Con el resultado puesto, las voces fueron coincidentes. El sabalé perdió una gran oportunidad de sumar tres puntos. Frente a un rival que ya no es lo que era entonces, esquivó la mano que el destino le extendió en un día donde el rojo y negro se vio resplandeciente frente al gris del adversario. Sólo en los colores, claro. Puesto que si no logró imponerse ante tamaño rejuntado es porque este once sabalero no es, en esencia, el mismo que el torneo anterior. Parece como si hubiera perdido presencia en la cancha, ese plus de temperamento que sobresalía en los momentos más críticos y que empujaba al equipo hacia delante. La base está, inclusive reforzada, pero aún no se ve un funcionamiento armonioso, parejo, compacto.
Esta vez ni la habilidad de FB logró sacar del letargo al circuito futbolístico que debe generarse del medio hacia delante si las ambiciones apuntan a socavar la defensa contraria. El pibito se frustra cuando las cosas no le salen, cuando se da cuenta que su físico no puede contra el mundo, y cuando sus compañeros no le ofrecen el sostén que necesita para desequilibrar con su ofensiva gambeta. El resto del medio, totalmente desdibujado, tampoco fue opción a la hora de la salida clara y precisa; sólo unos zapatazos amenazantes desde afuera del área alteraron la tarde del guardameta local. La dupla ofensiva no tuvo chances de facturar, ni en blanco ni en negro, a pesar de las buenas intenciones siempre presentes.
Con los cambios del segundo tiempo, el entrenador apostó a arañar el punto y lo consiguió. Pero los cientos de aficionados que acudieron a alentar a la sangre y luto, abandonaron el escenario con un sabor amargo en la boca. Así las cosas, parece que falta trabajo. Como asomó bien el nuevo cinco, seguramente tendrá el puesto asegurado para el próximo encuentro; quizás sea la cuota de equilibrio, experiencia y personalidad que le falta a la línea media rojinegra. Por lo pronto, y para no tener que andar pidiendo disculpas por algo que dice que no dijo, sería mejor que el coach sabalero se calce el overol y se concentre en acomodar a su equipo antes de que su equipo consiga acomodarse solo, tal y como él mismo declaró en el torneo anterior.
APOSTILLAS
Un día de paseo. El “biondo gnocchi” anduvo de compras. Adquirió equipos “de alta tecnología” para el gimnasio del predio y tres nuevas máquinas industriales para el lavadero del club. La información publicada en la web oficial no da cuenta de cómo ni dónde fueron realizadas las operaciones comerciales. ¿Se habrá dado una vuelta por los negocios del don?
Pululan como peste. En cada día más vomitivo programejo conducido por el chupalerche mayor estuvo como invitado el director deportivo de la institución para hablar maravillas de su trabajo, de la cd y en especial del excelentísimo señor presidente. “Más que un presidente es un estadista”, dijo refiriéndose al iluminado mandatario. ¡Y muchos sin reconocerlo!
Re heavy, re jodido. El goleador histórico dijo que no iba a hablar más de los hombres de negro, también dejó entrever que amainaría con las protestas dentro de la cancha y otras mañas que siempre lo han caracterizado. Sin embargo evitó comprometerse a no descargar frustraciones intentando partir en cuatro a rivales indefensos. ¡Ni los ídolos son perfectos!
Sordo, ciego y mudo. Consultado sobre el escandalete desatado a raíz de ciertas declaraciones efectuadas por un árbitro bocón, el defensor sabalero exigió retractación, juicio y castigo contra quien puso en duda su honorabilidad profesional. Al parecer, uno de los pocos sobrevivientes de la época mencionada olvida por qué buscó asilo en SF. ¡Su prontuario lo condena!
lunes, septiembre 14, 2009
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