viernes, abril 11, 2008

En el cielo, las estrellas


Mientras, por un lado, el vocero oficioso sigue dándole manija a la peor gestión de la historia rojinegra, ensalzando al “biondo gnocchi”, obsequiándole éter al pregonero oficial, tirándole flores al flamante cuerpo técnico y a la muchachada en su conjunto, y difundiendo info sin chequear, o sea, hablando porque el aire es gratis; por otro, han comenzado a circular algunas versiones maliciosas que, de ser corroboradas, pueden significar una palada más de tierra a la fosa del difunto.

Seguramente no habrá de qué preocuparse, conociendo la capacidad de esta cd (¡¿?!); mucho menos ahora, que el pope consiguió arañar un puestito en la asociación madre. Sin embargo, y a pesar de la alegría que le dio el don, algo salió mal esta semana. El dt se fue de boca y él quedó mal parado. Uno dijo: “Mohamed asume para conducir un trabajo a largo plazo”, el otro: “Arreglé con Colón a corto plazo”. En fin, sólo se espera que mañana el equipo pegue el salto que hace falta.

En el orden político, pudo conocerse la palabra de un compinche del innombrable, al parecer muy solicitado por diversos sectores. El susodicho personaje, con ínfulas de astro un tanto amnésico, tiró unas cuantas verdades –entre ellas, no más administración unipersonal, ni dirigentes por encima de la institución, ni ocultamiento de números, ni incorrecta asignación de recursos– y dejó en claro que no le interesa estar en un segundo plano. ¡A la pipetuá! El firmamento está quedando chico.