jueves, diciembre 31, 2009

Genio sin tiempo

Dice el prestigioso compendio mataburros que Germanardo di Ser Piero da Vinci fue un arquitecto, escultor, pintor, inventor, músico, ingeniero y el hombre del Renacimiento sabalero por excelencia. Político de primera línea, está ampliamente considerado como uno de los grandes pintores de la realidad rojinegra de todos los tiempos y quizás la persona con más variados talentos en la historia de la humanidad. Poco se sabe de sus primeros años, sin embargo ha podido constatarse que nació un 29 de diciembre –fecha considerada como el día de una famosa pasta de origen italiano– y murió, según se dice, en brazos del rey afista, quien se lo llevó a su servicio como un trofeo y lo apoyó en sus incontables propósitos.

Sus obras son ilustres por una serie de cualidades que han sido muy imitadas y discutidas ampliamente por aficionados y críticos: sus técnicas innovadoras, su detallado conocimiento en ciencias, su interés en arquitectura y especialmente la forma en que los humanos registran emoción violenta. Su gran aportación es el esfumado de verdes, artificio que consiste en prescindir de los contornos netos y precisos del cotizado papel y envolverlo todo en una especie de niebla imprecisa que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la nada atmosférica. Como artista de éxito, obtuvo permiso para diseccionar ídolos humanos. También hizo certeras observaciones sobre diversos restos de fosiletitos.

Tuvo muchos amigos que fueron figuras destacadas en sus campos respectivos o por su influencia en la historia. Entre ellos Luigi Maquiavelo, con quien mantuvo una estrecha relación –se dijo que hasta llegaron a dormir juntos–, aunque más tarde, por problemas de cartel, terminaron distanciados. Posteriormente conoció al máximo ilusionista de la época, un personaje especializado en trucos humeantes que provocaban admiración entre los adeptos a los espectáculos circenses. Entre sus ideas inconclusas se destaca una impactante obra que formaba parte de un proyecto de construcción que jamás se realizó. El interés por Germanardo nunca ha decaído. En la actualidad, las multitudes aún siguen maravillándose de su sabiduría.

lunes, diciembre 28, 2009

Nobleza obliga

Sólo los grandes dirigentes hacen historia. Esos que trabajan con la firme decisión de dejar, tras su paso por posiciones de poder, un legado imperecedero para sucesivas generaciones. Después de muchos años, ese hombre llegó a Colón y, a través de su impronta personal, consiguió posicionarlo en el lugar que siempre mereció ocupar: entre los grandes del fútbol argentino. En pos de alcanzar el objetivo no dudó en conducir con mano férrea los destinos de la entidad, centrando su esfuerzo en tres frentes específicos. Institucionalmente, sentó en el presente las bases para el porvenir. Como nunca antes, le abrió las puertas a la participación del socio, erradicó a los violentos y le dio un lugar a la oposición en favor de un proyecto integrador.

También, poniendo de manifiesto una preclara visión de futuro, estrechó vínculos con pares predispuestos a bregar conjuntamente por el desarrollo de jóvenes talentos. Sin olvidar el patrimonio, hizo crecer la infraestructura, valorizando el capital propio y sumando nuevas e importantes adquisiciones. Respecto de lo deportivo, consolidó el tan anhelado protagonismo en el torneo local y volvió a insertar a la sangre y luto en el plano internacional. Los méritos de este presidente no se detienen ahí. En materia económica, supo manejar con austeridad la cuestión, vendiendo, en tres años y medio de gobierno, por alrededor de diecisiete millones de dólares y gastando lo estrictamente necesario. Los balances no mienten; sin dudas, un modelo a imitar.

Este fin de año lo encuentra agregando un nuevo jalón a su foja de servicio. Las primeras planas de los medios nacionales no tuvieron más que rendirse ante su capacidad negociadora en el conflicto que mantuvo en vilo al país. Con inteligencia y abnegación supo ganarse la confianza del titular afista, gracias a lo cual hoy se perfila como uno de los candidatos a sucederlo o, en su defecto, a ocupar un puesto de prestigio a nivel continental. Gracias a tan desinteresada faena, elevó el nombre de la centenaria asociación sin fines de lucro a los máximos puestos de influencia en el contexto general. Ante semejante éxito, sólo resta agradecerle por los innumerables logros obtenidos y los que vendrán. El club está en orden. ¡Feliz día!

miércoles, diciembre 23, 2009

Una pulga en la oreja


El regalito de Navidad llegó anticipadamente. “Vamos a tener una sorpresa que nadie se imagina”, avisó ayer la dirigencia a través del pasquinejo vernáculo. Como ya es una costumbre en cada receso, el excelentísimo señor presidente, se encargó no sólo de generar misterio en torno del “escondido” de turno, sino que además jugó con las expectativas de la afición sentenciando contundentemente: “Dará que hablar”. Pues bien, esta vez no erró. El primer refuerzo dejó con la boca abierta a todos. Un desconocido que durante los últimos tres años jugó veintisiete partidos y marcó cinco goles. A la descollante figura, Colón le compró el cincuenta por ciento del pase y le hizo un contrato por tres años y medio.

Algunos conceptos de la nueva cara sabalera, presentada esta mañana –no en el club, sino en un hotel céntrico–, al ser abordado por el parodismo doméstico que hurgó en su pálida trayectoria en un intento desesperado por encontrar el lado positivo de la historia. “Juego por izquierda, pero soy derecho” (¿tendrá las piernas cambiadas?). “Me gusta ir por afuera” (¿de la cancha?). “Soy delantero y mi obligación es convertir” (en seis meses jugó seis partidos y no pudo embocarla). “Del plantel conozco a Goux, que jugaba en Belgrano cuando yo era chiquito” (mal, mal, mal, no tiene derecho a herir susceptibilidades). “El presidente siempre me quiso” (aunque por lo bajo dijo que nunca entendió por qué lo llamaba Toti).

Por lo pronto, de los rutilantes nombres que, a instancias de las máximas autoridades rojinegras, tiraron los medios, llegó el último que quedaba en la bolsa. Si ésta era la “sorpresa”, mejor ni saber cuáles serán las que faltan para completar el cupo permitido. De todas maneras, el destino de unos cuantos está asegurado. Gracias al “convenio de reciprocidad deportiva” firmado con una institución que confía en que el «biondo gnocchi» le solucione sus problemas económicos –cuando no puede resolver los propios, como el tema del básquet, por ejemplo–, quienes no rindan irán a parar a la cuenca lechera, una región de donde salieron muchos cracks y en donde terminarán depositados aquéllos que decepcionen al dt.

domingo, diciembre 20, 2009

Existo, luego pienso


El filósofo del poder lercherista está cumpliendo al pie de la letra con el mandato presidencial: elevar a la categoría de ídolo incomprendido a quien no le quedaría otra salida que volver al terruño. A la sarta de mentiras firmadas que publica el pasquinejo vernáculo no le vendría mal un baño de verdades incontrastables, tanto como para dejar en claro que embaucar a la afición puede parecer tarea fácil, sin embargo, no todos se dejan engatusar por una pluma a sueldo que se atreve a azuzar con la más ridícula de las comparaciones. Más allá de la escasez de nueves que padece el fútbol argentino, si el nunca bien ponderado delantero está al caer, no es porque la dirigencia y el cuerpo técnico añoren sus goles. El tema pasa por otro lado.

