viernes, noviembre 30, 2007

Zona liberada


El poder absoluto tiene dos caras. Una vez acalladas las voces cuestionadoras, el camino quedó libre de obstáculos para que el "biondo gnocchi" imponga sin restricciones su estilo yoico exacerbado. Por fin se le dio el escenario más ansiado. Hoy, la posibilidad del "gobierno" unipersonal es un hecho. Sin embargo, siempre late el lado oscuro. Así como se jacta –hasta la saturación, cada vez que le acercan un micrófono– de lo hecho (¿?), a partir de la exterminación de las vicepresidencias, él será el único responsable de lo que vendrá. Y en ese sentido, hay que tener presente que el fracaso es un estigma que lo persigue desde hace tiempo y que, en cierta forma, ya determinó su futuro como dirigente a todo nivel.

En concordancia con la línea impuesta por el presidente, hace un par de semanas el renunciante-arrepentido vice segundo recorrió todos –pero todos– los programas radiales para proclamar su paso al costado como "un aporte a la coherencia" y para jurar y perjurar que volvía a su rol de hincha. Pues el gesto le duró menos que un suspiro. Al día siguiente de tan encendida despedida, se dio vuelta como un panqueque y decidió seguir poniéndole el hombro al club desde su puestito en la subcomisión de fútbol. ¿Y la mencionada coherencia? Quedó sólo en la intención. Las explicaciones posteriores, por supuesto, intentaron infructuosamente, justificar lo injustificable. Con esta clase dirigencial no es extraño que Colón esté como está.


De este nuevo bochorno institucional, quedaron algunos puntos para resaltar. Sabido es que en ecuménica reunión de cd se resolvió la separación (¡ojota! no expulsión) del vice tercero. Lo llamativo fue que mientras uno centró sus cuestionamientos exclusivamente en la gestión, tanto GL como JD hicieron uso de los medios para descalificar al disidente, a quien, además de acusarlo de hacer "payasadas" y decir "boludeces", lo tildaron de "incoherente", "esquizofrénico" e "irracional". Considerando lo que ha sido esta conducción no sorprende que la falta de fundamentos sólidos para defender una postura desemboque en ataques personales que dejan en evidencia bajezas variopintas. Otro atropello a la razón.



APOSTILLAS


Pequeño bestiario ilustrado I. "Se ha pagado un alto precio a la inexperiencia; hoy hay que tener una capacidad casi profesional para manejar un club de fútbol" (JD). ¡Germancito, atajá este centrito!



Pequeño bestiario ilustrado II: "No está en mí poder cambiar ciertas cosas; a mí me gusta la mano firme en el timón y hoy no hay
direccionamiento" (JD). ¡Otro que extraña el estilo del innombrable!



Pequeño bestiario ilustrado III: "He tenido una paz interior para bancarme un montón de cosas, ante esta situación dejo de bancármela por el bien de los colonistas" (GL). ¡El sacrificio es conmovedor!



Pequeño bestiario ilustrado IV. "La mayor inexperiencia que cometí fue en la convocatoria de determinadas personas para el armado de la lista" (GL). ¡Para la próxima postulación, se prescindirá de la corte!

lunes, noviembre 26, 2007

Experiencia religiosa


Un hito es un hecho importante que constituye un punto de referencia. Un hito histórico es un acontecimiento clave y fundamental que perdurará en la vida de algo o alguien hasta el fin de los días. Esta introducción vale para entender el significado del triunfo de Colón el pasado sábado. El conjunto sabalero, que durante las últimas temporadas ha mostrado una imagen devaluada y sin ambición, puede sentirse satisfecho de haber escrito en los anales de la institución una nueva página para el recuerdo. A la hora del balance, cuando finalice este torneo, y a pesar de la magra cantidad de puntos cosechados, los rojinegros exhibirán con orgullo el crédito de haber derrotado a los dos equipos más poderosos del fútbol argentino.

Sin embargo, analizar los porqués no es tan sencillo. Es indudable que enfrentar a determinados rivales, motiva más de la cuenta. La posibilidad de ser el centro de atención de millones, sacude las fibras íntimas de cualquiera; mostrarse y sentirse en la cima, aunque sea por un momento, despierta ansias aletargadas. Una gran atajada, una jugada vistosa, un gol de impecable factura, cobran una dimensión extraordinaria cuando todas las miradas están puestas en el otro. Sin duda, la posibilidad de hacer olvidar los laureles de un grande, es una tentación imposible de ignorar. Por otra parte, saber aprovechar el mal momento del adversario es clara señal de inteligencia. Lo lamentable es la excepcionalidad de la gesta.

