lunes, diciembre 18, 2006

Balance en rojo… y negro


Haber finalizado el Apertura 06 con 18 puntos –entre los últimos cuatro equipos del torneo– debe inducir a la reflexión, no sólo de dirigentes, plantel profesional y cuerpo técnico, sino también de la afición sabalera en su conjunto. Esa afición que todo perdona y que insistentemente renueva la confianza en los colores a pesar de las constantes frustraciones. Esa afición que, sin embargo, también tiene su lado oscuro: no deja de ser tan resultadista como la que más y poco participativa en la vida institucional. Y es justo en este punto donde puede apreciarse una especie de escisión, como si el equipo fuera una cosa y la entidad otra muy diferente, alejada de la discusión del día a día. Para constatar tal aseveración sólo hace falta husmear los foros virtuales.

El rendimiento del primer equipo en el campeonato mayor siempre concita la atención de la mayoría rojinegra, mientras la problemática de la entidad queda relegada a un segundo plano. Al simpatizante colonista no le interesa la marcha de la convocatoria de acreedores, las turbias maniobras que estos “dirincuentes” han pergeñado durante los últimos meses, el déficit del balance anual, las malas contrataciones que son sinónimo de malos negocios, el terrible desmanejo que padecen las divisiones inferiores, la evidente connivencia con la barra brava, la falta de autocrítica y muchos otros logros de esta cd que no vale la pena mencionar. Sería saludable meditar acerca de estas cuestiones que sin duda repercuten en los resultados; si la base no es sólida, cualquier construcción se cae a pedazos sin mayores miramientos.

Para el próximo viernes 22 está programada la asamblea de socios que deberá aprobar –qué duda cabe– la memoria y balance anual, anunciada con un rojo de 900.000 pesos. Una cifra extrañamente menor a la esperada y que prueba el trabajo por demás satisfactorio del equipo contable de la institución. Más allá de los numeritos, que pueden dibujarse con una desfachatez profesional a prueba de sabuesos fiscales, la convocatoria de socios será un termómetro interesante para medir el grado de consideración que merece un acto tan trascendental en la vida de una entidad civil sin fines de lucro. Conocer la realidad económica-financiera no puede, ni debe, quedar afuera de la preocupación de quienes dicen sentir pasión por la sangre y luto.

Este fin de temporada encuentra a un Colón futbolísticamente en rojo, pero con las posibilidades futuras intactas. Imaginar lo bueno que está por venir anima al más pesimista de los sabaleros. Si el próximo campeonato la cosecha de puntos resulta abundante, la pesadilla habrá quedado atrás y las buenas perspectivas volverán a ser el tema corriente en los alrededores del barrio Centenario. Lo importante –apelando al espíritu festivo y esperanzador que reina en estos días– es que todo puede mejorar, no sólo la ubicación del equipo en la tabla, también la gestión administrativa, siempre y cuando se rectifiquen rumbos, se modifiquen estrategias y se transparente la política. Al fin y al cabo es tiempo de buenos augurios.


APOSTILLAS

¡Qué desubicado! Dijo GL: “Si Giovanni y Grisales no vuelven, van a tener que jugar en la playa”. Después de semejante sentencia no hizo falta aclarar que la relación de ambos con la cd es “excelente”.

La posibilidad del cuarto refuerzo está en duda porque Imhoff aún no ha firmado contrato. ¿Esta situación irregular habrá tenido algo que ver con el rendimiento de Guillermo? ¿O será una mera casualidad?

Efecto dominó. Mántaras, excluido de la toma de decisiones en la primera, fue desplazado hacia las inferiores. Restelli, excluido de la toma de decisiones de inferiores, fue desplazado hacia el infinito, aunque resiste… resiste.

Elucubrar una teoría sobre la pertenencia es una pretensión destacable. Evitar analizar el tema en profundidad es de una mediocridad reprobable. GL agradecido, con olfas como éstos su figura está a salvo. ¡Ave Kike!