El grupo empresario que compró el ochenta por ciento de su pase –según se informó en aquel momento–, encabezado por un pícaro personaje, hoy investigado por la justicia, nunca pagó por la mercancía en cuestión. Además, la “transferencia millonaria” jamás fue tal. Vale recordar que para inflar la cifra total, se incluyó en la operación la mitad de un jugador fantasma y el préstamo de otro que pasó inadvertido. Respecto de la extraordinaria muñeca dirigencial que conservó los derechos federativos, sería saludable ilustrar que, por disposición de la entidad madre, los mencionados no pueden estar en manos de particulares; por lo tanto, lo que se muestra como una astuta maniobra no fue más que un cumplimiento de normas.

Así las cosas, si RR retorna al pago es porque la institución no vio un céntimo, o vio sólo una mínima parte, del monto convenido. Lo cierto es que alrededor de los clubes necesitados de efectivo, orbita un socorrista que ayuda a disfrazar el préstamo de unos cuantos billetes con una carátula de compra, encima corriendo con ventaja: cuando no desembolsa lo acordado, devuelve el paque-tito. El toque gracioso lo puso el chupalerche primero, días pasados, cuando sufrió una traición de su subconsciente. “Si el turco le baja el pulgar, será un refuerzo”, dijo, sin ponerse colorado. En definitiva, mientras el pensador vanguardista le transmite data tergiversada a la opinión pública, la primera incorporación estaría sellada.

miércoles, diciembre 16, 2009

Avanzada de combate


Como parte de la limitada y paupérrima estrategia que el excelentísimo señor presidente está llevando a cabo a fin de convencer al estado –municipal y provincial– de colaborar con un fangote de dinerillos públicos en su brillante proyecto de agrandar el estadio, le ordenó al chupalerche primero apretar públicamente al correligionario que rige los destinos de la cordial. Invitado al programejo que conduce por canal de cable, y que cuenta con una escasísima audiencia, el intendente fue literalmente acosado en busca de un título. El “vamos a ayudar a Colón”, demandó, casi en forma de súplica, la reiteración, en tres oportunidades, de la pregunta que reclamaba esa única respuesta. Lamentable, patético y ridículo. Un bochorno más, tal y como acostumbra.

Lo cierto es que el ex rector se fue en vaguedades, por lo que a pesar de la lograda sentencia, el interlocutor se quedó con las ganas de brindarle precisiones al locador de su opinión. Para colmo, tuvo que tragarse –entre nerviosas risitas de compromiso– un palo para su gallinero cuando le espetaron en pleno rostro, luego de la esperada afirmación: “(…) que no haya dudas, lo que pasa es que Germán es muy ansioso y le dice a los periodistas que me pregunten, ya lo conocemos ¿viste?”. No obstante ello, no pudo con su genio y a la nota que reprodujo en el pasquinejo vernáculo le estampó un epígrafe mentiroso, ya que en ningún pasaje de la plática, el entrevistado “se comprometió a realizar obras complementarias para la copa América”.

Lo que sí quedó en evidencia es que hay problemas de cartel entre el iluminado primer mandatario de la institución rojinegra y el jefe de la aldea. Acicateado permanentemente con el latiguillo de la gran gestión lercherista, en un momento, la visita destacó y dejó en claro su propia incidencia en los grandes logros: “Recuerdo que el día que llegó Grondona a SF (…), fui caminando con él hasta el RO y allí le comenté de lo lindo que sería que la selección jugara en una ciudad tan futbolera como la nuestra”. Para concluir, otro engaño quedó al descubierto. La faraónica idea de cerrar el anillo, tal y como lo adelantó no hace mucho tiempo el “biondo gnocchi”, ahora se redujo a la construcción de una bandeja superior en la tribuna norte. Epoca de vacas flacas que le dicen.

domingo, diciembre 13, 2009

Tiros al aire


La pirotecnia no está prohibida, sin embargo no hay duda de que es peligrosa. Especialmente la considerada trucha, esa que suele hacer mucho ruido –la más apreciada por quienes acusan algún tipo de complejo de inferioridad– pero que también puede dejar diferentes secuelas, tales como ridículas chamuscaduras en los dedos o marcas permanentes en rostro y extremidades. Es tiempo de celebraciones, muchas historias acarician el final y por lo tanto los estrépitos están a la orden del día. A Colón, en cuestión de festejos, le tocó un impensado alargue. La verdadera fiesta, digan lo que digan los lambiscones a sueldo, podría darse recién los primeros días de febrero, junto con la definición de la fase eliminatoria de la copa.

En cuanto a este último punto, la hilarante discusión de la semana tuvo su epicentro en las mañanas obsecuentes, envío que siguió la línea mediocre por donde acostumbran a hacer equilibrio los tres animadores de tan desopilante bazofia radial, quienes comenzaron hablando de “repechaje” –según el mataburros: última oportunidad que se da a un equipo para que continúe en una competición– para finalizar la semana rectificándose, a raíz de específicas ordenes de arriba, respecto de la valoración del concepto. Entonces, de un día para otro, lo que sonaba a menudencia, pasó a ser “primera fase”, obviamente evitando toda referencia a los términos “eliminación directa” tal y como observa la confederación organizadora.

Semántica aparte, lo cierto es que las especulaciones previas acerca del rival más débil, del grupo más accesible, y demás etcéteras, esas que nunca faltan en boca de estos adalides de la ventajita adicional, se hicieron trizas anoche, luego del resultado que selló el destino del sabalé. Mañana, después del duelo de rigor, seguirán con el tema que acaparará las discusiones de la afición: los refuerzos. Como cada fin de torneo, los nombres rimbombantes –salidos de boca del ilustrísimo primer mandatario– coparán la parada. El problema es que esta vez la dirigencia, en su fuero más íntimo, no está tan convencida de completar los cupos, ni de traer estrellitas, porque la certeza de la doble competencia cayó en un cono de sombras. Habrá que seguir a la espera.

miércoles, diciembre 09, 2009

Abrazo de despedida

Colón es sufrimiento. Tal vez por eso, una vez finalizada su participación en el torneo, debe esperar definiciones de terceros para saber en qué puesto de la tabla cerrará este buen ciclo y si deberá o no jugar repechaje para entrar de lleno en la copa. Su parte la cumplió, le ganó, aunque con una impensada dosis de aflicción, a un equipo de segunda categoría, jugando como últimamente dictó la línea del agotamiento físico tan pregonada por los propios actores para justificar los bajos rendimientos de este último tramo del año. Ahora sólo le resta aguardar, cual nervioso espectador, el fin de la película para programar los próximos pasos.

