miércoles, abril 24, 2013

La balada del cerrojo

La jornada comenzó movidita. Con noticia de primera plana en sección policiales. Una gresca de proporciones se armó frente a la entidad entre los caracterizados simpatizantes que viajan en los micros que gentilmente pone a su disposición el club y los agentes del orden. Una forma bastante pintoresca de compensar la falta de protagonismo del equipo en el certamen. Los últimos hechos en los que se ha visto involucrada la banda que anima cada fiesta parecen posicionarla a la altura de las más renombradas, algo es algo. Como es de público conocimiento, un mérito exclusivo de la falsa pertenencia, que auspicia, subsidia e incentiva a los violentos.

Con el marco raleado, en cancha sobresalió un guión ultramezquino que por lo bajo provocó un poco de vergüenza. Hasta los cuarenta del segundo tiempo, y haciendo fuerza para llevar el afán adelante, la afición masculló críticas en silencio; tuvo tiempo de elaborarlas y hasta amagó con exteriorizar el incipiente disgusto cuando llegó el agónico empate. Bastante oportuno para bajar el nivel de tensión de quienes no se conforman con ver al equipo colgado del travesaño. Las limitaciones pueden disimularse con esquemas defensivos, pero al más mínimo error la fragilidad del sistema queda al descubierto y obliga a cambiar el libreto para remontar la adversidad con las complicaciones del caso.

Hasta ahora los resultados han sido cómplices del golpe de timón, pero la curva que está tomando la búsqueda de la identidad perdida no tiene el mismo consenso que los números acumulados hasta el momento. El conductor sabe, como lo sabían todos los que pasaron por el puesto en los últimos tiempos, que sostener la falacia de la revolución de inferiores conspira contra la fuente de trabajo. No precisamente por humildad argumentó no sentirse dueño del buzo hasta tanto pueda armar un plantel y elaborar su propio proyecto. Joven y con ganas de hacerse un nombre entre los técnicos de prestigio, si acepta lineamientos impuestos, deberá reconocer que la presente experiencia arranca con fecha de vencimiento.


APOSTILLAS

Toalla y jabón. Luego del tole tole que se armó frente a la institución, todos los medios buscaron desesperadamente la esclarecedora palabra del primer mandatario. Por supuesto, y como cada vez que la barbarie lo salpica, reafirmó su compromiso para acabar con lo que él mismo propicia. "No me consta", la frase más utilizada por quienes apañan la delincuencia.

El de siempre. También requerido por la prensa vernácula, el impresentable vice volvió a las andadas. "En un día tan difícil no nos merecíamos irnos con las manos vacías", regurgitó, repitiendo la misma gansada por la que fue vapuleado en todos los medios nacionales en similar ocasión. Que a nadie se le ocurra investigar quién paga el transporte.

En la pendiente. Sorpresa causó la exclusión hasta del banco de suplentes de la joyita en desgracia. Así como con tanta liviandad, apenas asomaba, se lo cotizó en más de once millones de euros, sería bueno que se informe cuánto cuesta ahora que está a un paso de retornar a la reserva. ¡Y pensar que se frotaban las manos pensando en los billetes!

Preguntas inconvenientes. Flor de zarandeada sufrió el vestuarista de la emisora universitaria cuando, con facón en mano, hostigaba al excelentísimo señor presidente por el tema de los incidentes protagonizados por la horda que se mueve bajo su ala. Tanto se enojó el entrevistado que, como acostumbra, hasta le dio clases de parodismo sin cargo.

viernes, abril 19, 2013

Terapia de shock

La memoria colectiva ya había borrado de sus registros la última vez que tres victorias consecutivas dispararon sus expectativas. Como suele suceder, cada vez que la renovación pasa por la cabeza de grupo, los aires de cambio trajeron consigo una bocanada de oxígeno puro, tanto como para despabilar a quienes hace apenas unos días arrastraban sus ánimas por el piso del purgatorio. En tiempo récord se recuperó el estado físico, se incorporaron estrategias nunca antes trabajadas, se fortaleció la estructura defensiva, se pulieron algunos defectos y se levantó el ánimo alicaído. Ni el más optimista lo hubiera imaginado.

Un par de cuestiones puntuales destacan en el nuevo escenario. Inteligencia y paciencia, dos características que el ex solía anotar en la columna del debe después de un resultado adverso, hoy son subrayadas entre los puntos meritorios. Mientras que el déficit en lo que respecta a generación de juego sigue en pie, el entrenador apunta a sacar provecho de lo que tiene, según sus propios dichos, explotando otras cualidades. Vértigo, profundidad y proyección ofensiva, disimulan lo que todo equipo equilibrado debiera ofrecer. Por ahora le alcanza y le sobra para rescatar la convicción perdida y reflejarla donde hace falta.

