Luego de una semana dominada por las suspicacias, quedó demostrado que hay algunos que no la van con el incentivo. Y no, justamente, por ser honestos; sino porque, cualquiera sea la intención, lo que siempre termina imponiéndose es la capacidad. Cuando el cuero no da, no da. Los que son malos por naturaleza no necesitan ningún estímulo para ir a menos. Tampoco funciona la gratificación extra para dar más de lo que se tiene cuando no se tiene más para dar. Si alguna excepción crece en el campo de lo imposible, pues será por un principio que hoy pocos practican: el amor por la camiseta. Bandera que algunos personajes deberían arriar luego de las declaraciones que dejaron al descubierto su verdadera esencia.
En ese marco, pensar en dos producciones tan distintas en un mismo partido por cuestiones ajenas a lo futbolístico sería descabellado. Sin embargo, no dejó de ser llamativa la diferencia, ya que si se considera que los relevos fueron el motor del cambio ¿por qué no aparecen en la formación titular? ¿Por priorizar lo vendible antes que a los chicos del club? Una contradicción más del dt. "Voy a darle cabida a los pibes de inferiores." "Yo respeto las trayectorias." "No hablo de los jugadores." "Parece que se conforman con estar en la mitad de la tabla." "Me voy pero me quedo." "Me quedo pero me voy." "Quiero dar un salto de calidad." "Sé que el club no está en condiciones económicas de traer refuerzos caros." Etc., etc., etc.
Como diría la tribuna: "Es lo que hay". Así las cosas, el final del torneo sorprende a Colón sin haber alcanzado el objetivo. El próximo desafío será más difícil de superar. El Clausura suele generar mayores urgencias con el correr de las fechas y el margen de error puede percibirse prácticamente nulo. Si el plantel no rindió lo esperado con aire suficiente para sumar ¿podrá soportar la presión de los números soplando a sus espaldas? Esta vez, las decisiones no pueden ser equivocadas. El entrenador deberá acertar con los refuerzos porque será necesario contar con profesionales preparados para afrontar la exigencia. Y por su lado, tendrá que relegar al personaje y poner manos a la obra con seriedad si realmente pretende quedarse en SF.
APOSTILLAS
Se salvó raspando. Fiel a su estilo, el goleador histórico se vio involucrado en una trifulca futbolera. Un golpecito por acá, una manecita por allá, un exabrupto por otro lado. Mal ejemplo para los pibes que también se animaron a la escaramuza. Hay algunos que no aprenden que el equipo los necesita adentro y no afuera. Zafó por poco. ¡Patapúfete!
Nada por aquí, nada por allá. A pesar de los rumores, la dirigencia confirmó que, hasta el momento, no hay pedidos oficiales por ningún jugador. Preocupante. Con una plantilla numerosa y devaluada será complicado concretar alguna operación satisfactoria. Habrá que ver cuántos quedan después del remate y las rescisiones. ¡Verde que te quiero verde!
Hasta la vista beibi. Al final, el director deportivo –o como sea que se llame– emprendió la retirada. Pero no se la hicieron tan fácil. El excelentísimo señor presidente le otorgó un poder para que intente colocar a un incolocable volante en tierras aztecas. Uno de los pocos que siente los colores no merecía ser castigado con semejante misión imposible. ¡Ay, ay, ay!
Cables pelados. Trío de impresentables, devenido en circunstancial dúo, arremetió sin asco contra la cd desde programejo dominguero. "No hay alguien que sepa de fútbol", dijo uno, refiriéndose al porvenir rojinegro. Por lo visto, la crisis global está afectando los bolsillos de unos cuantos y generando descontento en otrora aliados incondicionales. ¡Efecto jazz!
Entradas
