viernes, junio 11, 2010

En busca del arco iris


La espera terminó. Ya no hay expectativas sino realidades. Con una celebración del color, el ritmo y la diversidad, comenzó la competencia más esperada. Una fiesta que enarboló el simbolismo como bandera. Sencilla, austera, totalmente despojada de la fastuosa parafernalia del primer mundo. Cinco pares de alas surcando el cielo en perfecta armonía, cinco continentes representados en una expresión de deseo. Nueve senderos interminables, nueve sedes albergando ilusiones. Un coleóptero insignificante pero obstinado, una tierra que intenta superar dramas ancestrales. Un modesto juego de mantas al viento para dibujar un territorio acosado por la extrema pobreza, las luchas interraciales y una deuda impagable.

La inconfundible voz de un premio novel de la paz instando a construir esperanza, la alegría de otro galardonado danzando al compás de acordes típicos, la sonrisa en los rostros de los anfitriones, marcaron el inicio del espectáculo futbolístico por excelencia. Más allá de negocios y negociados, de hinchas y violentos, de obsecuentes y críticos, de gustos y preferencias, el mayor circo está en marcha con la selección argentina como protagonista. Inserta en el firmamento de los mejores, deberá demostrar que tantos nombres de jerarquía están capacitados para ensamblarse en una idea de conjunto, a pesar de la inexperiencia de su conductor, a pesar del pasado reciente, a pesar de los escándalos generados por el entorno.

Sin clima de algarabía, con más dudas que certezas, la afición en general, unida bajo el tinte celeste y blanco, aspira, de todas maneras, a los laureles. Habrá que ver si alcanza con la mística, con la motivación, con el talento de las individualidades. Como fiel reflejo del vapuleado país que vio nacer a tanta estrella, humildad falta, confianza sobra. Mañana se correrá el telón y quedarán al descubierto los secretos del dios. Un buen campeonato tapará los desatinos previos, el despilfarro de los dineros públicos, los manejos corruptos de la dirigencia, un sistema desfasado de la economía actual, las prebendas para los barras, el servilismo de los medios de comunicación y cuanto fango haya salpicado a la casaca nacional.