jueves, mayo 31, 2012

Como agua para chocolate

Los mediocres de siempre, esos que esperan un visitante diezmado, venido a menos o con problemas anímicos para sacar algún tipo de ventaja, se llevaron una sorpresa. El rival, con todos sus titulares y la moral intacta, dictó cátedra de autoridad ante un local que amagó con dar pelea y terminó aceptando su cruda realidad. La tabla de posiciones oficia de testigo involuntario; a ninguno de los seis que ocupan puestos de vanguardia los pudo superar. Restan tres capítulos para revertir otra intrascendente ubicación de mitad hacia abajo. Para igualar la campaña anterior deberían cosecharse todos los porotos que quedan en disputa; no es imposible pero sí complicado, ciertas cuestiones extra podrían condicionar rendimientos.

A esta altura, los rumores de idas y vueltas también influyen. Los que se irían, los que vendrían, los que verían amenazada su titularidad, los especuladores, los marginados, los que se creen imprescindibles, los que quieren volver, los que ven venir la hecatombe económica, todos juegan su propio partido cuando todavía el torneo no feneció. En momentos en que el individualismo cotiza mejor que la visión de conjunto, los protagonistas se encuentran inmersos en un universo donde el futuro le gana la partida al presente. Todos quieren asegurarse el semestre venidero porque la motivación, a pesar de que públicamente declaren lo contrario, ya no existe y lo importante pasa por definir los próximos horizontes.

El tema económico, en estas instancias, resulta primordial. Por más comunicado oficial que se emita para la gilada, los jugadores conocen cuál es la real problemática que aqueja a la entidad. Los cheques rechazados cayeron como puñaladas por la espalda para quienes supieron defender el modelo por interés personal y ahora asisten como partícipes necesarios al fin de la fiestita armada por la falsa pertenencia. Aunque el parodismo rastrero intente manipular y distorsionar el estado de situación, la mayoría sabe que los contratos privados -por ahora los impagos- son más suculentos que los registrados -los que se abonan religiosamente por expresa orden del don-; de ahí la "preocupación" de los afectados. Esta historia recién comienza.


APOSTILLAS

Sueño azul. Con el grifo nac&pop cerrado a punto de gotera y la gestión gastando a cuenta de futuros ajustes a la millonada que aporta el erario público, al excelentísimo señor presidente se le presenta un nuevo foco de conflicto. Los contratos dolarizados están que arden y los portadores no tienen la más mínima intención de resignarse a la cotización del inexistente mercado oficial. Lío en puerta.

Tirate un peso. El tesorero de la institución está al borde del colapso nervioso. El informe del banco central, difundido por el parodismo malicioso y celosamente tapado por el parodismo servil, le está trayendo muchos dolores de cabeza. Las multas derivadas y hasta una posible inhabilitación para operar en el circuito andan acechando como depredador a su presa. La fila en la entidad madre no tiene fin.

Confesión de parte. Oficialmente, las amenazas de sublevación fueron sólo "rumores"; sin embargo, los protagonistas no desmintieron la especie. "Estamos atentos (...) esas son cosas que charlamos acá adentro y no es bueno que se hagan públicas", dijo, al ser consultado al respecto, el volante goleador que ya se ha hecho cargo de la posta que quedará vacante en junio. Sofocador titular de conatos de rebelión.

Apretadores seriales. Otra vez la persecución al hemisferio pensante de la dupla que anima los mediodías asoleados. Tan certeros y profundos parecen ser sus dardos que la dirigencia ya no sabe cómo callarlo. Tal vez si prueban con un suculento sobre mensual, obsequios especiales, pasajes a eventos deportivos y otras menudencias por el estilo, a lo mejor consiguen prédicas a favor. Todo hombre tiene su precio ¿o no?

miércoles, mayo 23, 2012

Misa de réquiem

El encuentro resultó una oda a la despedida, y no sólo de las aspiraciones a escalar hacia una mejor ubicación en la tabla de posiciones. Con la certeza de que los tres puntos tendrían que haber engrosado la sumatoria obtenida hasta el momento, la afición todavía se pregunta si el veterano veinte está falto de reflejos, si tiene problemas visuales o si su humanidad ya no le responde como antes. No hace mucho, con una sola de las tantas oportunidades que desperdició durante noventa minutos de intrascendencia, el duelo cerraba a favor sin demasiado esfuerzo. Pero el tiempo pasa, igual que la lábil memoria de la masa que vive del resultado, y que cuando ya no estén los que están darán vuelta la página rápidamente.