Y lo que viene no será cuestión sencilla de resolver. Se avecinan horas de negociaciones, tiras y aflojes, triunfos y derrotas individuales, en la pelea por la continuidad de todos los protagonistas que hicieron posible esta realidad rojinegra. Los primeros chispazos ya comenzaron a encender la calentita fogata de intereses que se pondrán en juego de aquí en adelante. Las declaraciones del iluminado primer mandatario no hicieron más que confirmar que el objetivo de esta dirigencia es permanecer; el colchón de puntos conseguido le asegura tranquilidad para afrontar un año en donde deberá abocarse a concretar grandezas anunciadas.

Por su parte, el entrenador apuntará los cañones a conseguir refuerzos de peso para coronar con un título su paso por SF, de otra forma lo conseguido durante dos años de sacrificio personal sólo quedará en los anales de la estadística. Está claro que lo único que agrega jalones al uniforme de buzo son las preseas que inscriben un nombre en la exclusiva lista de los campeones. Los números favorables, figurar entre los cinco primeros, pasar un par de fases en una competencia internacional, no significan demasiado; menos cuando la afición está ávida por festejar la primera medalla de la historia. Al parecer, ese horizonte aún está lejano.


APOSTILLAS

Falso testimonio. En el marco del nuevo empadronamiento de socios que comenzó por estos días, el excelentísimo señor presidente hizo referencia a que gracias a esta novedosa modalidad “ya no vamos a tener que controlar tanto para retener mil quinientos carnets truchos o falsificados durante un año”. ¿Habrá hecho efectiva la denuncia del caso?

Con el último aliento. Al maestro también lo afectó la seguidilla de partidos. Sus intervenciones en la previa y post partido estuvieron a la altura de un enano de jardín. Contradicciones a granel, incoherencias por tonelada y trabucadas de principiante, hicieron juego con la verborragia indescifrable de su coequiper al relato. El que mucho abarca…

Alto el fuego. Para no pasar el papelón del año, los organizadores de la festichola provincial del deporte –primereada por los horneritos de lata–, cortaron de cuajo todo tipo de crítica hacia la dirigencia sabalera. Como buenos mercaderes del parodismo vernáculo, el trío apostado en el área, levantó la bandera blanca con tal de no recibir un desplante histórico.

Mentiras más, mentiras menos. Según el chupalerche segundo, la lesión de FB, que le impidió desplegar todo su potencial durante el torneo, fue una “pubalgia”. Hete aquí que el pasquinejo vernáculo, en nota firmada, sostiene que “la dolencia que lo tuvo a maltraer fue una lesión en su tobillo derecho”. Deberían ponerse de acuerdo considerando que comparten el jefe.

lunes, diciembre 07, 2009

De historias y moralejas

El soberano camina sin ropas aunque la obsecuente corte se desviva por elogiarle los invisibles atavíos. Una fábula infantil con aguda metáfora destinada a la ignorancia colectiva. La parranda está llegando a su fin y todo buen parrandero sabe que la peor parte de la fiesta es la resaca. Ese insufrible malestar que queda después de nadar en placenteras y desbordantes aguas. Esa inevitable sensación de desconsuelo que dejan las omnipotentes burbujas al evaporarse bajo el influjo de las primeras luces del día. Cefaleas, embotamiento, temblores, nauseas, vómitos, sobrevienen luego de una noche desenfrenada. Cuando la cruda realidad se disfraza con fastuosos oropeles, el regocijo no dura más que una leve brisa en pleno estío.

Los resultados adversos han trastocado al conjunto sólido y aguerrido en un cúmulo de despojos físicos carentes de resto anímico. Y las ausencias no pueden utilizarse de excusa. El equipo titular ya venía dando muestras de debilitamiento general. En este caso específico, como en toda puesta en escena, justamente en el cuadro póstumo, queda al descubierto la trama oculta de la historia: los pibes, usados –en el más estricto sentido de la palabra– como bandera política por la gestión lercherista, sólo fueron tirados a la cancha a la espera del gran milagro. Ahora, sobre los pobres carneros enviados al matadero sin anestesia, recae la pesada carga de la frustración por no haber podido sacar adelante un partido considerado accesible.

La parte graciosa de la historia quizá esté en las últimas declaraciones del entrenador sabalero, que suelen danzar al vaivén de los triunfos o las derrotas. Lo que hace unas semanas era “si le ganamos a fulano peleamos el campeonato hasta el final”, ahora es “siempre pensé que no teníamos un plantel para pelear el campeonato”. Lo que ahora son quejas por “un plantel no muy largo y muchos jóvenes”, suena incoherente ante el “con los dirigentes no tengo problemas, me trajeron todo lo que les pedí”. Para cerrar, su nuevo objetivo: “Hay que apostar a veinte o veintidós puntos para el clausura y pasar un par de fases en la copa”. ¿Compartirá la afición tan mediocre perspectiva para el futuro o se animará a gritar “¡el rey está desnudo!”?


APOSTILLAS

Palabras cruzadas. El excelentísimo señor presidente está tan envalentonado que ya no lo considera indispensable al técnico que le salvó las papas en el momento más crítico de su gestión. Mientras el dt amenaza con un objetivo minúsculo en ambos frentes si no le traen refuerzos de calidad, el primer mandatario quiere economizar. ¿Quién ganará la pulseada?

No les da el cuero. El cansancio es la excusa perfecta, siempre y cuando el pf quede afuera de las responsabilidades del caso. Seguidilla, viajes, poco tiempo de recuperación, agotamiento físico y mental forman parte de los pretextos del momento. Un combo explosivo que deberán repetir cuando encaren las dos competencias. ¡Marche una camionada de energizantes!

Derrapando feo. Lo que en la previa era “un toque de frescura”, con el resultado puesto pasó a ser “un Colón remendado”. Es fácil contar, como cabezas de ganado, la cantidad de pebetes que el dt ha hecho debutar. Lo difícil es sostener el argumento de las actuaciones consagratorias, al que es tan livianamente afecto, para defender lo indefendible. ¿Pibe número?

