domingo, abril 29, 2007

Otro entierro en el cementerio


El partido del viernes ya es anécdota. Hoy, la noticia es el adiós de JCF. Si se quiere, una despedida que hace rato venía germinando. Una despedida que el entrenador amagó con concretar en varias oportunidades y sólo ahora, después de sufrir el abucheo de la afición local, creyó conveniente definir. El tan mentado «paso al costado» llegó acordado con la dirigencia, la misma que, sin lugar a dudas, ha tenido mucho que ver en la decisión final del DT. Sin embargo, sería analizar una realidad a medias cargar las tintas sólo en la cruel interna en la que está inmersa esta cd. Así como los procesos exitosos se alcanzan gracias a un encadenamiento de circunstancias favorables que confluyen en un final satisfactorio, los fracasos también se construyen a raíz de una serie de hechos adversos que conspiran contra el resultado deseado.

Esta nueva víctima que se cobra el cementerio –lamentablemente ya no se habla de rivales sino de otra clase de inmolados– pone en la mesa de discusión un tema que siempre se intenta esquivar pero que en algún momento habrá que examinar si el propósito es revertir las cosas. Ya no resiste más la teoría de que los equivocados son los demás. El problema está adentro, en todos y cada uno de los colonistas. En los que deciden, en los que apoyan, en los que cuestionan, en los que opinan y, en especial, en los que litigan puestos de poder escudándose en los colores rojinegros. El peor enemigo de Colón es Colón y como cualquier enfermo que niega su dolencia, hasta que no acepte la gravedad de su enfermedad será difícil, o imposible, superar la desventura. Es probable que la categoría esté a salvo esta temporada, pero si no cambia la mentalidad, los demonios volverán a sobrevolar en la próxima.

Las preguntas que quedan sin responder son muchas, porque es innegable que esta capitulación significa una mancha negra para quien llegó a SF confiado en la concreción de los objetivos. Quizá los discursos finales den una pista para entender un poco la situación y reflexionar. JCF habló de que “acá se montó algo y no quiero ser partícipe de nada”. ¿A qué haría referencia? ¿A los enfrentamientos entre presidente y vice? ¿A los constantes cuestionamientos de la oposición? ¿A la operación de prensa que se gestó desde La del medio de emisora enredada? Por su parte, GL apuntó en igual sentido, “hay situaciones que tienen que ver con lo extrafutbolístico”. De todas maneras, sería una tontera ignorar otros aderezos, tales como la falta de respuesta de sus dirigidos, su propia tozudez, su errada interpretación de la idiosincrasia sabalera y la mala fortuna, entre otros. Por estas horas, es difícil imaginar un nombre dispuesto a arriesgarse a caminar por la cornisa.


APOSTILLAS

Dijo González: “Nos vamos con un sabor amargo”, el hincha también.

Dijo Iriarte: “El empate no fue justo”, pero fue.

Dijo Goux: “Hicimos todos los méritos”, menos definir el partido.

Dijo Sand: “La gente se portó muy bien conmigo”, de nada.

domingo, abril 22, 2007

El muerto y el degollado


Lo había anticipado el capitán a medios periodísticos porteños: “El que quiera ver un lindo partido que vaya a otra cancha”. Ante una circunstancia definitoria, como la que afrontó el pasado viernes el rojinegro, semejantes declaraciones no hicieron más que adelantar el resultado. La consigna era no perder, por lo que la satisfacción del objetivo cumplido pudo apreciarse en cada rostro protagonista. Lo que pareciera que estos profesionales tan afectos al micrófono y las cámaras no alcanzan a comprender es que Colón de SF tiene que ganar, sumar de a tres, de local y de visitante. El aficionado puede tolerar que no se juegue bien, lo que ya no soporta el la magra cosecha de puntos de este once timorato que, según el veterano Laureano, con poco alcanza la plena satisfacción.

