lunes, octubre 30, 2006

Dos en el camino


Esto huele a complot. De la AFA, de la FIFA, de la AAA (¡y… con esa sigla!) y hasta de la Federación de cancheros desahuciados unidos. ¿O será una maldición? Sí, sí. Un maleficio conjurado desde tierras peruanas contra “dirincuentes” de guante blanco. Y mucho cuidado, que con las pretéritas Huacas del imperio inca en contra será difícil conseguir buenos resultados. En todo caso resultará imperioso contratar los servicios de algún mano santa sabalero que destrabe el camino hacia la victoria fácil, limpia y sin atenuantes. Para colmo de males, JCF no tuvo mejor idea que cambiar el lúgubre y elegante atuendo negro por un deportivo blanco atrae mala onda. No, no, no. A barajar y dar de nuevo, porfi.

Y bue, después de todo, en la fecha trece… ¿qué otra cosa podía esperarse? ¡Si hasta los tres palos locales jugaron en contra! Increíble, pero real. Ni siquiera puede achacársele culpas al dt, que se jugó los últimos cartuchos poniendo tres delanteros en la cancha. Pero ayer, como venía la mano, ni con una batería de artilleros besaba la red la esquiva redó. Cosa e’mandinga. Aunque no se pueda negar una mala tarde, donde el fútbol firmó planilla de ausente, las oportunidades estuvieron pero la suerte jugó decididamente en contra, desviando cuanta posibilidad de romper el cero sobrevoló el Brigadier. Tampoco trajo buena fortuna la vuelta de los ídolos K (¿kamarilleros?, suena bien, está de moda). Algo menos que nada.

En fin, todo parece indicar que los colonistas acarrean un karma. El sufrimiento ha sido, es y será una constante en la vida rojinegra. Como si los colores sangre y luto tuvieran un significado más allá de la anécdota. Como si un oscuro estigma persiguiera los destinos de la institución del barrio Centenario. ¿Qué hacer, entonces, ante tanta calamidad? Sencillo, cerrar los ojos y seguir apoyando. Obturar los párpados, en ocasiones como las de ayer, ayuda a preservar la salud mental del simpatizante de fino gusto futbolístico; mientras que mantenerse firme, cada nueva fecha, alentando al equipo, alivia el sentimiento de continua decepción al tiempo que permite expresar la mayor convicción de todo aficionado sabalé: ¡el aguante a morir!

De todos modos, y volviendo a las inciertas causas de tan cruento presente, no se descarta que un virus haya hecho estragos en el plantel profesional. Un nuevo tipo de organismo virulento de reproducción descontrolada, cuyo primer síntoma es la amnesia futbolística. Por el momento, y como medida precautoria, se procederá a la obligada cuarentena de marcador de punta que suele deambular por la faja izquierda, cuando no lo hace por zona bolichera recoleta, hasta comprobarse que su patología no es contagiosa. A la luz de los acontecimientos, bien valdría la inmunización masiva del plantel para evitar males mayores, para que lo de ayer no se repita. Porque mejor prevenir, que curar. ¡Hay! ¡Hay! ¡Hay!


APOSTILLAS

Sigue el pasquinejo local –edición digital– regalando cables. Esta vez habrá que agradecerle a DyN el comentario del partido. ¡Menos mal que existen las agencias informativas!

¡Urgente! Clases de geometría cuántica para el “gran definidor”. O una ramita de ruda en el botín derecho. O agrandar los arcos de una, sin hacer demasiada alharaca.

¡Si será caprichoso el hombre! ¿Por qué no juega Pirulo de tres y Malandra al medio? Basta de tanta vuelta. Pelusa… ¡animate a jugar!

¡Volvieron los veteranos reservistas! El Sanatorio SF aportará un pulmotor de última generación listo para ser utilizado ante cualquier contingencia en la delantera. ¡Cof! ¡Cof!

jueves, octubre 26, 2006

Tres de oro


El reclamo era unánime y sonaba estruendoso. ¡Hay que transpirar la camiseta! Y anoche el pedido fue una orden acatada. Mantener el resultado era una obligación insoslayable y los once (menos uno) lo hicieron, más que como jugadores dentro de una cancha como titanes en un ringside de lucha libre. Con dientes apretados y garras extendidas. Sin inteligencia, sin buen fútbol, pero con mucha actitud y entrega, dos características que bien pueden reemplazar a las anteriores cuando el escenario así lo determine.

