sábado, agosto 26, 2006

Amigos son los amigos


Para quien vivió doce años manejando una institución cual emperador romano, ser condenado al ostracismo resulta el castigo más cruel que pudiera recibir. Pasado un tiempo, el reto está en volver al ruedo con mayor impulso porque “lo que no mata, fortalece”. Más aún, cuando en la semana se confirmaron las negociaciones que las autoridades del Club Atlético Colón están llevando a cabo ante la justicia, tendientes a evitar cualquier tipo de imputación en contra de ex dirigentes del club en el marco del proceso de convocatoria iniciado el pasado mes de julio.

Los malos resultados cosechados hasta el momento por el equipo rojinegro y los manejos poco claros de la dirigencia despertaron al monstruo dormido, quien ni lerdo ni perezoso se lanzó a la caza de aliados con el objetivo de medir fuerzas e intentar trazar estrategias conjuntas para erigirse como la única alternativa posible al hundimiento paulatino, que podría desembocar en la lucha por la permanencia en la primera categoría del fútbol argentino.

Aquellos memoriosos que recuerden las declaraciones del innombrable antes de las elecciones considerarán increíble una reunión con quien fuera el blanco de fervorosas acusaciones, en definitiva determinantes para volcar el acto eleccionario a favor de la lista finalmente ganadora. Sin embargo, ese mitin de figuras supuestamente contrapuestas e irreconciliables fue un hecho. Por lo pronto, la actual comisión directiva debe estar que trina. No sólo los planes están saliendo mal, sino que ahora deberán enfrentar una conspiración pergeñada por dos personajes duros de domar: quien hizo todo –lo bueno y lo malo– y quien suponían muerto y enterrado –después de su pactada ausencia en la última asamblea–, ambos vivitos y coleando.

Ahora bien, si el ex presidente tiene dudas o ha elucubrado fórmulas salvadoras ¿por qué no se las acerca a GL? Las intrigas no le hacen bien al club. Aunque estas autoridades estén demostrando ineptitud, la oposición –venga de donde venga– debería actuar con respeto y honestidad presentando sus inquietudes donde corresponde. El vergonzoso runrún mediático que se armó durante la semana fue el fiel reflejo de la falta de seriedad con que algunos individuos siguen haciendo camino al andar. Y esto, al parecer, es sólo el principio.


APOSTILLAS

El juego lo abrió un periodista radial matutino, quien hace las veces de operador vignattista, azuzando con nick itálico [78899] a los simpatizantes rojinegros a través de un chat virtual. ¡Vergüenza debería darle! Después de defenestrar al innombrable ahora le juega a favor. ¡Mal, mal, mal! [79556]

Colón comenzó a sufrir las primeras consecuencias graves de la falta de claridad con que esta comisión directiva está manejando los números. La suma del pase de Vargas, ventilada por los diferentes medios, sufrió variaciones día tras día, hora tras hora. Un papelón de alcance internacional camino a dirimirse en tribunales.

¡Ex candidato a presidente colonista no tiene paz! Primero vapuleado por GL, ahora manipulado por JV. Definitivamente, las reuniones “secretas” no le sientan bien.

¿Qué les pasa a los periodistas locales? Cada vez que opinan de la negra realidad colonista piden perdón por anticipado o se atajan de mil y una maneras como para no herir susceptibilidades. ¡Ni que tuvieran miedo al destierro!