miércoles, julio 19, 2006

Al maestro, con cariño


Hacer escuela no es fácil, pero doce años de docencia dejan su huella hasta en el alumno más reacio. Los manejos poco cristalinos de las conducciones anteriores han servido no sólo para saber qué error no debe volver a cometerse, sino también para darse cuenta hasta qué punto la falta de claridad en las acciones puede ser capitalizada y usada en favor de intereses comunes.

El excelso maestro impuso una metodología de gestión. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. “Puede gustar o no, pero públicamente no hablo de cifras”, así de tajante resonaron las palabras de Germán Lerche. El presidente de Colón de Santa Fe sólo va a brindar explicaciones a los socios que le vayan a “golpear la puerta”.

Ocultar información tiene sus ventajas. Amplía el margen de acción, evita las posturas críticas que puedan generarse dentro y fuera de la institución y despista a los deudores varios que revolotean olfateando moneda fresca. No está mal, si se busca resguardar lo hecho y lo que se hará. En ciertos casos es mejor no revolver el pasado si se piensa en la reciprocidad de gestos, algo así como «no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti». Recordar que durante la campaña siempre se sostuvo el “no a la auditoria”. Nada mejor que mantener buenas relaciones con los que se fueron y también con los que vendrán.

Cuesta creer que una política administrativa pueda mantenerse, por largo tiempo, en las tinieblas sin despertar sospechas. La rendición de cuentas en algún momento deberá llegar y nada evitará que se haga pública, le guste o no al presidente colonista. Sólo es una cuestión de tiempo.


APOSTILLAS
Se acerca el inicio del campeonato y las primeras fechas ya provocan cosquillas. ¡Nunca un comienzo con los ascendidos! ¡Qué suerte negra!

Germán Lerche está cumpliendo el sueño de su vida. Lo que no logró en la arena política se le está dando como presidente de Colón. ¡Alta exposición!

El enjambre de periodistas que le dan pie al lucimiento personal del entrevistado ya da asquito. ¿Dónde hay uno que no parezca agente de prensa oficial del CAC?

Todo ciudadano hace política. Pero una cosa es el lenguaje de la órbita estatal y otra, muy distinta, el del ámbito civil. A no confundir ¡por favor!