Con este equipo, y ante este rival, pedir más hubiera sido una exageración; no por nada ambos están peleando en las antípodas de la tabla. Además, con el plus de los escasos minutos en juego, tan contraproducente a la hora de planificar estrategias que puedan armarse y sostenerse más allá de veinte minutos. Por momentos salió bien, por momentos salió mal, sin embargo el objetivo se alcanzó. En semejante contexto no se puede negar que estos tres accidentados puntos son de oro a la hora de hacer cuentas mirando la tabla de promedios.

Y nada mejor que la alegría del final. Jugadores, cuerpo técnico y aficionados festejando el triunfo como un logro esperado, como un desahogo de nervios entumecidos. Porque cada uno, desde su lugar, hizo fuerza para que los tres puntos quedaran en el Brigadier: los gladiadores rojinegros en el campo dejando alma, corazón y vida; el entrenador y cía. digitando las piezas a puro grito desaforado y la gente sabalera empujando al compás de sones y colores. Una buena conjugación para seguir en la pelea; porque no cabe duda que, de ahora en más, cada fecha por venir será un enfrentamiento a muerte, no sólo contra el rival de turno, sino contra el cúmulo de deficiencias enquistadas en el equipo.

Acaso, a esta altura del campeonato, sería sensato aceptar con concienzuda resignación que, por este torneo, Colón de SF no va a ser más que lo demostrado hasta ahora. Que el equipo, aunque vuelvan quienes fueron quedando en el camino, no va a levantar el nivel futbolístico como por arte de magia. Puede que mejore mínimamente, pero no mucho más. Así las cosas, quedará seguir respirando sufrimiento hasta el final, porque por lo visto Dios es argentino, pero colonista no.


APOSTILLAS

Durante inquisidora conversa, ante afirmación de periodista serio respecto de la cortina de humo «juveniles al Catania»: “(…) operación a la que seguramente los italianos no van a acceder”, significativo silencio de GL. ¿El que calla, otorga?

¡De última total! El pasquinejo local, en su edición digital, publica ¡un cable de Telam como comentario del partido! ¿Dónde estuvieron anoche los cráneos de la sección deportes? Igual… para lo que hay que leer.

¿Qué ves cuando me ves? Hace treinta y nueve días: un gol-obsequio; anoche: cuatro amarillas, un expulsado, cuatro jugadas de área para el local, trece para el visitante. ¡Ma’si! ¡Lo importante es el resultado!

¿El agresor “encendedoril” apela la sentencia de la cd? Al parecer el sujeto no acepta tener la entrada prohibida en el Brigadier, por lo que espera le sea concedida una nueva oportunidad. ¿Quién será su asesor letrado?

domingo, octubre 22, 2006

Un paso hacia atrás


La pulseada de los técnicos-tácticos no la ganó JCF. Y no porque el planteo del partido haya sido equivocado, sino porque los errores tontos de los protagonistas no están contemplados en la previa. Lamentablemente, este paso hacia atrás demuestra que Colón no aprendió nada del horrible comienzo de campeonato, demuestra que al equipo todavía le falta una buena dosis de compromiso para pelear resultados decisivos. Mantener la atención en el juego durante los noventa minutos es una arista clave a recomponer, de lo contrario siempre existirá la posibilidad de terminar mal lo que empezó bien por desconcentraciones indignas de profesionales capaces.

Quizá, en Sarandí, hubiera sido la oportunidad propicia para, después del gol rojinegro, poner el colectivo frente al arco de Tombolini. No pudo ser, mientras tanto, puntos importantes siguen quedando en el camino. A pesar del estigma que carga el entrenador sabalero, se está arriesgando más de lo que se cuida, gracias a un mediocampo que se anima luchando contra sus propias limitaciones. Sin embargo, cuando se trata de resguardar el resultado, de cuidar la pelota con inteligencia y viveza en la mitad de la cancha, la misma línea de volantes hace agua. Y teniendo en cuenta la tiernita defensa que aún pelea por afianzarse, es lógico esperar un resultado desfavorable.