Operación retorno. El mejor nueve del país –“biondo gnocchi” dixit– anda con ganas de regresar al terruño. No es tonto, sabe que o se calza nuevamente la sangre y luto o va a parar a la segunda categoría del fútbol vernáculo. A lo mejor tiene suerte y vuelve a ser un motivo de inspiración para la creatividad de la hinchada. ¡La serenata de insultos no puede esperar!

viernes, diciembre 04, 2009

Tiempo de descuento


Hace unos días, con tinte melodramático, el entrenador le dijo al pasquinejo vernáculo: “El final está cerca”. Los motivos son de peso. Primero, la distancia que lo separa de su familia; segundo, el desgaste. Dos años de trabajo con balance positivo, pero ningún título. Para un coach no resulta meritorio sacar a un equipo de la zona peligrosa; muy por el contrario, ese tipo de perfiles suelen quedar estigmatizados con el peyorativo cartel de “técnicos saca puntos” y nada más, especialmente si son adictos al circo mediático y a posicionarse en la vereda opuesta de la autocrítica cuando algunos resultados les juegan en contra.

AM logró algo más que revertir una situación comprometida con el promedio. Consiguió –aunque aún falta definir en calidad de qué– la clasificación para el torneo más importante del continente, además de cosechar una generosa cantidad de puntos que le aseguran a Colón un buen pasar con vistas al futuro inmediato. Sin embargo, él mejor que nadie sabe que la aventura de la copa será difícil. Considerando sus quejas respecto de la seguidilla de partidos que le tocaron en suerte en la recta final del campeonato, cuesta vislumbrar cómo encarará la etapa que viene, en la que deberán incluirse, además, agotadores viajes y concentraciones.

Entre tanto rezongo, no pasó desapercibido su disgusto con la dirigencia por la falta de previsión puesta de manifiesto en el último encuentro. Tampoco la respuesta del excelentísimo señor presidente cuando se lo consultó acerca de si se hará un esfuerzo por traer nombres de peso para enfrentar lo que se avecina, según solicitó el propio conductor. “El esfuerzo lo hacemos sosteniendo este cuerpo técnico”, dijo el «biondo gnocchi», dejando en claro que los cráneos que marchan al frente del plantel profesional son de los más caros del fútbol argentino. Cortocircuitos, tiros por elevación y una realidad con sabor a hastío.

martes, diciembre 01, 2009

Tiro al negro

Una derrota indiscutible y un final bochornoso. Es cierto, había mucho en juego y sin lugar a dudas, sobre el césped se dejaron jirones de vida, pero el rival fue superior y se llevó como premio lo que vino a buscar, mientras el sabalé quedó herido de muerte. Lo lamentable, más allá del resultado, es que ni los protagonistas ni los simpatizantes que colmaron el Brigadier se merecían semejante colofón. El topetazo del capitán al árbitro, el rostro desencajado del goleador histórico, quien insultó al hombre de negro durante los noventa minutos, y hasta el arquero, quien pareció separar para ser el primero en trompear al indefenso juez, dejaron grabada en las retinas de todos una imagen que no se condice con la presente campaña.

La pregunta del millón sería ¿por qué la dirigencia aceptó que un partido de tanta trascendencia fuese dirigido por un personaje que desprestigió a la institución mediante controvertidas declaraciones, posteriormente negadas? Llama la atención que el excelentísimo señor presidente, quien en cuanta ocasión se le presenta alardea con ser hombre de consulta del pope máximo de la asociación madre del fútbol argentino, no haya siquiera cuestionado la designación de una figura que acusó al equipo de ir para atrás en la sexta fecha del clausura dos mil siete y dejó picando la duda del soborno en aquélla definitoria de junio del dos mil ocho. ¿Acaso tuvo algo que ver esa máxima tan popular que habla de “la cola de paja”?

Una vez consumados los hechos queda claro que las consecuencias pueden ser nefastas para las aspiraciones del rojinegro. Y eso deberían saberlo los profesionales que cada fin de semana se calzan la sangre y luto, esos que a veces son beneficiados y otras perjudicados por los fallos arbitrales, esos que se quejan de las simulaciones pero resultan ser diplomados en simulación, esos que saben perfectamente cuál es el nivel del referato doméstico y aún así no modifican actitudes rayanas con el infantilismo más agudo. No es novedad, finalizado cada capítulo del torneo, las quejas y reclamos hacia el sistema dominan la escena; sin embargo, a la hora de poner las cartas sobre la mesa sólo se escuchan vítores y aplausos. ¿Será porque en definitiva “todo pasa”?


APOSTILLAS

Aviso clasificado. Al iluminado primer mandatario le está faltando un operador de prensa en la capital porteña. Con el amigote del entrenador no le alcanza. Si bien los lambiscones vernáculos cumplen con creces la función por la cual reciben unos suculentos dinerillos, sus influencias terminan abruptamente en la autopista. ¡Con el material autóctono se queda corto!

Enredado en su telaraña. El dt está pagando cara su adhesión al verso de las inferiores. Ahora resulta que los titulares están fusilados físicamente ¿y no hay recambio? Hace apenas unos días el impresentable vice dijo: “Se hace necesaria la participación en la copa para mostrar la cantidad de pibes que están surgiendo y precisan minutos en primera”. ¿En qué quedamos?

Lo tienen atragantado. ¿Qué es lo que sabe la dupla animadora de los mediodías enredados y no dice por falta de pruebas? Desde que se conocieron las pasadas y urticantes declaraciones del árbitro que animó la fiestita anoche, vienen machacando con la corrupción que alimentan los dirigentes del fútbol argentino. Lo que se dice en general, suena demasiado en particular.

Peligro de incendio. Afirmó el chupalerche primero, respecto del presente sabalero: “Antes de hablar de frustración o de fracaso me quemo la lengua”. Aunque lo correcto hubiera sido decir, como reza el costumbrismo, “me corto” la mencionada –fuera de la pelotita no pega una–, debería tomar precauciones porque puede perder la sin hueso en cualquier momento.

domingo, noviembre 29, 2009

Fantochada al plato


Cada quien escucha lo que quiere escuchar, analiza lo que quiere analizar, cree lo que quiere creer, descarta lo que quiere descartar. Hay audiencias más propensas a deglutir el mensaje sin siquiera masticarlo; otras, las menos, directamente lo escupen al darse cuenta que las están subestimando sin el más mínimo prurito. No escapa al convencimiento de muchos que el excelentísimo primer mandatario tiene comprada la opinión del chupalerche primero, quien en su afanosa diversificación ocupa espacios gráficos, radiales y televisivos como vocero oficioso del nuevo mesías del fútbol argentino. Con seguridad no sólo corren sobres, también promesas de mayor acumulación de poder. Sin embargo, algo no funciona del todo bien.

Es fácil manipular a una masa ávida de resultados, adicta a la indigencia intelectual y sin interés por la reflexión profunda, aunque de un tema menor se trate. Pero tal gusto por el manejo de ciertos hilos en las sombras no da prestigio. Al contrario, tamaño compromiso suele dejar en evidencia la ineptitud a la hora de sostener cuestiones inverosímiles, porque hasta para eso hace falta inteligencia. Tirar información como si fuese de fuente propia –el viejo truco del amigo–, para luego quedar en evidencia gracias al discurso presidencial que repite idéntica data pero contada en primera persona, no sólo refleja el nivel de mentira impune con que se mueven ciertos personajes alquilados sino el parodismo nefasto que practican.

