jueves, noviembre 19, 2009

En el país de las maravillas

El nuevo icono de la «farrándula futbolera» vertió esclarecedores conceptos en programejo de cable, respecto de sí mismo –especialmente de sí mismo– y de la actividad que lo eyectó a la fama, encaramándolo en los primeros planos de la consideración general. Aquí van algunas de sus más preclaras definiciones respecto de ese magnífico y abstracto mundo del que sólo saldrá cuando le llegue el turno de tocar el arpa.

Primer bloque. Ser presidente de un club es demasiado pesado (¿por los bolsillos o por la conciencia?). Me gusta la privacidad (no se nota demasiado). De joven me encantaba la filosofía (¿habrá leído las obras completas de Sócrates?). Soy un ambicioso pasional (¿qué duda cabe?). Los amigos del fútbol me dicen cómo sabes tanto (¡naaa!). A partir de mi presencia, Colón tiene otro nivel protagónico en el contexto del fútbol argentino (¡gracias totales!). Con JHG nos une una relación de afecto personal (pura ternura). Me llama y me consulta para ver cómo encaminamos los temas del fútbol (le va como anillo al dedo). Me reconoce como un dirigente muy emprendedor y con muchas convicciones (¡amo ese sillón!).

Segundo bloque. Vivo analizando las propias cosas que genero, análisis dialéctico, tesis y antítesis (nivel casi superlativo). En mi club no hay barras bravas (¡qué buen chiste!). No le damos entradas de favor a nadie (otro buen chiste). No me gusta andar escondiendo cosas y voy de frente (una larga lista de ex no comparte). De las HUA la verdad que no se nada (¿sabrá algo el impresentable vice?).

Tercer bloque. Mi sueño es mostrarle al país que desde Colón se pueden hacer cosas importantes; vamos a posicionar al club entre los mejores del fútbol argentino (¿cómo cuáles?). Yo no puedo utilizar a Colón como trampolín para otra cosa (pero como catapulta sí). Tuve que poner plata de mi bolsillo en alguna oportunidad porque estábamos en una situación complicada y me gusta pagarle a todo el mundo (no, no se le cayó la cara). Me arrepiento de haber confiado, durante mi primera gestión, en alguna gente de la que me reservo comentarios (él, argentino). No me hago el humilde, yo sé que el club está así por mi impronta personal (faltaba más). El club está muy sólido futbolística, económica e institucionalmente, si no salimos campeones entonces juguemos a la “pleiteishon” (hecho).