Y llegó nomás la hora de pelear los puntos más importantes de la temporada. En esta oportunidad con una apuesta totalmente audaz. El dt planea ir al todo o nada con tres delanteros, para conseguir una buena dosis de oxígeno que le permita a Colón encarar con mayor tranquilidad la definición del torneo. Nada mal, considerando que al poner en cancha semejante «tridente ofensivo», existen altas probabilidades de que alguno de los tres tenga una tarde inspirada.
La parada no será fácil. El rival se hace fuerte de local y el rojinegro va, en cierta medida, disminuido. Sin enganche y con el Pirulo fuera de combate, toda la responsabilidad recaerá sobre la esmirriada figura de un talento que viene de un parate considerable. Así las cosas, se espera que la fiel afición supla, con el aliento desde la tribuna, las carencias que puedan producirse dentro del campo de juego. Y que el bancado –ahora, según el pasquinejo, “agrandado”– supere al despreciado.
En otro orden, continuaron durante la semana las reuniones, copetines, asados y cenas políticas con fines electores. Pudo saberse que al mismo ritmo con que avanzan las negociaciones, se suceden las intimidaciones, y que el mago se ha convertido en el blanco preferido. ¿Cuál será el motivo de tamaño ensañamiento? Una de dos. O su ex pareja pretende borrarlo del mapa por alguna razón non sancta o el ex vice primero anda buscando repercusión. Lo cierto es que en este intríngulis parece haber sábalo encerrado.
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