miércoles, noviembre 29, 2006

La basura bajo la alfombra


Los intentos por ocultar el incidente duraron cinco días y cuando trascendió, como no podía ser de otra manera, fue minimizado. “Es un hecho aislado, hay que restarle importancia”, dijo GL. Cuando los hechos aislados se suceden, dejan de ser obra y gracia de la casualidad para pasar a ser consecuencia directa de una causalidad. Cobijar bajo el ala institucional a una caterva de “caracterizados socios que colaboran desinteresadamente con Colón” –eufemismo con el que GL gusta referirse a los miembros de la barra brava sabalera–, puede resultar un juego peligroso y hasta volverse en contra en el momento más inesperado, como quedó en evidencia con el agresor «encendedoril».

Consultado por Clarín (05.09.06) acerca de si existía un acuerdo con la barra, GL contestó: “Los ayudamos a buscar los mecanismos para que junten el dinero para viajar y la cuota-partido es más baja que la cuota social. Pero ninguno está incorporado como personal del club”. Ahora bien ¿a qué “mecanismos” se refiere? ¿Acaso la cd, de alguna manera, solventa los viajes de estos personajes? ¿Por qué estos sujetos pagan una cuota diferenciada? Sin duda, este tipo de artilugios –por llamarlos de alguna manera– van en detrimento del socio que abona religiosamente, y en su totalidad, la cuota cada mes y también de cuantos gustarían de acompañar al primer equipo de visitante pero el bolsillo no se los permite. Con este panorama es dable concluir que los manejos de la comisión no son ni correctos ni equitativos, mucho menos transparentes.

La intención de los dirigentes es que este suceso quede circunscripto en la esfera de lo privado, como si se hubiera tratado de una cuestión a dirimir entre el insurrecto y su víctima –el gerente del club– en un ámbito cualquiera, para evitar que la gravedad de lo acontecido los salpique dejándolos en evidencia. Inclusive, sólo piensan aplicar medidas ejemplificadoras contra el barra si la justicia determina su culpabilidad en los hechos. O sea, si el amenazado no puede probar la amenaza, aquí no ha pasado nada y siga, siga el baile. En este marco de situación puede intuirse la sensación de desamparo que debe estar rondado en quien hace tantos años que trabaja para el club.

El fútbol argentino está inmerso en una gran crisis. Como nunca antes, la violencia se ha impuesto por sobre el espectáculo. Bajo estas circunstancias, mientras aquéllos que tengan la obligación de tomar decisiones para terminar con el flagelo de los irascibles miren hacia otro lado, lejos de encontrar una solución, el problema tenderá a agravarse en el próximo campeonato. Las estrechas relaciones entre dirigentes y barras bravas son una realidad innegable; si los primeros se confían en tener bajo control a los segundos con prebendas varias, cometen el error de soslayar la verdadera esencia de estos grupos, para quienes las posibilidades que abre el roce con el poder pueden resultar infinitas.


APOSTILLAS

Un operador periodístico de la cd dejó entrever que algún personaje de la oposición estaba gestionando la libertad del barra brava. ¿Sería para tapar la verdadera identidad del miembro de cd que se preocupó por su situación?

Mientras la noticia del día copó casi todos los medios gráficos y radiales vernáculos, la emisora afín a GL ignoró olímpicamente el tema. ¿La información? Bien, gracias. ¿Con qué cara hablarán en un futuro de la violencia?

GL le está huyendo a La del medio de la Red. No quiso salir al aire para el programa del vocero del monje negro, mientras que sí lo hizo para programa competidor. ¿Le estarán doliendo los dardos que le están arrojando?

¿Los cráneos de la cd habrán pensado en qué pasaría si apareciera algún barra arrepentido? ¿Será por eso que no está en los planes inmediatos expulsar del club al nacido en la provincia de la yerba mate y el algodón?

lunes, noviembre 27, 2006

Pronta entrega


Este enfrentamiento desigual entre David y Goliat no tuvo el final bíblico sino el lógico. Los milagros no existen; y en este caso específico, aceptar que los fenómenos de orden divino están reservados sólo para las anécdotas religiosas más cercanas a lo celestial que a lo terrenal no resulta un ingenuo conformismo, sino una aceptación consciente de la realidad que este Colón desgrana cada fecha con asombrosa regularidad. Si es que existe algún tipo de paliativo para asimilar un resultado tan contundente, tal vez aferrarse a la imagen de los primeros cuarenta y cinco minutos –jugados sin complejo de inferioridad–, valga en el imaginario del simpatizante rojinegro, a esta altura anestesiado contra todo dolor físico y mental.

