martes, abril 22, 2014

A punto caramelo

Estaba para pelear el descenso y de tanto porfiar en la consecución del objetivo, a cuatro fechas del final, está a tiro del campeonato. Lo tildan de antifútbol, no juega bien, no juega lindo, pero la efectividad de su planteo se ve reflejada en la tabla de posiciones y sus correspondientes estadísticas. Tiene un plantel corto y sin figuras, sin embargo ha podido potenciar sus limitaciones al fusionar experiencia y juventud. Tiene un entrenador con escasa experiencia, que ha sabido construir una identidad con el escaso material disponible y proyectar en sus dirigidos la responsabilidad del momento encontrando un eco mayor al esperado.

Así como los combos negativos supieron hacer pie en la institución en el pasado reciente, potenciándose hasta lo impensado, hoy los positivos parecen haber ganado la partida con un final abierto a las mejores perspectivas. Aunque de los últimos nueve puntos, sólo cinco ayudan a incrementar los porotos de la columna del haber, la tranquilidad de advertir que la meta está al alcance de la mano permite que, en cierto sentido, vaya llegando la relajación dejando atrás los nervios iniciales por la traumática circunstancia a enfrentar desde el vamos, y en especial considerando que los tres condenados a bajar de categoría están casi decretados.

Para el parodismo concentrado más allá de la autopista, los fenómenos siempre ocurren dentro de los límites impuestos por sus propias narices. A pesar de la maquinaria enceguecida por las luces intermitentes que emiten los grandes, y de los lambiscones vernáculos siempre presentes que ahora se babean con la misma intensidad con que antes justificaban lo injustificable, la silenciosa humildad está a un paso de concretar una heroica campaña con final feliz. Como viene barajado el asunto, sólo una catástrofe podría impedir lo que pinta como hecho consumado. Un merecido premio para todos los actores involucrados en la histórica gesta.


APOSTILLAS

En la dulce espera. La comisión directiva anunció la llegada de una notificación comunicando el cierre del conflicto que derivó en el descuento de seis puntos. Para dar por concluido el expediente hace falta cancelar las costas originadas por el entuerto. Puesta sobre la mesa la susodicha tarasca se iniciará el análisis del pedido de revocación de la sanción impuesta. Muchos trascendidos al respecto, poca fe en el resultado.

Cuentas pendientes. Sin comunicación oficial, el presidente de la comisión investigadora de los números salió a buscar micrófono para ventilar las conclusiones de la pesquisa. Casi veinte millones de pesos sin comprobantes ni justificativos se esfumaron en manos de la falsa pertenencia durante los últimos dos años de gestión. No hace falta demasiada imaginación para dimensionar el tamaño del latrocinio. Mientras tanto...

Oro en polvo. De todos los pibes forzados a crecer de golpe, y a pesar de que cada uno tuvo sus quince minutos de fama, sólo uno ha demostrado sólidas condiciones para trascender más allá de las circunstancias. Algunos podrán ser ubicados, pero correrán la misma suerte del par que pasó sin pena ni gloria por césped extranjero. Si lo sabe aprovechar, puede echar por tierra el estigma que persigue a los créditos nativos. Capacidad le sobra.

La venganza será terrible. Cada vez que el ex primer mandatario rompe el silencio, el dúo que anima los mediodías asoleados descarga siete años y medio de bronca acumulada. Al hemisferio pensante de la crítica pareja suele írsele la mano en cuestión de epítetos subidos de tono y diatribas fuera de renglón que a esta altura ya no suman ni restan. Para mantener fresca la memoria no hace falta chapotear en el barro.

jueves, abril 10, 2014

Patinada en el barro

Nadie puede sentirse defraudado. En el imaginario colectivo, la derrota siempre tuvo una sola apariencia. La de la hidalgía, la entrega y la lucha hasta el minuto final. Tal y como se dio frente a un rival de jerarquía que supo aplicar una fórmula hasta ahora indescifrable para el modelo que intenta escaparle al descenso. La desventaja en el tanteador resulta un dilema difícil de resolver en el pizarrón donde los trazos dedicados al circuito futbolístico quedan relegados ante el cultivado diseño defensivo, una muestra de que para alcanzar la meta hace falta una pizca de calidad que probablemente no llegue a ponerse de manifiesto antes del final por falta de una trama e intérpretes acordes.

Ante cada porrazo, el necesitado se lamenta y vuelve a discutir sobre factibilidades propias y eventualidades ajenas. Desde el principio la afición sabía que cada fecha representaría un calvario, con subas y bajas incluidas entre el cielo y el infierno hasta el final de la novela, sin imaginar que las ambiciones de este grupo limitado iba a rescatar las esperanzas del fondo del abismo. El alivio prematuro tal vez llevó a desatar falsas expectativas, esas que ante cada tropiezo parecen volver de una cachetada a la cruda realidad; no obstante, la fe en este puñado de almas en rebeldía que parece sacar toneladas de voluntad de donde sólo había resignación no permite que el aliento decaiga.

Reponerse del desgaste mental ocasionado por una caída tan extenuante y trabajada puede ser más difícil que superar aquél que tiene que ver con el estado físico. Cargar el chip para concentrar toda la atención en el próximo rival implica un compromiso formidable, mucho más si se tiene en cuenta el nombre del que será un hueso duro de roer más allá de su irregular presente. Con un par de protagonistas fuera de escena por causas justificadas, la formación presentará otro desafío tanto para el entrenador como para quienes deban sumarse a la estructura. Lo que está en juego amerita el esfuerzo.