Lo decepcionante a la hora de hacer un análisis es comprobar que sigue faltando tiempo y trabajo, que sigue habiendo mucho, pero mucho, por corregir. Las imprecisiones, la ausencia de ideas claras para avanzar con la mira puesta en el arco rival, el exceso de toque a los costados y la peligrosidad de los pases hacia atrás, resultan ideales para allanarle el camino a cualquier adversario. Si hasta parece inútil la movilidad de Giovanni quien busca, y pocas veces encuentra, algún compañero bien ubicado para descargar, terminando las jugadas en un tiqui-tiqui intrascendente. Y por sobre todo la distracción, letal en ocasiones donde se juegan fichas invalorables para sostener la permanencia en la categoría.

Colón volvió a mostrar una imagen que parecía haber quedado atrás, deslucida, apagada, con apenas una pizca de creatividad, y está visto que con eso no alcanza. Habrá que rever cuestiones pendientes, porque los números siguen en baja mientras las fechas continúan su impiadosa marcha y el fin del campeonato se percibe más cerca. Porque acariciar los tres puntos y finalizar con nada hela el entusiasmo colectivo. Porque una nueva derrota significa otra posibilidad derrochada, un lujo que el sabalé no puede darse.


APOSTILLAS

Parejito lo de Grisales. Golazo en un arco, estupendo pase-gol hacia el otro. Cuando el error no viene de afuera hay que padecerlo adentro. ¡Es una lucha!

Cambiar una aburrida noche de concentración por madrugada dance en boliche “gipsy” puede ser un buen incentivo. Se aguarda entonces una notable mejoría en el rendimiento futbolístico de Juan Fernández. ¡Fever night!

“¡Por la izquierda!”, se cansan de gritar los entrenadores
rivales. Con uno o con otro la historia ha sido la misma. ¿Y si de una el Pirulo se hace cargo?

¡Paren las rotativas! Siete a tres ganó el vecino en la
disputa por las páginas del suplemento deportivo del pasquinejo local. Al parecer la derrota no vende tanto como un empate.

miércoles, octubre 18, 2006

Entre el cielo y el infierno


¿Qué es un ídolo? El diccionario responde: persona o cosa amada o admirada con exaltación. ¿Exaltación? Sigue el mataburros: gloria que resulta de una acción muy notable. Conclusión: un ídolo es una persona amada o admirada por realizar acciones muy notables. ¿Le cabe esta definición a Esteban Fuertes? Si se tiene en cuenta que es el máximo goleador en la historia de Colón, podría decirse que sí. ¿Algo más? Mmmmm. Quizá la costumbre de verlo salir a la cancha cada fin de semana haya provocado una sobre valoración de su condición. Algo así como el sentimiento que despierta la rutina diaria.

Dentro del plantel se lo considera un referente porque, no sólo acumula años en el sentido cronológico del término, sino que también suma unos cuantos dentro del club, situación que lo hace conocer como pocos las internas institucionales y las de los diferentes grupos de los que formó parte. Todo un protagonista-testigo privilegiado de cuanto ha ocurrido en la entidad durante los últimos tiempos.

Endiosado por muchos, reprobado por otros, en estos días ha hecho público su hastío de Colón. Sin embargo, no suenan demasiado convincentes sus argumentos. El hecho de sentirse molesto por los comentarios que son vox pópuli en SF, resulta endeble como para plantear un hipotético abandono de la práctica activa. En sus declaraciones mencionó que “hay otras cosas que suman”. ¿Cuáles? “Eso me lo guardo para mí, algún día las comentaré”. Enigma a resolver.

Es obvio que las lesiones son cada vez más difíciles de superar. El pésimo inicio de campeonato también debe haber minado el ánimo del jugador. Y no se puede negar lo oportuno que fue el tema de su descompensación muscular, lo que en retrospectiva remite a las veces que se hizo expulsar de la cancha cuando el equipo más lo necesitaba. Asimismo habrá que pensar en la rebaja de su sueldo, el trastorno del tema Afip –con allanamiento incluido– y el contrato que venció en junio. Para rematar, las relaciones con esta cd no son del todo buenas. Al respecto dijo: “He hablado lo justo y necesario. Si tengo que hablar algo lo voy a hacer cuando termine el campeonato”.

A pesar de su repetido discurso: “Quisiera terminar mi carrera en Colón”, Fuertes se siente defraudado. Haciendo el ejercicio de poner en una imaginaria balanza la relación bilateral, surge inmediatamente un interrogante ¿quién le dio más a quién? Quizá, en este punto, el resultado sea empate. Mientras tanto, la dirigencia eleva plegarias al cielo para que no se caiga el último negocio que podrían hacer exprimiendo lo que queda de la naranja. La venta al fútbol colombiano está dentro de los planes para obtener algunos dinerillos póstumos. La decisión sigue estando en manos del 20, y con seguridad llegará a fin de año. Sólo resta esperar.


