lunes, septiembre 10, 2007

Y fue justicia


Por el empuje, a pesar de los errores. Por la determinación, a pesar de las imprecisiones. Por la audacia, a pesar del adversario. Y también por la afición, que demostró ser más doce que la visita. Por lo antedicho y por muchas cosas más, Colón se quedó con el mejor de los triunfos, ese que se consigue en el minuto de descuento, ese que deja a la parcialidad rival enmudecida y sin reacción, ese que se festeja en la tribuna hasta que las gargantas abdican de dolor. Porque ante tamaña victoria, no sólo se valoran los tres puntos y el lugar alcanzado en la tabla de posiciones, del mismo modo se aprecia la entrega del equipo, que demostró tener la capacidad suficiente para saber enfrentar en igualdad de condiciones a un poderoso contrincante.

Con un arquero nervioso que no pasó demasiados sobresaltos. Con una línea de cuatro sólida, atenta y hasta arriesgada; con Garcé imponiendo oficio en la marca, con Píccoli llevando el fútbol hacia adelante, con Merlo creciendo con los minutos, con Rivarola sorprendiendo en ataque. Con un mediocampo perseverante, más allá de los altibajos; con Romero yendo de menor a mayor, con Capurro ¿jugando? a su estilo, con Teté alternando buenas y malas, con Totono aportando todo su talento, siendo solidario en la defensa del balón, pícaro para provocar la falta y exquisito en la definición. Con una delantera que provocó zozobras aunque por momentos pareció incompleta. Mención aparte para la tontería del Chino y para el penal que se hubiera convalidado si ocurría en el área contraria.

¿Cuánto más se puede pedir? Seguir en la misma línea tal vez sea demasiado. Hay partidos que generan una predisposición especial y hay otros que simplemente hay que ganarlos. El próximo, pondrá al sabalero frente a un ex ¡vaya si tendrá un condimento particular! Se vienen grandes encuentros donde habrá que demostrar si se puede sostener el envión anímico que significó haberle ganado al puntero. Todo un desafío, tanto para el team rojinegro como para el cuerpo técnico, que insiste con la ambiciosa actitud de los que se animan a ir en busca de algo grande. Quizás en este punto debería caber la moderación, pero como la euforia pasa tan velozmente ¿a quién le importa guardar la compostura? Hoy ya se piensa en el próximo miércoles, pero la historia está ahí nomás, marcada en la memoria y los corazones.


APOSTILLAS

Cero en matemáticas. RM gastó saliva durante toda la semana tratando de explicar cómo se iba a manejar el tema de la restricción al ingreso visitante. La realidad superó el discurso pseudo respetuoso de las disposiciones vigentes. ¿50%? ¡Andá!

Se le piantó un lagrimón. A la distancia GL festejó el triunfo. Los cabuleros que quieren repetir una victoria como la del domingo ya están pidiendo que el “biondo gnocchi” siga de viaje. Desde estos lares no se extraña su cháchara.

Rojo y negro de bronca. El dt casi rompe el techo del banco de un puñete. La expulsión de AG en un momento crucial del encuentro sacó de sus casillas al compuesto entrenador. Hay algunos con serios problemas de entendimiento. ¡Un puntero ahí!

Por la vuelta. Reapareció el ídolo K con una sonrisa de oreja a oreja. Como si le resbalara la posibilidad de calzarse el traje a rayas, anduvo repartiendo buena onda por el Brigadier y dejó a muchos con la boca abierta ¿volveré y seré gobierno? ¡Oh, oh!