo superado entendió que la parada venía fácil y el tiro le salió por la culata. En el mejor de los casos, el traspié de anoche, bien vale para volver a la realidad que señala el promedio. Doce puntos jugados, cinco cosechados. Es cierto que falta mucho; sin embargo, las frías cifras que devuelve la tabla disparan el alerta y obligan a una urgente recuperación para retomar la senda del rendimiento demostrado en los primeros encuentros. Todo indica que lo de ayer fue un lapsus. Seguramente será la primera y última vez que el sabalé subestime al rival de turno. En este sentido, es esencial volver a la concepción inicial de salir a la cancha bien plantados, y sobre todo concentrados, para evitar las sorpresas desagradables, difíciles de remontar.

Era sabido que las ausencias iban a resentir el esquema de juego. Un par, que aporta grandes dosis de calidad y entrega, es complicado de reemplazar; al parecer, habrá que prever la posibilidad de afrontar, en otros momentos, igual circunstancia porque los nervios están jugando un papel exageradamente importante en el plantel. Será cuestión de que JCF ajuste algunos tornillos, desplegando toda su convincente verba, a fin de tranquilizar ánimos y concientizar a la muchachada de lo imperioso que resulta conservar la formación partido tras partido. Si bien el rojinegro demostró no verse resentido en demasía con diez en la cancha, lo ideal es consolidar a los mismos once a lo largo del torneo para afianzar el estilo futbolístico pretendido por el entrenador.

Si de rescatar algo bueno se trata, otra vez el alma y el empuje demostrados en el segundo tiempo volvió a relucir más allá del resultado. La expulsión de Esmerado, injusta al decir del protagonista, despertó el amor propio del negro que inclinó el campo hacia el área adversaria. Faltó la cuota de suerte necesaria –tal vez agotada en la pasada fecha– para que el palo izquierdo del arco visitante no impidiera el empate de Goux cuando expiraba el encuentro. De todas maneras, Colón debe buscar triunfos y más triunfos, las sumas mínimas no sirven demasiado. Habrá que esperar para confirmar si el fervor y la seguridad que contagió el equipo en las tres primeras fechas regresa con Teté y Falcón; no sólo para asegurar la vuelta a la normalidad, sino también para devolverle la tranquilidad a la parcialidad colonista.


APOSTILLAS
“Es un cachetazo que espero le sirva al grupo”, dijo con un hilo de voz el DT, quien a pesar de los gritos y las indicaciones no pudo ordenar el descalabro del primer tiempo. Moraleja: ante todo, la humildad.

No sólo los jugadores pecaron por suficientes. Los lechuzones radiales locales anticiparon un resultado positivo y la pifiaron como los mejores. Para la próxima se recomienda mutis por el foro.

El Huevo volvió a abrir la boca y a destrozar a la directiva colonista. A pesar de la pésima experiencia, la llama continúa viva: “Los dirigentes pasan, pero el sentimiento sigue”. Acertadísimo.

Lo traicionó el subconsciente. ¿Así que Goux se perdió el gol porque la pelota “rebotó en el palo de un Tombolini ya vencido”? La pluma vernácula de popular diario deportivo de circulación nacional va a tener que largar el fernet.