APOSTILLAS

El monje negro es partidario de que los jugadores se hagan cargo de los aportes que les corresponde en la cuestión impositiva. Otro motivo más para pensar en el adiós.

La delgada línea roja. “Cuando el técnico se te arrima por algo es”, dijo en referencia a JCT. ¿Camarillero? ¿Referente? ¿Líder? ¿Caudillo? Todos son sinónimos.

La cabecera local idolatra o defenestra. Congraciarse con la muchachada es una estrategia tan común como corriente. Nadie perdura en el Olimpo sin hacer el aporte correspondiente.

Dicen los chismosos de siempre que el ídolo tendría negocios extrafutbolísticos con el club. Alguna entradita adicional para compensar diferencias contractuales. ¡Money! ¡Money!

domingo, octubre 15, 2006

Misión cumplida


Había que ganar y se ganó. Había que ser contundente y se fue. ¿Qué más se puede pedir? ¿Jugar bien? Pues para eso habrá que se seguir esperando. Lo importante –el triunfo– llegó y es digno de festejo. Con sólo chispazos de la dupla Grisales-Hernández, alcanzó y sobró. Más el oportuno aporte de Ramírez, quien, haciendo gala de una virtud más esperada que demostrada, cerró con broche de oro los exquisitos pases-gol del jugador más inteligente de la cancha: Germán Rivarola.

En un partido donde los nervios traicionaron al mediocampo rojinegro y las imprecisiones superaron a las ideas, Colón de Santa Fe sacó adelante un lance trascendental. Y aunque la claridad del resultado no tuvo su correspondencia en el juego desplegado en la cancha, para el caso, es sólo un detalle; en la arena de las penurias recurrentes el sabalé necesitaba ajustar el disparo final y ayer lo consiguió. Habrá que seguir aceitando los engranajes que aún no funcionan en total armonía, pero ahora con tiempo y mayor tranquilidad. Por el momento, es auspicioso ir alcanzando objetivos para serenar ánimos y zarandear espíritus dormidos; demostrar que el trabajo concienzudo conduce al final deseado incentiva para seguir adelante a pesar de los infortunios siempre pasajeros.

En líneas generales, el equipo respondió; con Tombolini seguro –una sola falla, el gol del rival–; con una defensa todavía floja –la continuidad puede ir delineando actuaciones más sólidas (excluyendo a Juan Fernández, quien padece amnesia futbolística en estado terminal)–; con un mediocampo que abusó del toque y del juego por derecha, desperdiciando siempre a un Pirulo solitario que, cuando entró en juego, demostró con criterio y capacidad su bien ganada jerarquía; con un enganche que alternó buenas y malas; y con un punta que hizo su trabajo con las neuronas puestas en la red, como debe ser. Todo puede mejorar, lo destacable es que los tres puntos tenían que quedar en casa y se cumplió.

Si lo sucedido ayer en el Brigadier fue la concreción de lo tan ansiado, da para ilusionarse sin perder la cautela. “Estamos por el buen camino”, dijo JCF. Una minúscula sentencia con un significado inmenso. Falta mucho, pero no se ha errado en el sentido de la búsqueda. El triple grito de gol que resonó por media SF no dejó margen para la duda. Prueba superada. El negro va por más.


APOSTILLAS
Al fin un tiro para la justicia. A los 34 minutos del primer tiempo llegó la noticia más esperada por todos los simpatizantes sabaleros. ¡Quinta amarilla para Juan Fernández! ¡Hiupiiiiii!

La felicidad completa, en este mundo, no existe. Los Reusch de Tombolini fueron los únicos culpables del gol visitante. Las manos del arquero, nada que ver.

Los jugadores hacen su gasto dentro del verde césped y el entrenador lo hace afuera. Gritos, gestos, reclamos, reprimendas, todo vale para sacudir a los descarriados. Trabajo insalubre, que le dicen.