Por otro lado, también cuenta en la misma menesunda el grado de supina ignorancia que demuestran al querer defender lo indefendible. Que en el caso del ingrato juvenil que huyó con destino a tierras aztecas “la ley argentina, el derecho argentino, lo asiste a Colón”, es una barrabasada elevada a la enésima potencia. Mencionar como ministro de seguridad de la provincia al secretario de la cartera, sobrepasa cualquier límite. Esta clase de tipejos es la que mantiene informada a la parcialidad rojinegra del acontecer cotidiano de la centenaria entidad. Después se preguntan, por ejemplo, por qué la clasificación a la copa no parece dimensionarse en su justa medida. Para conocer ésta y otras respuestas sólo les bastaría con mirarse al espejo.

jueves, noviembre 26, 2009

Lleno eres de gracia

Cuando parecía que las ilusiones morían una tormentosa noche de miércoles, alguien se acordó que la contienda sólo se da por terminada cuando el árbitro sopla por última vez su nunca bien ponderado silbato. Hasta ese mismísimo instante, todo puede ser posible. Inclusive que, a los cuarenta y siete minutos del segundo tiempo, un zapatazo de tres cuarto de cancha resuelva un pleito con aroma a empate clavado. Una vez más, esa dichosa dinámica de lo impensado hizo su aparición en el momento justo, permitiendo que la desazón se trasformara en festejo interminable, y que un puñado de camisetas rojinegras, fundidas en un entrañable abrazo, dejaran sentado que en el fútbol los merecimientos no sirven ni de póstumo consuelo.

Con el objetivo cumplido, lo que suceda de ahora en más, al decir de los protagonistas, es yapa en su más pura expresión. Según declaró el arquero, los tropiezos en el campeonato no deberían minimizar el logro que significa la clasificación a la copa. Lo que quizás no comprenda el dueño de la portería sabalera es que hay oportunidades que no deben desperdiciarse. De todos modos, el grueso del primer equipo alimenta la esperanza que los de arriba fallezcan de muerte súbita y que ellos consigan pegar un salto con garrocha. A esta altura, nada puede descartarse. Los optimistas apuestan todo a ganador, mientras que los pesimistas ven la parada complicada. Falta poco para dilucidar en qué lado anida la razón.

Por lo pronto, la alegría de volver a disputar un torneo de jerarquía ha invadido al mundo sangre y luto. La afición, ese conglomerado de almas acostumbrado a sufrir cada fin de semana, hoy está que danza en una pata. Idolatra al dt, al pf y hasta al jefe de seguridad del plantel. Ve, cual mozalbete apasionado, las mejores virtudes en un conjunto que adolece de unas cuantas, pero que quedará en la historia de la institución por siempre jamás. Ahora, sólo resta saber si estos mismos nombres serán capaces de afrontar el desafío que el destino les impone. Encarar con suprema responsabilidad dos torneos paralelos el próximo semestre requerirá de un compromiso mayor que el hasta ahora demostrado. El éxito no termina aquí.


APOSTILLAS

Tiro al blanco. El excelentísimo señor presidente aprovechó un litigio con la policía, por una cuestión horaria, para pegarle al gobierno provincial a través de la figura del secretario de seguridad. Lisa y llanamente lo insultó al aire sin ponerse colorado al decir que el funcionario no lo llamó para consensuar el tema pero sí lo llama “para pelotudeces”. El pase de facturas por el escaso interés del ejecutivo en colaborar con las obras del estadio recién comienza.

Paz y amor. En las antípodas del iluminado primer mandatario se pronunció el impresentable vice. Respecto del mismo tema se encargó de ponerle paños fríos a la controversia, descartando “fisuras” entre la institución y la dependencia pública encabezada por un conspicuo correligionario. Lástima que el discurso componedor fue anterior al del estimado «consiglieri» del don, por lo que la guerra quedó declarada. O se ponen o los hacen polvo.

Periquito en la mira. Si bien a la audiencia de la emisora enredada ya no le sorprende el nivel de obsecuencia del chupalerche primero, quienes sí comentan las superlativas lambidas radiofónicas son los integrantes de la segunda línea de la cd sabalera. Se preguntan si alguna vez, el chirolita a sueldo podrá recuperar la credibilidad perdida en esta etapa de su carrera. Aunque los bolsillos estén llenos, la mochila del descrédito no resulta menos pesada.

Doble puchinball. A raíz de la respuesta mexicana conocida esta semana por el tema MB, el dúo más mentao de chupalerches radiales pasó vergüenza en el éter enredado, cuando los conductores de la del medio los apuraron con un concepto acerca de la cuestión de marras. Nerviosismo, tartamudeos y confusiones dominaron la respuesta. Tanto así que durante unos interminables minutos los pumas fueron primero américa y luego tigres. Un bochorno total.

domingo, noviembre 22, 2009

Sueño de barrilete

Temporada de vientos. Locura de cometas. Por su sencillez, es el juego que más inspira a la niñez empobrecida e iguala a la diversidad en competencia. Hasta los más pomposos pueden ser superados por uno humilde y artesanalmente armado, siempre y cuando el guía resulte diestro en el entretenido menester. Si la corriente impulsora es favorable y el guía astuto, el pintoresco objeto volador es capaz de alcanzar con facilidad las alturas, mantener por un determinado tiempo su estabilidad y hasta dibujar acrobáticas piruetas en el aire. La diversión se acaba cuando las ráfagas acusan cansancio y dejan de resoplar, provocando la caída en tirabuzón del intrépido planeador que se atrevió a acariciar las nubes y rasguñar el cielo.

La experiencia de Colón, encarnada por sus más dúctiles y veteranos exponentes, no tuvo otra que resignarse ante el vendaval de juventud que lo dejó inerte, tirado en la lona con tres certeros golpes que impactaron de lleno en su mandíbula derecha. Tres bofetadas que aporrearon las ilusiones del campeonato cuando más eufóricos se mostraron sus protagonistas. Con el objetivo primigenio casi en el bolsillo, la realidad les abrió una puerta para tirarse al título, la misma que el viernes por la noche lo depositó de golpe en la tierra y le dejó bien en claro que para asirse a las hazañas hace falta algo más que una declamación de buena voluntad. Las aspiraciones se demuestran en la cancha y al negro el saco le quedó grande.

