viernes, junio 05, 2009

Sangría a la carta


Con el objetivo de mínima cumplido, y faltando tres fechas para el cierre de temporada, el parodismo vernáculo dio por iniciada la danza de nombres que se subirán a la pasarela del ida y vuelta cuando abra el libro de pases. Y una pregunta, indisolublemente ligada a los vaivenes que propone el tiempo de transferencias, se disparó como aciaga sentencia. ¿Se viene el desmembramiento del equipo? Si en algo coinciden los medios domésticos es en señalar la necesidad de Colón de colectar billetes frescos, no sólo para cubrir los excesivos costos que generó esta onerosa campaña, sino para financiar la próxima, amén de las faraónicas obras anunciadas por el excelentísimo señor presidente cual inversor inmobiliario del primer mundo.

El principal candidato a colgar la sangre y luto sería SP, un diamante en bruto codiciado por innumerables postores –al decir de los loritos repitones bancados por la dirigencia–, que estarían decididos a desembolsar una millonada a cambio de sus cotizados servicios. Considerando la situación económica de los clubes porteños interesados en la juvenil joyita, no sería aventurado inferir que su destino estará del otro lado del océano. De todas maneras, más allá de las suculentas ofertas que puedan estar dando vueltas, habrá que ver hacia dónde le placería emigrar al interesado. Sorpresivamente, otro que, según el chupalerche mayor, fue ofrecido a la venta es el consolidado dueño del arco rojinegro. Una decisión difícil de entender.

Por el medio, la liquidación seguiría con GR a la cabeza. Al parecer el club de sus amores podría repatriarlo. También será cuestión de tener en cuenta los prestados que vuelven, los prestados que serán devueltos y los ya apuntados por el entrenador. Así las cosas, un tema excluyente preocupa por encima del cambio de figuritas. Los interminables “problemas personales” que acusa el dt podrían determinar una vuelta de tuerca inesperada. A esta altura, el abuso del potencial resulta insalubre, especialmente cuando aún no fue superada la línea de llegada. En todo caso habrá que apelar a los paños fríos y apuntar a que una oferta tan jugosa como la del “biondo gnocchi” puede ser capaz de superar cualquier obstáculo cuando nada nuevo hay bajo el sol.