Cosas de la ingrata realidad. Por eso es que algunos se resisten a pasar a cuarteles de invierno, conscientes de que los recuerdos, recuerdos son. Es difícil aceptar que los lugares vacantes encontrarán reemplazante en lo inmediato y el futuro le abrirá la puerta de par en par a la sangre joven y las expectativas renovadas. La acertada sentencia que afirma que el fútbol es presente se vuelve como una certeza lacerante que no sabe de trayectorias ni discursos edulcorados a la hora del rendimiento. Cuando la máquina comienza a herrumbrarse, hasta el mismísimo coro de aduladores salta al bando de los murmullos del adiós, para transformar el pedido en un grito multitudinario, imposibe de ahogar a pesar del sentimiento de gratitud.

Mientras algunos ya piensan en el partido homenaje y en la inútil plaqueta recordatoria, otros hacen cuentas y vaticinan un escenario repleto a base de butacas regaladas. Así es la efímera fama, llega con fecha de vencimiento y se va aunque la embista un batallón de resistencia. Para beneficio de los intereses institucionales, falta nada para que la oxigenación comience a llenar los espacios viciados de tanto liderazgo negativo, siempre y cuando las malas semillas detengan su germinación por falta de abono. Para los nostálgicos quedará la memoria selectiva; para los obsecuentes, la viudez eterna; y para el protagonista de la histora, el dolor de ya no ser. Lo mejor será comprobar que hay vida después de los ídolos de barro.


APOSTILLAS

Discurso del método. Para tapar muchas malas, nada mejor que una buena. De la cantidad de barrabasadas que dijo el excelentísimo señor presidente en la previa, la más hilarante fue "hay gran interés de China por conocer lo que es Colón". Es de suponer que este nuevo contacto irá en sintonía con los que ya funcionan a todo vapor alrededor del mundo. Falta el mercado angoleño.

Objeto de estudio. Al tiempo que uno destacaba la nobleza del renunciamiento, el otro decía que se toma el buque porque no le pagan. El extraño caso del delantero roto elevado a la categoría de deidad en tiempo récord, y batiendo marcas en cuestión de inactividad, está siendo analizado por un equipo interdisciplinario de profesionales en salud mental. La hinchada que da todo a cambio de nada.

Ecce homo. Mientras unos pocos combaten en soledad la barbarie otros, en demostración de los fraternales lazos que los unen, enarbolan la bandera de la juventud trunca en dudosas circunstancias. El compromiso del goleador histórico con los valores humanos más elevados lo convierten, como dicen sus serviles biógrafos, en un paradigma a imitar. Algunos ya lamentan la baja en la recaudación.

Cosa juzgada. La justicia determinó su inocencia y sus adláteres ya están preparando el operativo clamor. El innombrable siempre afirmó que esperaba salir limpio de culpa y cargo para volver a involucrarse en la política institucional. Entre la olla que se está destapando y estas desalentadoras noticias, la falsa pertenencia necesita urgente un plan. Atención con las incorporaciones.

jueves, mayo 17, 2012

Como alma en pena

Si de limitaciones se trata, la impotencia de no saber cómo vulnerar a un rival que durante setenta minutos jugó con uno menos delinea una realidad irrefutable. Las aspiraciones pueden anidar en un saco sin fondo, sólo hasta que las capacidades tiran la toalla. A los ojos de los más optimistas, las chances todavía no están del todo agotadas; sin embargo, fue el propio entrenador quien decretó el final de la carrera. Siguiendo la sensata línea que tendió desde su llegada, en la trastienda, destacó la voluntad de sus dirigidos y los méritos del adversario, puntualizó errores y aclaró, para los acelerados, que con vistas al próximo torneo todos los integrantes de la fanfarria -buenos, malos y horribles- "van a tener la posibilidad de jugar y demostrar". Una sutil forma de explicar ciertos cambios.

Al torneo le quedan cinco capítulos; de ahora en adelante, es cuestión de sumar para terminar con una buena cosecha de puntos que cotice en otros aspectos. Mientras tanto, como para disminuir el disgusto que provoca la eterna promesa, la ansiedad de algunos ya comenzó a apuntar hacia el porvenir, dando inicio a una danza de nombres un poco prematura. La costumbre de superar las frustraciones a velocidad luz, de restarle importancia al pasado reciente para reciclar con urgencia las ilusiones en el futuro, acciona como mecanismo de defensa ante los constantes fiascos que trituran la expectativa inicial de cada torneo. Mantener a buen resguardo el placebo más accesible de estos tiempos se ha transformado en una consigna prioritaria entre la masa resignada a una cotidianidad abrumadora.

