lunes, noviembre 03, 2008

Según el cristal


La realidad es una sola. Interpretaciones puede haber varias. Tantas como criaturas transitan por esta tierra. Las hay optimistas y pesimistas, interesadas y despojadas, complacientes y críticas, fantasiosas y realistas, engañosas y certeras, delirantes y razonables, incoherentes y lógicas, entre muchas otras. Y, por supuesto, también están las matizadas con un poquito de allá y otro de más acá, tanto como para romper con los odiosos extremos. Es así que en este zigzagueante camino sin retorno, cada quien respira el aire que mejor la sienta y deja la huella que mejor le parece. Sin desentonar, entre tanta diversidad faunística, nunca faltan candidatos dispuestos a tragar sapos gustosamente. La elección es libre y, casi siempre, gratuita.

En la carrera por los ansiados veinticinco puntos, Colón sumó uno en una cancha difícil, jugando mal. No deja de resultar meritorio. Pudo ser peor. El tempranero gol a favor, si bien le dio cierta dosis de tranquilidad en el inicio del encuentro, lo forzó a replegarse en su propio campo a la espera de la arremetida local. Con una línea de volantes que no ofreció ningún tipo de resistencia y con la cancha inclinada hacia el área rojinegra, la cuestión fue aguantar y salir de contra. Lo pudo liquidar, gracias a las espasmódicas reacciones de los dos extremos generacionales del equipo, el prócer histórico y el pichón flogger, pero falló en la última estocada. Y con algunos ausentes sin aviso, la cosa se complicó y sobrevino la igualdad.

Lo cierto es que el sabalé no encuentra un patrón de juego digno de repetir jornada tras jornada. Frecuentemente, hasta parece un equipo que sobrevive a base de remiendos que, según el día, encajan con mayor o menor trascendencia. Lo único que funciona como un relojito es el discurso del dt –y el de su séquito obsecuente–, quien cargó las tintas sobre el mal estado de la cancha –¿acaso no la sufrieron ambos contendientes? – y el cansancio por la seguidilla de viajes –¿acaso los demás no viajan?–, en su afán por buscarle excusas al flojo rendimiento. "Estoy seguro que terminaremos entre los ocho primeros", dijo ante las cámaras de tv. La afición hace votos para que así sea, porque a veces los batracios no saben del todo mal.


APOSTILLAS

De remate punto com. Luego de la buena producción de los pibes de inferiores, llamó la atención la vuelta al primer equipo de quien, a juzgar por sus últimas actuaciones, volvió a ser lo que era entonces. Se acerca el final del campeonato y algunos deberán partir hacia nuevos horizontes. No queda otra que exhibir en vidriera los saldos y retazos. ¡Sold out!

Espejito, espejito. El veterano goleador ya se encargó de advertirlo, sin embargo, hasta ahora, la vanidad va ganando la partida. Tanta clina al viento no permite distinguir con precisión las distancias, cuestión fundamental a la hora de cortar y repartir juego. Mantener las manos ocupadas en despejar la visual, distrae a la hora de la concentración. Navaja se busca.

Negocios son negocios. En Baires circula el rumor de que la inversión hotelera a la vera de la autopista tendría otros fines más comerciales. Albergar al primer equipo sería sólo una parte del ambicioso y poco claro proyecto presidencial. Al parecer, el largo brazo de las pasiones estaría uniendo intereses con oscuro trasfondo. Chu, chu, chu, el silencio es salud.

Las patas de la mentira. El tesorero negó que se hubieran vivido momentos de zozobra, debido a la peligrosidad de la ruta, en el trayecto desde el alojamiento hasta el estadio. El dt lo dejó en evidencia. Se viene la memoria y balance. Ocultar, distorsionar, disimular ¿también será la estrategia para elaborar la ingeniería contable? Por un rojo no tan negro.