domingo, septiembre 04, 2011

Atropello a la razón

Luego de la hecatombe, el entrenador, en consonancia con los lineamientos impuestos por esta gestión desde su arribo a la entidad, comenzó a construir su propio relato. Durante la semana, exhibió las primeras muestras. Dijo sentirse "bien, entero y convencido" para revertir el mal momento, destacó "la identidad" (¿¡!?) que supo mostrar el equipo en las primeras tres fechas y anticipó que "antes de hacerle un daño a Colón doy un paso al costado". Una vez finalizados los noventa minutos más oprobiosos de los últimos tiempos, afloró en su fuero íntimo "un orgullo y una satisfacción enorme" por "el sentimiento, valentía, coraje y entereza" de la muchachada para rescatar un empate de visitante, jugando un fútbol lacrimógeno. Curiosas interpretaciones de una realidad que avergüenza a la afición. En el cierre, un toque de victimización coronó la oratoria post partido.

Con la energía puesta en la defensa del ciclo, en su comentario final, el chupalerche primero dio una clase magistral de parodismo interesado tirando sentencias tales como "el duelo lo superó rápidamente" y "ganó el partido de la cabeza". Entretanto, en el pasquinejo vernáculo se despachó con un imperdible panegírico al comprometido conductor que, según su particular visión, lucha y se desangra por la fe que lo empecina. Un claro mensaje a la masa sangre y luto. Nadie debería ser tan desagradecido, ni malintencionado, como para cuestionar al atormentado y sufriente mártir, que está dejando jirones de vida por la entidad que lo parió. No llama la atención que el único respaldo público haya partido de la pluma más comprometida con la falsa pertenencia, voz autorizada para suplantar a los responsables que todavía no se animan a sacar la cabeza del hoyo.

Un esfuerzo que parece en vano. El descalabro en el que está inmerso el plantel, incluidas las lesiones, los estados físicos deplorables y los mentales alterados, pintan un panorama bastante aciago de cara al futuro. Si en el próximo compromiso la derrota vuelve a ser protagonista, el vestuario corre riesgo de colapsar, porque los ánimos hace rato que andan de paseo por la cornisa. Los adláteres de este desaguisado son conscientes de la falta de conducción, pero su manifiesta complicidad los obliga a ponerle el hombro a la situación hasta que la tabla de promedios dispare las luces de alarma. Llegado el momento, la guerra de reproches no dejará títere con cabeza, aunque demasiado tarde para revertir un nuevo fracaso. Si los empates logran mantener a flote la "apuesta", la historia continuará sin cambios sustanciales. Y las aguas de la mediocridad seguirán bañando las costas de la ilusión.


APOSTILLAS

Desaparecido en acción. El excelentísimo señor presidente sigue sin dar señales de vida. El peor momento futbolístico encuentra a la institución en piloto automático y sin figuras que escuchen los tibios reclamos de una comisión directiva que está pintada. Al parecer, los que miran la fiestita de afuera pretenden un golpe de timón; los que la disfrutan, no ven motivos para modificar la hoja de ruta. ¡Faltaba más!

El transportador. Según informó un parodista vernáculo durante la previa, cinco micros partieron de la puerta de la sede para acompañar al equipo, y levantarle el ánimo, después de la hecatombe. Especial atención puso el impresentable vice en decorar la tribuna visitante con un apoyo fuera de lo común para semejante día y horario. La movida de cientos de socios caracterizados fue pergeñada para un veloz borrón y cuenta nueva.

Rápido y furioso. La oposición patrocinó una convocatoria de descontentos para hacer catarsis. Mientras socios, hinchas y simpatizantes sigan durmiendo el sueño de los atolondrados, está claro que el rumbo no va a cambiar. Al primer mandatario no le interesan los reclamos de su propios impares dirigenciales, menos las propuestas que la contra intente presentar, aunque sea por intermedio de terceros que se autoproclaman como "apolíticos".

Daño colateral. Confeso encubridor de realidades ardientes -de esas que la mesa chica procura, a través de sus obsecuentes, ocultar- contestó con un risueño "hablemos en serio" cuando un colega le consultó sobre el rendimiento en reserva de un joven defensor que llegó como alternativa para remendar la última línea titular. Pasada la quinta fecha del torneo ya puede olfatearse el primer negociado del responsable de recolectar refuerzos.