En esta oportunidad, la decepción de quedar lejos de la pelea no dejó heridas lacerantes; la mejoría futbolística ayudó a paliar la angustia que provocó el ciclo anterior. A la hora del balance, queda para rescatar la dosis de seriedad que inyectó el entrenador desde su llegada, desactivando la influencia de la histórica camarilla, ofreciéndole la posibilidad de redimirse ante la sufrida afición y calmar las aguas revueltas que dominaron el vestuario bajo sus negativos efluvios. Saneado el panorama, le caberá depurar el grupo y conformar uno nuevo con objetivos ambiciosos. Habrá que ver en qué medida influye su opinión y la del joven secretario técnico en la conformación del próximo plantel y si la opción de negociados dirigenciales entra en punto muerto.


APOSTILLAS

Contado sin liqui. Administrar pobreza puede resultar una actividad muy estresante. Con el chorro cortado del lado de la entidad madre, la merma en la estima del don y el rojo imparable, al excelentísimo señor presidente lo asaltaron algunos problemas de salud. Superada la etapa de los cánticos dedicados, aparece otro frente de tormenta. No tiene paz.

Sueños compartidos. Los cruces entre funcionarios y dirigentes por la barbarie enquistada no son casuales. Los unos saben que los otros financian y arropan a la banda que anima cada fiestita. Nadie olvida el filmado "apurate, boludo" que le dedicó un destacado miembro al impresentable vice como consecuencia de una demora en la entrega de entradas gratis en un partido de visitante.

A los caños. Cuando las papas quemaban, se despachó con un "me quiero ir", ahora que reina la calma es tiempo del "me quiero quedar". Hace poco dijo "está todo arreglado", hoy "faltan algunas cosas". Quienes suscriben al «mejor malo conocido que bueno por conocer» pueden dormir sin frazadas porque "la prioridad la tiene Colón". La negociación está que arde.

Billete ganador. Mientras a la purretada del club le cuelgan el cartelito de remate, al paquete que dejó un prócer contemporáneo, después de tres años de chasco y en agradecimiento por los servicios prestados, lo premian con la renovación. Tan acostumbrados a actuaciones desastrosas, que alguna regular deriva en medalla al mérito. La malaria no es buena consejera.

miércoles, mayo 09, 2012

Déjalo ser

La mediocridad imperante en el ambiente suele afectar la capacidad de comprensión y análisis de dos tipos de especímenes bien distintos; por un lado, la masa enfervorizada que poco entiende de fundamentos y las opiniones interesadas que sólo velan por sus propios bolsillos. No se trató de un trámite descollante, sino de una buena actuación ante un rival que pretende conservar la categoría, ganado con autoridad y algunos pasajes de virtuosismo. La afición, agradecida; por el espectáculo que le devolvió el brillo a la localía y por el reencuentro con un fútbol en franca recuperación. Aunque no despierte demasiada simpatía -todavía no hay efusividad ni se corea su nombre-, el entrenador acapara el mérito del momento.

El tanto conseguido en el inicio resultó fundamental a la hora de manejar los hilos del encuentro, permitiendo una generación de juego más fluida y coordinada en la zona media y sin sobresaltos para una defensa que tuvo que lidiar con un delantero solitario, en las postrimerías de su carrera. La mayor falencia estuvo, nuevamente, en la ofensiva, aunque después de setenta minutos de intrascendencia, el veterano veinte haya podido sacudirse el fastidio de encima con una definición impecable. Mención especial para el joven talento que asoma; en manos del conductor del grupo recae la responsabilidad de cuidarlo y potenciarlo en beneficio del conjunto y de la institución, de cara a un futuro provechoso.

Para muchos, aventurar una recta final en plena batalla por el título sería entrar en el terreno de la utopía; incluido el técnico, quien atinadamente, más allá de la exigua diferencia en puntos con el líder, señaló la dificultad que representa el número de aspirantes que anteceden en la lista. De todos modos, el fixture se presenta favorable, tanto como para escalar y dejar atrás el estigma de mitad de tabla, aunque el salto en largo no se haya podido pegar en la fecha correspondiente. Lo saludable del presente pasa por la tranquilidad que, gracias a la mejoría futbolística y los resultados positivos, inundó las gradas y de la que también disfruta la dirigencia después de tanto desbarajuste. ¿Cuánto durará? Pronto habrá una respuesta.


APOSTILLAS

Bajofondo. La complicada situación financiera -no económica, según perjuró el excelentísimo señor presidente- ya es ciega, sorda y muda. Con tal de atesorar un puñado de billetes, el espectacular campo de juego, elogiado tiempo atrás por propios y extraños, quedó como potrero abandonado. Lo que se dice una metamorfosis completa.

Gallina clueca. Decidido a dejar el fútbol, en momentos en que el fútbol le está agitando el pañuelo blanco de despedida, aprovechó el minuto de cámara para lanzar su candidatura al sillón más preciado. En busca de la bendición correspondiente, lanzó elogios a los cuatro costados como para ir sembrando la semilla. Por algo se empieza.