Durante esta semana, como ya se ha hecho costumbre, la afición sabalera aplicará la táctica del borrón y cuenta nueva para no caer en un estado cataléptico irreversible. Faltando dos fechas para el cierre del campeonato, la meta es llegar prontamente a la última página de esta historia de terror que ha hecho trizas las lozanas expectativas del inicio, transformando en cenizas el fuego sagrado de la impronta sangre y luto. Hasta el momento, el antídoto más eficaz para sobrellevar esta dolencia en estado terminal ha sido eliminar de la memoria el pasado inmediato y encarar lo futuro poniendo toda la energía en aceitar la maquinaria positiva que minimice los pensamientos oscuros. Un ejercicio vigorizante para pasar los tragos amargos y atenuar los efectos colaterales.

Después de todo, a nadie le interesa aceptar la superioridad de un rival todopoderoso que cuando apretó el acelerador destapó las diferencias abismales existentes entre jerarquías individuales, trabajo colectivo y posiciones en la tabla. Tampoco sirve elucubrar cuán distinta sería hoy la crónica si la “masita” del “gran definidor” o la “pifia” de Giovanni hubieran terminado en el fondo del arco adversario. Lo que pasó, pasó y no deja ningún margen para la duda. Así son las cosas entre los de arriba y los de abajo. En todo caso, podría decirse que el meritorio primer tiempo fue un espejismo digno de disfrute que duró lo que un suspiro y punto, el resto tuvo otro color.

Entre tanto lamento, llamó la atención la naturalidad con que JCF tomó la derrota, en esta oportunidad. No quedó muy claro si el hábito de los resultados negativos lo ha atrapado en una maraña de resignación extrema o si sus declaraciones post partido fueron hechas bajo la influencia de algún psicofármaco calma ansiedad. De todas maneras las conclusiones que suele esgrimir tan didácticamente ante la prensa hubieran estado de más ante tamaño desenlace. Hoy por hoy, Colón está herido de muerte. Habrá que esperar el próximo torneo para revertir la situación, porque en este, los puntos que restan jugar podrán sumar o restar, pero la sensación de frustración seguirá tan al tope como si la posición del equipo en la tabla pudiera ser observada al revés.


APOSTILLAS

La derrota duele menos con seis jugadores de la cantera colonista en la cancha. Para destacar la actitud de los tres recambios, que no se achicaron ante el rival ni ante el resultado puesto. ¡Vamos los pibes!

Falta de marca y recuperación en el medio más una catarata de pases imprecisos. Los experimentados profesionales del plantel deberían hacer un acto de contrición. ¡Guadalupe los espera!

Pelusa no la va con la prensa local. A pesar de sus continuas y enérgicas desmentidas acerca de la posibilidad de abandonar SF, ante consulta de los medios porteños no fue tan contundente. ¿Me quedo o me voy?

Se acerca el fin del torneo y los rumores ya corren desenfrenados. ¿Tito se va a Turquía? Muchos simpatizantes rojinegros se ofrecen a acompañarlo hasta Sauce Viejo, agitando pañuelos al viento. ¡Bon voyage!

miércoles, noviembre 22, 2006

Días de TV


Comenzó disparando un: “Me asombra la inoperancia de la cd de Colón”. Para continuar: “¿GL está esperando que lo venga a buscar el helicóptero?”. Con estas frases punzantes abrió, la semana pasada, el programa Después de la cancha, su creador –y vocero no oficial del monje negro– Ricardo Porta (17 de MC y 13 de CV, miércoles, 22 hs.). Es que desde el inicio de este torneo, los malos resultados han transformado el tema futbolístico en una cuestión aleatoria, poniendo sobre el tapete otro tipo de cuestiones que vienen rozando el género del culebrón televisivo. Porque los conflictos no sólo se han instalado en el primer equipo, también son moneda corriente en el seno de la institución, algo totalmente lógico debido al fracaso de la gestión. En este marco de situación, los medios que pretenden ser más o menos serios no pueden soslayar el todo del presente rojinegro pues quedarían en ridículo.

Ante estos últimos acontecimientos, muchas voces colonistas se han alzado contra el pasteurizado periodismo local, ignorando que las versiones siempre, pero siempre, salen de los mismísimos protagonistas –jugadores, dirigentes y allegados–; los medios simplemente las difunden, y si pueden omitir opinión para evitar jugarse con una postura determinada, mejor. Eso es claro, quien no lo quiera ver adolece de capacidad de discernimiento. En este punto, los simpatizantes deberían estar especialmente atentos y no permitir que la pasión por los colores impida hacer un claro uso de la razón. Simple. Escuchar, mirar y leer todo lo que anda dando vueltas por SF es un excelente ejercicio que ayuda a comprender cuánto hay más allá de lo superficial.

Retomando, el producto en cuestión deja en evidencia que su carismático conductor es sólo un buen vendedor de publicidad; la dureza esbozada en su último envío sin dudas es un mensaje, pero no mucho más. Que el estudio de LH sea uno de sus anunciantes estrella significa que jamás va a tirar dardos en contra del vice; muy por el contrario, en muchas ocasiones suele ser su intérprete directo. Las palmas son exclusiva propiedad de Eduardo Rodríguez, siempre filoso, coherente, escrutador, un auténtico formador de opinión, alguien para rescatar entre tanto personaje insípido.

