jueves, octubre 28, 2010

Declaración de guerra


Irrumpió en el campo de batalla y tiró con munición gruesa. Se sintió “difamado” y salió a defender su gestión. Y fue hasta el fondo. Se animó a plantear públicamente lo que muchos colonistas aseguran por lo bajo. “A mí no me cambió la vida Colón (…) algunas personas dieron un salto en la vida, que si hubiesen seguido con su actividad privada tal vez no lo hubieran dado”, disparó, invitando a la réplica, que no se hizo esperar. Llegó de la mano del impresentable vice, quien totalmente descontrolado, y ofreciendo una penosa imagen, lanzó patadas al aire como tratando de acabar con el fantasma que atormenta su existencia. Quedó claro que cada aparición mediática suya, deja a la falsa pertenencia tambaleando sobre sus propios cimientos.

La respuesta a “una persona que quizá el paso de los años le está haciendo daño”, incluyó calificaciones tales como “chimentera de barrio”, “mal intencionado”, “falso colonista” e “hipócrita”, entre otras. También lo invitó a que “actúe como un hombre que tiene lo que hay que tener y vaya a la justicia”. Recalcó que “estos son tiempos nuevos, estamos dejando atrás el Colón del pasado, la época del desprestigio, de los procesamientos, de los allanamientos”. Cuando le pidieron un semblante del ex dijo: “Fue un presidente que ha hecho cosas, pero todo lo que ha hecho lo está perdiendo por esa inconsistencia verbal (reconstrasic) que tiene y por agredir y dañar a los dirigentes”. En todo momento, insistió en mimetizarse con la institución: “Nosotros somos Colón”.

Para variar, no faltaron las contradicciones. Si bien enfatizó, como artificioso latiguillo de campaña, que “el club es de los socios”, confirmó que la nota presentada, pidiendo explicaciones, no recibirá contestación. “Es un error garrafal, me alarma que en doce años no haya respetado el estatuto, ni aprendido el estatuto (…) se pasaba el estatuto por allá abajo”, vociferó fuera de sí, justificando el ninguneo. Para finalizar, aclaró que tanto él como el primer mandatario residen en los mismos lugares de siempre. “Antes de decir pavadas, que averigüe, y si duda, que vaya a la justicia, lo vamos a estar esperando”, desafió, al borde del colapso. La construcción que tenga en mente el arco opositor ya sabe a qué se enfrenta. ¿Será capaz de actuar con inteligencia?

lunes, octubre 25, 2010

Un toque de distinción

Los antecedentes no presagiaban un resultado favorable. En la previa, las apuestas corrieron hacia el lado de la resignación, avaladas por diez años de infortunio. Sin embargo, el equipo fue capaz de torcer la historia con una cuota de calidad. No tanto como para embriagar de lujos a la afición que acompañó, pero sí con mucho de voluntad y sacrificio. Al parecer, la muchachada está enviando mensajes de recuperación luego de haber tocado fondo al compás de una goleada histórica. Acarreando problemas de lesiones y con la novedad de un protagonista que se plantó y le dijo “no” a la posibilidad de jugar en un puesto que no siente, el sabalé comenzó su camino hacia los veinticinco puntos con los que pretende cerrar el torneo.

Todavía es prematuro para hablar de una versión a imagen y semejanza del nuevo entrenador, porque, entre otras cosas, es una incógnita –más allá de lo que pueda declarar para la tribuna–, el estilo que pretende imprimirle al conjunto, pero en los números se va perfilando. Para destacar, la actuación del enganche, quien mostró destellos de la magia con la que supo conquistar tierras trasandinas. Aunque, si bien supo ser desequilibrante en un partido propicio, no habría que entusiasmarse demasiado con una seguidilla de actuaciones sobresalientes; la tendencia a excederse en firuletes y cañitos, e inclusive a desaparecer por momentos del match, indica que su rendimiento tendrá tantas subas como bajas en un medio generalmente hostil.

