domingo, octubre 14, 2007

En caída libre


Empezaron con lluvia, continuaron con lluvia y terminaron con el agua al cuello. Y lo que es peor, el dt está sumergido en océanos de duda. Insistir con Ramírez es sólo una pequeña muestra de que se le están agotando las ideas. Si bien al principio no se cuestionaba la capacidad del entrenador, a esta altura del torneo los resultados parecen evidenciar otra cosa. Porque resulta relativamente fácil conducir un plantel de grandes nombres y con muchas posibilidades de recambio; la mano de un buen técnico se ve cuando logra conformar un verdadero equipo con material de escasa brillantez, sin olvidar la cuota de ambición individual que también debe ser incentivada desde arriba.

Lo cierto es que en Colón la orfandad de objetivos es demasiado evidente, a pesar de los discursos que caminan en sentido contrario. Si hasta parece que esas pobres humanidades, que deambulan con tan poca convicción por el verde césped, esperan la pitada final a los quince minutos de iniciado el encuentro. ¿No hay razones por qué jugar? ¿Perdieron la confianza en sí mismos? Seguramente no podrán argumentar que no entienden la propuesta futbolística de LA, porque la mayoría siente el fútbol de la misma manera que el conductor rojinegro. ¿Falta temperamento? Afirmativo. ¿Falta estímulo? Afirmativo. ¿Falta compromiso? Afirmativo. En fin, la lista de carencias es larga.

El resto de los afiliados a Afa, que ocupan un lugar en primera, siempre encuentran un motivo para pelear cada partido. Los más poderosos buscan campeonatos; los menos, anhelan conservar la categoría; de los abonados al medio de la tabla, el sabalé es el que más inseguridad demuestra a la hora de definir propósitos y el que menos disposición exhibe para superar los obstáculos, sean quienes sean los protagonistas. ¿Será un mal congénito? ¿Estará condenado a quedar invariablemente en deuda con su afición? Por lo pronto, esta temporada vuelve a tener aroma a fiasco. Serán importantes los próximos días para repensar actitudes, esa condición que siempre salva las papas cuando lo otro brilla por su ausencia.


APOSTILLAS

Volveré y seré millones. El innombrable reaparece ante el micrófono –siempre el mismo, claro– cuando el incendio se torna incontrolable. Como muchos argumentos no tiene, siempre hace hincapié en la "austeridad" de su gestión. ¿Será que hoy se dilapidan los billetes?

Se le chispoteó. El de la sotana roja está gastando teclas a lo loco. Ahora que blanqueó su enfrentamiento con el vice primero no para de opinar. Pero decir que "ignorar la realidad (…) sería taparse las manos con los ojos", sonó algo raro. ¿Alguien habrá hecho la prueba?

Celular apagado. "Da lástima ver a Colón; jugando así es un equipo de descenso", dijo el jefe de deportes de la nueve en su enfervorizado comentario final. A esta altura ya estará arrepentido. El lunes, de acuerdo a los insultos recibidos, seguro cambiará la dura sentencia.

Patinando por un sueño. Los errores de Ramírez, adelante, y Fernández, atrás, siguen definiendo partidos a favor de los adversarios. ¿Hasta cuándo habrá que padecer a estos esperpentos vistiendo la sangre y luto? ¿Cuánto costará eliminarlos de la faz de la tierra?