La resignación no es buena consejera. Tomar las raquíticas actuaciones de este equipo con paciencia y tolerancia es una forma de doblegarse a lo que vendrá. Por lo tanto, el colonista debería reclamar mucho más de lo que está entregando este team sabalero, que se muestra displicente y conformista en demasiadas ocasiones. Un encuentro esperado con tanto interés, al final resultó un fiasco por la simple razón de que ambos contendientes jugaron al empate, ofreciendo la triste imagen de dos fieles exponentes de otra divisional. Y los goles, típicas carambolas originadas tras una cadena de errores propios y ajenos, fueron la prueba irrefutable de lo que son capaces de ofrecer quienes están peleando por la permanencia en la categoría. ¿Lindo partido? ¡No… ni el hincha más ingenuo esperaba eso!

Ahora vienen dos pruebas extremas, viernes y miércoles, a todo o nada y sin descanso, porque el tiempo se está agotando. Mientras tanto, JCF pone en duda su continuidad –por supuesto para la prensa sportiva monopólica– y los dirigentes contraatacan ratificándolo en el puesto. Y el circo sigue, agotando funciones, dando rienda suelta a la payasada atómica a la que ya está acostumbrada la afición sabalera. Esa afición que, a pesar de todo, sigue apoyando, sigue acompañando a dónde sea, sigue y seguirá firme hasta el final; esperanzada en que la fuerza sangre y luto se imponga más allá de las adversidades. Eso sí, estrujando una ajada calculadora entre sus manos; sumando, restando y hasta multiplicando los puntos que quedan por jugar, pero sin perder el optimismo, porque en Santa Fe… “siempre que llovió, paró”.


APOSTILLAS

¡Se lo merece! Después de un gol todo está permitido. Papas fritas, huevos fritos y hasta exquisitos helados de crema. No importan las calorías que después haya que quemar, así como tampoco el costo del suculento menú, total siempre hay algún amigo que garpa.

¡Escándalo… es un escándalo! JCF dijo en Baires que está harto de las internas dirigenciales. Noooooo… Pero si acá no hace más que destacar todo lo que Germancito hizo y hace por él y sus dirigidos. O es un hipócrita o los porteños exageran.

Mientras el Caio sigue corriendo por la 168 y Tito anda buscando un centro por el centro, a Totono lo tienen a maltraer los cólicos. ¿Será de tanto hacer banco? ¿Será de tanta abstinencia? ¿Será porque ahora todos lo piden de entrada?

Al trío FaGonCe no le gusta la rutina. Una fecha juega bien, otra da asco. Si de irregularidad se trata, podría decirse que han superado exitosamente el período de adaptación. A veces parecen auténticos especimenes autóctonos. Made in SF.

lunes, abril 16, 2007

La sangre va llegando al río


A pesar de las constantes profecías, ningún futurólogo acertó. Los vaticinios fueron totalmente errados, ya que fecha tras fecha se confirma lo que unos pocos no querían ver –esos que gustan de inflar nombres, vaya a saber por qué– y lo que muchos sostenían con razón: el “gran definidor” encabeza la lista de los peores proyectos de crack que hayan pasado por el cuadro de deshonor de la entidad del barrio Centenario. Contar la cantidad de puntos perdidos gracias a los yerros del sujeto en cuestión resulta un ejercicio deprimente. Llama la atención la obstinación del entrenador. Es cierto que mucho para elegir no tiene pero ¿hasta cuando piensa bancar al impresentable delantero?

La impresión generalizada fue que se perdieron dos puntos. El partido estaba para ser ganado, sin embargo sólo se rescató un miserable empate de local, y no porque no se hayan generado situaciones de peligro, sino porque la ofensiva da pena. Enría pone mucho fervor, pero con eso no alcanza, puro desgaste nada de precisión. Y lo de Ramírez no tiene nombre. Colón depende exclusivamente de las llegadas inteligentes de los volantes o de los cabezazos salvadores de quienes, sin tener olfato de gol, están en el momento preciso en el lugar indicado. Y el tanto de Reynoso fue una prueba irrefutable. El equipo empuja, demuestra garra y corazón, pero al momento de cerrar las jugadas decisivas, una invariable ineptitud gana la partida.

