domingo, octubre 22, 2006

Un paso hacia atrás


La pulseada de los técnicos-tácticos no la ganó JCF. Y no porque el planteo del partido haya sido equivocado, sino porque los errores tontos de los protagonistas no están contemplados en la previa. Lamentablemente, este paso hacia atrás demuestra que Colón no aprendió nada del horrible comienzo de campeonato, demuestra que al equipo todavía le falta una buena dosis de compromiso para pelear resultados decisivos. Mantener la atención en el juego durante los noventa minutos es una arista clave a recomponer, de lo contrario siempre existirá la posibilidad de terminar mal lo que empezó bien por desconcentraciones indignas de profesionales capaces.

Quizá, en Sarandí, hubiera sido la oportunidad propicia para, después del gol rojinegro, poner el colectivo frente al arco de Tombolini. No pudo ser, mientras tanto, puntos importantes siguen quedando en el camino. A pesar del estigma que carga el entrenador sabalero, se está arriesgando más de lo que se cuida, gracias a un mediocampo que se anima luchando contra sus propias limitaciones. Sin embargo, cuando se trata de resguardar el resultado, de cuidar la pelota con inteligencia y viveza en la mitad de la cancha, la misma línea de volantes hace agua. Y teniendo en cuenta la tiernita defensa que aún pelea por afianzarse, es lógico esperar un resultado desfavorable.

Lo decepcionante a la hora de hacer un análisis es comprobar que sigue faltando tiempo y trabajo, que sigue habiendo mucho, pero mucho, por corregir. Las imprecisiones, la ausencia de ideas claras para avanzar con la mira puesta en el arco rival, el exceso de toque a los costados y la peligrosidad de los pases hacia atrás, resultan ideales para allanarle el camino a cualquier adversario. Si hasta parece inútil la movilidad de Giovanni quien busca, y pocas veces encuentra, algún compañero bien ubicado para descargar, terminando las jugadas en un tiqui-tiqui intrascendente. Y por sobre todo la distracción, letal en ocasiones donde se juegan fichas invalorables para sostener la permanencia en la categoría.

Colón volvió a mostrar una imagen que parecía haber quedado atrás, deslucida, apagada, con apenas una pizca de creatividad, y está visto que con eso no alcanza. Habrá que rever cuestiones pendientes, porque los números siguen en baja mientras las fechas continúan su impiadosa marcha y el fin del campeonato se percibe más cerca. Porque acariciar los tres puntos y finalizar con nada hela el entusiasmo colectivo. Porque una nueva derrota significa otra posibilidad derrochada, un lujo que el sabalé no puede darse.


APOSTILLAS

Parejito lo de Grisales. Golazo en un arco, estupendo pase-gol hacia el otro. Cuando el error no viene de afuera hay que padecerlo adentro. ¡Es una lucha!

Cambiar una aburrida noche de concentración por madrugada dance en boliche “gipsy” puede ser un buen incentivo. Se aguarda entonces una notable mejoría en el rendimiento futbolístico de Juan Fernández. ¡Fever night!

“¡Por la izquierda!”, se cansan de gritar los entrenadores
rivales. Con uno o con otro la historia ha sido la misma. ¿Y si de una el Pirulo se hace cargo?

¡Paren las rotativas! Siete a tres ganó el vecino en la
disputa por las páginas del suplemento deportivo del pasquinejo local. Al parecer la derrota no vende tanto como un empate.