viernes, octubre 19, 2007

El ocaso de una estrella


El pasado miércoles, buena parte de SF fue testigo de un triste espectáculo. El "biondo gnocchi", encaramado al púlpito, apretujando el micrófono, por momentos nervioso, por momentos exaltado, por momentos quebrado, intentando infructuosamente dar una imagen de fortaleza que, a esta altura es más que obvio, ya no tiene. El vice primero, sentado, en la más absoluta soledad, ocupando una silla en la última fila del recinto, en estado casi catatónico, escuchando sin parpadear. El periodismo, ávido por registrar el escándalo, tratando de digerir el trato sobrador del monarca de la sarasasasa. Y el resto del auditorio, conformado por directivos y empleados –conminado a asistir cual rebaño militante–, haciendo el aguante.

Al parecer, GL no sólo no aprende de sus errores sino que los potencia. Tanto él, como su grupete de confianza, a pesar de esmerarse en el intento de representar una imagen populista rojinegra, sólo han conseguido perder el apoyo de los pocos colonistas que aún confiaban en la gestión. ¿De qué sirve montar una puesta en escena para hacer valer la jerarquía? Si el propósito fue salir a fijar posición para evitar el ridículo luego de las declaraciones de LH, pues la estrategia no dio resultado. El monje negro puede quedar aislado en el esquema dirigencial, pero la figura del presidente ha caído en el más profundo de los abismos. Ya nadie soporta su metodología de conducción y mucho menos su chácara discursiva.

Y esto no es todo. Lo peor de la situación es que, ante semejante descalabro, muchos ya reclaman la vuelta del innombrable. En este punto, vale hacer memoria para reflexionar. Por un lado, hace unos pocos meses atrás, un ex dt dijo: "Con estos dirigentes que tiene Colón, el futuro es muy oscuro". ¡Cuánta razón! Por otra parte, el titular sabalero, desde un principio, se manifestó convencido de que iba a pasar a la historia. En eso está. Al respecto, sería bueno tener presente que en los anales quedan los héroes, pero también los villanos; los hábiles, pero también los ineptos; los probos, pero también los hipócritas. Los hechos son los únicos que determinan las capacidades, mientras que a las palabras se las lleva el viento.


APOSTILLAS

Los soldados van cayendo. En la emisora académica quedaron resentidos por el maltrato y la revancha no se hizo esperar. Calificaron de "mentiroso" al "biondo gnocchi", quien negó haber tenido contacto con una futura incorporación luego de que él mismo se los adelantara.

Sin pelos en la lengua. La oposición no se guarda nada. En la mejor definición de los últimos tiempos, tildó de "órgano oficial del club" al pasquinejo local. Al parecer, a los responsables, les resbala ser considerados el "hazmerreír" vernáculo, porque cambio de rumbo no se ve.

Los hermanos sean unidos. Diferentes agrupaciones tienen previsto reunirse para elevar un pedido desesperado: que se adelanten las elecciones. Habrá que ver si la masa societaria apoya la iniciativa o si sólo quedará en una reacción pasajera ante el "crack" institucional.

Por una gran convocatoria. El entrenador dijo que la situación puede afectar al plantel. El sábado, la sangre y luto se juega una dura parada. La afición debería hacerle sentir al equipo que el apoyo incondicional está más firme que nunca y que Colón sigue siendo la prioridad.