Al momento de las explicaciones, tampoco consiguió disimular su incomodidad el principal impulsor de la movida triunfalista, a quien definitivamente no le sientan bien las derrotas. Argumentar que el resultado fue justo y acto seguido plantear que cinco jugadores salieron a la cancha en desventaja física, no sólo pareció un falso pretexto –aunque antes haya intentado atajarse con que no era su intención apelar a la excusa– sino una incoherencia de su parte. En especial cuando suele jactarse de que el recambio en el plantel está a la altura de los titulares debido a su motivadora influencia, incluidos los pibes de inferiores que su sagaz mano promovió. ¿Será por eso que se molestó cuando un desubicado metió el dedo en la llaga?


APOSTILLAS


Cara de piedra. Es de público conocimiento el reclamo que impulsa el anterior plantel de básquet por el cobro de una deuda de ciento veinte mil pesos. Enviadas las correspondientes cartas documento, la respuesta no se hizo esperar. La cd rechazó la intimación legal, desconoció la deuda y hasta negó que los demandantes hayan defendido alguna vez los colores de la institución. El tema seguirá en estrados judiciales.

Pasados como postes. “Se vio mucha diferencia física; no estamos preparados para esta seguidilla”, señaló el dt. Sería bueno revisar el tema con el pf porque próximamente el plantel deberá afrontar dos competencias al mismo tiempo. Indudablemente el alto promedio de edad de la formación titular influye, por lo tanto habrá que corregir ciertas cuestiones si la pretensión es no tirar por la borda lo conseguido hasta el momento.

Información exclusiva. Montando una parodia digna de un mediocre culebrón centroamericano, el chupalerche primero intercambió data al aire con el chupalerche segundo. Según manejan estos personajes encastrados en los cueros de la cd es posible que se produzca la repatriación de dos baluartes sabaleros. ¿El artillero de Margarita? “Ganas no le faltarían”. ¿El entrañable cinco? “Difícil, pero no imposible”. Añoralgias.

Elogiador diplomado. Composición tema: la crítica. “Los periodistas deportivos santafesinos hacemos muy buen periodismo, no somos chupamedias de nadie”, dijo quien alguna vez, en un ataque de sincericidio agudo, se jactó públicamente de callarse muchas cosas. Estos vomitivos personajes, deformadores de opinión, sólo pueden adjudicarse la responsabilidad que les cabe como fieles exponentes de la mediocridad general. Puajjj.

jueves, noviembre 19, 2009

En el país de las maravillas

El nuevo icono de la «farrándula futbolera» vertió esclarecedores conceptos en programejo de cable, respecto de sí mismo –especialmente de sí mismo– y de la actividad que lo eyectó a la fama, encaramándolo en los primeros planos de la consideración general. Aquí van algunas de sus más preclaras definiciones respecto de ese magnífico y abstracto mundo del que sólo saldrá cuando le llegue el turno de tocar el arpa.

Primer bloque. Ser presidente de un club es demasiado pesado (¿por los bolsillos o por la conciencia?). Me gusta la privacidad (no se nota demasiado). De joven me encantaba la filosofía (¿habrá leído las obras completas de Sócrates?). Soy un ambicioso pasional (¿qué duda cabe?). Los amigos del fútbol me dicen cómo sabes tanto (¡naaa!). A partir de mi presencia, Colón tiene otro nivel protagónico en el contexto del fútbol argentino (¡gracias totales!). Con JHG nos une una relación de afecto personal (pura ternura). Me llama y me consulta para ver cómo encaminamos los temas del fútbol (le va como anillo al dedo). Me reconoce como un dirigente muy emprendedor y con muchas convicciones (¡amo ese sillón!).

Segundo bloque. Vivo analizando las propias cosas que genero, análisis dialéctico, tesis y antítesis (nivel casi superlativo). En mi club no hay barras bravas (¡qué buen chiste!). No le damos entradas de favor a nadie (otro buen chiste). No me gusta andar escondiendo cosas y voy de frente (una larga lista de ex no comparte). De las HUA la verdad que no se nada (¿sabrá algo el impresentable vice?).

Tercer bloque. Mi sueño es mostrarle al país que desde Colón se pueden hacer cosas importantes; vamos a posicionar al club entre los mejores del fútbol argentino (¿cómo cuáles?). Yo no puedo utilizar a Colón como trampolín para otra cosa (pero como catapulta sí). Tuve que poner plata de mi bolsillo en alguna oportunidad porque estábamos en una situación complicada y me gusta pagarle a todo el mundo (no, no se le cayó la cara). Me arrepiento de haber confiado, durante mi primera gestión, en alguna gente de la que me reservo comentarios (él, argentino). No me hago el humilde, yo sé que el club está así por mi impronta personal (faltaba más). El club está muy sólido futbolística, económica e institucionalmente, si no salimos campeones entonces juguemos a la “pleiteishon” (hecho).

domingo, noviembre 15, 2009

En la dimensión desconocida

En épocas no muy lejanas, el sabalé acostumbraba revivir muertos bajo su propio techo. Hoy, la atmósfera del Brigadier, ha sufrido una drástica mutación. Extrañamente, las visitas, unas tras otras, parecen caer bajo el influjo de un aire denso e irrespirable, casi paralizante. Y en este punto los números cantan; ni bien el adversario de turno pisa la suave y verde gramilla local, es atacado por un singular sopor que anula aptitudes y quebranta intenciones. ¿Será que la sangre y luto está ejerciendo, como nunca, un poder intimidatorio? ¿Será que los adversarios vienen a pasear por SF sus limitaciones? Lo cierto es que al negro le cuesta poco y nada ganar con comodidad en su casa. Cada vez menos esfuerzo, cada vez menos desgaste.

Es verdad, tal vez un poco de incertidumbre en ocasiones, pero a la postre pasajera. A veces jugando mal, casi siempre discretamente, pero con una efectividad avasalladora. Porque cuando se da cuenta que es dueño de su propio destino, mira al cielo, se arremanga y hace valer sus pretensiones de campeón. Porque entrar a la copa es un logro importante, indiscutible, pero difícil de sostener en el desarrollo de la disputa. Lo concreto, a cinco capítulos del final, es la posibilidad de alcanzar la punta. Y el entrenador lo sabe. Y la muchachada también. El paso por el torneo internacional puede ser efímero, un título no. Tanto al dt como a los veteranos del plantel les urge quedar en la historia del club. El tiempo los corre.

Mientras tanto, a la afición le ha tocado el turno del disfrute. No importa que el sabalé esquive la exquisitez del juego. Importa que cada fecha se imponga a fuerza de contundencia. No importa que gambetee los elogios del parodismo porteño. Importa que está a cuatro puntos de los líderes. No importa que eluda la consideración de los grandes. Importa que en la tabla los supera a todos. No importa que algunas piezas tambaleen o queden afuera. Importa que las que entran cumplen. No importa que el técnico solfee de lo lindo. Importa que le encontró la vuelta a sus dirigidos. Después de todo, en otros tiempos, el rojinegro supo maravillar sin ganar. Ahora es tiempo de lo contrario. Pedir más, sería demasiado. ¿O no?