En cuanto a lo que el viento no se llevó, sería saludable que alguien se dignara a dar explicaciones públicas. El técnico, cuestionando la preparación física del plantel; el goleador histórico, deslizando que el grupo fue mal armado; pibes del club relegados injustamente y el parodismo rastrero y cómplice mirando hacia otro lado; son apenas una muestra del fracaso que aún nadie asumió. Esta etapa no es una más, es la que marcará el destino de la falsa pertenencia; si alcanza el objetivo de mínima –replanteado por causa de fuerza mayor–, la dirigencia y sus esbirros –gracias a las providencias que ya han tomado– seguirán mamando de la ubre colonista. Sólo una avanzada opositora –despojada de nocivos egos– podría torcer el rumbo.


APOSTILLAS

Pescador de hombres. Ante un panorama gris en lo económico, el excelentísimo señor presidente ya tiene planificada la estrategia. Las obras, que según la web oficial, “avanzan a buen ritmo”, corren el riesgo de quedar inconclusas si no se consigue el financiamiento necesario. De todas maneras seguirán los anuncios en busca de incautos. Atenti con los faroles.

Bozal ilegal. Según manifestó al aire el hemisferio pensante de la dupla que anima los mediodías asoleados, el goleador histórico le tiene prohibido al plantel hablar con la del medio. Y pensar que alguien, alguna vez, injustamente, lo tildó de “líder negativo”. El sólo habla, y permite que el resto hable, con el parodismo rastrero que le rinde pleitesía. Críticos abstenerse.

Vade retro. El presidente de la entidad anfitriona le dio el pié que andaba buscando. “Nosotros tardamos quince años para que el proceso empiece a dar sus frutos”, señaló. De ahí en más, la repetición exasperante, cual nefasto método de convencimiento, no tardó en llegar. “¡Quince años! ¡Quince años!”, comenzó a replicar casi en un grito. ¿Le habrán ofrecido un sobre extra por cada año adicional?

Información silenciada. La revolución de inferiores no está atravesando un buen momento. En 12 partidos disputados, la reserva lleva ganados 2, empatados 4 y perdidos 6. Con 10 puntos en su haber, ostenta el último puesto en la tabla de posiciones del torneo, según reza la página oficial de la entidad madre. ¿Qué explicación tendrá al respecto el eficiente director ejecutivo del fútbol neonato-infanto-juvenil?

jueves, octubre 21, 2010

Cada cual atiende su juego


Algunos tendrían que hacer un curso para aprender a armar una operación de prensa y no morir en el intento. Usar al abogado colombiano del enganche procesado por evasión tributaria para salpicar la figura de quien hiciera las veces de “apoderado” del ausente en el tema en cuestión no sería mala idea, siempre y cuando fuera llevada a cabo por sujetos inteligentes. En cuatro años, su cliente no fue anoticiado del avance de la causa; sin embargo, se adhirió a una moratoria y dejó de pagar. En lo inmediato, tiene previsto designar como encargado del asunto al representante legal de quienes, a expreso pedido del jugador, procurará llevar a la justicia por incumplimiento de contrato. Cuanto más intentan, peor les sale.

Por otro lado, pudo saberse que el innombrable presentó un pedido de informes bajo amenaza de iniciar, en los próximos días, un raíd mediático si no recibe respuesta. Pues a preparase, porque esta comisión no acostumbra a dar explicaciones a los socios. Llama la atención semejante movida, cuando hace unos días negó cualquier tipo de participación en las próximas elecciones. De todas maneras, sabe que su nombre pesa y que cada aparición suya hace temblar a la actual dirigencia. Debería dejar de lado los rodeos y decidirse de una vez a apoyar una lista de unidad que aglutine a los principales referentes de la oposición. De lo contrario habrá que pensar en cuatro años más de falsa pertenencia.

