viernes, noviembre 19, 2010

En el limbo


La sorprendente y vertiginosa realidad acostumbra envolver a los mortales con un manto de crueldad. A contramano de empeñosas voluntades, le extendió demasiado rápido la partida de defunción a un acontecimiento que pretendió ser instalado en la escena corriente a perpetuidad. Acalladas las fingidas emociones, desprendidas de la presentación llevada a cabo la pasada semana, la afición celebra la convocatoria a la selección local de un pibe nacido en el club. No producto de una ficticia revolución, sino fruto de años de sacrificio y perseverancia. Tampoco obra y gracia del engañoso “proyecto”, sino a pesar de él. Sólo hace falta recordar las decisiones que hasta hace poco lo dejaban afuera de todo.

Así las cosas, el primer mandatario sigue “trabajando” para hacer de Colón la mejor institución del planeta. La última novedad pasa por la organización de una francachela, puesta en manos de empresarios que revisten en la categoría de amigotes presidenciales, donde el socio brillará por su ausencia. Delimitando la pista de un ámbito exclusivo en el cual los negociados son la prioridad, y con vistas a un gerenciamiento no muy lejano –con cabezas dirigenciales a sueldo blanqueado–, la cd se encamina a las elecciones haciendo foco en la captación de adeptos armando una parafernalia atrapa-incautos. El escaparate está listo para que los verdaderos dueños miren apoyando la ñata contra el vidrio.

Por el lado de la contra, los plazos se acaban y todavía está en veremos. Es tiempo de terminar con el coqueteo y aprestarse a dar pelea. Si el innombrable estuvo esperando ansiosamente el momento en que sería aclamado como “el salvador”, pues ha llegado la hora. Sin él, el resto, ante las tristes evidencias, es la nada. Aunque haya buenas intenciones, el aparato está preparado para renovar las ínfulas de quienes han tomado a la entidad como coto de caza. Los errores cometidos han sido muchos –entre ellos figura este presente–, pero es de esperar que haya aprendido. La única forma de pagar culpas es poniéndose al frente de una gran avanzada opositora. ¿O volverá a ser el artífice de cuatro años más de falsa pertenencia?