APOSTILLAS

Verdad de perogrullo. “No pienso regresar a la política”, le dijo a un tibio interlocutor. Más que obvio. Manejar dineros ajenos, sin obligación de rendirle cuentas a nadie, es el sueño de su vida hecho realidad. Y acceder a un burocrático cargo retribuido con un cheque de cinco verdes cifras, es lo que sigue. Como para no olvidar sus orígenes. Bendito el veintinueve.

No lo dejen afuera. Mientras la dirigencia se hace la sota, la barra cuelga en la tribuna norte el trapo identificatorio del pacto con el gobierno kk que la depositará en el próximo mundial. El fútbol para todos ha logrado unir lo que no pudo ni el sentido común ni el de convivencia. Los carnets con cuota al día que reparte el impresentable vice han dado sus frutos.

Calmando a las fieras. Para bajarle el tono al fastidio del cacique, el entrenador se despachó, al término del encuentro, con elogios de todos los colores para el defensor en desgracia. Pero ponerlo cuando el partido ya estaba definido, de última, pareció un gesto surgido de la más pura lástima antes que del reconocimiento a su labor. Ojo que el veterano no come vidrio.

Repelente contra insectos. El pibe, que estuvo a punto de pasar al bando de los desclasados al inicio del torneo, es de bajo perfil, humilde y cumplidor. ¿Qué pasa que no logra embelezar a los botineros lambiscones? ¿Acaso no reúne los requisitos necesarios para colgarle el cartel de venta al final de la temporada? ¿O será porque no es producto del actual director deportivo?

jueves, noviembre 12, 2009

Frente de tormenta


El excelentísimo señor presidente está preocupado, razón por la cual se ha alejado una pizca de la altísima exposición mediática que otrora supo distinguirlo y diferenciarlo de sus pares. Según voceó el chupalerche primero en las mañanas obsecuentes, “está buscando financiamiento para arreglar el estadio” con vistas al gran acontecimiento del dos mil once. El problema es que no lo consigue. Si bien el intendente de la ciudad, en un primer momento, y como buen correligionario, le tendió una mano, desde el ejecutivo provincial le habrían bajado de un hondazo las pretensiones de arrogarse un triunfo personal a costillas de otros. Al parecer, el verso lercherista no alcanzó para conmover al estado socialista, ni siquiera con la liturgia básica de los beneficios para todos los hombres de buena voluntad.

Tanto es así, que los lambiscones a sueldo también están entrando en pánico. A través de una nota –que no se animó a firmar–, el jefe de deportes del pasquinejo vernáculo le suplicó a la casa gris “involucrarse en un acontecimiento trascendente”; aunque, en un claro movimiento de recule, al día siguiente aprovechó el éter para aclarar que no era su intención reclamar nada. Queda claro que esta gente, sin el más mínimo escrúpulo, pretende que los ciudadanos santafesinos paguen el cierre del anillo del Brigadier y un estacionamiento acorde a las circunstancias que se avecinan como si de un simple acto de caridad se tratase. Un análisis libre de intereses personales debería preguntarse ¿por qué pretender estornudar más arriba de lo que da la nariz? La respuesta rondaría por el lado de ciertas ambiciones que no saben medir consecuencias.

En semejante contexto, resulta hilarante escuchar algunos argumentos limitados tales como la cantidad de hamburguesas que podrían venderse si llegaran a venir hordas de japoneses, mexicanos o brasileños a presenciar el hecho “más importante en la historia a nivel selecciones que se llevará a cabo en SF”. Lo cierto es que según especialistas en el tema, el impacto económico de un evento perecedero, es igual de temporal que el mismo suceso; inclusive hasta puede llegar a incidir en forma negativa teniendo en cuenta la relación costo-beneficio. Entre tanta paparruchada baratieli sería interesante que estos personajes, a quienes tanto les interesa la tierra que pisan y que bregan por el posicionamiento de la ciudad, expliquen coherentemente por qué Colón concentra en la capital vecina. De mínima.

lunes, noviembre 09, 2009

Deudores incobrables

Para el parodismo porteño Colón nunca pega el salto cuando debe demostrar que está a la altura de los logros que pretende conseguir. Para el parodismo vernáculo, ese que gastó a cuenta porque el rival se presentaba disminuido, ese que aprueba y justifica todos y cada uno de los dichos del entrenador aunque un día vayan hacia un lado y al día siguiente hacia otro, el empate no fue un mal resultado. La cuestión es que en la era AM, el sabalé sigue en deuda a la hora de enfrentar al cuco mayor del fútbol nacional. ¿Miedo escénico? No, el técnico planteó un esquema mezquino, apuntando a no perder y no perdió. Si salía algún pelotazo certero para la pareja letal, albricias; sino, mala fortuna. Un punto, para la copa, suma.

Lo cierto es que, por un lado, y a los ojos de muchos, este tipo de partidos pareciera poner en su lugar las aspiraciones del rojinegro. Y que a pesar de los múltiples números a favor que ha sabido cosechar a lo largo del año competitivo, cuando se le presenta la oportunidad de hacer roncha ante todo el mundo, se queda en el amague. Entonces cae en la desestimación de los especialistas que sólo tienen ojos unitarios. En el otro rincón, están quienes vieron que el negro quiso, pero no pudo. Que terminó jugando con dos delanteros y un volante ultra ofensivo. Una vuelta de tuerca que apareció a los quince minutos del segundo tiempo, cuando el local apretaba y el visitante se replegaba. No dio resultado, tampoco se esforzó demasiado.

Habrá que revisar algunas cuestiones porque la fecha anterior el equipo estaba segundo, a dos puntos de la cima, y le llevaba once al sexto en la tabla copera. Al finalizar la presente, retrocede al cuarto lugar en el torneo, se va a cuatro del puntero, y la distancia con el inmediato perseguidor que pretende acceder al certamen internacional se achica a nueve. Quedan por disputarse dieciocho y la afición no quiere sorpresas desagradables. Mucho menos cuando ya se entusiasmaba con pelear en dos frentes. Si bien los rivales directos en ambos certámenes dejarán algún que otro poroto en el camino, es lógico prever que la sangre y luto también pasará por igual trance. Que el objetivo no se pierda, que la atención no se diluya.


APOSTILLAS

El que se quema con leche. Esta vez cerró el pico. Al arribar al estadio fue invitado a dejar su testimonio para la posteridad; sin embargo, y haciendo caso omiso a la irrefrenable atracción que siente hacia los micrófonos, contestó: “Después del partido”. Mejor ahuyentar los malos augurios. Una vez finalizado el encuentro a nadie le interesó su palabra. Así es la vida.

En pie de guerra. Aunque lo niegue ante los micrófonos, el cacique está que arde. De pilar fundamental de la defensa a culpable de todos los males. Interceptado por un parodista vernáculo cuando bajaba del micro, respondió con un lacónico “Preguntale al técnico”, ante la consulta acerca de su inclusión entre los titulares. En el tramo final saltan los fusibles.

