domingo, septiembre 30, 2007

Perdiendo el control


Cuando el árbitro pitó el final del partido, el primero que suspiró aliviado fue el dt rojinegro. Los cambios en los últimos minutos, típico artilugio de entrenadores temerosos, dejaron traslucir una faceta desconocida de LA, porque una cosa es la pícara estrategia de hacer tiempo apelando al sale y entra para cuidar un resultado más o menos favorable afuera y otra diferente es hacerlo de local cuando el julepeado debería ser el visitante. Más allá de las ausencias por lesión, que han sido en gran parte el motivo del bajón, el técnico ayer se equivocó, y por partida doble. La posición de Totono fue un error, y el no haberla modificado durante el encuentro, otro. Confinar al habilidoso a un estado vegetativo resulta inentendible.

Quizás valga destacar el “mea culpa” del conductor sabalero y la sinceridad con que sentenció “hemos perdido el rumbo” y “tuve miedo de perderlo”. Quizás esta experiencia lo haya vuelto a la realidad de un Colón que está lejos de considerarse aspirante a los primeros puestos. Respecto de los protagonistas, se rescata el voluntarismo de Pirulo, quien no ceja en su empeño de empujar al equipo hacia delante. El resto navegó en las aguas de la intrascendencia. Una defensa dubitativa; un Grisales incómodo; un Teté perdido, sin recuperación de pelota e impreciso en los pases; un Centurión más movedizo pero sin aporte ofensivo; un Rulo ofreciendo sólo chispazos y un par de atacantes desaprovechados.

Y el descontrol que se vivió dentro del campo de juego también pudo apreciarse fuera. Al parecer, en la zona de palcos está prohibido cuestionar los manejos dirigenciales y mucho más con una cámara delante. Desagradable situación tuvo que padecer dúo opositor cuando “personal de seguridad” del estadio intentó impedir una nota con argumentos infantiloides. Una muestra más de las tantas “restricciones” que esta comisión ha impuesto con el único objetivo de que no quede en evidencia lo que intenta ser norma en el seno de la institución: el ocultamiento. Y ni hablar del triste papel que juega el periodismo vernáculo, que sin ponerse colorado termina pidiendo disculpas por ejercer la profesión.


APOSTILLAS

Cierra boca. Como ya ocurriera con su vaticinio sobre el ex nueve, GL tiró otra grandilocuente definición y quemó al sindicado. Desde que reprodujo sentencia de fiestero dt elogiando las aptitudes de Totono, el colombiano se vino abajo. ¡Toing!

En construcción. Hace tiempo que se viene anunciando la salida de la web institucional y nada. Llegado el caso ¿se publicará el estatuto del club, tal y como lo hacen los clubes de primera? ¿O seguirá cotizando a $25 en el mercado (negro) oficial?

El bolsillo ante todo. Los paladines del periodismo rastrero local responden a los mandos naturales. No importa que su notero haya padecido un momento de incomodidad. La consigna es defender a la dirigencia proveedora. ¡Viva la currofiesta del deporte!

De no creer. El jefe de deportes de la nueve no aceptó las cortitas explicaciones que ensayó el notero de turno respecto del incidente ocurrido en los palcos. Por una vez defendió la esencia de la profesión sin importar el qué dirán. Para marcar en el calendario.