Completa la plantilla un dúo inefable, que ignora a sabiendas los preceptos básicos del periodismo: Claudio Virgolini y Adrián Brosky. Estos fulanitos han aceptado muy sueltos de cuerpo y sin ponerse colorados, en la emisión del miércoles 8/11 y al respecto de la controversia que se armó en Jujuy con los dichos supuestamente inventados por la prensa, que “nosotros sabemos muchas cosas que no decimos”. Sí, sin palabras y para nada profesional. Ambos han demostrado ser destacados miembros de ese grupete local que por el sólo hecho de resguardar sus espaldas vende una información depurada con sumo cuidado y minuciosidad. El toque humorístico está dado por las incursiones del “profesor licenciado Abelardo González Arias”, un hallazgo. Calificación final: para ver prestando atención.


APOSTILLAS

Un gesto puede más que mil palabras. Virgolini describió la posición de Ramón Mántaras hoy en el club: brazo derecho flexionado, codo pegado al escritorio, mano extendida al frente con movimientos ascendentes y descendentes.

Impresiona un poco escuchar a un periodista serio recitar publicidad. Si bien es cierto que de algo hay que vivir, resulta desagradable la mezcolanza porque resta credibilidad. Zapatero a tus zapatos.

Sería oportuno cambiar las imágenes que corren durante los informes de Diego Terenziani. El trotecito de Giovanni y Sand ya ha saturado a los televidentes. A incrementar el presupuesto, por favor.

Marita, la secretaria, podría evitar la actitud amenazante cada vez que inclina su anatomía hacia delante. Los muchachos tienen que hacer un gran esfuerzo para controlar la mirada y no quedar escrachados ante cámara. Cuestión de buen gusto nomás.

lunes, noviembre 20, 2006

Abracadabra, apareció el equipo


Un respiro. Una bocanada del más puro oxígeno infló los pulmones de los socios colonistas que presenciaron el triunfo de Colón en un Brigadier sin visita. Después de tantas malas que parecían no tener fin, el equipo demostró que puede jugar como le gusta a la gente, que puede ofrecer esa cuota de buen fútbol tan preciada para el simpatizante rojinegro, que puede deleitar a los espectadores con innumerables opciones de gol hasta alcanzar el grito más deseado. Aunque, como no podía ser de otra manera, una duda quedó picando en el atardecer santafesino: ¿Por qué es tan difícil repetir un rendimiento como el de ayer? No hay respuesta. Quizá se trate de esa arista indescifrable que el fútbol regala cada domingo para mantener viva la pasión.

En una tarde revuelta, con marchas y contramarchas, y en un marco inédito, el sabalero salió a la cancha con dos delanteros: blanco y negro –como el alfajor–, uno por afuera y el otro por adentro, con la intención de ir al frente, de arriesgar más y hacerse dueño de los tres valiosos puntos en juego. Y lo logró. Hasta con un gol para el recuerdo, con derroche de calidad, con toque, con pared, con excelente definición. Así, la tranquilidad se apoderó de los protagonistas, tan necesitados de satisfacciones como la sufrida afición sangre y luto. Círculo cerrado y a festejar. Sólo habrá que esperar que JCF se haya convencido del planteo, y del rendimiento de Enría, como para mantener este esquema hasta el final del campeonato. Por lo menos, para no saberse tan conservador.

De todas maneras no hay que olvidar el objetivo: sumar, sumar y sumar. Este fue sólo un paso. Quedan aún nueve puntos en juego, nueve difíciles puntos en juego. Si las intermitentes individualidades mantienen la mejoría evidenciada, las posibilidades de aumentar las cifras del promedio serán mayores. Si la actitud de entrega y compromiso supera al desgano y al descontrol, Colón estará más cerca de repetir los buenos resultados. Si la suerte se digna a concederle una pizca de buena fortuna, el camino torcido podrá enderezarse algo en el final. Si el equipo funciona como tal, la sonrisa volverá a pasearse por el barrio Centenario.

Vuelta de página, entonces, y a empezar de nuevo. Se espera, para hoy, una reunión de los actores principales del gran espectáculo. Seguramente el bochorno continuará, por lo que se viene una semana de trabajo con la mirada puesta en el casi campeón. ¿Sería tan descabellado pensar en arruinarle la fiestita? Hay antecedentes, por lo que la esperanza se mantendrá intacta hasta el último minuto. Puede sonar a ilusión, pero a esta altura… soñar no cuesta nada.


APOSTILLAS
¡Intemperante! ¡Intemperante! El máximo ídolo K devolvió insultos y gestos nada pacíficos a hincha sacado en la tribuna sabalera. Es verdad, a veces, la experiencia no suma, resta.