Aunque sea difícil de aceptar, va llegando la hora de empezar a sacar cuentas, de quemar calculadoras pensando en las mil y una posibilidades de zafar. Poner en una imaginaria balanza, lo que depende de Colón y lo que no. Elevar plegarias para que a los otros necesitados les vaya peor. Rezar para agarrar a los rivales cansados, o en un mal momento. Mientras la ilusión de arañar algún puestito de mitad de tabla hacia arriba se va desvaneciendo de a poco, sólo queda la amarga sensación de que habrá que padecer hasta el final. Si bien todavía no se puede hablar de fracaso, la era JCF sí podría calificarse como decepcionante. Aunque, claro… si se salva la categoría, considerar una evaluación negativa no figurará en los planes de nadie.


APOSTILLAS

Y el césped del Brigadier resistió. Las que sintieron el impacto fueron las piernas de los esforzados protagonistas. Quizá ésa haya sido la causa del prolongado descanso concedido al plantel. ¡Hay que cuidar a la tropa!

Mi primera vez. El debut del mudo en la red llenó de satisfacción a todos quienes apuestan a las inferiores del club. Llevó un tiempo, pero el marcador no desaprovechó la oportunidad de demostrar su valía. Para que “otros” aprendan.

Los comentarios finales del técnico se asemejan demasiado a los de un opinólogo especializado de canal sportivo. Tal vez esté pensando en cambiar el banco de suplentes por cómodo puestito frente a las cámaras de tv. ¡Andá!

¡Frío, frío! El vestuario visitante no tenía agua caliente. Para el próximo encuentro se solicita la ayuda desinteresada de colonistas vecinos dispuestos a ofrecer una ducha tibia al combinado de turno. Vergonzoso.

miércoles, abril 11, 2007

Con el peso de la historia


Quedó claro. Cuando el mediocampo sabalero funciona como un relojito, el resto acompaña cual afinada orquesta; cuando el mediocampo se pierde en la lontananza, el equipo es un flan Ravana. Así las cosas, es indiscutible que el rendimiento colectivo depende exclusivamente del buen despertar del trío “FaGonCe”. Aunque a la hora del análisis, también podría considerarse, aunque en una mínima medida, la mala tarde del rival; lo cierto es que los tres puntitos de visitante bien ganados estuvieron, con autoridad y contundencia, dos cualidades tan intermitentes en este ciclotímico Colón que bien vale destacarlas cuando aparecen juntas y fundamentan el resultado.

Si actuaciones como la del domingo se repitieran con continuidad, los sobresaltos no serían la constante. Si los protagonistas encararan cada partido con la actitud y el compromiso desplegados en el Parque, la posición en la tabla sería distinta. Si no hubiera llovido lo que llovió, SF no se hubiera inundado. Las variables pueden ser infinitas, a gusto del colonista más avieso, pero los hechos siempre superan cualquier elucubración. El sabalé es así. Una fecha juega bien, otra regular, la siguiente da asco y de vez en cuando produce un aborto de la naturaleza. Quizás lo más saludable sea acostumbrarse a los altibajos de este once rojinegro para no padecer el bajón de una derrota ni embriagarse en el descontrol de una victoria.

El próximo partido tendrá un condimento adicional, la cancha quedó en muy malas condiciones después de la “segunda inundación”. Hasta el momento la dirigencia planea dejar en manos del árbitro designado –Carlos Maglio– la decisión de jugar o no al instante de pisar el césped del Brigadier y evaluar el estado del campo. Una maniobra un tanto peligrosa. Sería un bochorno que con el estadio lleno y la visita alistada, se suspenda el encuentro porque los popes locales evitaron advertir con anticipación la real situación en que se encuentra la verde gramilla de la entidad del barrio Centenario. Será cuestión de esperar que el otoñal sol de abril ayude a secar, en pocos días, el exceso de agua caída del cielo.