Por el lado de la afición, no sólo disfruta de la seguidilla triunfalista, también celebra el resurgimiento de la épica. Los experimentos caseros tienden a exacerbar el sentimiento de pertenencia, un salvavidas recurrente de la gestión cada vez que toca fondo. También viene de perillas la supuesta conexión con personajes que de una u otra manera dejaron una huella en la historia reciente. Si el fallido ensayo anterior venía de una ilustre escuela, éste no se queda atrás. Por esos caminos discurre el relato en tanto los resultados se muestran favorables. Habrá que ver hacia dónde vira si el paladar se vuelve exigente o si los resultados se tornan esquivos.


APOSTILLAS

Devolvé la bolsa. Tanto que le gusta llevar la voz cantante, el desfile por tribunales lo tendrá que encabezar el excelentísimo señor presidente. Como los documentos requeridos por la justicia no aparecieron por ningún lado, todos los involucrados deberán responder en el marco de un proceso penal. A cantar se ha dicho.

Espacio vacío. El riñón está en proceso de descomposición. Dos vices tiraron la toalla por disidencias con la conducción. Lo que no pudo dilucidarse es si las renuncias se produjeron en desacuerdo con los manejos institucionales o con la repartija de beneficios. La angurria presidencial no tiene límites, los cabos sueltos tampoco.

Duda existencial. El entrenador, ratificado antes de su debut a través de una nota en el pasquinejo vernáculo, no se siente titular. Para considerarse efectivo necesita armar el plantel, la pretemporada, un contrato a largo plazo y la mar en coche. Los hombres de la casa son comprometidos y desinteresados hasta que dejan de serlo.

Felpudo conciente. A raíz de la segunda renuncia, antológico fue el cruce entre relator y comentarista asoleados. Mientras uno, haciendo alarde de una lógica básica, metía el dedo en la llaga de la dimisión, el otro no dejaba de defender la postura para la gilada. "Hay que hacer la aclaración de que es por motivos personales." ¡Andá!

viernes, abril 12, 2013

Dale que va

La propuesta del flamante conductor, para enfrentar su primer compromiso en condición de visitante, generó reparos. Frente a un equipo alternativo y con la necesidad de sumar puntos para salir del fondo de la tabla, plantear el juego cerca del arco propio parecía tan imprudente como mezquino. Las acciones del primer tiempo le dieron la razón a los más escépticos; una multitud defendiendo y un delantero y medio en la soledad más absoluta hicieron que los cuarenta y cinco minutos iniciales provocaran en la afición reacciones conocidas. El sufrimiento se veía venir. Sin embargo, cuando los cuestionamientos empezaron a llover como en tantas otras ocasiones, la contundencia del goleador cambió dudas por certezas.

Porque sin angustia la historia parece no cerrar, los tramos finales transcurrieron con los once protagonistas apretados en la retaguardia, defendiendo la satisfacción de una nueva victoria. A pesar de que futbolísticamente la nada sigue imponiendo su estilo, los resultados no le dejan lugar a los reclamos. Se hacía imperioso, no sólo aumentar la magra cosecha de porotos sino también cambiar la cara de un equipo que arrastraba el alma por la cancha. Ambos objetivos se alcanzaron más rápido de lo esperado; dadas las circunstancias, no importó demasiado de qué forma se llegó, el desahogo de los dos triunfos le dará tiempo al entrenador para buscar una identidad que se adapte a sus pretenciones, teniendo en cuenta el material del que dispone.

El cuerpo técnico de la casa tendrá que lidiar con resabios del pasado reciente. Su antecesor en lo que al "proyecto" se refiere consiguió atesorar muy buena cantidad de puntos pero a través de una imagen en campo deplorable que le abrió la puerta a una renuncia digna de culebrón vespertino. Como la volatilidad de las gradas es una constante, puede que en pos de escalar posiciones y tener algo de qué vanagloriarse, esta vez acepten ver con resignación cómo la calidad pasa a ser sólo una palabra emblemática de un himno arrumbado en el rincón de los recuerdos. O no. Tal vez, como no hace mucho tiempo, en un arrebato de amor propio, vuelva a repudiar la mediocridad y entonces la novedosa formación de entrenadores quede en modo de espera.


APOSTILLAS

Animales sueltos. No es lo mismo apretar al parodismo intrascendente que al que tiene difusión nacional. Esta vez, al primer mandatario se le atragantó la tostada cuando tomó conocimiento del comunicado que le dedicó la asociación de prensa vernácula. Esa manga de ingratos tuvo el tupé de mancillar su nombre tildándolo de patotero ante la opinión pública. Ya está evaluando, junto a su séquito, medidas ejemplificadoras para cortarle el chorro a más de uno.

Porca miseria. Llamó la atención que el cuerpo médico atendiera una hemorragia sin tomar las precauciones básicas de profilaxis. Al parecer, el departamento sanitario también está sufriendo los embates de la crisis económica que el parodismo rastrero se empeña en ocultar. No hay un mísero cobre ni para guantes descartables. Cuando quieran pueden sumar sus reclamos al que está evaluando la muchachada por el atraso en el pago del contrato en negro.