¡Qué tristeza sin fin! El fútbol sin visita no es lo mismo. El color que trae el huésped de turno le pone calor al espectáculo. Ayer, los locales no tuvieron a quién dedicarle el triunfo.

No hubo conferencia de prensa. Pelusa aplicó la táctica de la doble ere: se rajó raudamente. Eso para que no digan que habla cuando gana y calla cuando pierde. ¡Tomá!

Bajo el microscopio. El puntaje que el pasquinejo local le asigna a los protagonistas siempre ronda los 5 puntos, jueguen bien o jueguen mal. ¿Dónde está la diferencia?

viernes, noviembre 17, 2006

Las mil y una

No es que falten ideas, simplemente no hay voluntad. En el fútbol argentino la violencia ha copado la parada y en este cuadro de situación no sólo hay responsables con nombre y apellido sino también dos tipos de cómplices claramente identificables: los directos y los solidarios. No escapa al conocimiento general de todos los involucrados en esta historia la identidad de los integrantes de las barras bravas, llámese justicia, policía, clase política, dirigentes, jugadores, técnicos, periodistas y hasta simpatizantes comunes que comparten la tribuna con la mismísima pesada. Todos, en mayor o menor medida, son partícipes necesarios de la delincuencia en las canchas.

No cabe ninguna duda de que los responsables directos del crecimiento de esta plaga son los dirigentes; quienes alientan, sostienen y apañan a las barras porque les resultan útiles en numerosas ocasiones; claro que nunca pensaron que semejante bola de nieve iba a tornarse incontrolable. Jugadores y entrenadores también forman parte de esta categoría. Esos inocentes que dicen brindarse por la camiseta de turno, sin ponerse colorados, hacen su aporte a estos grupetes de inadaptados por conveniencia o temor. Y la policía, profunda conocedora de estos personajes siniestros, cierra con broche de oro esta trilogía que podría darse en llamar “cómplices en primer grado”.

En la tipología de los solidarios aparecen los medios, que conocen a estos sujetos por ósmosis al igual que los simpatizantes amigotes de los violentos. Respecto de la justicia, que bien podría ser considerada parte de este engranaje, cuando quiere no puede y cuando puede no quiere. Las únicas víctimas: los fieles y pacíficos aficionados que concurren con su familia o amigos a alentar a sus colores de toda la vida cada fin de semana.

En fin, para quienes se vean impedidos de asistir al Brigadier por los canales permitidos en las fechas venideras, puede que las siguientes sugerencias le sean de utilidad. Todo sea por estar junto al sabalé:

- Disfrazarse de “cocacoleru”
- Ofrecer estacionarle el vehículo a GL
- Sobornar al policía que cachea
- Sobornar al control de la entrada
- Afirmar ser sobrino de Obeid
- Fingir un ataque de epilepsia segundos antes del ingreso
- Mezclarse entre los técnicos de la tv
- Pedir prestado un carnet de periodista
- Sostenerle el micrófono al conspicuo relator de la Red
- Descender en parapente en el medio del campo de juego
- Autopropulsarse desde el Fonavi tipo hombre-bala
- Buscar alguna conexión río Salado-foso
- Imitar el acento colombiano y asegurar ser agente Fifa
- Presentar una credencial de la Afip
- Llorar el robo del carnet en un Lbis de camino al estadio
- Infiltrarse en la delegación oficial cordooobesa
- Acarrear al hombro una caja de probetas para el antidoping
- Camuflarse dentro de la ambulancia del Sanatorio SF

Aparte pueden considerarse las estratagemas de los socios que le “pasan” el carnet a los amigos, los que entran con el talón de pago del mes de noviembre del 96, y la parentela de la poli más los allegados a la cd que seguramente entrarán gratarola. Si nada de lo mencionado diera resultado, pues siempre queda la inseparable Spika.


APOSTILLAS

¡Ultimo momento! Agrupación opositora, liderada por el panqueque Sacks, anuncia fuerte comunicado para la próxima semana. ¿Pedirá la renuncia de GL?

Pelusa deshoja la margarita. ¿4-4-1-1 ó 4-4-2? Resulta llamativo que el DT esté más desorientado que la afición rojinegra. ¡Qué bajón!

El máximo ídolo K rechazó enérgicamente la posibilidad de emigrar a tierras cafeteras. Al parecer la oferta monetaria no lo satisfizo. ¡Como los billetes de Colón no hay!

Minidescanso para Chitzoff. El entrenador sabalero está otorgando licencia a las figuritas del plantel por turnos. ¿Cuándo le toca a Juan Fernández?

jueves, noviembre 16, 2006

Asignatura pendiente

Mientras los sufridos simpatizantes colonistas pasan de la preocupación a la desesperación, la dirigencia –fiel a su estilo– le pone paños fríos a la realidad rojinegra con golpes de efecto, tirando noticias “energizantes”, a la espera del milagro que tuerza el rumbo de la caída futbolística y les dé un poco de aire para descansar de tanto agite cotidiano. Como si no se hubiera aprendido nada de los errores pasados, se sigue practicando el deporte preferido de los últimos años en Colón: subestimar a la afición sabalera.