Merecidos los aplausos para Giovanni. Por actitud, por ganas, por compromiso. Retomar el romance con la afición sangre y luto era una deuda pendiente. Saldada.

viernes, octubre 13, 2006

Ganar o ganar


Transcurrido medio campeonato, echar un vistazo a la tabla de posiciones de este Apertura da escalofríos. Ver a Colón anteúltimo, con sólo cinco magros puntos, parece una pesadilla. Y si bien en la tabla de los promedios la cosa cambia un poco, es indudable que el peligro acecha ahí nomás, a la vuelta de la esquina. En nueve partidos disputados, los escuálidos números cosechados provocan desconsuelo –uno ganado, dos empatados y seis derrotas– tanto como los que ofrecen el conteo de goles, 8 tantos a favor y una de las dos vallas más vencidas, con 19 en contra. Las matemáticas son lapidarias.

No hay duda, mañana el primer equipo se juega una parada importante y necesita de toda la gente sabalera para salir airoso de un encuentro a todas luces decisivo. Enfrentar al rival más directo en la lucha por la permanencia en la primera categoría será una buena medida para evaluar cómo puede presentarse el futuro. Y está claro que no hay alternativas, la premisa es ganar o ganar. Un triunfo traerá desahogo y también tranquilidad para encarar las fechas que siguen. Ni pensar en otro resultado.

Más allá de los esquemas tácticos, que pueden variar a lo largo de los noventa minutos, de acuerdo a las circunstancias de juego, los tres puntos deben quedar en el Brigadier sea como sea. La necesidad es tan grande que no se puede exigir otra cosa que dejar el alma adentro de la cancha, con los once (¿menos uno?) protagonistas brindándose al máximo y los simpatizantes gastando garganta a puro aliento.

Después del reclamo en Afa se espera que el arbitraje acompañe al espectáculo, que sea correcto, sin fisuras, sin lugar para la discusión. Y que los aficionados engalanen la fiesta con el acostumbrado carnaval rojinegro en un marco de respeto hacia todos los participantes del evento, por el bien de Colón y de toda la afición colonista.


APOSTILLAS
Periodista serio arremetió muy duro contra Ramírez. “¿No hay que ser más rápido mentalmente para jugar en primera?”, le espetó, sin anestesia, al delantero sabalero. ¡La sutileza no es su principal característica!

JCF deshoja la margarita. ¿Juancito, si? ¿Juancito, no? Mejor que no lo piense tanto. Los hinchas rojinegros ya decidieron: ¡No, por favor... Noooooooooooo!

¡El ídolo esta triste! ¿Por qué está triste el ídolo? ¿Le molesta que lo tilden de camarillero? ¿Por eso piensa en colgar los botines? ¿Y si mejor cuenta la verdad?

¡Qué viveza! Totono y el monje negro cruzaron el charco para renovar la estadía del colombiano en tierras criollas. ¿No sería más acertado, para evitar esos contratiempos, apurar la firma del contrato?

miércoles, octubre 11, 2006

Confesiones sin red


Suenan duras las palabras cuando desnudan falsedades. Sin embargo, bienvenidas sean si de desenmascarar la mentira que edificó esta dirigencia se trata. Las jugosas declaraciones de JCT no son una novedad; simplemente blanquean, para el simpatizante despistado, una serie de situaciones que eran bastante evidentes. Que lo usaron, no cabe duda. Que el presidente no sabe un pomo de fútbol, tampoco. Que la pertenencia fue un burdo slogan atrae votos, menos. Que nadie tuvo la valentía de hablarle de frente, ídem. Y así se podrían seguir enumerando todas y cada una de sus sentencias. Lo lamentable, en este caso, es tener que desembocar nuevamente en el planteo de un interrogante recurrente ¿por qué es tan fácil engatusar a los colonistas? Para pensar.

La demagogia, el verso, las evasivas, las mentiras y demás yerbas, han sido –y continúan siendo– moneda corriente. Negar lo evidente sería negar la realidad. El saber popular reza “el pez por la boca muere” y basta escuchar los discursos de los popes rojinegros para confirmar la doctrina callejera. De todas maneras, cuando los hechos están consumados sólo queda hacer el esfuerzo de prestar atención para no volver a caer en el engaño del pasado reciente. Un ejercicio tan simple como estar alerta y alzar la voz donde corresponde cuando se considere conveniente, tanto como para no repetir errores a sabiendas. Ese es el único camino posible.

