lunes, octubre 25, 2010

Un toque de distinción

Los antecedentes no presagiaban un resultado favorable. En la previa, las apuestas corrieron hacia el lado de la resignación, avaladas por diez años de infortunio. Sin embargo, el equipo fue capaz de torcer la historia con una cuota de calidad. No tanto como para embriagar de lujos a la afición que acompañó, pero sí con mucho de voluntad y sacrificio. Al parecer, la muchachada está enviando mensajes de recuperación luego de haber tocado fondo al compás de una goleada histórica. Acarreando problemas de lesiones y con la novedad de un protagonista que se plantó y le dijo “no” a la posibilidad de jugar en un puesto que no siente, el sabalé comenzó su camino hacia los veinticinco puntos con los que pretende cerrar el torneo.

Todavía es prematuro para hablar de una versión a imagen y semejanza del nuevo entrenador, porque, entre otras cosas, es una incógnita –más allá de lo que pueda declarar para la tribuna–, el estilo que pretende imprimirle al conjunto, pero en los números se va perfilando. Para destacar, la actuación del enganche, quien mostró destellos de la magia con la que supo conquistar tierras trasandinas. Aunque, si bien supo ser desequilibrante en un partido propicio, no habría que entusiasmarse demasiado con una seguidilla de actuaciones sobresalientes; la tendencia a excederse en firuletes y cañitos, e inclusive a desaparecer por momentos del match, indica que su rendimiento tendrá tantas subas como bajas en un medio generalmente hostil.

En cuanto a lo que el viento no se llevó, sería saludable que alguien se dignara a dar explicaciones públicas. El técnico, cuestionando la preparación física del plantel; el goleador histórico, deslizando que el grupo fue mal armado; pibes del club relegados injustamente y el parodismo rastrero y cómplice mirando hacia otro lado; son apenas una muestra del fracaso que aún nadie asumió. Esta etapa no es una más, es la que marcará el destino de la falsa pertenencia; si alcanza el objetivo de mínima –replanteado por causa de fuerza mayor–, la dirigencia y sus esbirros –gracias a las providencias que ya han tomado– seguirán mamando de la ubre colonista. Sólo una avanzada opositora –despojada de nocivos egos– podría torcer el rumbo.


APOSTILLAS

Pescador de hombres. Ante un panorama gris en lo económico, el excelentísimo señor presidente ya tiene planificada la estrategia. Las obras, que según la web oficial, “avanzan a buen ritmo”, corren el riesgo de quedar inconclusas si no se consigue el financiamiento necesario. De todas maneras seguirán los anuncios en busca de incautos. Atenti con los faroles.

Bozal ilegal. Según manifestó al aire el hemisferio pensante de la dupla que anima los mediodías asoleados, el goleador histórico le tiene prohibido al plantel hablar con la del medio. Y pensar que alguien, alguna vez, injustamente, lo tildó de “líder negativo”. El sólo habla, y permite que el resto hable, con el parodismo rastrero que le rinde pleitesía. Críticos abstenerse.

Vade retro. El presidente de la entidad anfitriona le dio el pié que andaba buscando. “Nosotros tardamos quince años para que el proceso empiece a dar sus frutos”, señaló. De ahí en más, la repetición exasperante, cual nefasto método de convencimiento, no tardó en llegar. “¡Quince años! ¡Quince años!”, comenzó a replicar casi en un grito. ¿Le habrán ofrecido un sobre extra por cada año adicional?

Información silenciada. La revolución de inferiores no está atravesando un buen momento. En 12 partidos disputados, la reserva lleva ganados 2, empatados 4 y perdidos 6. Con 10 puntos en su haber, ostenta el último puesto en la tabla de posiciones del torneo, según reza la página oficial de la entidad madre. ¿Qué explicación tendrá al respecto el eficiente director ejecutivo del fútbol neonato-infanto-juvenil?