Nadie sabe qué pasa ¿será que las malas campañas son producto de la fatalidad? Nadie asume responsabilidades ¿será que el destino se ensañó con la institución del barrio Centenario? Nadie ofrece una explicación coherente ¿será que las calamidades se manifiestan sin justificación alguna? ¿O será que el fracaso es huérfano? Llegado un cierto punto se puede insistir con el absurdo a pesar de todo, pero es indudable que quienes lo miran con atención desde afuera irán dándole la espalda lentamente, por una simple razón: muchos de ellos son exigentes y no comen vidrio. Claro que siempre habrá quienes acepten la mascarada por gusto o por comodidad, pero con seguridad serán los menos.

Está comprobado, a esta cd no le gustan las críticas y menos las que, merced a fundamentos valederos e incontrastables, ponen el dedo en la llaga y advierten acerca de maniobras turbias y falsos discursos. Una postura entendible, si se tiene en cuenta que determinadas evaluaciones inducen a la reflexión y eso puede ser en extremo peligroso para quienes están convencidos del engaño fácil y posible. Es así que para intentar contrarrestarlas aplican la estrategia de poner la caripela, esbozar una mueca que pretende ser sonrisa y hablar durante interminables y densos minutos para en definitiva no decir nada. Todo enmarcado en la práctica favorita de GL: el yoísmo exacerbado.

En las sociedades maduras e inteligentes el examen de las acciones públicas es aceptado y valorado para corregir y mejorar; en específicos círculos de elite se rechaza porque perturba y es capaz hasta de subvertir peligrosamente el orden establecido. Y bien vale hacer una distinción entre oposición y crítica; la primera deja de serlo cuando los lugares cambian, la segunda persiste más allá de quienes ocupen posiciones de privilegio temporales. Dentro de todo este zangoloteo ridículo de dimes y diretes sólo queda claro que la clase dirigencial de este país –sea del sector que sea, y en este caso del fútbol– sigue sin entender el hartazgo de la gente ante dialécticas y actitudes que definitivamente deberían pertenecer al pasado.


APOSTILLAS

¿Hay cortocircuitos entre el dúo dinámico? Uno quiere mantener el “statu quo” el otro quiere que comiencen a rodar las cabezas. ¡Haya paz!

“No es mi estilo pero …” es el latiguillo preferido de GL para dar inicio al ninguneo, a la desacreditación de opiniones diferentes y hasta a la agresión verbal. ¡Soy lo que soy!

No es tan sencillo “borrar” a los ídolos K, considerando que son un patrimonio del club en peligro de desvalorización. ¡Aguanten los históricos!

¡La cd contraataca! Jugadores, ex técnicos y ex dirigentes al banquillo de los acusados por evasión fiscal. Se viene otro conflicto.

lunes, noviembre 13, 2006

Pesadilla en lo profundo


Las voces fueron coincidentes y una sola palabra se llevó todas las adhesiones. Paulatina y lastimosamente, cada emocionado cántico de aliento fue transformándose en un lamento triste y resignado, hasta finalizar en una única y agónica expresión que resumió el sentimiento general: vergüenza. Miles de aficionados sabaleros, que ayer asistieron al Brigadier a manifestar su apoyo incondicional a los colores, salieron del estadio tratando de encontrarle una explicación a este inédito presente rojinegro y las conclusiones no parecen ser tantas ni disímiles. Entre las dos o tres que concentran la opinión mayoritaria, estaría la clave.

El entrenador, hasta aquí, ha hecho lo posible. ¿Cuánto más podría pedírsele considerando el plantel que recibió? Si bien desde algún costado se le reclama mayor agresividad en el planteo futbolístico, no cabe duda de que no se arriesga a más porque no tiene con qué; ninguno de los delanteros disponibles ha ganado su confianza durante los entrenamientos como para decidirse a plantar en la cancha una versión más ofensiva de su habitual esquema de juego. Aunque resulte difícil admitirlo, una sensación de frustración debe andar rondando por la cabeza del técnico. En algún punto, nadie esperaba una campaña exitosa pero tampoco este desagradable presente.

De los jugadores ¿podría decirse lo mismo que del DT? ¿Han hecho todo lo posible para sacar a Colón de esta situación? Quizá el error haya sido creer en sus aptitudes hasta el final para mantener firme la relación del grupo. Quizá el error haya sido respetar los códigos del ambiente anteponiéndolos a los resultados. Quizá el error haya sido no haber actuado antes con el rigor del borrador. Ahora, en esta encrucijada, faltando cuatro partidos para el final, no es fácil reconocer la salida. ¿Qué alternativa podría manejarse? ¿Jugar con la reserva y morir de pie con los pibes del club? ¿Cuál será la respuesta a tanta incertidumbre?