También sería bueno no confundir, JCT no es el malo de la película. En lo que a él respecta, arriesgó y perdió, un desenlace que estaba dentro de los cálculos. Quizá su mayor pecado haya sido lanzarse al ruedo de primera cuando aún no era el momento. O, tal vez, creer en la palabra “proyecto” cuando los mismos dirigentes no tienen idea qué significa. Lo cierto es que lo fueron a buscar con bombos y platillos y lo despidieron como nadie merece. Doloroso final para una relación en donde el sentimiento por los colores debería haber unido voluntades y no causado el efecto contrario.

Del otro lado, los contraargumentos asoman tan débiles como insostenibles. Más les valdría llamarse a silencio, habida cuenta de sus indiscutibles responsabilidades en esta historia. Y si bien lo mejor es mirar hacia delante con optimismo, reflexionar acerca de las trastadas siempre resulta provechoso. Después de todo, como dijo el poeta Serrat: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.


APOSTILLAS

Dijo: “Hay mucha falsedad en la dirigencia de Colón. Porque hay una persona como LH que no lo quiere nadie. Dicen ‘lo tenemos que tener acá porque nos soluciona un montón de cosas’. Hay que sacarse la careta y decir la verdad”. [Cercenado por el pasquinejo local]

Dijo: “Así, con esta manera de dirigentes que tiene Colón, hoy por hoy el futuro es muy oscuro”. [Cercenado por el pasquinejo local]

Dijo: “Se trajo lo que daba el presupuesto de Colón. Me arrepiento de no haberme hecho fuerte en el tema de las contrataciones, en traer los jugadores que yo realmente, a lo mejor salían caros, quería traer”.
[Cercenado por el pasquinejo local]

Dijo: “Los proyectos hay que bancarlos. Acá las palabras se las lleva el viento. Los dirigentes te dicen una cosa de frente y por atrás te clavan un puñal”. [Cercenado por el pasquinejo local]

lunes, octubre 09, 2006

Con los pelos de punta


Endilgarle el traspié de esta tarde exclusivamente a la mala fortuna sería injusto. Tanto como lo fue el resultado, tanto como lo fue otra incorrecta bandera en alto. Si bien todo suma en contra, mientras la punta izquierda siga siendo una vía de acceso libre y gratuito para los atacantes adversarios, el esfuerzo de diez continuará siendo en vano. JCF tendrá sus razones para insistir con el 24; quizá –ojalá–, ésta haya sido la última oportunidad para el marcador de punta. De nada sirve seguir otorgándole crédito a un espantajo que echa por tierra el sacrificio del resto.

Cual film de terror, cuando por fin la adversidad estaba siendo derrotada, una sobredosis de Fernández descompensó las buenas intenciones del sabalero. Y como broche de oro, sus errores desencadenaron el efecto contagio: Tombolini le obsequió al rival un premio excesivo para culminar la soleada tarde de Avellaneda. Así y todo, exhibir fuerza y coraje, insistiendo en encarar hacia el arco de enfrente, es tan valioso como gratificante. Quizá el sabor no resulte tan amargo si se tiene en cuenta que se luchó hasta el final, aunque los minutos no alcanzaran para abrazar el empate.

Haciendo abstracción del desenlace, la producción de los once menos uno fue destacable. Sin dudas, lo mejor de este equipo rojinegro está en el mediocampo, con jugadores atrevidos, bien mandados en ofensiva, tal vez pecando de exceso de toque y con una única deficiencia: el tiro final. Para ajustar pensando en lo que se viene. El problema mayor continúa atrincherado en la defensa. Con seguridad, el entrenador acomodará las piezas para dejar de hacer agua por izquierda y recomponer una línea donde los lesionados no dejan de engrosar la lista de problemas a resolver.

Dentro de la bronca colectiva, llamó la atención el fastidio del técnico. Portador de una actitud siempre medida, esta vez saltó como nunca antes, despotricando en contra del arbitraje. “Nos están tocando el culo demasiado. (…) A veces los partidos no se ganan adentro de la cancha”. Contundente, quien quiera oír que oiga. Tombolini fue otro que disparó con munición gruesa: “Para hacer un club serio, todos nosotros adentro y los dirigentes afuera”.

Quiera la bendita ventura que éste haya sido el último trago amargo para Colón y todos los colonistas. De ahora en más, se espera que el primer equipo tome la tan añorada senda del triunfo. Si algo había que pagar, el infortunio se lo ha cobrado con creces. Desaciertos, equivocaciones, dislates y pifias variopintas ya han sido suficientes. Por el Centenario, las caras largas aguardan la revancha, la misma que cada fin de semana se pone en juego para renovar las esperanzas sangre y luto.