Para cerrar la semana, una prueba irrefutable de que la justicia existe. Apareció la columna del excelentísimo señor presidente en el pasquinejo vernáculo. La estrategia de llegar a todos los colonistas a través de un medio masivo de comunicación, evitando la intermediación del parodismo que él considera inepto, es otra aguda muestra de la decisión con la que aspira a encarar su promisorio futuro. Mientras muchos comienzan a preguntarse cuánto le costará a la entidad el capricho del primer mandatario, otros se frotan las manos apostando a que la saturación provoque un indeseable efecto búmeran. Es alta la probabilidad de que los votos que estima sumar le vuelvan en forma de repudio generalizado.

lunes, octubre 18, 2010

Mal de muchos

La afición se fue conforme. Un empate, después de la vergonzosa goleada, frente al puntero, no es para despreciar. Sin embargo, una vez estabilizadas las pulsaciones, y ya inmersa en la frialdad del análisis posterior, una sensación de inquietud, con vistas al futuro, sobrevoló la observación generalizada. Los veinticinco puntos que pretende sumar la dirigencia, para negar un nuevo fracaso, pueden ser factibles en los cálculos forzados pero no en el ánimo de la masa colonista que siente estafada su confianza. Este torneo se vendió con demasiada parafernalia triunfalista como para alentar, a la hora del quebranto de ilusiones, el consuelo de una campaña aceptable. Cuanto más profundo es el corte, más cuesta cicatrizar la herida.

Si algo queda para destacar, además del resultado, es la voluntad del grupo, que intentó en todo momento demostrarle a su gente disposición para revertir este momento. Es cierto que algunos no están a la altura –señal inequívoca de que algo no se hizo bien–, que otros atraviesan un bajón en su rendimiento –una preocupación extra para el entrenador– y que para finalizar el torneo lejos de los últimos puestos hace falta trabajo, pero no habría que olvidar que este presente es consecuencia de la política que se quiso vender como excepcional en todos los frentes. Nada es producto de la casualidad. Todo tiene una génesis y sus correspondientes derivaciones. La cháchara ocupa mucho espacio, pero los hechos son contundentes.

Quedan ocho fechas y el torneo, aunque el excelentísimo señor presidente diga que “no están ni agotadas ni terminadas las expectativas”, está perdido. Pero no como uno más, está perdido en el contexto de una campaña para la cual se invirtió muchísimo dinero, en cuerpo técnico, en jugadores de supuesta jerarquía y en toda la parafernalia que inventó la falsa pertenencia para perpetuarse en la conducción de la entidad, tal como la engañosa revolución de inferiores; los convenios absurdos, como el firmado con la institución de la cuenca lechera; los indemostrables programas sociales para competir con el poder político de turno en busca de un rédito específico; y las artificiosas campañas solidarias que quedan en el enunciado impactante y terminan en la nada. El cambio, como siempre, está en manos de los socios.


APOSTILLAS

Yira yira. El primer mandatario anda desesperado buscando billetes frescos para continuar con las obras en el estadio. Al parecer el don cerró un tantito el grifo por lo que está abocado a repartir palos a nivel local sin encontrar eco. “Estoy dando una batalla bastante solo (…) el estado se tiene que involucrar más en recursos”, lloriqueó. Cuando la suerte que es grela…

Metiendo presión. Una vez finalizado el partido, un veterano dirigente se dedica a recorrer las cabinas, según dice, “para saludar”. Llama la atención que lo haga en medio de los comentarios finales, momento en que los parodistas vernáculos necesitan concentración para decir algo coherente. Más que una visita de cortesía parece una marcación hombre a hombre.

Poniendo el hombro. El goleador histórico pierde el pelo pero no las mañas. Sabe que el equipo lo necesita, entonces pone a disposición toda su andanada de artilugios en favor del resultado. Así como cualquier parte de su anatomía está al servicio del gol, sus declaraciones están al servicio de lo que muchos quieren escuchar. ¿El “fair play”? Bien, gracias, de nada.

Dedicatoria exclusiva. En su comentario final, el hemisferio pensante de la dupla que anima los mediodías asoleados se acordó de los chupalerches que todo lo justifican. “No comencemos a tocar la mandolina de que Colón tiene un buen plantel”, regurgitó, tratando de no caer en el conformismo generalizado. “Yo no soy blandengue”, disparó. Al que le quepa el sayo…

viernes, octubre 15, 2010

Palabra mayor


Para olvidar rápidamente la vergüenza del seis a cero del fin de semana pasado, nada mejor que repasar los conceptos más jugosos del monólogo que brindó, por espacio de una hora, el excelentísimo señor presidente en las mañanas obsecuentes y que el pasquinejo vernáculo cercenó en demasía, privando a los lectores de ahondar en las profundidades del preclaro pensamiento de un prócer contemporáneo. En primera instancia, y como síntesis de su periplo acompañando a la selección nacional, expresó su alegría – “me pone contento”, dijo– porque los nipones no conocen el nombre del presidente argentino pero sí saben quiénes son los dos mejores jugadores de todos los tiempos de la celeste y blanca. ¡Un sentimiento mundial!