En el día de hoy JCF tomará una decisión. Reunido con sus colaboradores analizará la posibilidad de la renuncia. Es probable que el técnico resista un partido más para conformar a la dirigencia que, en una postura acertada, insiste en su continuidad. Pero no escapa a los análisis más fríos y profundos los efectos que para ambos lados puede acarrear la resistencia persistente. Con un Falcioni casi sin opciones, barajando la posibilidad última de echar mano a las inferiores, descabezando por completo al primer equipo, y unos directivos apoyando las decisiones en una jugada no apta para cardíacos. O no. Tal vez la despedida sea la elección lógica aunque las consecuencias puedan ser las mismas.


APOSTILLAS

“No hay mucho para decir. Se volvió a defraudar a la gente.” Esmerado enfrentó a los micrófonos con una acertada reflexión.

“Estamos preocupados y se nota en la cancha. El equipo entra a tratar de no equivocarse.” Tombolini resumió la impresión de todo el estadio. Incontrastable.

“No tenemos demasiadas palabras. Somos los principales responsables de esto.” Enría no anduvo con vueltas.

“Martes, nueve y media”, esas fueron las pocas palabras que el DT le dedicó a la prensa a la salida del vestuario. Así sea.


viernes, noviembre 10, 2006

Otra vez sopa


Que no pasó lo que pasó, que no se dijo lo que se dijo, que las verdades son falsedades, que “hay algún malintencionado que quiere hacer daño” (sic), y una sarta de pavadas del mismo tenor, se encargó GL de desparramar por cuanto medio le abrió el micrófono, horas después de la decepcionante actuación de Colón en tierras jujeñas. Quizá lo que no tuvo en cuenta en su derrotero mediático, posiblemente debido a su falta de experiencia en el medio, es que cuando las desmentidas comienzan a sonar con tanto énfasis e insistencia, posta que todo lo que se niega sucedió.

JCF amenazó con renunciar porque los jugadores no le responden. Los jugadores están disconformes por razones de todos los colores (algunos porque no juegan, otros porque no quieren jugar como los hace jugar el técnico, otros porque no les gusta el trato del entrenador). Y la dirigencia tiembla, pensando en la posibilidad de que el DT se harte, pegue el portazo y diga “baibai” adiós. Mientras tanto, en el rincón de enfrente, la prensa vernácula, despotrica ofendida porque fue calificada de mentirosa por todos los involucrados en este nuevo sainete colonista. El único inocente en esta historia es el fútbol, que sigue desaparecido con pedido de paradero desesperado.

Lo ocurrido el domingo pasado modificó la rutina semanal. Pelusa sólo le dispensa unos minutos a los medios los días jueves; sin embargo, en un gesto por demás inusual, esta semana habló el martes y el miércoles, siempre de buen ánimo, para decir nada ante las vanas preguntas de los noteros de turno. Otro que habló –¡oh casualidad! siempre aparece en los momentos álgidos– fue el referente K, quien aseguró no saber del silencio de sus compañeros después del partido en Jujuy: “Yo me enteré hoy (por el martes) que los jugadores no habían hablado”. Declaraciones que sonaron a fantochada en el marco de un juego grotesco para ver quién se hacía más el distraído, si el entrevistado o los entrevistadores.

Pacto de silencio aparte, las modificaciones estarían al caer. Para los próximos compromisos de local seguramente se vendrán cambios tácticos, de nombres y de esquema. Una movida más atrevida en busca de seis puntos que no deberán pasar de largo. Sin embargo, se impone la pregunta del millón: ¿dará resultado? No hay demasiado para elegir y el trabajo tampoco ha dado el resultado esperado. Ahora, más que nunca, parece que todo depende de los once que entren a la cancha, de sus ganas de revertir este presente infausto, porque muchas alternativas ya no quedan. Pensar en otro cambio de técnico sería un grave error. Al fin y al cabo, si esto no lo soluciona Falcioni ¿quién podría hacerlo?


APOSTILLAS

¡Parole! ¡Parole! ¡Parole! Muy sentida la autocrítica del plantel, pero ¿cuándo piensan demostrar que jugando al fútbol son tan buenos como hablando para la platea?

Quedó pagando “La del medio” de la Red en la controversia post Jujuy. Con un cronista que parece miembro de la cd es difícil armar un análisis inteligente, profundo e interesante.

La más ofuscada fue la emisora afín a GL. Cualquier cosa menos pensar que estén complotando contra el “gobierno lercherista”. ¡Los correligionarios sean unidos!