APOSTILLAS

El próximo reclamo. Los dirigentes sabaleros solicitarán ante la Afa que los arcos reglamentarios se agranden unos milímetros. Ramírez y Grisales adhieren al pedido.

¡Qué mal rayo lo parta! Una vez que Giovanni se reencuentra con el gol, un sujeto vestido de oscuro arruina la fiestita. La lista negra continúa sumando candidatos para ser declarados personas no gratas en SF.

Bienvenida la zurda del Pirulo. No podría haber tenido un debut mejor, con gol incluido. Demostró que los colores le sientan bien.

Otro golpe a las inferiores. Quienes anduvieron de tour por Colombia confesaron haber estado “viendo chicos” para sumar a las huestes juveniles. La pertenencia sigue “six feet under”.

miércoles, octubre 04, 2006

Terapia intermedia


La leve mejoría que acusa el conjunto rojinegro ha generado algunos comentarios que rozan el ordinario grotesco y otros que provocan hilaridad descontrolada. Ciertos especimenes del medio periodístico, después de dos empates consecutivos, hoy descubren rutilantes cracks en potencia donde antes sólo veían talento seco al borde de la extinción. Encontrar un comentario medido, equilibrado, criterioso, es más difícil que sacarle al DT sabalero la formación anticipada del equipo.

Es indiscutible que JCF ha sido, en gran medida, el principal responsable de la recuperación; pero sería tan erróneo como falso considerar esta cuestión como la única y absoluta explicación a la hora de analizar el crecimiento evidenciado por quienes hasta hace pocos días daban pena. Un entrenador acostumbrado a lidiar con jugadores mediocres sabe exactamente cómo y dónde presionar para levantar mentalidades disminuidas y niveles futbolísticos paupérrimos. Acomodar las piezas de acuerdo a rendimientos y habilidades, también es su exclusivo mérito; tanto como aplicar las tácticas adecuadas para superar escollos complicados. Todo esto gracias una metodología de trabajo simple: disciplina e ideas claras, nada del otro mundo. Hasta aquí su parte, pero sería injusto concluir en este punto.

Los protagonistas, encargados de llevar adelante la trabajosa remada, merecen un reconocimiento, aunque hasta ahora se haya visto buena disposición y moderada capacidad. Transcurrido medio campeonato, es natural que la continuidad en competencia esté poniendo a punto a quienes llegaron acarreando problemas físicos o falta de ritmo. Es importante tener en cuenta los procesos de desarrollo del grupo que, después de un tiempo considerable, comienza a conocerse, a tenerse confianza y a dar batalla a pesar de las limitaciones.

Bien vale también, en una línea, ojear los rivales que pasaron, con mucha chapa pero inofensivos a la hora de los bifes. Y no olvidar tampoco a la afición sangre y luto, que con paciencia monacal resistió los embates de las circunstancias adversas y empujó alentando con firmeza y lealtad.

Todo suma. En mayor o menor medida, distintos factores se han conjugado para hacer realidad este presente menos oscuro. Todavía falta mucho camino por recorrer; si bien Colón salió de terapia intensiva, aún es necesario seguir inyectando altas dosis de suero para compensar a un paciente enclenque, pero con los signos vitales estables. Queda pendiente llegar al triunfo, nada más ni nada menos.


APOSTILLAS
Los tiempos cambian. Antes, el macho que miraba telenovelas era considerado un invertido solapado. Ahora, parece que el vicio por los culebrones va de la mano con la estilográfica futbolística que se ejercita en el pasquinejo local. ¡Fiesta, fiesta! ¡Pluma, pluma gay!

La desmesura es reprobable, pero la falta de entusiasmo también. Se espera que el rendimiento futbolístico del Pirulo sea un tanto menos famélico que el tono de sus declaraciones. ¡“Tristonios” afuera!

El dúo dinámico se ha escindido. Mientras Batman se encuentra en Baires tramitando la habilitación de un inhibido, Robin anda de paseo por tierras caribeñas solicitando perdones y cerrando dudosos acuerdos. ¡Ciudad Gótica los extraña!

Calificar a Ramírez como “un gran definidor” no es un error de apreciación… es una chanza bufonesca. Una estaca, de metro noventa, clavada en el medio del área, tendría igual efecto. Sin embargo, viniendo de los mismos que “vieron” una gran pretemporada, suena lógico.