Respecto del nimio detalle que el goleador histórico tiene pendiente con la justicia, en función de rescatar su figura en medio del trance que le toca vivir, esforzándose por despegarlo del hecho en cuestión y tratando de llegar hasta la fibra más íntima de la afición, señaló, a modo de metáfora: “Yo sería el primero que le pediría a los hinchas, y seguramente estarían atrás todos, que juntemos fondos para solucionarle el problema impositivo a Fuertes, y todos estarían juntando más plata para él que para la institución; él que es ídolo del club, y que hoy hay que rescatarlo, reivindicarlo y apoyarlo y hay que hacerle corregir los errores que le hicieron hacer, no que hizo de motu propio”. ¡Conmovedor! ¡Hasta las lágrimas!

En tanto, no dejó pasar la oportunidad para tirarle con munición gruesa al innombrable, desligando a los demás ex dirigentes involucrados en el proceso judicial –posibles votos, en diciembre– y destrozando la imagen de quien podría restarle muchos sufragios si llegara a bendecir a una lista opositora en las próximas elecciones. “Está bueno que alguien [él, por supuesto] lo titularice [recontrasic], o lo diga; esto [los procesamientos resueltos por el juez que entiende en la causa de evasión impositiva] no tiene nada que ver con HD, ni con DD, ni con el pobre BC, ni con el ídolo EF, ni con GH (…), la responsabilidad es de una gestión prolongada en el tiempo que la historia está ubicando en su lugar”. ¡Campana de largada!

martes, octubre 12, 2010

Haciendo historia

La falsa pertenencia sigue marcando hitos en lo que va de su brillante gestión. Semejante vergüenza, como la del domingo, quedará escrita con sangre en los anales de la entidad por los siglos de los siglos. Estos dirigentes, este flamante cuerpo técnico –también el anterior– y estos profesionales, cargarán sobre sus hombros la pesada mochila de una goleada histórica. ¿Podrá el sabalé recomponer su imagen frente al líder del torneo en la próxima fecha? Pinta para misión imposible. Las preguntas se suceden. ¿Qué pasó para que los referentes terminaran pidiéndole “piedad” al adversario? ¿Error en el planteo táctico? ¿Deficiente interpretación del libreto? ¿Bajos rendimientos individuales? ¿Pésimo estado físico? Un poco de todo y más.

Por lo pronto, habría que descartar la inocencia. El nivel del oponente nada tenía que ver con el que se dejó en el camino, padeciendo sobremanera en el complemento, el fin de semana pasado. También habría que excluir un exceso de confianza en el plantel. Tan pocos entrenamientos no dan para captar con certeza limitaciones y capacidades. Este entrenador necesita tiempo para conocer en profundidad a sus dirigidos y sacar el mejor provecho en función del conjunto. Sí llama la atención la parte que les corresponde a los protagonistas. Arrancaron como para complicarle la partida al local y terminaron arrastrándose por el campo de juego cual almas en pena. Ni actitud, ni compromiso, ni amor propio, ni nada. Irreconocibles.

El legado del mayorista de humaredas causa impresión. Un plantel mal armado, caído anímicamente, lesionados que demoran en recuperarse, profesionales fuera de estado y, lo preocupante, un futuro dudoso. Lo cierto es que para salir del atolladero, lo primero que se debe hacer es dejar de lado la sanata. Menos excusas y más y mejor trabajo. “Este rival de hoy tiene un laburo de dos años con el mismo entrenador, un recambio de jugadores importante y valores de prestigio y desequilibrantes”, afirmó el dt al término del encuentro. ¿Acaso Colón no tuvo dos años y medio de continuidad? ¿Los suplentes no están a la altura de las circunstancias? ¿Los titulares no son considerados de jerarquía? Entonces, todos los que mintieron, deberían hacerse cargo.