Un aborto de la naturaleza. Aunque parezca mentira, el jefe de deportes de lt9 fue la voz más coherente dentro de tanto entredicho. Por una vez, la experiencia, le jugó a favor.

lunes, noviembre 06, 2006

Sin palabras


Quizá lo más significativo haya sido el silencio del final. Ni dirigentes, ni técnico, ni jugadores quisieron hablar al término del encuentro. Y quizá haya sido una postura acertada, porque ante los hechos consumados ¿qué se podría haber dicho? El mismo discurso de siempre hubiera sonado a disco rayado. Que hay que seguir trabajando, que fue un rival difícil en un cancha difícil, que las oportunidades estuvieron pero no se dio. Un cúmulo de palabras vacías que se ha escuchado hasta el hartazgo, mientras que a la hora de demostrar… nada por aquí, nada por allá. Entonces el silencio sienta bien. Basta de perorata políticamente correcta y a demostrar algo en la cancha, porque si no se viene la noche.

Transcurridos nueve partidos del ciclo JCF, una pregunta repica con insistencia en miles de cabezas colonistas: ¿qué le pasa a este equipo? Y la respuesta es sencilla: este equipo no tiene alma. Este Colón de Santa Fe adolece de esa fuerza interior que empuja aunque las capacidades sean limitadas y las circunstancias adversas. Este once rojinegro está en la lona y la única salvación es su gente. Sólo el apoyo incondicional de los simpatizantes sabaleros puede cambiar la historia.

Si del técnico se trata, podría decirse que, hasta el momento, no ha logrado encontrar un estilo futbolístico que identifique al conjunto del barrio Centenario. Para ser defensivo es endeble y para ser ofensivo es tibio, entonces el resultado es un combinado insulso que navega en las aguas de la intrascendencia. Conclusión, más tarde o más temprano, termina azotado por la realidad que le impone el rival. Y, como no podría ser de otra manera, las malas cosechas no vienen solas, ya se rumorean disconformidades, focos de conflicto en el seno del grupo, propios de los momentos difíciles y, si se quiere, entendibles en un conjunto tan ecléctico. Entre los veteranos que ya están de vuelta, las semillas que van surgiendo a los ponchazos y los esperpentos foráneos es difícil armar un modelo equilibrado que enfoque la mira en pos de un objetivo común.

De todas maneras, no vale la pena entrar en pánico. La mano viene difícil pero la confianza debe primar. Después de todo, lo importante está. La afición sangre y luto seguirá diciendo presente de aquí a la eternidad. Y lo que no ponga el equipo en la cancha, pues bajará de las tribunas para demostrar que se puede. Porque las rachas y los nombres pasan… pero el sentimiento por siempre queda.


APOSTILLAS

Otra vez un árbitro no vio lo obvio. Pero llorar un penal no cobrado no sirve. El énfasis de la protesta se debe canalizar por otro lado. Los fallos nunca se modifican. ¡Glup!

Fuertes intercambió insultos con la platea local afuera de la cancha y con el arquero rival adentro. ¿Ý si mejor deja su don de gente para otras ocasiones?

Quienes son tan afectos a los micrófonos esta vez no quisieron hablar. No hizo falta. Las caras fueron más elocuentes que mil palabras. ¡Oh! ¡Oh!

La prensa vernácula está ofendida. Los jugadores ignoraron a los medios santafesinos pero prestaron sus caripelas a la tv porteña. ¿Cuestión de peso?

sábado, noviembre 04, 2006

Colgados del cable


Se esperaba con mucha expectativa y defraudó. El anunciado programa oficial del Club Atlético Colón (Cable&Diario, lunes, 23.30 hs.) fue la triste muestra de un institucional sin contenido ni creatividad. Si bien resulta acertada la concepción de abrir un espacio destinado a difundir a la entidad como núcleo concentrador de actividades deportivas y sociales, con la expresión futbolística como estrella indiscutible, un producto como el presentado corre peligro de transformarse en un penoso desperdicio si se descuidan aspectos fundamentales a la hora de atraer televidentes. Es indudable que todo lo que tenga que ver con los sabaleros es convocante para su afición, pero para llegar al simpatizante hace falta una buena dosis de calidad que atraiga y despierte interés, de lo contrario la indiferencia será la respuesta.

Conducido por una conocida locutora del medio –quien derrocha simpatía pero para un formato de este tipo queda en offside–, este primer envío de media hora se dividió en tres bloques bien definidos. Primero: una apertura a cargo del encargado de prensa y una presentación de las instalaciones del club, a través de un recorrido cámara en mano tan deslucido como amateur. Segundo: la presencia de un invitado (para la ocasión inauguró Rubén Ramírez) a quien se agasajó con un compacto de imágenes bastante pobre, concluyendo con una placa sobreimpresa con detalles incompletos sobre su trayectoria. Tercero: un final, como no podía ser de otra manera, a cargo de GL, quien se despachó con su habitual discursillo melindroso e inconsistente. Cierre con un “body painting” de dudoso gusto.