Ahora faltan los dos últimos trancos. Una buena cosecha podría revertir, en alguna medida, la sensación de frustración que acongoja a los colonistas. Un par de buenos resultados, nada imposible de conseguir si se mantiene la actitud y el rendimiento puestos de manifiesto en la decimoséptima fecha, serían un digno cierre que encendería una luz de esperanza de cara al futuro; tanto como para aguardar con renovada expectativa que de una buena vez se alcancen logros importantes. La entidad del barrio Centenario necesita festejar mucho más que un resultado, necesita engalanar sus vitrinas con el lozano brillo de una distinción memorable. Su afición merece una recompensa que guarde en el arcón del olvido las continuas decepciones.


APOSTILLAS

Las dos caras de la moneda. Mientras en Baires los titulares destacaron la cruel derrota, en SF no alcanzaron ni el aire ni la tinta para derrochar tanto halago. A los medios vernáculos les quedó chico el diccionario de adjetivos para calificar la victoria sabalera. ¡Desenfreno verbal!

Absorbiendo calcetines. Semejante resultado le dio pie al pasquinejo local para desplegar toda su empalagosa artillería a favor de la dirigencia. El "biondo gnocchi" y su trouppe fueron merecedores de destacado recuadro en página central. ¡Los obsecuentes siguen marchando!

Con el corazón mirando al sur. Para el entrenador pudo más el amor por la camiseta que la alegría del triunfo. Llamó la atención el gesto desganado que recibió Totono cuando corrió a saludar al banco. La palmada en la espalda que le obsequió el dt no convenció a nadie. ¡Ufa!

Al César lo que es del César. Por fin se destapó la estrellita venezolana. Es de esperar que su talento encuentre campo fértil para desarrollarse al máximo. Una alternativa de creación puede darle al equipo mayores posibilidades ofensivas. ¡Mientras no sea un espejismo!

lunes, noviembre 12, 2007

Inconsciente colectivo


Ante una situación de necesidad, no sacar provecho de la debilidad de un grande es lisa y llanamente un pecado capital. Haber desperdiciado la oportunidad de sumar tres puntos, de local, frente a un rival tibio y sin ideas, demuestra la realidad de este devaluado equipo que cada fecha lucha contra sus propias limitaciones. A esta altura del torneo, parece que ya no queda resto anímico para contrarrestar la anemia futbolística que viene padeciendo el plantel desde el inicio del campeonato; porque aunque se haya demostrando una producción interesante en las primeras contiendas, siempre faltó el toque final que redondea las buenas actuaciones, un detalle fundamental a la hora de sacar conclusiones.

No es novedad que a Colón le falta un jugador de peso en el área y quizás sea en este punto donde podrían comenzar los reproches al cuerpo técnico. Los delanteros con que cuenta el team sabalero son los que quiso el entrenador, según sus propios dichos (el goleador del futuro campeón, es un tema aparte); sin embargo, ninguno rindió en la medida esperada. Tampoco se ha podido apreciar que el esquema táctico intente compensar los desequilibrios funcionales, otra cuestión de exclusiva responsabilidad del entrenador. Entonces no extraña que la consecuencia, a tres encuentros del final, sea este híbrido rojinegro que necesitará de muchas modificaciones si aspira a cambiar de cara al futuro.

Para el último tramo no se esperan sorpresas. Ni el aficionado más delirante puede hoy imaginar que se avecinen goleadas. Así las cosas, habrá que armarse de paciencia y esperar que los próximos resultados no propicien la renuncia de la pyme conductora. Sería el acabose total que esta comisión se vea en la disyuntiva de tomar decisiones fundamentales con los antecedentes que ha sabido conseguir. Probablemente lo único bueno que deje esta gestión sea el haber despertado el interés por la participación. Luego de este fiasco dirigencial, se supone que los socios habrán aprendido la lección. Un acto eleccionario es mucho más que un paseo de domingo. Es una obligación que implica compromiso y responsabilidad.


APOSTILLAS

Desorientados. En el pasquinejo local sigue la confusión. Al secretario de actas e información pública le cambiaron el cargo; según la "redacción" ahora es jefe de prensa y relaciones humanas. Para desinformarse, nada mejor que leer el vespertino vernáculo.