APOSTILLAS

Tirón de orejas. Dicen los que saben que, ni bien hizo contacto con la cruda realidad, el excelentísimo señor presidente mantuvo una álgida conversación con el flamante entrenador. “¡¡¡Esto no puede pasar a dos meses de las elecciones (…) Tu futuro también pende de un hilo!!!” Las duras palabras le sonaron, al vapuleado técnico, como una sentencia con fecha de ejecución. Falta poco para diciembre.

El show del chiste. “No podía quitarle el treinta y cinco por ciento del sueldo a quienes en dos días tenían que jugar un clásico”, dijo el innombrable, intentando justificar lo injustificable. No sólo resulta gracioso, viniendo de quien viene –un tipo que manejó con mano férrea la institución–, sino que, a la luz de los hechos, parece una tomada de pelo a la masa colonista en particular y a la opinión pública en general.

Salto con garrocha. Luego de la bomba, el goleador histórico hizo su descargo. “Me trataron como a un delincuente, pero la gente que me conoce sabe quién soy.” Nunca tan exacto. El pueblo sabalero puede dar fe de que no sólo acostumbra esquivar a la afip, sino también a la aduana. Los plasmas que hace un tiempo se trajo de paraguaytone, camuflados en la cuatro por cuatro, harían las veces de inanimados testigos.

Implosión en puerta. El chupalerche primero no da pie con bola. Confinado a un miserable pupitre, en el sector de prensa del estadio anfitrión, cargó contra la gente local sin darse por enterado que ciertos detalles los digita la entidad sabalera. Incrédulo, ante la explicación que le daban, dijo: “No creo que quiegan engoscarme la víbora a mí”. Para el primer mandatario, algunos personajes andan cotizando en baja.

viernes, octubre 08, 2010

Lágrimas de sangre


La justicia procesó al goleador histórico por presunta evasión tributaria y al innombrable y su ex delfín por considerarlos partícipes primarios del delito imputado al primero. La bomba explotó en la emisora asoleada y una vez más, un tema de alto impacto mediático, dejó en evidencia quién es quién en el entuerto de turno. En las mañanas obsecuentes, como primer paso, sacaron al aire al abogado defensor de los declarados cómplices, aunque en realidad estaban más interesados en averiguar todo lo concerniente al veterano veinte. Un día después, y en pos de salvaguardar la posición del principal inculpado, le ofrecieron a su representante legal medio programejo para que intentara presentarlo como un pobre e impoluto contribuyente, acosado sin razón por la voracidad del ente recaudador.

El ave negra en cuestión, curiosamente contactado por el primer mandatario para asistir al jugador en este especial trance, con un tono bastante destemplado e incurriendo en un par de groseras contradicciones, giró el tema hacia la victimización de su cliente, haciendo hincapié en una resolución administrativa pendiente que podría dejar sin efecto el fallo penal. Respecto de la deuda del año 2005, por la cual le sugirió al delantero que adhiriera a una moratoria, dijo que se trató de “una pequeña diferencia” de criterios de 295.000 pesos. En controversia también existía otra cifra demandada, de 268.000 pesos por el 2000, que por fortuna “prescribió”. Respecto de 2002, 2003 y 2004, señaló que el ahora procesado prefirió “aguantarse el escarnio público” antes que aceptar una injusticia.

Por su parte, la dupla animadora de los mediodías avinagrados, desasnó a la audiencia con una esclarecedora nota a la parte denunciante. El entrevistado no sólo dio a conocer períodos y montos reclamados sino que dejó en claro que el dictamen del juez es provisorio, apelable y que la ley prevé la extinción de la acción judicial por pago. Así las cosas, mientras unos cincharon, tal y como acostumbran, mediante argumentos irrisorios e inconsistentes, hacia el lado de la imagen a preservar; otros se dedicaron a presentar el tema desde el lado de la precisión, no sin meter algún que otro bocadillo lacerante. “Yo nunca voy a entender por qué el que tiene para pagar no paga (…) creo que pasa hasta por una cuestión de honor”, asestó el hemisferio pensante del dúo más detestado por la falsa pertenencia.

