domingo, noviembre 22, 2009

Sueño de barrilete

Temporada de vientos. Locura de cometas. Por su sencillez, es el juego que más inspira a la niñez empobrecida e iguala a la diversidad en competencia. Hasta los más pomposos pueden ser superados por uno humilde y artesanalmente armado, siempre y cuando el guía resulte diestro en el entretenido menester. Si la corriente impulsora es favorable y el guía astuto, el pintoresco objeto volador es capaz de alcanzar con facilidad las alturas, mantener por un determinado tiempo su estabilidad y hasta dibujar acrobáticas piruetas en el aire. La diversión se acaba cuando las ráfagas acusan cansancio y dejan de resoplar, provocando la caída en tirabuzón del intrépido planeador que se atrevió a acariciar las nubes y rasguñar el cielo.

La experiencia de Colón, encarnada por sus más dúctiles y veteranos exponentes, no tuvo otra que resignarse ante el vendaval de juventud que lo dejó inerte, tirado en la lona con tres certeros golpes que impactaron de lleno en su mandíbula derecha. Tres bofetadas que aporrearon las ilusiones del campeonato cuando más eufóricos se mostraron sus protagonistas. Con el objetivo primigenio casi en el bolsillo, la realidad les abrió una puerta para tirarse al título, la misma que el viernes por la noche lo depositó de golpe en la tierra y le dejó bien en claro que para asirse a las hazañas hace falta algo más que una declamación de buena voluntad. Las aspiraciones se demuestran en la cancha y al negro el saco le quedó grande.

Al momento de las explicaciones, tampoco consiguió disimular su incomodidad el principal impulsor de la movida triunfalista, a quien definitivamente no le sientan bien las derrotas. Argumentar que el resultado fue justo y acto seguido plantear que cinco jugadores salieron a la cancha en desventaja física, no sólo pareció un falso pretexto –aunque antes haya intentado atajarse con que no era su intención apelar a la excusa– sino una incoherencia de su parte. En especial cuando suele jactarse de que el recambio en el plantel está a la altura de los titulares debido a su motivadora influencia, incluidos los pibes de inferiores que su sagaz mano promovió. ¿Será por eso que se molestó cuando un desubicado metió el dedo en la llaga?


APOSTILLAS


Cara de piedra. Es de público conocimiento el reclamo que impulsa el anterior plantel de básquet por el cobro de una deuda de ciento veinte mil pesos. Enviadas las correspondientes cartas documento, la respuesta no se hizo esperar. La cd rechazó la intimación legal, desconoció la deuda y hasta negó que los demandantes hayan defendido alguna vez los colores de la institución. El tema seguirá en estrados judiciales.

Pasados como postes. “Se vio mucha diferencia física; no estamos preparados para esta seguidilla”, señaló el dt. Sería bueno revisar el tema con el pf porque próximamente el plantel deberá afrontar dos competencias al mismo tiempo. Indudablemente el alto promedio de edad de la formación titular influye, por lo tanto habrá que corregir ciertas cuestiones si la pretensión es no tirar por la borda lo conseguido hasta el momento.

Información exclusiva. Montando una parodia digna de un mediocre culebrón centroamericano, el chupalerche primero intercambió data al aire con el chupalerche segundo. Según manejan estos personajes encastrados en los cueros de la cd es posible que se produzca la repatriación de dos baluartes sabaleros. ¿El artillero de Margarita? “Ganas no le faltarían”. ¿El entrañable cinco? “Difícil, pero no imposible”. Añoralgias.

Elogiador diplomado. Composición tema: la crítica. “Los periodistas deportivos santafesinos hacemos muy buen periodismo, no somos chupamedias de nadie”, dijo quien alguna vez, en un ataque de sincericidio agudo, se jactó públicamente de callarse muchas cosas. Estos vomitivos personajes, deformadores de opinión, sólo pueden adjudicarse la responsabilidad que les cabe como fieles exponentes de la mediocridad general. Puajjj.