APOSTILLAS

Si Diego Armando hubiera hecho el gol que erró, más de un hincha habría muerto de insuficiencia coronaria en medio de la tribuna visitante. Por suerte, el talentoso ocho evitó una tragedia masiva.

“Esto nos sirve para darnos cuenta de que podemos y tenemos con qué salir adelante”, dijo Falcón. Un profesional de la psicología no lo hubiera dicho mejor. El tema es que los diez restantes entiendan la idea.

Centurión dio en el clavo: “Más que sin fisuras, se vio un Colón inteligente, porque manejamos muy bien la pelota y todo se hizo más sencillo”. La cuestión es qué pasa cuando el rival ladra y también muerde.

“El equipo tiene que estar convencido de que puede. Ahora, si nos agrandamos, la cagamos”, señaló risueño el DT. ¡Tampoco la pavada! Una muy buena actuación de vez en cuando no da para tanto. ¡A no exagerar!

sábado, abril 07, 2007

Sapos de punta


Hace más de una semana, la ciudad cambió su fisonomía habitual. Un día cualquiera de marzo, el cielo se oscureció y un manto de incesante lluvia anegó de golpe los espíritus santafesinos, inundando de dolor un suelo acostumbrado a recibir la visita intempestiva del agua. Y los castigados de siempre, otra vez cargaron al hombro sus trastos, emprendiendo el triste camino del exilio obligado a esperar que aclare, resignados a ser las consecuentes víctimas de quienes desde hace años mienten y manipulan a gusto en la encarnizada lucha por conseguir el miserable voto que los perpetúe en la posición de privilegio que supieron conseguir.

En esta ocasión, los ineptos de turno no se sirvieron del “nadie me avisó” sino del “no se pudo evitar”. Estos personajes siempre tienen una excusa a mano para justificar la inoperancia y qué mejor que la imprevisibilidad del clima y el embate de la naturaleza. Durante las últimas jornadas, SF padeció, no sólo las inclemencias de las precipitaciones, sino también el manantial de subterfugios baratos que brotó de boca de la caterva de funcionarios que desfiló por los medios de comunicación intentando explicar lo inexplicable. Si se quiere, más de lo mismo. Idem, lo escuchado en el 2003. Y a iguales palabras, iguales consecuencias. Promesas de obras y augurios de tiempos mejores. Les faltó el “Felices Pascuas”.

Pensar en la cantidad de crápulas hidráulicos y afines que ocupan sillones en los edificios públicos hiela la sangre. Esos que hacen gala de una capacidad de reciclaje envidiable, esos que a pesar del fracaso consiguen la fórmula del permanecer sin morir en el intento. Esos que juegan con la vida y el futuro de la gente sin perder la hipócrita compostura que los distingue del resto de la sociedad. Mientras tanto, el sufrimiento vuelve a invadir los hogares. Los secos y los mojados. Porque estos dramáticos sucesos salpican a todos cuantos aún conservan una pizca de sensibilidad. Exceptuados, claro está, quienes con la mejor cara de piedra recurren al llamado a la solidaridad para tapar las culpas.

La octava fecha Colón no jugó, pero los colonistas sí, y el resultado que obtuvieron fue desfavorable. Se espera revancha.

APOSTILLAS

Bolufrase 1. (Consultado acerca de si se pudo haber evitado esta nueva inundación) “Que llueva 500 mm… no me lo tendría que preguntar a mí sino a monseñor Arancedo”. [Jorge Obeid]

Bolufrase 2. “El plan de contingencia funcionó, ello significa evitar pérdidas de vidas y acá se logró; se siguieron las etapas que fija el plan y no hubo una sola muerte.” [Martín Balbarrey]

Bolufrase 3. “Las estaciones de bombeo funcionaron con normalidad y no hubo cortes de energía que impidieran la evacuación del agua.” [Horacio Ruiz]

Bolufrase 4. “El martes (por el 03/04/07) a la noche estimamos tener toda la ciudad de Santa Fe sin agua.” [Alberto Joaquín]