viernes, julio 14, 2006

Las cuatro patas de la esperanza


La apuesta es grande, y quienes arriesgan en esta aventura lo saben. El presidente de Colón de Santa Fe se movió con paso seguro en arenas que no conocía y, sorprendentemente, en pocos días llenó el cartón con siete números puestos. Operaciones, en apariencia, tan bien cerraditas que simulan el acto cumbre de un efectivo prestidigitador. Sólo un mago puede traer a Santa Fe siete refuerzos –de los buenos, sin llegar a brillantes– cuando las arcas están vacías. Hoy por hoy, los centenarios cimientos del club no admiten más dirigentes que no estén comprometidos en trabajar por la recuperación del buen nombre y honor de la entidad. Y Lerche da la impresión de que lo tiene claro.

Julio C. Toresani también se juega mucho en esta parada. Recién comienza y el prestigio no se logra, precisamente, con fracasos. Sin duda, es de temerarios aceptar la conducción de un equipo cuando la sombra tiene el rostro de la urgencia. El entrenador, por si las moscas, puso sobre la mesa el ejemplo de Troglio en Gimnasia, quien perdió los primeros cuatro partidos de su ciclo inicial. Algo así como abrir el paraguas antes de que llueva. Llegado el caso ¿Colón lo aguantará? En un medio donde los proyectos no existen, la respuesta puede ser lapidaria.

El plantel, aunque con un compromiso menor, dado que los nombres pasan como pañuelos descartables, es consciente de que no existe mucho margen para el error. La puesta en escena está buena al principio, pero a medida que las funciones transcurran el clima puede ponerse espeso. Está claro que el objetivo es sumar puntos, por lo que no hay que esperar “jogo bonito” o soñar con aspiraciones desmedidas. Si el DT logra insuflarles a los protagonistas un poco de entusiasmo pueden salir airosos de la partida.

Estas tres patas de la historia deberán caminar a paso acompasado, porque “la cuarta” puede resultar el sostén que complete una sólida base o la que haga caer la estructura.


APOSTILLAS
Por el éter anda sonando el nombre del zaguero ecuatoriano Jorge Guagua para seguir engrosando el plantel sabalero. ¿No estará cubierta ya la cuota de canes?

Toresani ya está dando cátedra. Gastó a los periodistas que lo consultaron por la llegada de Guagua. ¡Muchachos, buenísimo que husmeen en internet! ¡Pero si es banda ancha mejor!

Sand puede llegar a Santa Fe tranqui-tranqui. No va a tener que pelear el puesto, los segundos cuarenta y cinco serán suyos sin lugar a dudas. O por uno o por otro, el dúo geronto no da para noventa.

Esteban Fuertes está haciendo el curso de técnico. ¡Qué el “Huevo” no se sienta presionado! El Bichi piensa seguir jugando dos años más. ¡Siempre y cuando el físico aguante! ¿Aguantará?