De frente, march. Por más que intente quedar bien con todos, el chupalerche primero no puede evitar meter la pata. Por más que apele al concepto rebuscado, indefectiblemente una cosa implica la otra. Por más que pretenda no herir susceptibilidades, si dice que entra uno más rápido, está tildando de lento al que sale. Mejor que no aclare, porque oscurece.

El cucurucho en la frente. O nadie le avisó o necesita un catalejo con urgencia. “El árbitro está convocando a Fuertes, el capitán”, dijo muy suelto de cuerpo el incontinente relator al describir el momento del saludo protocolar entre autoridades y portadores de cintas. La vorágine del fútbol está haciendo estragos entre los más caros exponentes del éter vernáculo.

sábado, noviembre 07, 2009

Compresas calientes


Los cargosos coleópteros que sobrevuelan con insistencia al entrenador sabalero se salieron con la suya. Consiguieron que dijera lo que cada torneo esperan que diga en la duodécima fecha. Al parecer, la mágica frase funciona como un bálsamo relajante para quienes colectan billetes en forma proporcional a la posición que ocupa el negro en la tabla. Ganarle a un grande disminuido, en su propia cancha, cercenando sus aspiraciones y consolidando las propias sería el súmmum para todos los involucrados en la aventura de pelear por una consagración histórica. Pero ¿cómo influirá en los protagonistas la presión que les tiró el dt con semejante sentencia? “Nos debemos un triunfo así, lo vengo diciendo hace bastante”, apuntó.

Aunque el corolario del domingo sea negativo, las posibilidades del equipo seguirán intactas. En las fechas que faltan por disputarse, todos los candidatos perderán puntos, por lo que el próximo encuentro no define nada más que los porotos en juego. A nadie escapa que el envión anímico de volver a SF con una victoria en el bolsillo sería beneficioso para encarar con mayor tranquilidad el tramo final del torneo; sin embargo, la cabeza del grupo debería mantener la prudencia, dejando que esas fichas las jueguen el parodismo rastrero, por conveniencia, o la fanática afición, por sentimiento. En estos momentos, él tendría que filtrar las coacciones externas para llevarle tranquilidad al grupo y calmar la ansiedad.

Si bien es cierto que la coyuntura resulta propicia para lanzarse a la lucha por el campeonato –ya casi asegurado el principal objetivo–, y que tanto plantel como cuerpo técnico están confiados e ilusionados, la mesura suele ser la mejor consejera a la hora de acompañar hasta el final este tipo de procesos. Además, Colón todavía tiene una asignatura pendiente. Según dictan las estadísticas, desde que AM dirige los destinos de la sangre y luto, nunca pudo dar vuelta un resultado adverso, cuestión que cualquier aspirante a grandes logros debe aprender a manejar. Así las cosas, el duelo de mañana no sólo será para alquilar balcones, también será para disfrutar, porque llegar a estas instancias con viento a favor no da para el sufrimiento.

miércoles, noviembre 04, 2009

Ocho minutos de furia

Fueron los que impuso el local cuando se cansó de presenciar, cual testigo mudo pero privilegiado, una lección de fútbol bien jugado. Toque, pelota al ras del piso, caños, gambetas, chiches de variados colores y tamaños, menos el detalle que marca la diferencia: efectividad. Tal nimiedad corrió por cuenta y orden del anfitrión, a través de un delantero que le cobró una deuda a su pasado. ¿Qué el equipo jugó mal? Sí, horrible. ¿Qué parecían volver los fantasmas? Sí, todos juntos. Sin embargo, el sabalé demostró que el amor propio no es un aditamento insignificante a la hora de calificar como aspirante al título. Para volver a colarse en la lucha de los primeros había que ganar y se ganó. Sin lujos, sólo con contundencia.

En esta ocasión, los cambios sí dieron resultado y, nuevamente, el decapitado resultó ser el mismo que en la contienda anterior, el más flojo de la defensa. Aunque habrá que convenir que todo el fondo, incluido el arquero –quien hizo tambalear su bien ganada solidez–, padeció las inclemencias de un mediocampo errático, sin contención ni generación. Durante el primer tiempo, los escasos pasajes en que tuvo la pelota, abusó del centro con la precisión de un reloj adquirido en la triple frontera; mientras que en el segundo, para abrir el marcador, le bastó con acertar al arco con una extraña carambola dibujada en el aire y adentro. Después, la adicción se hizo incontrolable y el nuevo goleador sació su vicio sin mayores explicaciones.

Tanto así, que la afición olvidó por un momento el nombre que solía corear para desgañitarse coreando el suyo. Un tipo de bajo perfil que ayer decidió no exteriorizar su alegría por las conquistas en nombre del respeto. Un tipo que no usa la protesta para comprarse a la tribuna; que puede jugar bien o mal, pero siempre en función del equipo. Un tipo sencillo que hace su trabajo lo mejor que puede y que encontró, como él mismo lo dijo, un esquema que lo favorece. No obstante, deberán ajustarse algunos tornillos porque aún quedan rivales de peso por enfrentar y puede que tres inspiraciones de parte de un solo protagonista hayan sido parte de una circunstancia irrepetible. Faltan siete. Nunca tan cerca, nunca tan lejos.


APOSTILLAS

Clavado olímpico. Visto y considerando la actuación del ahora ídolo, el “biondo gnocchi” le encargó a sus periquitos repitones que difundan para la gilada una noticia bomba. La dirigencia va a hacer “ya mismo” uso de la opción por el delantero. Entre cuatrocientos y cuatrocientos cincuenta mil verdes taca taca. ¡Que no se enteren los cremeros!

Tortura china. Para el entrenador sabalero, enfrentar al equipo de sus amores es un incómodo suplicio. Finalizado el partido, optó por hacer hincapié en el próximo para olvidar rápidamente la tristeza que le provocó éste. “No me gusta nada, ni lo previo, ni durante, ni lo posterior”, dijo escapando de los medios. Su rostro fue más que elocuente.

Poca cosa. Mientras las huestes del maestro informaban que una de las flamantes canchas de fútbol cinco llevará el nombre del goleador histórico, el incontinente relator y amigote del susodicho advertía que tamaña distinción no estaba a la altura del distinguido. Ojo que el ahora modelo publicitario puede entrar en cólera y dejar plantado a medio mundo.

Tanques sobran. Al defensor que tuvo un fugaz paso por la selección nacional se lo ve un tanto pesadito. Dicen las malas lenguas que los alfajores santafesinos estarían haciendo estragos en su corpulenta figura y que los bajos rendimientos serían producto de los dulces típicos y no de su incomodidad manifiesta con el puesto. ¡Nutricionistas al ataque!