martes, octubre 05, 2010

De rebote, a las alturas

Luego de meses de desconcierto, un triunfo no sólo nutre el ánimo de los jugadores, también potencia las expectativas del debutante. Sin embargo, bien valdría rascar un poco la cáscara. Analizar noventa minutos según la producción de cuarenta y cinco es contar una verdad a medias. Hacer hincapié en la muy buena actuación del primer tiempo, evitando examinar la respuesta del equipo durante el segundo es manipular la realidad. “Terminamos sufriendo”, sentenció el arquero una vez finalizado el encuentro. Y es exactamente en ese punto donde la victoria no debe nublar la observación profunda. Tampoco habría que soslayar la parte que le corresponde a un rival que ofreció innumerables ventajas hasta que decidió ajustar y complicar en el final.

El encuentro comenzó como un entrenamiento por los puntos. Enfrente, nadie ofreció resistencia; entonces el negro tocó y tocó hasta concretar en la red lo que mostró del medio campo hacia adelante. La propuesta ofensiva resultó de maravillas frente a un adversario que hizo las veces de espectador privilegiado. En la cancha dio la impresión de que solamente le faltó aplaudir. Así, el team sabalero entró en un estado de distensión, decidido a hacer un poco de fútbol a media máquina y confiado en que la diferencia era inigualable. Asegura el acerbo popular, que la confianza mata al hombre, pues a un tris estuvo la muchachada de pasar un sofocón debido a un exceso de seguridad en la ventaja. Todavía hay mucho por modificar. Hace falta trabajo.

Si bien el técnico presentó credenciales de ofensivo, la herencia que dejó el mayorista de humaredas no da para despilfarrar. Habrá que ver hasta dónde se anima, según el contendiente de turno. A pesar de que el fixture indica mitad de torneo, Colón está en fase inaugural; es hora de consagrar el tiempo al conocimiento mutuo y esperar el desarrollo de los acontecimientos para sacar las primeras conclusiones. Los próximos tres desafíos marcarán una tendencia y expondrán al entrenador a la evaluación general. Debido al aprendizaje que dejó el modelo anterior, las miradas escrutadoras caerán con extrema dureza buscando el lado flaco del discurso y el accionar. Cuidado. Ultimamente, los egresados de la escuela del sanateo parecen ser mayoría.


APOSTILLAS

Mente brillante. Dicen, en el más íntimo entorno del excelentísimo señor presidente, que le anda rondando una idea genial con vistas al futuro. Visionario como pocos, no sólo está llevando a cabo la remodelación del estadio, también pretende cambiarle el nombre. Ejemplos hay a montones. Mejor reemplazar un prócer histórico por uno contemporáneo. Hasta el bronce no para.

Reproducción asistida. Según dio a conocer el pasquinejo vernáculo, el cuerpo técnico, en menos de una semana, pasó de cinco integrantes a seis. Al parecer, el primer mandatario quiere aportar su granito de arena en pos de la desocupación cero. Se ofrece recompensa al primer socio que sepa cuántos billetes se llevarán los recién arribados. Secreto bajo siete llaves.

Humo rojo. “Yo nunca me iría de Colón para recalar en otro equipo (…) Ni se me pasa por la cabeza irme a otro equipo (…) No me iría ahora y a las dos semanas estaría trabajando en otro equipo. Eso es imposible.” Hace poco, con esos argumentos, difundidos hasta el hartazgo por el parodismo rastrero, el técnico que ya es historia, compró voluntades. ¿Qué dirá ahora la tribuna a sueldo?

Humor franchute. El chupalerche primero no está bien. “Afuera, los Fuertes hacían mucho ruido y esperaban por la salida del Bichi. Es que Coronel Borrego, el lugar de origen del goleador histórico sabalero, está muy cerca de Bahía Blanca.”, escribió y estampó su firma. No se sabe si el bus justo agarró un pozo o su notebook tiene las teclas cambiadas. ¡Patapúfete!