miércoles, abril 11, 2012

Se esfuerza la máquina

Fue una recompensa para el que buscó la victoria hasta el último minuto; por momentos con errores, por momentos con aciertos, por momentos con guapeza, por momentos con fútbol. Algo está cambiando y no se trata, precisamente, de motivación. La diferencia está en el banco, en un entrenador que sabe lo que hace y que intenta manejar la situación con buen tino. De a poco, echando mano a sus conocimientos, su experiencia y una conveniente dosis de cautela, procura acomodar el descalabro heredado del ciclo anterior con la colaboración de un plantel que supo interpretar el pulso popular a tiempo. Todavía faltan muchas tuercas por ajustar, pero la búsqueda del norte, al parecer, ha tomado el rumbo correcto.

Si bien es cierto que los dos triunfos consecutivos de local calmaron los ánimos de las gradas, lo más importante tiene que ver con el control del clima interno. Como si se tratara de una extraña voltereta del destino, la expulsión del líder negativo, el día del empate regalado, obró a favor del conjunto en dos líneas convergentes. El juego mejoró del medio hacia adelante, gracias a una idea de funcionamiento que no lo contempla como ombligo del esquema, y su influencia en el grupo entró en un cono de sombras permitiendo una incipiente oxigenación dentro y fuera de la cancha. Era una cuestión de tiempo; el instinto de supervivencia siempre deja al caído en desgracia solo, triste y abandonado.

Aunque comienzan a escucharse voces lamentando el tiempo perdido este semestre, pretemporada e incorporaciones incluidas, nada está definido. Todo indica que las esperanzas de hacer un buen torneo vuelven a ver la luz después de una crisis de oscurantismo; sin embargo, el poder destructivo intestino puede recuperarse a pesar de su actual agonía. Los intereses que enlazan a unos y otros son muy fuertes y la resignación no suele ser la consejera de quienes están acostumbrados a reinar sin adversarios. La especulación también acostumbra a decir presente en casos análogos; así como el repliegue a la espera del instante oportuno para el contraataque. Tanto en la guerra como en los negocios, el fin justifica los medios.


APOSTILLAS

El río suena. La reprimenda del excelentísimo señor presidente al bocón que destapó la olla, y la amenaza a quien se animara a divulgar la especie, no amilanó al parodismo independiente y comprometido con la verdad de la milanesa. "Hay malestar por sueldos atrasados", lanzaron, sin anestesia, las huestes del maestro en la previa. Trabajo para los rastreros.

Cuestión de imagen. El primer mandatario tendrá que ocuparse de aclarar ciertos temas con el joven secretario técnico. No da hacer aspavientos ante un gol agónico. La percepción del modelo es fundamental para propios y extraños. Una conquista con aroma a triunfo, a cuatro minutos del final, debe festejarse con normalidad, no como un aborto de la naturaleza.

No come vidrio. Como corresponde a quien la sabe lunga, el goleador histórico interpretó rápidamente la abrupta baja en las mediciones del aplausómetro. Con una pretendida humildad, por ahora, consiguió zafar de la caída libre; habrá que ver cuánto le dura la sumisión al estado vegetativo. La estrategia a seguir para no diluirse en la estima general lo mantiene ocupado.

Todo pasa. La dupla anticristo volvió para cortar con tanta dulzura. Algunos patalearon, otros se tragaron el regreso con sal y limón. Para confirmar que el cuchillo sigue afilado, como aperitivo, se despachó con "la injusticia" del resultado; como plato principal, con "la intrascendencia" del veterano veinte. Muchos ya corrieron a buscar otra vez el lampazo.