Malas costumbres. El técnico empezó batiendo marcas. Dos partidos dirigidos, dos expulsiones. Todavía no se sabe si sus berrinches son producto de la explosión sanguínea del momento o si van a empezar a formar parte de una estrategia complementaria a la aplicada en el campo de juego. Menos mal que en ambas ocasiones el equipo terminó ganando el partido, porque nadie quiere imaginar sus reacciones cuando los resultados no sean los esperados.

Cinta elástica. Perpleja quedó la afición cuando se enteró que el guardameta había sido elegido por sus compañeros como el nuevo capitán del barco. Evaluando sus méritos, dentro y fuera de la cancha, y teniendo en cuenta que, según él mismo adelantó, emigrará una vez finalizado el torneo, poco se entiende la decisión tomada. Las malas lenguas, que nunca faltan, dicen que la elección se dio por descarte. ¿Y si prueban con dejar el puesto vacante?

miércoles, abril 03, 2013

Pasión, muerte y resurrección

No hizo falta que el interino pegara un par de buenos resultados para anclar en el puestito. Como la jugada se vio venir a varias leguas de distancia, la confirmación, en nombre del "proyecto", no se hizo esperar y llegó a través de la propaladora oficiosa, devenida en oficial para la ocasión. Y de golpe y porrazo, el cuerpo técnico se llenó de ñoquis caseros para que la formación de entrenadores -flamante chamuyo- corra paralela a la de juveniles. Para algunos, un gol de media cancha. Para otros, historieta repetida. Echar mano del ajado discurso de cabecera, una vez desestimada una veintena de nombres de todos los colores, tamaños y precios, sirve en la dura tarea de encubrir la miseria del pordiosero.

Así las cosas, el relanzamiento del paradigma autóctono vuelve a los primeros planos patrocinado por unos protagonistas sorprendentemente conectados con el nuevo ciclo en tiempo récord. No cabe duda que los hombres de la casa, amparados en una trayectoria ligada a la institución, tienen la virtud de transformar la flaqueza de espíritu en denuedo renovado; así como también la de manejar a la perfección el sentido de la oportunidad. Tocar la fibra íntima de la parcialidad, para conseguir un acompañamiento que les permita trabajar con desahogo por lo menos en los tramos iniciales del proceso, les sale de maravillas. En el peor de los casos, al momento de la despedida, el declamado compromiso no entrará en discusión.

De ahora en más, sacudida la modorra que llevaba seis fechas, con apenas un par de puntos en el bolsillo y un mustio lugar como cola de tabla, será cuestión de esperar la evolución del golpe anímico. Traducir al plano futbolístico la actitud que el entrenador destacó en el final no sólo implicará la obviedad del trabajo; recuperar rendimientos individuales, adquirir una identidad de conjunto, despabilar las responsabilidades dormidas, inculcar una idea y no morir en el intento, frente a los mañosos de siempre, son aspectos que van más allá de las buenas intenciones que suelen coronar cada comienzo. Mucho dependerá de los planes que tenga el plantel una vez oteado el panorama. Acostumbrado a los sucesivos fracasos, puede darle lo mismo la recuperación o el limbo permanente. 


APOSTILLAS

Doble hoja. A quienes dicen tener el trasero aseado los asiste la razón. Gracias a la centenaria entidad ya no padecen escasez, entre otras muchas cosas, de papel sanitario; lástima que todavía no esté disponible en el mercado un limpiador de conciencias. Venta de porcentajes de juveniles en la oscuridad más absoluta, descarada connivencia con la barra, ocultamiento de crisis económica. Con un rollo de cincuenta metros no alcanza.

Cancha inclinada. En determinados pasajes del encuentro no llegaba a dilucidarse quién estaba más interesado en el triunfo local, si las enfervorizadas gradas o el hombre encargado de impartir justicia. Si el primer mandatario se cree con autoridad para indicarle al parodismo vernáculo qué informar y qué no, no sería extraño que también se atreva a sugerirle al hombre de negro cómo hacer su trabajo. Los serviles del don tienen muchas prerrogativas.

Fascículo coleccionable. Por los corrillos del pasquinejo vernáculo todavía repiquetean los lamentos a granel. Abrir los comentarios en un descargo guarecido bajo el paraguas de la obsecuencia desvergonzada no fue una idea del todo acertada. Tanto al entrevistador como al entrevistado les dieron para que tengan y guarden. Entre carradas de epítetos irreproducibles, ni una sola voz asomó a favor. A veces tarda, pero la condena social, siempre llega.

Partícipe necesario. Ciertos personajes no sólo hacen silencio por genuflexión interesada, también lo hacen por innata cobardía. No articular palabra ante la denuncia de un colega, por aprietes de parte del excelentísimo señor presidente y sus secuaces de comisión directiva, es clara señal de contubernio con los matones. El chupalerche primero, cada día que pasa, queda más expuesto ante la opinión pública. Cuando los delincuentes caigan, los cómplices también.