APOSTILLAS

Por los puntos. Dicen las malas lenguas que la dirigencia viene haciendo oídos sordos al pedido del fiscal que, de oficio, la sacó del brete de tener que denunciar penalmente a la banda en fuga. Las pruebas, que mediante un comunicado afirmaron iban a poner a disposición de la justicia, todavía no aparecen. Si están demorando el juego, se nota demasiado. Tarjeta amarilla.

Todos ponen. A pesar de los esfuerzos, las arcas de la institución siguen vacías. Para compensar un poco, quienes pretendan ingresar al estadio para presenciar el próximo encuentro deberán ajustarse el cinturón y pelar la billetera. Ir tapando agujeros a los ponchazos no es la fórmula ideal pero por ahora no queda otra. Nada por aquí, nada por allá.

Trato igualitario. El entrenador, que venía siendo medido a la hora de enfrentar los micrófonos, derrapó mal. Si bien se atajó con el consabido "yo no voy a llorar", echó mano de un pañuelito de papel, enjugó sus lágrimas y se despachó en contra del hombre de negro. Si en las buenas primó el discurso mesurado y coherente, en las malas no debería aflojar. Cállate boca.

Precios cuidados. Para no perder la costumbre, el parodismo rastrero ya anda tirando nombres de candidatos a engrosar la agenda de astutos empresarios siempre dispuestos a colocar carne fresca en mercados donde el color verde marca tendencia. No sea cosa que a un puñado se le suban los humos a la cabeza y bajen el rendimiento en detrimento del objetivo. Ojo al piojo.

viernes, abril 04, 2014

Corriendo el límite

Cuando muchos apostaban a que la última derrota iba a propiciar un duro encuentro con la realidad, dando fin al sueño de la salvación del descenso y la yapa de la punta, la muchachada dio una prueba de carácter y dejó en claro que todavía hay cuerda en el carretel como para mantener firme la aspiración de conservar la categoría y algo más. Muy a pesar de las opiniones que se cuecen más allá de la autopista, el puntero no se cae y en su porfía arremete contra quienes denostan la voluntad y el sacrificio de los menos agraciados, esos que, sin proponérselo, opacan el nombre de los aspirantes con chapa, hoy corriéndola de atrás.

En el test que lo puso cara a cara con un adversario directo, los nervios salieron airosos durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. Tan mala como la que terminó en la caída de visitante, la actuación de local resultó un muestrario de malos presagios, inmerecidos para el espectacular marco. Encontrarse de pronto con la ventaja de la expulsión de un rival reavivó las ansias de ganarle la batalla a la falta de ideas y con ellas las ínfulas de ir en busca del triunfo. Así llegó el tanto que cortó de cuajo con lo que parecía un empate cantado. La incidencia del penal también hizo su aporte. Atajada fenomenal e ídolo en puerta.

Ahora empieza otro cantar. La disyuntiva de seguir siendo el equipo que debe sumar para zafar del infierno tan temido a través del antifútbol -tal y como lo catalogan quienes no alcanzan a entender el valor del compromiso- o si se anima a redoblar la apuesta en pos de elevar el objetivo. Un planteo donde un par le den el toque de fútbol necesario para pelear el campeonato no sería disparatado si los protagonistas, que ya demostraron estar a la altura, entienden que pueden ir más allá. Siguiendo el camino que supieron construir, extendiendo el horizonte de las expectativas estarían en condiciones de llegar hasta donde nunca imaginaron.


APOSTILLAS

Doble estándar. Por un lado, la comisión directiva decidió la expulsión de diez de los doce sumariados; por otro, demoró la denuncia en la justicia penal a la espera de que algún fiscal, de oficio, la sacara del brete de dar el primer paso. Como dijo un destacado miembro del triunvirato de sabuesos, legendario personaje que sabe más por viejo que por diablo, tenía la obligación de hacerla y no la hizo. Sacando los pies del plato.

Dedos largos. No soporta el ostracismo. Si la historia termina con final feliz dirá que él sentó las bases y saldrá a pedir reivindicación pública a los cuatro vientos. Si no, se amparará en el silencio, contra su propia voluntad, hasta nuevo aviso. Mientras tanto, el ex primer mandatario aporta lo que puede a través de la herramienta que más le gusta. Mención autorreferencial y amenazas de soltar la lengua. La afición espera ansiosa.

Memoria activa. El guardameta sensibilizó a propios y extraños cuando, ante cámaras, no pudo atajar la emoción del momento. Gozando de un nivel individual sobresaliente, se permitió unos pucheros al recordar las espeluznantes adversidades padecidas en el semestre pasado y el poder del grupo para revertir la desventura, con especiales palabras para el vistoso marco. Al fin un profesional con todas las letras.

Muestra inagotable. El pasquinejo vernáculo no deja de sorprender. Haciendo gala de una desvergüenza a prueba de balas, un jerárquico aplazado en el examen de ingreso a la escuelita de parodismo doméstico le dedicó unas líneas al jefe de la banda en fuga. "Si yo fuera él le pediría al periodismo que investigue." Una multitud todavía se está riendo. De tanto cubrir espaldas ajenas, se olvidaron de las propias.