Buen alumno. Resistido hasta el cansancio, el comodín peliteñido hoy disfruta de un pasar aceptable a fuerza de tesón y disciplina. "Es un chico aplicado", supo decir el entrenador, al no encontrarle mayores méritos para destacar. Si el goleador histórico no hubiera metido la cola, ya tendría a la parcialidad veleta en el bolsillo. Festejo ahogado.

Demodé. Los comentarios del maestro huelen a rancio. Siempre los mismos latiguillos, siempre aclarando conceptos para no herir susceptibilidades. Junto con el relator de la spica conforman la dupla más apolillada del aire vernáculo. Lo salvan los vestuaristas, que dos por tres le tiran al oyente alguna info interesante. Éter generoso.

martes, mayo 01, 2012

De capa caída

La derrota pulverizó las ilusiones de aquéllos que imaginaron un acceso por la puerta grande al lote de protagonistas del torneo, devolviéndolos a la realidad de elenco estable en mitad de tabla de posiciones. Aunque al principio entusiasmó la falta de respeto con que la sangre y luto sorprendió al rival, imponiendo la agresividad de su juego, al final la jerarquía del puntero dictó sentencia poniendo las cosas en su lugar con la naturalidad del que se sabe superior, inclusive en inferioridad numérica. Una vez más, como tantas otras, la prueba resultó insalvable. Lo triste del caso es que las miles de almas que acompañaron, volvieron con la certeza de que la mejoría futbolística todavía no alcanza para elevar el nivel de aspiraciones.

Ni el toque en la zona media, definido en la formación inicial, ni la vuelta a las fuentes en los albores del segundo tiempo, pudieron cambiar la historia. Y es que con uno menos de entrada, se hace difícil. Los pelotazos que, durante toda la primera etapa, siempre encontraron al veterano veinte en posición adelantada, sirvieron para que el entrenador decidiera desarmar el doble cinco y buscar alternativas con una mayor generación de juego que tampoco prosperó. La falta de definición que persigue a los pibes volvió a ser un karma a la hora de buscar el empate. Con uno repitiéndose en las jugadas, con otro inmaduro al momento de la frialdad y con un tercero totalmente desconocido, la deuda del futuro continúa pendiente.

Del traspié, algunas cuestiones pueden rescatarse con vistas al tramo final del campeonato. Repetir la fórmula que ha dado mayores beneficios, buscar opciones a la caducidad, profundizar el trabajo con los jóvenes -si en verdad pretenden resguardarlos como capital-, son algunos puntos que deberían tenerse en cuenta en la búsqueda, no sólo de sumar puntos sino de consolidar una idea para afrontar el cambio que indefectiblemente llegará a fin de temporada. Si bien el ánimo de la afición fluctúa de acuerdo al resultado, no cabe desperdiciar la oportunidad de rehacer el plantel de cara a un crecimiento sostenido, que no dependa de capangas en vías de extinción. El desarrollo de la próxima pulseada condicionará el porvenir.


APOSTILLAS

Cara de piedra. Dispuesto a desmentir certezas, el excelentísimo señor presidente pidió aire en la mismísima usina de información indeseable. Que no le da importancia a las habladurías de tinte político, que los sueldos están al día, que hay algunas dificultades financieras pero no económicas, que se ha pagado el concurso, que todavía existen deudas añosas por cobrar y que cambió de cura amigo. La bola ya es imparable.

Boquitas pintadas. En el fragor del análisis póstumo, el entrenador señaló que "fue un partido parejo", pero "nos faltó manejar mejor la pelota, no tuvimos sorpresa, no aprovechamos el hombre de más, entramos en la desesperación, no nos movimos bien en defensa"; en fin, lo que se dice "un gran partido". Menos mal que se fue conforme porque "hay un crecimiento", que sino, vuelve a agarrar la escoba y listo.

Paquete con moño. El cuerpo médico tuvo que masticarse el desaire del delantero roto que decidió pasar por otras manos a la hora de ingresar al quirófano. El licenciado amigo íntimo del goleador histórico, alguna vez despedido y al toque reincorporado y ascendido, fue el encargado de monitorear la intervención que arrojó resultados sorprendentes. No hay nada de qué preocuparse, para seguir rompiéndose tiene todo el futuro por delante.

Líneas congestionadas. Al joven volante que le hicieron cruzar la cordillera nadie le contesta el teléfono. Devuelto por problemas físicos, hoy entrena por su cuenta a la espera de que algún dirigente se digne a atender sus llamadas. Otro que está de vuelta, condenado a practicar con las inferiores, es quien cierta vez fue calificado como "el mejor jugador del plantel" por un prócer contemporáneo. Eso se llama velar por los intereses del club.