La cuestión estética tampoco estuvo acertada. Una ambientación oscura, con un fondo negro extremadamente sombrío y unas incómodas banquetas que obligaron a posturas desaliñadas. Un previsible atuendo rojo y negro para la conductora y un desprolijo sport para RM y GL. Detalles todos que le restaron puntos a la visión estilística en su conjunto. Bien el minúsculo segmento de opinión, en esta oportunidad a cargo de periodista serio, acerca de la actualidad del primer equipo. La nota de color: una camiseta firmada por el invitado.

Como primer programa, merecería una calificación paupérrima. Aunque quizá, ese mismo hecho debería ser considerado un atenuante. Un debut casi nunca deja conformes a sus hacedores. Sin embargo, preocupa la ausencia de ideas. Ocupar aire, por el sólo hecho de tener presencia televisiva, no es sustentable. Hace falta mucho más. En fin… habrá que esperar mejoras, porque un club de primera merece un producto a su altura.


APOSTILLAS

No siempre la presencia femenina suma. ¿Y si prueban con algún personaje que sepa de qué se trata?

Nace un ídolo bien santafesino. Tito I, primoroso y con gracia. ¡Las luces de la fama ya lo han adoptado!

¡Eramos tan pobres! RM le obsequió, en cámara, a GL un vino tinto. No alcanzó para champán.

¡Adivina, adivinador! ¿Quiénes son los beneméritos auspiciantes del programa? Fieles colonistas, siempre presentes.

miércoles, noviembre 01, 2006

Pasión de multitudes


Desdramatizar el fútbol es un saludable ejercicio que permite aceptar, con absoluto conocimiento de causa, las reglas de un espectáculo que hace tiempo dejó de ser un deporte para transformarse en un negocio de pocos, que sobrevive a costa del sufrimiento de muchos. Y, por supuesto, no un negocio cualquiera, sino uno que mueve millones en un contexto donde la honestidad y la ética no son precisamente cualidades presentes a la hora de sentarse a la mesa de negociaciones.

Sabido es quién maneja los hilos del fútbol argentino y los intereses que se mueven a su alrededor, así como también quién se deja manejar y quienes siguen como rebaño nada inocente los designios del buen pastor de billetera rebosante. En este exclusivo paraíso vip, los aficionados son convidados de piedra. Son quienes, a pesar de llenar los escenarios y ponerles calor y color, representan sólo el último eslabón de la cadena del gran circo. En el mejor de los casos, cumplen con un mínimo aporte societario o simplemente con un persistente paso por las boleterías generales cada fin de semana. Así las cosas, está clarito que los adictos al fútbol son el sostén indiscutible de la parafernalia futbolera, ya que sin espectadores no existiría la función, pero están totalmente excluidos de los manejos que, para bien o para mal, definen el futuro de los clubes.

Desde la humilde posición de socio o simpatizante lo que queda es: participar, no permitir el libre uso y abuso de una condición transitoria, en el primer caso, y estar muy atento en el segundo. Algo así como saber separar la paja del trigo, que no resulte tan sencillo ser presa fácil de embaucadores vestidos con disfraz de dirigentes decentes. No dejarse subestimar por señores de agradable sonrisa, entrenados para decir lo que se quiere escuchar. Esa es la única forma de defensa del indefenso, aprender a decir que no al chantaje profesional; a rechazar la bandeja de dulces que con tanto gusto reparten estos personajes con el apoyo inestimable de cierta prensa complaciente y manipuladora.

Respecto de los medios, en especial los vernáculos, es público y notorio que callan, encubren y tamizan la realidad de cada día porque la verdad, cuando es desagradable, no vende; o porque corren el riesgo de perder apoyo publicitario; o porque temen dejar de recibir las “primicias” que salen de boca del mismo informante-dirigente que los utiliza según más le convenga. Las excepciones son escasas. En realidad, la gran mayoría, se mueve muy lejos de la idoneidad, responsabilidad y compromiso que la profesión y la opinión pública merecen. Por lo tanto, una sana costumbre, será tomar las cosas con calma, disfrutar –o padecer– cada fecha con pasión, pero tratando de evitar los fanatismos extremos que obnubilan el pensamiento. Y siempre con las luces encendidas, porque abrir la mente suele ser una práctica indolora. ¿O no?


APOSTILLAS

Los cráneos del pasquinejo local no aciertan una con el castellano, menos con el inglés: ¿“merchandaising”? ¡Marche un mataburros bilingüe!

El mundo del revés. ¿El monje negro presentando en la asociación madre un proyecto intitulado “Código de ética”? ¡Naaaaaa! ¡No jodás!

Todavía no se hizo efectivo el pago de la multa por la inclusión de Barrado en encuentro ya disputado. ¿Se cumplirá alguna vez con los compromisos asumidos?

¡Era hora! Llegaron los psicólogos. Todavía no fueron presentados oficialmente pero ya tienen la agenda sobrecargada. ¡A gastar el diván, se ha dicho!