Mentiras verdaderas. Mientras la dirigencia sostiene que el pase de Grisales le costó a Colón la módica suma de 150.000 dólares, la otra campana afirma que el club del barrio Centenario adeuda algunas cuotas de la transacción. ¿Qué versión será la más confiable?

Lazos de sangre. Ha abierto sus puertas el nuevo espacio gastronómico de la institución. En "bRazas negras" se podrá degustar un menú autóctono al cobijo de las prestigiosas páginas del pasquinejo local. La obsecuencia consuetudinaria rinde mejor que la soja.

Porca miseria. ¡Atención! ¡Atención! ¿Se viene otro aumento de la cuota societaria? Las exageradas quejas de la cd por el incremento de los adicionales para la policía dejaron entrever un nuevo golpe a los bolsillos colonistas. ¿Dónde hay un mango?

lunes, noviembre 05, 2007

Historia repetida


El partido del sábado pudo haber sido un punto de inflexión, la inyección anímica que Colón necesitaba –y necesita– para encarar el tramo final del torneo, la parte más difícil si se tienen en cuenta los rivales que deberá enfrentar. Sin embargo, el empate tuvo el amargo sabor de la frustración. Los rostros del final no dejaron lugar a dudas. Principalmente porque, una vez planteado el partido, el sabalero tomó conciencia de que el triunfo no era una utopía. Sin dudas, y dentro de las limitaciones de ambos contendientes, los muchachos de LA demostraron ser futbolísticamente superiores. Lo cierto es que el "pero" que aparece con tanta asiduidad en la historia reciente del rojinegro, cuando se intenta analizar el rendimiento del conjunto, tuvo –y tiene– que ver con la carencia de eso que algunos llaman "fuego sagrado".


Eso que el adversario sacó a relucir en los últimos minutos del encuentro fue lo que le faltó al negro para defender el resultado. Quizá la quimera sea pedirles a estos jugadores precisamente eso que tiene que ver con el sentimiento por la camiseta. Algunos pueden responsabilizar al entrenador, otros a Romero o a Blázquez, o ver fantasmas donde no los hay; en definitiva, lo único verdadero es que este equipo no siente los colores sangre y luto. No tiene la fortaleza de espíritu que insufla la pasión por el escudo que se lleva en el pecho. La ley de las compensaciones dice que cuando falta habilidad puede haber picardía, y viceversa, cuando falta técnica puede haber táctica, y viceversa; cuando nada de lo anterior aparece siempre queda la garra y el corazón. Sin alguna de estas condiciones, prevalece la nada total.


Será duro enfrentar lo que viene con semejante panorama. Para el futuro habrá que repensar en una reestructuración institucional de base si se quiere abandonar, de una vez por todas, la mediocridad que ha estigmatizado el destino del club en los últimos tiempos. Socios, y simpatizantes en general, deberán tomar conciencia de que una entidad deportiva se construye con acciones y no con palabras, con compromiso y no con indiferencia, con trabajo desinteresado y no con actitudes personalistas. Respecto de lo inmediato, una sola cuestión está clara: Colón necesita de su gente. El único interrogante que surge pasa por saber si la afición apoyará con su presencia al team del barrio Centenario, ya que los últimos partidos no contaron con la convocatoria esperada. Otro signo más de un presente desalentador.



APOSTILLAS


Concurso. Será acreedor de un manojo de césped del Brigadier quien contabilice con precisión suiza la cantidad de "digamos" que pronuncia el notero de la del medio cada vez que ilustra a los sufridos oyentes con su soporífero informe. ¿Y si prueba con otro latiguillo?


Demagogia pura. El pasquinejo local, fiel a su estilo, nunca olvida quedar bien con los simpatizantes colonistas. El recuadro "Incondicionales" es un claro reflejo del periodismo rastrero que le gusta practicar al jefe de deportes y sus discípulos. ¡Mamita… qué cruz!


Sin vergüenza. Quienes en la previa firmaban el empate, y quienes se consolaron después con el resultado final, forman parte de la caterva de mediocres que, en todos los ámbitos, pulula en SF. Cuando las mentalidades cambien, probablemente haya alguna esperanza. Si no…


Con perfume francés. Quedó conformada la nueva subcomisión de fútbol. No hay demasiadas expectativas de que los cráneos incorporados, a total gusto presidencial, hagan algún aporte constructivo. Lo único seguro es que este grupete tendrá mejor aroma que el anterior.